tag:blogger.com,1999:blog-8219945945934201772024-03-12T21:34:32.317-02:00Ahí, a la izquierdaMarxismo toscoLRhttp://www.blogger.com/profile/10903104379487600553noreply@blogger.comBlogger74125tag:blogger.com,1999:blog-821994594593420177.post-34912378894414966712019-12-22T14:50:00.000-02:002019-12-22T18:49:56.610-02:00Conexiones Mishima<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; mso-ansi-language: ES;">Quería
comentar una serie de conexiones literarias vinculadas con la lectura de
Mishima.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; mso-ansi-language: ES;">Estaba
leyendo “Confesiones de una máscara” y atrajo fuertemente mi atención un
fragmento del texto. Lo compartí con un amigo que tiene una cultura literaria
mucho mayor que la mía y recuerdo que me comentó que ese pasaje le hacía
acordar al Conde de Lautréamont. Como nunca lo había leído me bajé “Los cantos
de Maldoror” y desde su comienzo encontré una conexión con la novela de
Mishima, vinculada con la “normalidad”, pero que a su vez me remitió a una
versión del Guasón de Batman.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; mso-ansi-language: ES;">Meses
después, mientras leía el cuento “Pan de pasas”, también de Mishima, me
encuentro con que el personaje de ese cuento lee “Los cantos de Maldoror” de
Lautréamont y en el cuento se citan partes de este último. Por lo que la
advertencia de mi amigo no hacía más que descubrir que Mishima había sido
influenciado por el “Conde” y esa influencia se verificaba en su escritura.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; mso-ansi-language: ES;">Estas múltiples
conexiones existentes en la literatura no dejan de sorprenderme. Como cuando no
pude dejar de sentir un registro borgeano en De Quincey, lo que no hacía más
que corroborar lo cierto acerca de la deuda que Borges siempre reconoció que
tenía con el inglés.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; mso-ansi-language: ES;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjpeLIQy7aAZZe62DEnakbmr_ikQf0FIc7rFTJSe5a4gSxF1DLkLGx5jX5UzNzhEV6JbZmaxjppHoIc7voHssfbysQZiM_UpkIZpN3GiQuX7IkstL7M1TsXiI1P8KbqHYc5JLxu6eWLNsVd/s1600/Mishima+San+Sebasti%25C3%25A1n.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="390" data-original-width="550" height="226" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjpeLIQy7aAZZe62DEnakbmr_ikQf0FIc7rFTJSe5a4gSxF1DLkLGx5jX5UzNzhEV6JbZmaxjppHoIc7voHssfbysQZiM_UpkIZpN3GiQuX7IkstL7M1TsXiI1P8KbqHYc5JLxu6eWLNsVd/s320/Mishima+San+Sebasti%25C3%25A1n.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: center;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-size: x-small;">(Foto de Mishima reproduciendo el óleo San Sebastián de Guido Reni)</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; mso-ansi-language: ES;">Sin más
vueltas, los textos en cuestión:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: center;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; mso-ansi-language: ES;"><b>-I-</b><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; mso-ansi-language: ES;">“Sí, hombre,
sí, reconócelo: te encantan las cinturitas cimbreantes, como de cuerpo de
pantera, de esos sencillos muchachos de diecinueve años. ¿A cuántos de éstos
desnudaste con tu imaginación ayer, por ejemplo? En tu mente llevas una especie
de caja de herbolario donde, como si fueran especímenes para tu colección de
plantas, colocas los cuerpos desnudos de efebos para después contemplarlos en
casa. Y, de entre todos, para tu ceremonia pagana escoges a uno de ellos, al
que más te encapricha. Y lo que haces con él a continuación me deja mudo de
asombro. Llevas a tu víctima a una extraña columna exagonal. Le atas las manos
a la columna con una cuerda que llevas escondida. Tu satisfacción exige después
que tu víctima se resista y dé gritos. A continuación, lo rodeas de atenciones
para insinuarle su muerte inminente. Mientras en tus labios se dibuja una
sonrisa extraña e inocente, sacas un cuchillo afilado del bolsillo, te acercas
a la víctima y le acaricias la piel del costado produciéndole unas leves cosquillas.
La víctima gime de desesperación y retuerce su cuerpo para evitar la punta del
arma. Sus latidos se aceleran por el terror, sus piernas desnudas se
estremecen, sus rodillas entrechocan. Finalmente, el cuchillo penetra en su
costado… Ahí está el crimen atroz que cometes, que cometes tú. La víctima
arquea dolorosamente su cuerpo, lanza alaridos solitarios, estremecedores, los
músculos de su costado herido se contorsionan espasmódicamente. Dentro de la
carne trémula, el cuchillo está ahora hundido con la misma naturalidad con que
estaría enfundado en su vaina. Brota un chorro de sangre burbujeante que desciende
por los muslos tersos. El deleite que experimentas en ese momento se transforma
en un placer humano. ¿Por qué? Porque en ese preciso instante adquieres la 'normalidad’
que te obsesiona. Al margen del objeto de tu fantasía, estás excitado
sexualmente en lo más profundo de tus entrañas, y en eso, en ‘esa normalidad’,
no te diferencias en nada del resto de los hombres. Tu mente se estremece ante
tal profusión de excitación primitiva y sensual, y en tu corazón renace el gozo
profundo del salvaje. Te brillan los ojos, te quema la sangre de todo el
cuerpo, te rebosa esa manifestación de la vida que veneran las tribus
primitivas…”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; mso-ansi-language: ES;">Yukio
Mishima, Confesiones de una máscara, trad. Rumi Sato y Carlos Rubio, Alianza,
páginas 167/168.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: center;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; mso-ansi-language: ES;">-II-<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; mso-ansi-language: ES;">“Canto
Primero: (…) En sólo unas líneas estableceré que Maldoror fue bueno durante los
primeros años de su vida y vivió dichoso; dicho está luego se apercibió de que había
nacido perverso: ¡fatalidad extraordinaria! Ocultó su carácter como pudo,
durante un gran número de años, pero al final, a causa de esa reconcentración
que no le era natural, cada día la sangre le subía a la cabeza, hasta que no
pudiendo soportar más semejante vida, se arrojó resueltamente por la senda del
mal... ¡atmósfera dulce! ¿Quién lo hubiera dicho? Cuando besaba a un niño de
rostro rosado hubiera querido rebanarle las mejillas como con una navaja, y muy
a menudo lo hubiera hecho, si la Justicia, con su largo cortejo de castigos, no
lo hubiera impedido cada vez. (…) He visto, durante toda mi vida, sin una sola
excepción, a los hombres de hombros estrechos realizar numerosos actos
estúpidos, embrutecer a sus semejantes, y pervertir a las almas por todos los
medios. A los motivos de su acción le llaman: la gloria. Viendo esos
espectáculos, he querido reír como los demás; pero eso, extraña imitación, era
imposible. Tomé un cuchillo cuya hoja tenía un filo acerado y me sajé la carne
en los sitios donde se unen los labios. Por un instante creí haber conseguido
mi objeto. Contemplé en un espejo la boca maltratada por mi propia voluntad.
