Este envío incluye partes de la intervención de Lenin
durante el III Congreso del Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia (POSDR),
del 25 (12) de abril de 1905, al 10 de mayo (27 de abril) del mismo año,
reunido a fin de discutir la caracterización de la etapa y determinar las
tareas fundamentales que debería llevar adelante el partido. Por su extensión no lo
subo entero sino sólo las partes pertinentes que hacen consideraciones sobre la
insurrección armada y sobre la actuación política.
III Congreso del P.O.S.D.R.,
12 (25) de abril – 27 de abril (10 de mayo) de 1905.
“… el III Congreso del POSDR acuerda que la tarea de organizar las
fuerzas del proletariado para luchar directamente contra la autocracia por la
vía de la huelga política de masas y de la insurrección armada, creando con ese
fin un aparato de información y dirección, constituye una de las fundamentales
tareas del partido, en el momento revolucionario actual; por esta razón, el
congreso del partido encomienda tanto al CC como a los comités locales y a las
agrupaciones la preparación de la huelga política de masas y la organización de
grupos especiales para el aprovisionamiento y la distribución de armas, para la
elaboración de un plan con vistas a la insurrección armada y para abordar sin
demora los trabajos encaminados a dirigir esta insurrección” (III Congreso del
POSDR, Proyecto de resolución sobre la actitud del POSDR ante la insurrección
armada).
“A base de las experiencias de los militantes que actúan en el campo de
la práctica y del estado de ánimo de las masas obreras, el congreso del partido
registra que la preparación de la insurrección debe abarcar, no solamente el
aprovisionamiento de armas, la formación de grupos, etc., sino también la
acumulación de experiencias, mediante los intentos prácticos de acciones
armadas sueltas, como, por ejemplo, los ataques de destacamentos armados contra
la policía y las tropas con motivo de estas o las otras reuniones públicas o
los asaltos de destacamentos armados a las cárceles, los edificios de gobierno,
etc. El congreso del partido deja por entero al criterio de las direcciones
locales del partido y del CC el determinar los marcos de tales acciones y
elegir la ocasión más adecuada para ellas, ya que el congreso confía plenamente
en la capacidad de discernimiento de los camaradas, quienes sabrás evitar que
las fuerzas se malgasten inútilmente en actos terroristas aislados e
insignificantes; al mismo tiempo, el congreso llama la atención de todas las
organizaciones del partido hacia la necesidad de tener en cuenta las
indicaciones precedentes, aconsejadas por la experiencia anterior (Proyecto de
resolución sobre la insurrección armada)
“Toda la historia del último año ha puesto de manifiesto que hemos
subestimado la importancia y el carácter inevitable de la insurrección. Hay que
concentrar la atención en el lado práctico del asunto. En este respecto, es
extremadamente importante la experiencia de los militantes prácticos y de los
obreros, en Petesburgo, en Riga y en el Cáucaso. Por eso yo recomendaría que
los camaradas hablaran acerca de sus experiencias, lo que despojaría a nuestros
debates de su escolasticismo y les daría un carácter práctico. Hay que
esclarecer cuál es el estado de espíritu del proletariado, si los obreros se
sienten capaces de luchar y de dirigir la lucha. Hay que compendiar la
experiencia colectiva, que hasta ahora no ha sido sintetizada” (Discurso sobre
la insurrección armada, 15 (28) de abril).
“En los debates, se
ha colocado el problema sobre una base práctica: el estado de espíritu de las
masas. Tiene razón el camarada Lieskov cuando dice que el estado de espíritu de
las masas es heterogéneo. Pero también está en lo cierto el camarada Járkov al
decir que debemos contar con que la insurrección se producirá inevitablemente,
cualquiera que sea la actitud que nosotros adoptemos ante ella (…) El
participar del modo más enérgico no quiere decir tener la hegemonía. EL
camarada Mijáilov se ha expresado, a mi juicio, en términos positivos; señala
la hegemonía, y lo hace, además en forma concreta (…) La socialdemocracia puede
organizar la insurrección y puede, incluso, decidirla, pero el que llegue a
asegurar su dirección no cabe determinarlo de antemano, pues ello dependerá de
la fuerza y del grado de organización del proletariado (…) Es posible,
evidentemente, que el proletariado decida del desenlace de la revolución, pero
no puede afirmarse de un modo incondicional (…) Por lo que se refiere a la
creación de grupos especiales de combate, puedo decir que yo los considero
necesarios. No tenemos por qué temer a la creación de grupos especiales”
(Lenin, Discurso sobre la insurrección armada, 16 (29) de abril).
