domingo, 15 de diciembre de 2019

Doce años de cooperación represiva con el imperialismo.


Este es un texto que escribí en 2014 o 2015 y que encontré haciendo limpieza en la computadora. Probablemente las referencias estén caídas o desactualizadas. 
Junto con la política represiva desarrollada por el gobierno nacional, fronteras adentro, se encuentra la política de colaboración en materia represiva con el imperialismo norteamericano y con otras potencias imperialistas.
Esta colaboración se expresa en la instrucción militar e ideológica de las fuerzas armadas, de seguridad e, inclusive, de funcionarios del Estado. La formación bajo el auspicio norteamericano sigue los lineamientos estratégicos esbozados por los yanquis en los Documentos Santa Fe (I, II y IV). Es decir, se trata de una política estratégica que ya tiene más de treinta años y que no es más que la aplicación de la Doctrina Monroe, que ya tiene más de 150 años de antigüedad.
Ejercicios conjuntos
 Néstor Kirchner debutó en la presidencia intentando hacer aprobar en el Congreso un proyecto que permitía la realización de un ejercicio combinado entre nuestro ejército y el estadounidense, denominado “Aguila III”. Este proyecto tenía una cláusula de inmunidad de jurisdicción a favor del ejército yanqui, que significaba que no podían ser juzgados por tribunales argentinos aún cuando cometieran delitos comunes. La movilización popular hizo retroceder al kirchnerismo que intentó evitar pagar costos políticos modificando la cláusula de inmunidad total por una de inmunidad funcional, limitada a la responsabilidad por los actos del ejercicio. Este tipo de inmunidad no fue aceptada por los norteamericanos, por lo que lo que el ejercicio no pudo realizarse (Boletines Informativos n° 237, 238, 246 y Antirrepresivo de 20/12/2003, este último en http://correpi.lahaine.org/?p=341).
Luego de este fracaso, el Congreso Nacional sancionó, a instancias de Néstor Kirchner, la ley marco para el “Ingreso de personal militar extranjero en el territorio nacional y/o egreso de fuerzas nacionales” nº 25.880. Esta ley autoriza a conceder la inmunidad de jurisdicción y delega en el nivel ministerial la posibilidad de autorizar la realización de cursos a los represores nacionales. CORREPI, junto con otras organizaciones del campo popular, nos movilizamos al Congreso Nacional para realizar un acto de repudio a  la aprobación de esta ley (Boletín Informativo n° 265).
En el curso de estos doce años se han autorizado más de 270 ejercicios militares conjuntos y se han formado, en cursos del imperialismo yanqui, más de 5.000 represores argentinos.
Mediante los ejercicios militares buscan aceitar la cooperación militar, tanto en el aspecto estratégico, como en el meramente operativo.
Cuando se observan en su conjunto, se puede ver claramente una coordinación aceitada a nivel continental, en el plano estratégico, de todos los estados del hemisferio. Coordinación que es hemisférica, regional, y bilateral.
Una verdadera internacional de la burguesía yanqui.
Resaltan los ejercicios donde participan muchas naciones, como por ejemplo, los Unitas Fase Atlántico o Pacífico (operaciones navales combinadas), los Panamax, o el Cabañas (ejercicio de contrainsurgencia). El argumento legitimador es, en general, la necesidad de formar una eventual fuerza multinacional para operaciones de paz (léase de contrainsurgencia), con mandato de la ONU (léase del Consejo de Seguridad), o la realización de operaciones de asistencia humanitaria o de alivio de desastres. Todos ellos están destinados a proteger objetivos hemisféricos estratégicos para los Estados Unidos, como el ejercicio “Panamax”, destinado a la defensa del canal de Panamá. Otros ejercicios, a título de ejemplo, son el “Salitre” de entrenamiento de una supuesta fuerza de paz, donde también participó Francia, o el “Cruz del Sur” (Cruzex), similar al ejercicio “Salitre”, pero bajo dirección de Francia y según los procedimientos de la OTAN. En 2007, el gobierno nacional, que hace una política de cooptación con el tema Malvinas, autorizó un ejercicio  naval conjunto con Gran Bretaña, realizado en Chile, denominado “Team Worksouth” (ley 26.264) consistente en Guerra Antisubmarina, Guerra de Superficie, Defensa Antiaérea, Maniobras de Reaprovisionamiento en el Mar, Tiro de Artillería, etc.