¡Fue un error! La sangre que brotaba abundante de las dos heridas pedía, por
otra parte, distinguir si en verdad era la a de los otros. Pero después de unos
instantes de comparación, vi bien que mi risa no se parecía a la de los
humanos, es decir, que yo no reía”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; mso-ansi-language: ES;">Conde de Lautréamont
(Isidore Lucien Ducasse), Los cantos de Maldoror.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: center;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; mso-ansi-language: ES;">-III-<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; mso-ansi-language: ES;">“Aunque
había dormido con la ventana abierta, no entraba ni un soplo de brisa. Se había
despertado del sueño con el cuerpo sudoroso como una bayeta. Puso el
ventilador, tomó de la estantería el libro <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Los
cantos de Maldoror</i> y tumbado boca abajo empezó a leer en la cama.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; mso-ansi-language: ES;">Pasó las
páginas para llegar al pasaje que más le gustaba, en el canto 2, donde se habla
del casamiento de Maldoror y la tiburona.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; mso-ansi-language: ES;">¿Qué ejército de monstruos marinos es ese que corta las
aguas con rapidez?</span></i><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; mso-ansi-language: ES;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; mso-ansi-language: ES;">Eran seis
tiburones.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; mso-ansi-language: ES;">Pero, ¿qué es ese nuevo tumulto de las aguas allá lejos,
en el horizonte?</span></i><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; mso-ansi-language: ES;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; mso-ansi-language: ES;">Era una
hembra, una gran tiburona, la futura novia de Maldoror.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; mso-ansi-language: ES;">El
despertador, al lado de su almohada, marcaba el tiempo con su grave tictac,
impasible al gemido del ventilador. Nunca lo había usado para ser despertado,
de modo que, por lo tanto, no era más que un adorno irónico en la vida de Jack.
Para su conciencia, que fluía sin alteraciones día y noche como el agua de un
arroyo, mantener su cristalina transparencia era la vieja costumbre de todas
las noches. El despertador era su Sancho Panza, el amigo capaz de convertir esa
costumbre en una comedia; el sonido barato de un mecanismo le servía de un
maravilloso consuelo capaz de transformar en graciosa la diaria rutina de su
vida.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; mso-ansi-language: ES;">El reloj,
los huevos fritos que él mismo se hacía, el pase de tren ya hacía mucho
caducado…, y la tiburona. No podía faltar la tiburona… Todo esto pensaba Jack
con ahínco.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; mso-ansi-language: ES;">A su mente
volvió el recurso de la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">rave</i> absurda
de la víspera, la más absurda de todas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; mso-ansi-language: ES;">La cabeza
del gallo, el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">balinchó</i> asado y
socarrado…, pero lo más miserable fue el amanecer. Todos esperaban una aurora
hermosa, espléndida, de esas que aparecen cada mil años. Pero no. Lo que vino
fue horrible, feo, el peor amanecer que pudieran haber visto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; mso-ansi-language: ES;">Cuando las
primeras claridades alumbraron el lado oeste de la hondonada, todo el mundo se
dio cuenta de que los árboles que adornaban su ‘lugar salvaje’ no componían más
que una arboleda de lo más ordinaria y pobre. Pero esto no fue lo peor. Al deslizarse
la luz poco a poco por la ladera de esa parte oeste, y cuando un claror blanco
como polvo para enjalbegar empezó a asentarse en la hondonada, fueron descubriéndose
visiblemente y sin piedad todos los restos: botellas vacías de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">birra</i>, de zumo y de cola, los rescoldos
humeantes de una hoguera derrotada, mazorcas de maíz con feas señales de
mordiscos tiradas por el suelo, bolsas desparramadas desordenadamente, bocas
entreabiertas de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">troncos </i>y <i style="mso-bidi-font-style: normal;">troncas</i> dormidos y abrazados al lado de
las rocas o entre la maleza o sobre la arena, bigotes ralos sobre la boca de
ellos o pintura de labios medio deshecha en ellas, hojas de periódicos sueltas
(¡ah, no hay cosa más horrible que ver estas hojas tiradas en un lugar como
éste, a pesar de lo poético que es verlas rodas por las calles de una ciudad a
medianoche!). Ni más ni menos que cualquier paisaje masacrado que queda después
de un picnic de burgueses.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; mso-ansi-language: ES;">Algunos habían
desaparecido durante la noche. Al amanecer a Gogui no se le veía en ninguna
parte. Peter observó:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; mso-ansi-language: ES;">- Gogui no
está. Como no vino su <i style="mso-bidi-font-style: normal;">pava</i>, seguro
que se <i style="mso-bidi-font-style: normal;">dio el piro</i>. Ese tío es la
hostia lo que le preocupa quedar bien.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; mso-ansi-language: ES;">Un día nefasto, crecía yo en belleza e inocencia, y todos
admiraban la inteligencia y la bondad<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>del divino adolescente. Muchas conciencias enrojecerían al contemplar
aquellos rasgos límpidos en los que su alma había implantado su trono. No se
acercaban a él sino con veneración, porque se percibía en sus ojos la mirada de
un ángel</span></i><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; mso-ansi-language: ES;">.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; mso-ansi-language: ES;">Probablemente,
la idea que tenía Jack de un ángel venía de ese pasaje de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Maldoror</i>.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; mso-ansi-language: ES;">El tictac
del despertador junto a la almohada le provocó una sonrisa vulgar, como si no
pudiera aguantar más. A su mente le vino la idea borrosa de un ángel entero y
