Ejército ciudadano irlandés.
Los
acontecimientos del día.
La
"jornada sangrienta" de Varsovia y de otras ciudades polacas, el
atentado contra Stolipin y el asesinato de Min, todo ello ha despertado interés
general por el problema de las "acciones guerrilleras"; empleamos la
expresión que se ha hecho usual en el partido y que ha sido confirmada por una
resolución del Congreso de Unificación.
El
Consejo de Redacción se propone publicar próximamente uno o varios artículos
sobre esta importantísima cuestión, analizándola con la mayor amplitud posible.
Mientras tanto, a fin de no dejar a nuestros lectores en la ignorancia de
nuestros puntos de vista, haremos algunas breves observaciones, que en
artículos posteriores serán desarrolladas en detalle y formuladas con mayor
precisión.
Primera
observación. Los extremos nunca son buenos; ningún socialista pondrá en duda
que es necesario tomar en cuenta el sentimiento de las masas cuando se trata de
organizar acciones guerrilleras. Por ello, estimamos absolutamente necesario
tener en cuenta la opinión del Bund, que está familiarizado con las condiciones
de trabajo en Varsovia y con el sentimiento de las masas en esa ciudad (y que,
al parecer, se solidariza con los socialdemócratas polacos), a saber: la
opinión de que el PSP "ha llegado demasiado lejos". Si lo hizo o no
es un hecho que no tenemos competencia para resolver. Nunca es aconsejable ir
demasiado lejos, pero sería erróneo deducir que cierta forma de lucha no sirve
porque se hayan producido casos aislados
de "llegar a los extremos".
En términos
generales, pensamos que la intensificación de la guerra de guerrillas en Rusia,
después de la disolución de la Duma, es beneficiosa. Una guerra de guerrillas
implacable y exterminadora contra los agentes gubernamentales de la violencia
es, a nuestro modo de ver, una lucha oportuna y conveniente.
Segunda
observación. El CC de nuestro partido se equivoca sin duda, y se equivoca
profundamente, al declarar en una nota a la "carta" número 4
(dirigida a las organizaciones del partido): " Se comprende de suyo que
nuestro partido rechaza, como antes, las llamadas acciones combativas
'guerrilleras'."
Esto es
falso. Nosotros acatamos las decisiones del Congreso, pero en
ningún caso nos sometemos a las decisiones del CC que violen las
decisiones del Congreso. Todo aquel que se tome la molestia de leer atentamente
la resolución del Congreso de Unificación titulada Sobre las acciones
guerrilleras, advertirá fácilmente que nuestro partido rechaza un
tipo de acciones guerrilleras, admite otro y recomienda un tercero.
Rechaza
totalmente la expropiación de la propiedad privada. No rechaza la
incautación de los fondos del Estado, pero rodea esta medida de condiciones
especialmente rigurosas ("en caso de que se creen los órganos de poder
revolucionario en la localidad dada", etc.)
La
resolución del Congreso admite, además, las acciones guerrilleras sin
la expropiaración de bienes, es decir, admite el "terror",
admite las acciones guerrilleras cuyo fin es dar muerte al enemigo. Esta
admisión aparece nítidamente y se expresa en forma inequívoca en las primeras
palabras de la mencionada resolución, después de la introducción:
"El
Congreso resuelva: 1) Considerando que a la par con [la cursiva es
nuestra] la preparación de las fuerzas revolucionarias para la insurrección que
se avecina, insurrección que se asienta en la organización de las masas
obreras, será inevitable la lucha activa contra el terror
gubernamental y contra la violencia de los centurionegristas, es
necesario... (luego habla de la prohibición de robar, de la incautación de
fondos privados, etc).
Esta cita
de la resolución del Congreso es absolutamente clara. "A la
par" con el trabajo de masas admite la "lucha activa" contra los
agentes de la violencia, lo cual implca, sin duda alguna, su extermino por
medio de "acciones guerrilleras".
En la
resolución sólo se señala una limitación de esta segunda forma de acción
guerrillera (el exterminio de los agentes de la violencia) y es la siguiente:
"evitar los atentados contra la propiedad personal de ciudadanos pacíficos,
exceptuando [¡fíjense bien!] aquellos casos en que esto se produce como
resultado involuntario de la lucha contra el gobierno o cuando se
debe a las exigencias de la lucha directa, por ejemplo, al levantar
barricadas."
Así,
pues, cuando lo exige la lucha directa, también se admiten los atentados
contra la propiedad privada, por ejemplo, la incautación de vehículos y otros
elementos para las barricadas. Cuando la lucha no es directa, el
Congreso nos ordena evitar los atentados contra la seguridad personal de
ciudadanos "pacíficos"; pero en seguida señala una excepción,
a saber: el Congreso no responsabiliza a los que oartucuoen en las
acciones guerrilleras de los atentados "involuntarios" contra la
seguridad personal, resultantes de la lucha contra el gobierno.
Por
último, el Congreso recomienda concretamente al partido un tipo de
acciones guerrilleras, al resolver sin reservas ni limitaciones: "incautarse,
en todas las oportunidades que se presenten, de las armas y municiones
pertenecientes al gobierno..."
Por
ejemplo: los guardias tienen armas que pertenecen al gobierno. "Se
presenta la oportunidad..."
Tercera
observación. Aconsejamos a los numerosos grupos de combate de nuestro partido
que pongan fin a su inactividad y emprendan una serie de acciones guerrilleras,
basándose rigurosamente en las resoluciones del Congreso, es decir, sin ninguna
expropiación de bienes, con los menores "atentados contra la seguridad
personal" de ciudadanos pacíficos, pero con los máximos atentados
contra la seguridad personal de los espías, de los centurionegristas activos,
de los oficiales de la policía, del ejército y de la marina, etc., etc.
Pero hay que "incautarse en todas las oportunidades que se presenten, de
las armas y municiones pertenecientes al gobierno."
Proletari,
número 1, 21 de agosto de 1906.
No hay comentarios:
Publicar un comentario