Efectuar un detalle completo de los más de 270 ejercicios militares conjuntos con fuerzas armadas de otros países excede este informe. Por ello remitimos a algunas de las leyes autorizantes (25.907, 25.940, 26.059, 26.136, 26.142, 26.257, 26.264, 26.300, 26.424, 26.527, 26.671, 26.722, 26.772, 26.916, 26.962, 27.151, 27.165).
 Cursos de formación:
 Lo mismo cabe decir con respecto a los cursos de formación en los que se entrenan los represores argentinos. Por ello, tratamos de hacer una síntesis de la cantidad y tipos de cursos realizados explicando brevemente el marco general en el que se insertan. Nuevamente, para un mayor detalle remitimos a la página del Departamento de Estado yanqui donde se encuentra esa información (http://www.state.gov/t/pm/rls/rpt/fmtrpt/)
Estudiantes argentinos imputados al año fiscal:
2003-2004: 396 estudiantes argentinos, 31 en programas del Centro Hemisférico de Estudios de Defensa (CHDS); 355 en cursos del Programa IMET; 4 estudiantes en cursos de Non-Security Assistance, Combatant Command; y 6 estudiantes en cursos de PME Exchanges.
2004-2005: 642 estudiantes argentinos; 28 en programas del CHDS; 2 en Cursos de capacidades mejoradas de operaciones de paz; 598 en cursos IMET; 2 en programas PME Exchange; 11 en el Regional Defense Counterterrorism Fellowship Program. Los restantes en programas particulares como el Aviation Leadership Program.
2005-2006: 329 estudiantes argentinos; 70 en el Programa “Regional Defense Counterterrorism Fellowship”, 3 en el programa “PME Exchanges”, 30 en CHDS; y 225 en IMET.
2006-2007: 432 estudiantes argentinos. 50 en contraterrorismo (Regional Defense Counterterrorism Fellowship Program). Algunos pocos se entrenaron en centros regionales, que no están detallados.  331 en el programa IMET; en el programa “PME Exchanges” formaron a 5 alumnos, mientras que en los Cursos del CHDS se preparó a 46 alumnos.
2007-2008: 931 estudiantes argentinos. En cursos del Centro De Estudios para la Defensa Hemisférica (CHDS), participaron un total de 478 alumnos. En cursos del programa “PME Exchanges” participaron 3 estudiantes. En cursos del Programa IMET participaron 383 estudiantes. En cursos de intercambio participaron otros 3 estudiantes, mientras que en cursos de Contraterrorismo (Counterterrorism Fellowship Program) lo hicieron 64 estudiantes.
 2008-2009: 525 estudiantes argentinos, de acuerdo con el siguiente detalle: 21 en cursos del programa “Section 1004”; 2 en cursos del programa PME Exchanges (intercambio); 85 en Cursos del CHDS; 1 en cursos del Non-SA, UC, JCET; 350 en cursos del programa IMET; 1 en Cursos de Intercambio; 65 en Contraterrorismo.
2009-2010: 550 estudiantes argentinos: 86 en cursos del programa “Section 1004”; 47 en cursos del programa CHDS; 2 en cursos del programa PME Exchanges; 363 en cursos del programa IMET; 52 en cursos de Contraterrorismo.
2010-2011: 877 alumnos; 117 en cursos del programa “Section 1004”; 211 en cursos del programa CHDS; 4 en cursos del programa PME Exchanges; 454 en cursos del programa IMET; 1 en cursos de Global Peace Operations Initiatives (Iniciativa de Operaciones de Paz Globales – GPOI); 44 en cursos de Contraterrorismo.
Además, en este año fiscal se preveía la participación durante el año 2011 de 650 estudiantes argentinos en un ejercicio patrocinado por el Comando Sur, a realizarse en Perú, en cursos de Iniciativa de Operaciones de Paz Globales (GPOI). El nombre del curso era “SOUTHERN EXCHANGE CFAC BN TRAINING”. No tenemos conocimiento que finalmente se llevara a cabo el ejercicio mencionado.