asado. ¿Es que tenía <i style="mso-bidi-font-style: normal;">gusa</i>?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; mso-ansi-language: ES;">Había un
barco naufragado y hundido en el fondo del mar que iba cargado de fabulosas
riquezas, de amor, de cualquier sentido que hubiera en el mundo. Un barco que
deben hallar en algún mar… Una balanza de cristal que se inclina en un cielo
remoto… Los suaves jadeos de tres perros que pasean por una playa arenosa…
Jack, justo antes de su intento de suicidio, creía tener el planeta en la palma
de su mano, como si fuera un dado. ¿Hay alguna razón que impida que un dado sea
redondo? Un dado redondo da a todos los puntos posibles, suspende en el aire
cualquier decisión y el juego jamás llega a su fin…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; mso-ansi-language: ES;">Sí, Jack
tenía <i style="mso-bidi-font-style: normal;">gusa</i>. Eso lo explicaba todo. Se
puso de pie y abrió la alacena. No tenía nevera.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; mso-ansi-language: ES;">No había
nada para comer.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; mso-ansi-language: ES;">Se hallan frente a frente el nadador y la tiburona
salvada por él. Mirándose a los ojos durante unos minutos…</span></i><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; mso-ansi-language: ES;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; mso-ansi-language: ES;">De súbito
Jack sintió que se moría de hambre. Sacudió una lata de galletas de arroz, pero
dentro sólo se oyó el ruido de algunas migajas. En el fondo de la alacena una
naranja medio podrida se hundía sobre su moho verde. Vio entonces diminutas
hormigas rojas que se movían en hilera por el borde de uno de los estantes. Las
aplastó minuciosamente una por una, tragó la saliva que se le iba acumulando
detrás de la lengua y por fin, en el fondo de la alacena, encontró un pan de
uvas pasas comprado tiempo atrás y que ahora yacía olvidado. En su interior se
habían metido algunas hormigas. Después de sacudirlas bruscamente con la mano,
tomó el pan, volvió a acostarse boca abajo y a la luz de la lámpara de la
cabecera se puso a examinarlo con atención. Tuvo que sacudir dos hormigas más.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; mso-ansi-language: ES;">El sabor del
pan, al morderlo, era entre amargo y agrio. Como no podía permitirse que el
paladar decidiera por él, y con objeto de que el pan le durara la larga noche,
se puso a mordisquearlo lentamente por los bordes. El interior presentaba una
extraña blandura.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; mso-ansi-language: ES;">Dan vueltas en redondo nadando, sin perderse de vista y
diciéndose para sí:<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; mso-ansi-language: ES;">‘Me he equivocado hasta ahora: he aquí alguien que me
supera en maldad’. Entonces, de común acuerdo, se deslizaron uno hacia otra con
una mutua admiración, separando las aguas con sus aletas la tiburona, y
Maldoror batiendo las olas con sus brazos.</span></i><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; mso-ansi-language: ES;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; mso-ansi-language: ES;">Yukio
Mishima, Pan de pasas, en Los Sables y otros relatos, trad. Akiko Imoto y
Carlos Rubio, Alianza, páginas 225-230. En itálica los fragmentos de Los Cantos de Maldoror.<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
LRhttp://www.blogger.com/profile/10903104379487600553noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-821994594593420177.post-67113910902477905642019-12-15T12:26:00.001-02:002019-12-15T12:26:52.091-02:00Doce años de cooperación represiva con el imperialismo.<br />
<div class="ecxmsonormal" style="background: white; line-height: 16.0pt; margin-bottom: 16.2pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm;">
<span style="color: #444444;"><span style="font-size: 15.3333px;"><i>Este es un texto que escribí en 2014 o 2015 y que encontré haciendo limpieza en la computadora. Probablemente las referencias estén caídas o desactualizadas. </i></span></span></div>
<div class="ecxmsonormal" style="background: white; line-height: 16pt; margin: 0cm 0cm 16.2pt; text-align: justify;">
<span style="color: #444444; font-size: 11.5pt;">Junto con la política represiva
desarrollada por el gobierno nacional, fronteras adentro, se encuentra la
política de colaboración en materia represiva con el imperialismo
norteamericano y con otras potencias imperialistas.</span></div>
<div class="ecxmsonormal" style="background: white; line-height: 16pt; margin: 0cm 0cm 16.2pt; text-align: justify;">
<span style="color: #444444; font-size: 11.5pt;">Esta colaboración se expresa en la
instrucción militar e ideológica de las fuerzas armadas, de seguridad e,
inclusive, de funcionarios del Estado. La formación bajo el auspicio
norteamericano sigue los lineamientos estratégicos esbozados por los yanquis en
los Documentos Santa Fe (I, II y IV). Es decir, se trata de una política
estratégica que ya tiene más de treinta años y que no es más que la aplicación
de la Doctrina Monroe, que ya tiene más de 150 años de antigüedad.</span><span style="color: #444444; font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 11.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="ecxmsonormal" style="background: white; line-height: 16pt; margin: 0cm 0cm 16.2pt; text-align: justify;">
<i><span style="color: #444444; font-size: 11.5pt;">Ejercicios conjuntos</span></i><span style="color: #444444; font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 11.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="ecxmsonormal" style="background: white; line-height: 16pt; margin: 0cm 0cm 16.2pt; text-align: justify;">
<span style="color: #444444; font-size: 11.5pt;"> Néstor Kirchner debutó en la
presidencia intentando hacer aprobar en el Congreso un proyecto que permitía la
realización de un ejercicio combinado entre nuestro ejército y el
estadounidense, denominado “Aguila III”. Este proyecto tenía una cláusula de
inmunidad de jurisdicción a favor del ejército yanqui, que significaba que no
podían ser juzgados por tribunales argentinos aún cuando cometieran delitos
comunes. La movilización popular hizo retroceder al kirchnerismo que intentó
evitar pagar costos políticos modificando la cláusula de inmunidad total por
una de inmunidad funcional, limitada a la responsabilidad por los actos del