Considerando
1) que el
proletariado, que es por su situación, la clase más avanzada y la única
consecuentemente revolucionaria, está llamada por ello mismo a llevar a la
práctica la dirección del movimiento revolucionario democrático general de
Rusia;
2) que, en la
actualidad, este movimiento ha conducido ya a la necesidad de la insurrección
armada;
3) que el
proletariado participará inevitablemente en esta insurrección del modo más
enérgico y que esta participación decidirá de la suerte de la revolución en
Rusia;
4) que el
proletariado sólo podrá llevar a cabo la dirección de esta revolución a
condición de que se aglutine como una fuerza política unida e independiente
bajo la bandera del Partido Obrero Socialdemócrata, que dirige la lucha no sólo
en el terreno ideológico, sino también en el terreno práctico;
5) que sólo el
poner en práctica esta dirección asegurará al proletariado las condiciones más
favorables para la lucha por el socialismo en contra de las clases poseedoras
de la Rusia democrático-burguesa,
El III Congreso del
POSDR reconoce que la tarea de organizar al proletariado para la lucha directa
contra la autocracia por la vía de la insurrección armada constituye una de las
tareas más importantes e inaplazables del partido en los actuales momentos
revolucionarios.
Por lo cual, el
congreso encomienda a todas las organizaciones del partido:
a) esclarecer al
proletariado, por medio a de la propaganda y la agitación, no sólo la
importancia política, sino también el lado práctico – organizativo de la
insurrección armada que tenemos por delante;
b) explicar, en
esta propaganda y agitación, el papel de la huelga política de masas, que podrá
llegar a adquirir una gran importancia al comienzo y en el transcurso de la
insurrección;
c) adoptar las
medidas más enérgicas para el armamento del proletariado y para la elaboración
de un plan de insurrección armada y de la dirección inmediata de la
insurrección y, en la medida en que ello sea necesario, proceder a crear con
este fin grupos especiales de militantes del partido”
(Resolución sobre
la insurrección armada, 16 (29) de abril de 1905)
“… c) adoptar
medidas para que nuestras organizaciones de partido, reteniendo y desarollando
su aparato conspirativo, procedan inmediatamente y en todos los casos en que
ello sea posible a elaborar las formas adecuadas para el paso de la
socialdemocracia a la actuación pública, sin rehuir en este terreno los choques
con las fuerzas armadas del gobierno” (Proyecto de resolución acerca del
problema de la actuación política del POSDR, 19 de abril (2 de mayo), de 1905)
“Mi tarea consiste
en exponer cómo está planteado el problema de la participación de la
socialdemocracia en un gobierno provisional revolucionario. (…) este problema
no nos interesa tanto, considerado en relación con la situación práctica como
porque nos ha sido impuesto por una polémica de prensa. (…) La cosa se ha
convertido en un problema teórico inaplazable, que es necesario esclarecer. Se
trata del problema de la claridad de nuestros objetivos. (…) Martínov sostiene
que una participación decidida en la insurrección nos pondría ante el grave
peligro de que el proletariado nos obligase a asumir el poder. (…) A propósito
de esta peculiar referencia al peligro de una victoria en la lucha contra la
autocracia, hubo de preguntar Vperiod
a Martínov y a L. Mártov de qué se trataba, si de la dictadura socialista o de
la dictadura democrática. Se nos citan las famosas palabras de Engels sobre la
peligrosa situación en que se coloca el dirigente situado en el poder en nombre
de una clase que no se halla todavía en sazón de asumir la dominación total. En
Vperiod, hemos puesto en claro que
Engels quiere referirse a la peligrosa situación del dirigente cuando éste
comprueba post factum la divergencia
existente entre los principios y la realidad, entre las palabras y los hechos.
Semejante divergencia trae consigo un descalabro en el sentido de una
catástrofe política, no en el de derrota física. (…) Si lanzamos la consigna de
la insurrección, no tenemos derecho a asustar a la socialdemocracia con la
perspectiva de que llegue a triunfar. (…) (Lenin, Informe sobre la
participación de la socialdemocracia en un gobierno provisional revolucionario,
18 de abril (1 de mayo) de 1905)
“… d)
independientemente de la posibilidad de una participación de la
socialdemocracia en el gobierno provisional revolucionario, deberá propagarse
en las más amplias capas del proletariado la idea de que el proletariado,
armado y dirigido por la socialdemocracia, tendrá que ejercer constante presión
sobre el gobierno provisional para defender, consolidar y ampliar las
conquistas revolucionarias”(Proyecto de resolución sobre el gobierno
provisional revolucionario, escrito antes del 18 de abril (1 de mayo) de 1905).
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