2011-2012: El total de estudiantes descendió a 182. 1 en cursos del programa “Section 1004”; 123 en cursos del programa CHDS; 3 en cursos del programa PME Exchanges; 23 en cursos del programa IMET; 2 en cursos de Contraterrorismo.
2012-2013: El total de estudiantes fue de 154; 13 en cursos de CTFP; 3 en cursos de GPOI; 127 estudiantes en cursos de IMET; 2 en cursos de PME; 2 en cursos de Section 1004. 4 estudiantes en FMS; y 3 en centros regionales CHDS.
2013-2014: El total de estudiantes alcanzó la cifra de 114; 12 en cursos de CTFP; 93 en cursos de IMET; 1 en cursos de PME; 4 en cursos en centros regionales CHDS; 4 en cursos de FMS.
2014-2015: El total de estudiantes llegó a la cantidad 107; 3 estudiantes en cursos del Departamento de Defensa PME; 77 estudiantes en cursos IMET; 21 estudiantes en cursos en centros regionales del Departamento de Defensa; 6 estudiantes en FMS.
A partir del período correspondiente al presupuesto del año 2011-2012 el número de estudiantes fue sensiblemente reducido, en consonancia con la adaptación de la estrategia de seguridad nacional norteamericana a la crisis fiscal que sufre Estados Unidos. Tan es así que un documento de Defensa de los Estados Unidos ha concluido que el balance entre los recursos disponibles y los que necesita la seguridad yanqui, nunca fue tan delicado (http://www.defense.gov/news/Defense_Strategic_Guidance.pdf).
Un total aproximado de 5.239 represores instruidos por los Estados Unidos. Esto es lo que conocemos. Los presupuestos del departamento de Estado se encargan de aclarar que una parte del informe nunca se publica por ser reservado. Estimamos, por tanto, que los “estudiantes” argentinos han sido más que los reconocidos.
A continuación explicamos brevemente en qué consisten algunos de los programas de entrenamiento: 
- Programa de “Entrenamiento y Educación Militares Internacionales” (IMET): Es un programa de bajo costo que incluye numerosos cursos. Bajo el ropaje de cursos donde se brinda una educación técnica y profesional, se oculta un poderoso componente ideológico que es la formación de los represores en la cultura de la american way of life. El documento Santa Fe II lo considera fundamental.
 - Programas del CHDS: Se trata de programas que buscan mejorar la seguridad, profundizar el conocimiento de EEUU, promover asociaciones bilaterales y multilaterales, mejorar la toma de decisiones en materia de defensa, y fortalecer la cooperación entre los militares y líderes civiles norteamericanos y regionales. Cada centro regional estructura su programa específicamente con miras a los objetivos claves del secretario de defensa en cada región. Los temas comunes son los asuntos de seguridad regional, la planificación de defensa, y las relaciones cívicos militares. Por ejemplo, los cursos de terrorismo discuten “los desafíos nacionales, regionales, transnacionales y globales de la insurgencia y del terrorismo, los casos incluyen entre otros: FMLN, FARC, ELN, Sendero Luminoso, Al Qaeda, Hezbollah, IRA, ETA, entre otros.”(http://www.ndu.edu/chds/index.cfm?secID=273&pageID=123&lang=SP&type=section)
 - Programas de Section 1004: El propósito de este programa es conducir entrenamiento antinarcóticos para militares y fuerzas de seguridad y civiles extranjeros. Las fuerzas de operaciones especiales (SOF) y las fuerzas convencionales dirigen el entrenamiento antinarcóticos para infantería liviana, aviación, guardacostas de mar y de río, y otro personal asociado con operaciones antidroga.
 - Cursos del CTFP (Programa de combate al terrorismo): Los cursos están diseñados para: 1) construir capacidades y habilidades contraterroristas en las naciones amigas; 2) construir y fortalecer una red global de expertos en contraterrorismo y especialistas prácticos comprometidos a participar en apoyo de los esfuerzos de los EE.UU. contra los terroristas y las organizaciones terroristas; 3) Apoyo contra ideológico al terrorismo.