ejercicio. Este tipo de inmunidad no fue aceptada por los norteamericanos, por
lo que lo que el ejercicio no pudo realizarse (Boletines Informativos n° 237,
238, 246 y Antirrepresivo de 20/12/2003, este último en </span><a href="http://correpi.lahaine.org/?p=341" target="_blank"><span style="color: #0068cf; font-size: 11.5pt;">http://correpi.lahaine.org/?p=341</span></a><span style="color: #444444; font-size: 11.5pt;">).</span><span style="color: #444444; font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 11.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="ecxmsonormal" style="background: white; line-height: 16pt; margin: 0cm 0cm 16.2pt; text-align: justify;">
<span style="color: #444444; font-size: 11.5pt;">Luego de este fracaso, el Congreso
Nacional sancionó, a instancias de Néstor Kirchner, la ley marco para el<span class="apple-converted-space"> </span><i>“Ingreso de personal militar
extranjero en el territorio nacional y/o egreso de fuerzas nacionales”<span class="apple-converted-space"> </span></i>nº 25.880<i>.</i><span class="apple-converted-space"> </span>Esta ley autoriza a conceder la
inmunidad de jurisdicción y delega en el nivel ministerial la posibilidad de
autorizar la realización de cursos a los represores nacionales. CORREPI, junto
con otras organizaciones del campo popular, nos movilizamos al Congreso
Nacional para realizar un acto de repudio a la aprobación de esta ley
(Boletín Informativo n° 265).</span><span style="color: #444444; font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 11.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="ecxmsonormal" style="background: white; line-height: 16pt; margin: 0cm 0cm 16.2pt; text-align: justify;">
<span style="color: #444444; font-size: 11.5pt;">En el curso de estos doce años se han
autorizado más de 270 ejercicios militares conjuntos y se han formado, en
cursos del imperialismo yanqui, más de 5.000 represores argentinos.</span><span style="color: #444444; font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 11.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="ecxmsonormal" style="background: white; line-height: 16pt; margin: 0cm 0cm 16.2pt; text-align: justify;">
<span style="color: #444444; font-size: 11.5pt;">Mediante los ejercicios militares buscan
aceitar la cooperación militar, tanto en el aspecto estratégico, como en el
meramente operativo.</span><span style="color: #444444; font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 11.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="ecxmsonormal" style="background: white; line-height: 16pt; margin: 0cm 0cm 16.2pt; text-align: justify;">
<span style="color: #444444; font-size: 11.5pt;">Cuando se observan en su conjunto, se
puede ver claramente una coordinación aceitada a nivel continental, en el plano
estratégico, de todos los estados del hemisferio. Coordinación que es hemisférica,
regional, y bilateral.</span><span style="color: #444444; font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 11.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="ecxmsonormal" style="background: white; line-height: 16pt; margin: 0cm 0cm 16.2pt; text-align: justify;">
<span style="color: #444444; font-size: 11.5pt;">Una verdadera internacional de la
burguesía yanqui.</span><span style="color: #444444; font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 11.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="ecxmsonormal" style="background: white; line-height: 16pt; margin: 0cm 0cm 16.2pt; text-align: justify;">
<span style="color: #444444; font-size: 11.5pt;">Resaltan los ejercicios donde participan
muchas naciones, como por ejemplo, los Unitas Fase Atlántico o Pacífico
(operaciones navales combinadas), los Panamax, o el Cabañas (ejercicio de
contrainsurgencia). El argumento legitimador es, en general, la necesidad de
formar una eventual fuerza multinacional para operaciones de paz (léase de
contrainsurgencia), con mandato de la ONU (léase del Consejo de Seguridad), o
la realización de operaciones de asistencia humanitaria o de alivio de
desastres. Todos ellos están destinados a proteger objetivos hemisféricos
estratégicos para los Estados Unidos, como el ejercicio “Panamax”, destinado a
la defensa del canal de Panamá. Otros ejercicios, a título de ejemplo, son el
“Salitre” de entrenamiento de una supuesta fuerza de paz, donde también
participó Francia, o el “Cruz del Sur” (Cruzex), similar al ejercicio
“Salitre”, pero bajo dirección de Francia y según los procedimientos de la OTAN.
En 2007, el gobierno nacional, que hace una política de cooptación con el tema
Malvinas, autorizó un ejercicio naval conjunto con Gran Bretaña,
realizado en Chile, denominado “Team Worksouth” (ley 26.264) consistente en Guerra
Antisubmarina, Guerra de Superficie, Defensa Antiaérea, Maniobras de
Reaprovisionamiento en el Mar, Tiro de Artillería, etc.</span><span style="color: #444444; font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 11.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="ecxmsonormal" style="background: white; line-height: 16pt; margin: 0cm 0cm 16.2pt; text-align: justify;">
<span style="color: #444444; font-size: 11.5pt;">Efectuar un detalle completo de los más
de 270 ejercicios militares conjuntos con fuerzas armadas de otros países
excede este informe. Por ello remitimos a algunas de las leyes autorizantes
(25.907, 25.940, 26.059, 26.136, 26.142, 26.257, 26.264, 26.300, 26.424,
26.527, 26.671, 26.722, 26.772, 26.916, 26.962, 27.151, 27.165).</span><span style="color: #444444; font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 11.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="ecxmsonormal" style="background: white; line-height: 16pt; margin: 0cm 0cm 16.2pt; text-align: justify;">
<span style="color: #444444; font-size: 11.5pt;"> <i>Cursos de formación:</i></span><span style="color: #444444; font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 11.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="ecxmsonormal" style="background: white; line-height: 16pt; margin: 0cm 0cm 16.2pt; text-align: justify;">
<span style="color: #444444; font-size: 11.5pt;"> Lo mismo cabe decir con respecto a
los cursos de formación en los que se entrenan los represores argentinos. Por
ello, tratamos de hacer una síntesis de la cantidad y tipos de cursos
realizados explicando brevemente el marco general en el que se insertan.
Nuevamente, para un mayor detalle remitimos a la página del Departamento de
Estado yanqui donde se encuentra esa información (</span><a href="http://www.state.gov/t/pm/rls/rpt/fmtrpt/" target="_blank"><span style="color: #0068cf; font-size: 11.5pt;">http://www.state.gov/t/pm/rls/rpt/fmtrpt/</span></a><span style="color: #444444; font-size: 11.5pt;">)</span><span style="color: #444444; font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 11.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="ecxmsonormal" style="background: white; line-height: 16pt; margin: 0cm 0cm 16.2pt; text-align: justify;">
<span style="color: #444444; font-size: 11.5pt;">Estudiantes argentinos imputados al año
fiscal:<o:p></o:p></span></div>
<div class="ecxmsonormal" style="background: white; line-height: 16pt; margin: 0cm 0cm 16.2pt; text-align: justify;">
<span style="color: #444444; font-size: 11.5pt;">2003-2004: 396 estudiantes argentinos,
31 en programas del Centro Hemisférico de Estudios de Defensa (CHDS); 355 en
cursos del Programa IMET; 4 estudiantes en cursos de Non-Security Assistance,
Combatant Command; y 6 estudiantes en cursos de PME Exchanges.</span><span style="color: #444444; font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 11.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="ecxmsonormal" style="background: white; line-height: 16pt; margin: 0cm 0cm 16.2pt; text-align: justify;">
<span style="color: #444444; font-size: 11.5pt;">2004-2005: 642 estudiantes argentinos;
28 en programas del CHDS; 2 en Cursos de capacidades mejoradas de operaciones
de paz; 598 en cursos IMET; 2 en programas PME Exchange; 11 en el Regional
Defense Counterterrorism Fellowship Program. Los restantes en programas
particulares como el Aviation Leadership Program.</span><span style="color: #444444; font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 11.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="ecxmsonormal" style="background: white; line-height: 16pt; margin: 0cm 0cm 16.2pt; text-align: justify;">
<span style="color: #444444; font-size: 11.5pt;">2005-2006: 329 estudiantes argentinos;
70 en el Programa “Regional Defense Counterterrorism Fellowship”, 3 en el programa
“PME Exchanges”, 30 en CHDS; y 225 en IMET.</span><span style="color: #444444; font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 11.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="ecxmsonormal" style="background: white; line-height: 16pt; margin: 0cm 0cm 16.2pt; text-align: justify;">
<span style="color: #444444; font-size: 11.5pt;">2006-2007: 432 estudiantes argentinos.
50 en contraterrorismo (Regional Defense Counterterrorism Fellowship Program).
Algunos pocos se entrenaron en centros regionales, que no están
detallados. 331 en el programa IMET; en el programa “PME Exchanges”
formaron a 5 alumnos, mientras que en los Cursos del CHDS se preparó a 46
alumnos.</span><span style="color: #444444; font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 11.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="ecxmsonormal" style="background: white; line-height: 16pt; margin: 0cm 0cm 16.2pt; text-align: justify;">
<span style="color: #444444; font-size: 11.5pt;">2007-2008: 931 estudiantes argentinos.
En cursos del Centro De Estudios para la Defensa Hemisférica (CHDS),
participaron un total de 478 alumnos. En cursos del programa “PME Exchanges”
participaron 3 estudiantes. En cursos del Programa IMET participaron 383
estudiantes. En cursos de intercambio participaron otros 3 estudiantes,
mientras que en cursos de Contraterrorismo (Counterterrorism Fellowship
Program) lo hicieron 64 estudiantes.</span><span style="color: #444444; font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 11.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="ecxmsonormal" style="background: white; line-height: 16pt; margin: 0cm 0cm 16.2pt; text-align: justify;">
<span style="color: #444444; font-size: 11.5pt;"> 2008-2009: 525 estudiantes
argentinos, de acuerdo con el siguiente detalle: 21 en cursos del programa
“Section 1004”; 2 en cursos del programa PME Exchanges (intercambio); 85 en
Cursos del CHDS; 1 en cursos del Non-SA, UC, JCET; 350 en cursos del programa
IMET; 1 en Cursos de Intercambio; 65 en Contraterrorismo.</span><span style="color: #444444; font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 11.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="ecxmsonormal" style="background: white; line-height: 16pt; margin: 0cm 0cm 16.2pt; text-align: justify;">
<span style="color: #444444; font-size: 11.5pt;">2009-2010: 550 estudiantes argentinos:
86 en cursos del programa “Section 1004”; 47 en cursos del programa CHDS; 2 en
cursos del programa PME Exchanges; 363 en cursos del programa IMET; 52 en
cursos de Contraterrorismo.</span><span style="color: #444444; font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 11.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="ecxmsonormal" style="background: white; line-height: 16pt; margin: 0cm 0cm 16.2pt; text-align: justify;">
<span style="color: #444444; font-size: 11.5pt;">2010-2011: 877 alumnos; 117 en cursos
del programa “Section 1004”; 211 en cursos del programa CHDS; 4 en cursos del
programa PME Exchanges; 454 en cursos del programa IMET; 1 en cursos de Global
Peace Operations Initiatives (Iniciativa de Operaciones de Paz Globales –
GPOI); 44 en cursos de Contraterrorismo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="ecxmsonormal" style="background: white; line-height: 16pt; margin: 0cm 0cm 16.2pt; text-align: justify;">
<span style="color: #444444; font-size: 11.5pt;">Además, en este año fiscal se preveía la
participación durante el año 2011 de 650 estudiantes argentinos en un ejercicio
patrocinado por el Comando Sur, a realizarse en Perú, en cursos de Iniciativa
de Operaciones de Paz Globales (GPOI). El nombre del curso era “SOUTHERN
EXCHANGE CFAC BN TRAINING”. No tenemos conocimiento que finalmente se llevara a
cabo el ejercicio mencionado.</span><span style="color: #444444; font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 11.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="ecxmsonormal" style="background: white; line-height: 16pt; margin: 0cm 0cm 16.2pt; text-align: justify;">
<span style="color: #444444; font-size: 11.5pt;">2011-2012:<span class="apple-converted-space"> </span>El total de estudiantes descendió a 182.