 - Entrenamiento e intercambio conjuntos combinados (JCET –Joint Combined Exchange Training): El programa JCET permite a las SOF entrenar mediante la interacción con fuerzas extranjeras amigas. El valor particular de este entrenamiento, es que mejora las habilidades de las SOF, para misiones generadas por planes existentes, o por contingencias imprevistas, tales como: habilidades como instructor, manejo del lenguaje y conciencia cultural. El propósito primario de estas actividades es siempre el entrenamiento del personal norteamericano de las fuerzas especiales.
 Centros regionales y bases militares
A este cuadro de situación es necesario agregar, por un lado, la formación de militares y policías en los centros regionales, como la “International Law Enforcement Academie” (ILEA), de El Salvador y el Centro Regional de Entrenamiento de Lima, Perú. Entre el año 2005, que se crea la primera ILEA, y el año 2013, se impartieron 177 cursos y se entrenaron a 5.952 represores de todo el continente (http://www.ileass.org.sv/pagina.php?id=16).
Por el otro lado, en cuanto a las bases militares, sin contar al enclave colonialista británico en las Islas Malvinas, puede mencionarse, “un terreno autorizado para el uso de Estados Unidos por el ex gobernador de Tierra del Fuego, en la localidad de Tolhuin”  (http://www.mopassol.com.ar/archives/351) y una base militar en la ciudad de Resistencia, Provincia del Chaco, al que pretenden hacer pasar como un Centro Anti-Catástrofes y de Ayuda Humanitaria.
 Esta base militar fue inaugurada a fines de 2012 por el ultrakirchnerista Jorge Capitanich.
La reacción de las organizaciones populares fue instantánea y denunció que ese centro es una base de operaciones del Comando Sur de EEUU. El gobernador intentó desentenderse de esta situación mintiendo que había sido una donación de la embajada de los Estados Unidos.
En agosto de 2008, la embajada yanqui, entonces a cargo de Earl Anthony Wayne, informaba que en la mañana del 13 de agosto, Capitanich y Wayne habían encabezado “… la ceremonia de cierre del programa de ayuda humanitaria y alivio de desastres. Chaco fue seleccionada por el gobierno argentino para trabajar en conjunto con la embajada en la implementación del programa de asistencia civil humanitaria que involucra al personal de defensa civil provincial y seis municipalidades locales: San Martín, Sauzalito, Villa Angela, Puerto Tirol, Barranqueras y Tres Isletas. Este programa civil fue fundado por el Comando Sur de EE.UU. y coordinado por Orlando Tejada de El Salvador, un experto con amplia experiencia en la organización y planificación de defensa civil para desastres naturales en América Latina”(http://argentina.usembassy.gov/chaco_event.html.)
Por su parte la gobernación chaqueña decía que el centro de emergencias “es financiado por el Comando Sur de los Estados Unidos y que tanto la mano de obra que lo construyó como los muebles y los equipos son chaqueños.” (http://www.prensa.chaco.gov.ar/?pag=noticia&nid=19879)
La intervención del imperialismo norteamericano en una provincia es imposible sin la previa anuencia del gobierno nacional argentino.
Orlando Tejada, del Comando Sur, ya en 2008 estaba dirigiendo la “capacitación” de funcionarios locales. El gobierno chaqueño señalaba que su participación en las reuniones: “forma parte del convenio suscripto con la Embajada de los Estados Unidos, con el Comando Sur del Ejército de ese país, a través del cual esta institución norteamericana brinda asistencia técnica para el armado de los programas y sistemas necesarios institucionales para la asistencia en la emergencia ambiental, acciones que se enmarcan en el HAP.” Se refiere al programa de asistencia humanitaria y alivio de desastres que es uno de los principales arietes del imperialismo yanqui para penetrar en nuestros países. Una de las intervenciones militares más famosas, ocultada bajo el eufemismo del “alivio de desastres”, es el que lleva adelante el imperialismo en Haití con la cooperación ininterrumpida del Estado argentino desde 2004 (Minustah).
Una vez más, una cosa es el discurso y otra son los hechos. Cuando estos divergen, estamos ante un doble discurso. En estos últimos doce años, a la par que intentó agitar una retórica antiimperialista, el gobierno argentino se sometió a los dictados de los Estados Unidos y prestó amplia colaboración a la política de dominación imperialista.

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