1 en cursos del programa “Section 1004”; 123 en cursos del programa CHDS; 3 en
cursos del programa PME Exchanges; 23 en cursos del programa IMET; 2 en cursos
de Contraterrorismo.</span><span style="color: #444444; font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 11.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="ecxmsonormal" style="background: white; line-height: 16pt; margin: 0cm 0cm 16.2pt; text-align: justify;">
<span style="color: #444444; font-size: 11.5pt;">2012-2013: El total de estudiantes fue
de 154; 13 en cursos de CTFP; 3 en cursos de GPOI; 127 estudiantes en cursos de
IMET; 2 en cursos de PME; 2 en cursos de Section 1004. 4 estudiantes en FMS; y
3 en centros regionales CHDS. </span><span style="color: #444444; font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 11.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="ecxmsonormal" style="background: white; line-height: 16pt; margin: 0cm 0cm 16.2pt; text-align: justify;">
<span style="color: #444444; font-size: 11.5pt;">2013-2014: El total de estudiantes alcanzó
la cifra de 114; 12 en cursos de CTFP; 93 en cursos de IMET; 1 en cursos de
PME; 4 en cursos en centros regionales CHDS; 4 en cursos de FMS.<o:p></o:p></span></div>
<div class="ecxmsonormal" style="background: white; line-height: 16pt; margin: 0cm 0cm 16.2pt; text-align: justify;">
<span style="color: #444444; font-size: 11.5pt;">2014-2015: El total de estudiantes llegó
a la cantidad 107; 3 estudiantes en cursos del Departamento de Defensa PME; 77
estudiantes en cursos IMET; 21 estudiantes en cursos en centros regionales del
Departamento de Defensa; 6 estudiantes en FMS.<o:p></o:p></span></div>
<div class="ecxmsonormal" style="background: white; line-height: 16pt; margin: 0cm 0cm 16.2pt; text-align: justify;">
<span style="color: #444444; font-size: 11.5pt;">A partir del período correspondiente al
presupuesto del año 2011-2012 el número de estudiantes fue sensiblemente
reducido, en consonancia con la adaptación de la estrategia de seguridad
nacional norteamericana a la crisis fiscal que sufre Estados Unidos. Tan es así
que un documento de Defensa de los Estados Unidos ha concluido que<span class="apple-converted-space"> </span><i>el balance entre los recursos
disponibles y los que necesita la seguridad yanqui, nunca fue tan delicado </i>(</span><a href="http://www.defense.gov/news/Defense_Strategic_Guidance.pdf" target="_blank"><span style="color: #0068cf; font-size: 11.5pt;">http://www.defense.gov/news/Defense_Strategic_Guidance.pdf</span></a><span style="color: #444444; font-size: 11.5pt;">).</span><span style="color: #444444; font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 11.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="ecxmsonormal" style="background: white; line-height: 16pt; margin: 0cm 0cm 16.2pt; text-align: justify;">
<span style="color: #444444; font-size: 11.5pt;">Un total aproximado de 5.239 represores
instruidos por los Estados Unidos. Esto es lo que conocemos. Los presupuestos
del departamento de Estado se encargan de aclarar que una parte del informe
nunca se publica por ser reservado. Estimamos, por tanto, que los “estudiantes”
argentinos han sido más que los reconocidos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="ecxmsonormal" style="background: white; line-height: 16pt; margin: 0cm 0cm 16.2pt; text-align: justify;">
<span style="color: #444444; font-size: 11.5pt;">A continuación explicamos brevemente en
qué consisten algunos de los programas de entrenamiento: </span><span style="color: #444444; font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 11.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="ecxmsonormal" style="background: white; line-height: 16pt; margin: 0cm 0cm 16.2pt; text-align: justify;">
<span style="color: #444444; font-size: 11.5pt;">- Programa de “Entrenamiento y Educación
Militares Internacionales” (IMET): Es un programa de bajo costo que incluye
numerosos cursos. Bajo el ropaje de cursos donde se brinda una educación
técnica y profesional, se oculta un poderoso componente ideológico que es la
formación de los represores en la cultura de la<span class="apple-converted-space"> </span><i>american way of life</i>. El
documento Santa Fe II lo considera fundamental.</span><span style="color: #444444; font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 11.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="ecxmsonormal" style="background: white; line-height: 16pt; margin: 0cm 0cm 16.2pt; text-align: justify;">
<span style="color: #444444; font-size: 11.5pt;"> - Programas del CHDS: Se trata de
programas que buscan mejorar la seguridad, profundizar el conocimiento de EEUU,
promover asociaciones bilaterales y multilaterales, mejorar la toma de
decisiones en materia de defensa, y fortalecer la cooperación entre los militares
y líderes civiles norteamericanos y regionales. Cada centro regional estructura
su programa específicamente con miras a los objetivos claves del secretario de
defensa en cada región. Los temas comunes son los asuntos de seguridad
regional, la planificación de defensa, y las relaciones cívicos militares. Por
ejemplo, los cursos de terrorismo discuten<span class="apple-converted-space"> </span><i>“los
desafíos nacionales, regionales, transnacionales y globales de la insurgencia y
del terrorismo, los casos incluyen entre otros: FMLN, FARC, ELN, Sendero
Luminoso, Al Qaeda, Hezbollah, IRA, ETA, entre otros.”</i>(</span><a href="http://www.ndu.edu/chds/index.cfm?secID=273&pageID=123&lang=SP&type=section" target="_blank"><span style="color: #0068cf; font-size: 11.5pt;">http://www.ndu.edu/chds/index.cfm?secID=273&pageID=123&lang=SP&type=section</span></a><span style="color: #444444; font-size: 11.5pt;">)</span><span style="color: #444444; font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 11.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="ecxmsonormal" style="background: white; line-height: 16pt; margin: 0cm 0cm 16.2pt; text-align: justify;">
<span style="color: #444444; font-size: 11.5pt;"> - Programas de Section 1004: El
propósito de este programa es conducir entrenamiento antinarcóticos para
militares y fuerzas de seguridad y civiles extranjeros. Las fuerzas de
operaciones especiales (SOF) y las fuerzas convencionales dirigen el
entrenamiento antinarcóticos para infantería liviana, aviación, guardacostas de
mar y de río, y otro personal asociado con operaciones antidroga.</span><span style="color: #444444; font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 11.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="ecxmsonormal" style="background: white; line-height: 16pt; margin: 0cm 0cm 16.2pt; text-align: justify;">
<span style="color: #444444; font-size: 11.5pt;"> - Cursos del CTFP (Programa de
combate al terrorismo): Los cursos están diseñados para: 1) construir
capacidades y habilidades contraterroristas en las naciones amigas; 2)
construir y fortalecer una red global de expertos en contraterrorismo y
especialistas prácticos comprometidos a participar en apoyo de los esfuerzos de
los EE.UU. contra los terroristas y las organizaciones terroristas; 3) Apoyo
contra ideológico al terrorismo.</span><span style="color: #444444; font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 11.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="ecxmsonormal" style="background: white; line-height: 16pt; margin: 0cm 0cm 16.2pt; text-align: justify;">
<span style="color: #444444; font-size: 11.5pt;"> - Entrenamiento e intercambio
conjuntos combinados (JCET –Joint Combined Exchange Training): El programa JCET
permite a las SOF entrenar mediante la interacción con fuerzas extranjeras
amigas. El valor particular de este entrenamiento, es que mejora las
habilidades de las SOF, para misiones generadas por planes existentes, o por
contingencias imprevistas, tales como: habilidades como instructor, manejo del
lenguaje y conciencia cultural. El propósito primario de estas actividades es
siempre el entrenamiento del personal norteamericano de las fuerzas especiales.</span><span style="color: #444444; font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 11.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="ecxmsonormal" style="background: white; line-height: 16pt; margin: 0cm 0cm 16.2pt; text-align: justify;">
<span style="color: #444444; font-size: 11.5pt;"> <i>Centros regionales y bases
militares</i></span><span style="color: #444444; font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 11.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="ecxmsonormal" style="background: white; line-height: 16pt; margin: 0cm 0cm 16.2pt; text-align: justify;">
<span style="color: #444444; font-size: 11.5pt;">A este cuadro de situación es necesario
agregar, por un lado, la formación de militares y policías en los centros regionales,
como la “International Law Enforcement Academie” (ILEA), de El Salvador y el
Centro Regional de Entrenamiento de Lima, Perú. Entre el año 2005, que se crea
la primera ILEA, y el año 2013, se impartieron 177 cursos y se entrenaron a 5.952
represores de todo el continente (</span><a href="http://www.ileass.org.sv/pagina.php?id=16" target="_blank"><span style="color: #0068cf; font-size: 11.5pt;">http://www.ileass.org.sv/pagina.php?id=16</span></a><span style="color: #444444; font-size: 11.5pt;">).</span><span style="color: #444444; font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 11.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="ecxmsonormal" style="background: white; line-height: 16pt; margin: 0cm 0cm 16.2pt; text-align: justify;">
<span style="color: #444444; font-size: 11.5pt;">Por el otro lado, en cuanto a las bases
militares, sin contar al enclave colonialista británico en las Islas Malvinas,
puede mencionarse,<span class="apple-converted-space"> </span><i>“un terreno
autorizado para el uso de Estados Unidos por el ex gobernador de Tierra del
Fuego, en la localidad de Tolhuin”</i> (</span><a href="http://www.mopassol.com.ar/archives/351" target="_blank"><span style="color: #0068cf; font-size: 11.5pt;">http://www.mopassol.com.ar/archives/351</span></a><span style="color: #444444; font-size: 11.5pt;">) y una base militar en la ciudad de
Resistencia, Provincia del Chaco, al que pretenden hacer pasar como un Centro
Anti-Catástrofes y de Ayuda Humanitaria.</span><span style="color: #444444; font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 11.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="ecxmsonormal" style="background: white; line-height: 16pt; margin: 0cm 0cm 16.2pt; text-align: justify;">
<span style="color: #444444; font-size: 11.5pt;"> Esta base militar fue inaugurada a
fines de 2012 por el ultrakirchnerista Jorge Capitanich.</span><span style="color: #444444; font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 11.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="ecxmsonormal" style="background: white; line-height: 16pt; margin: 0cm 0cm 16.2pt; text-align: justify;">
<span style="color: #444444; font-size: 11.5pt;">La reacción de las organizaciones
populares fue instantánea y denunció que ese centro es una base de operaciones
del Comando Sur de EEUU. El gobernador intentó desentenderse de esta situación
mintiendo que había sido una donación de la embajada de los Estados Unidos.</span><span style="color: #444444; font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 11.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="ecxmsonormal" style="background: white; line-height: 16pt; margin: 0cm 0cm 16.2pt; text-align: justify;">
<span style="color: #444444; font-size: 11.5pt;">En agosto de 2008, la embajada yanqui,
entonces a cargo de Earl Anthony Wayne, informaba que en la mañana del 13 de
agosto, Capitanich y Wayne habían encabezado<span class="apple-converted-space"> </span><i>“…
la ceremonia de cierre del programa de ayuda humanitaria y alivio de desastres.
Chaco fue seleccionada por el gobierno argentino para trabajar en conjunto con
la embajada en la implementación del programa de asistencia civil humanitaria
que involucra al personal de defensa civil provincial y seis municipalidades
locales: San Martín, Sauzalito, Villa Angela, Puerto Tirol, Barranqueras y Tres
Isletas. Este programa civil fue fundado por el Comando Sur de EE.UU. y
coordinado por Orlando Tejada de El Salvador, un experto con amplia experiencia
en la organización y planificación de defensa civil para desastres naturales en
América Latina”</i>(http://argentina.usembassy.gov/chaco_event.html.)</span><span style="color: #444444; font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 11.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="ecxmsonormal" style="background: white; line-height: 16pt; margin: 0cm 0cm 16.2pt; text-align: justify;">
<span style="color: #444444; font-size: 11.5pt;">Por su parte la gobernación chaqueña
decía que el centro de emergencias<span class="apple-converted-space"> </span><i>“es
financiado por el Comando Sur de los Estados Unidos y que tanto la mano de obra
que lo construyó como los muebles y los equipos son chaqueños.”</i><span class="apple-converted-space"> </span>(http://www.prensa.chaco.gov.ar/?pag=noticia&nid=19879)</span><span style="color: #444444; font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 11.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="ecxmsonormal" style="background: white; line-height: 16pt; margin: 0cm 0cm 16.2pt; text-align: justify;">
<span style="color: #444444; font-size: 11.5pt;">La intervención del imperialismo
norteamericano en una provincia es imposible sin la previa anuencia del
gobierno nacional argentino.</span><span style="color: #444444; font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 11.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="ecxmsonormal" style="background: white; line-height: 16pt; margin: 0cm 0cm 16.2pt; text-align: justify;">
<span style="color: #444444; font-size: 11.5pt;">Orlando Tejada, del Comando Sur, ya en
2008 estaba dirigiendo la “capacitación” de funcionarios locales. El gobierno
chaqueño señalaba que su participación en las reuniones:<span class="apple-converted-space"> </span><i>“forma parte del convenio suscripto
con la Embajada de los Estados Unidos, con el Comando Sur del Ejército de ese
país, a través del cual esta institución norteamericana brinda asistencia
técnica para el armado de los programas y sistemas necesarios institucionales
para la asistencia en la emergencia ambiental, acciones que se enmarcan en el
HAP.”<span class="apple-converted-space"> </span></i>Se refiere al programa
de asistencia humanitaria y alivio de desastres que es uno de los principales
arietes del imperialismo yanqui para penetrar en nuestros países. Una de las
intervenciones militares más famosas, ocultada bajo el eufemismo del “alivio de
desastres”, es el que lleva adelante el imperialismo en Haití con la
cooperación ininterrumpida del Estado argentino desde 2004 (Minustah).</span><span style="color: #444444; font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 11.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="ecxmsonormal" style="background: white; line-height: 16pt; margin: 0cm 0cm 16.2pt; text-align: justify;">
<span style="color: #444444; font-size: 11.5pt;">Una vez más, una cosa es el discurso y
otra son los hechos. Cuando estos divergen, estamos ante un doble discurso. En
estos últimos doce años, a la par que intentó agitar una retórica
antiimperialista, el gobierno argentino se sometió a los dictados de los
Estados Unidos y prestó amplia colaboración a la política de dominación
imperialista.</span><span style="color: #444444; font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 11.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
LRhttp://www.blogger.com/profile/10903104379487600553noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-821994594593420177.post-65988461450590574912017-05-02T17:15:00.000-02:002017-06-22T16:29:15.218-02:00Gramsci, el cerebro que siguió pensando<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjmrerceJtn-Ki3R_0zNVzGGIwiZg1WtO8LuQDQvxA0kisj4rQL2qdaH-07rPRmLWZObxSlHdDzw2PKhDOAfskd0a_GlivhGQi5Mb4MOFSijY3i-HKngz-Ps51r75e64sAFIZi-Sxxw23Xu/s1600/AntonioGramsci.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjmrerceJtn-Ki3R_0zNVzGGIwiZg1WtO8LuQDQvxA0kisj4rQL2qdaH-07rPRmLWZObxSlHdDzw2PKhDOAfskd0a_GlivhGQi5Mb4MOFSijY3i-HKngz-Ps51r75e64sAFIZi-Sxxw23Xu/s320/AntonioGramsci.jpg" width="256" /></a></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">El 27 de abril de 1937, hace 80 años, moría Antonio
Gramsci, víctima de una apoplejía y de las condiciones de su encarcelamiento en las cárceles fascistas.</span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">No me interesa hacer un
panegírico sino revisar algunas de sus posiciones más polémicas, por ejemplo en
lo que respecta a su relación con Trotsky y con la teoría de la revolución
permanente (TRP). Es importante esta cuestión porque usualmente el trotskismo reivindica
a Gramsci, con reservas, y tergiversa su pensamiento. Pensamiento
que debe ser colocado en su contexto histórico. A poco que se lo hace puede
observarse que si bien existieron diferencias entre Trotsky y Gramsci, son
muchísimas más las coincidencias.</span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Gramsci llega al marxismo desde
el nacionalismo sardo. Sin embargo, su asimilación del marxismo es
asombrosamente rápida y profunda, mostrando un pensamiento potente y fecundo, alejado del dogmatismo de la II Internacional.</span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<b><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><u>La revolución rusa de 1917 (contra El Capital)</u>.<u><o:p></o:p></u></span></b></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<b><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><br /></span></b></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Un primer texto polémico de Gramsci es “<i>La revolución contra El Capital</i>”. Se
trata de texto escrito por Gramsci pocos meses después de la insurrección
bolchevique de octubre de 1917 y en el que se pronuncia de acuerdo con los
conocimientos limitados que tiene de la situación rusa (“… <i>en el fondo, importa poco saber más de lo que sabemos ahora</i> …”). </span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">En ese texto se puede apreciar
cómo se da la aproximación de Gramsci a Marx, tomándolo críticamente porque
pensaba en el Marx del reformismo, pero comprendiendo a su vez que “… <i>si los bolcheviques reniegan de algunas
afirmaciones de El Capital, no reniegan, en cambio, de su pensamiento
inmanente, vivificador</i> …”. Es que Gramsci, aún cuando pudo haber estado
en desacuerdo con algunas afirmaciones de El Capital, que en esa nota no menciona, sí comprendía su pensamiento
inmanente y vivificador del mismo; pensamiento que también se encuentra en el Che Guevara </span><span style="font-family: times, "times new roman", serif;">cuando afirmaba que “… </span><i style="font-family: times, "times new roman", serif;">El peso de
ese monumento de la inteligencia humana es tal que nos ha hecho olvidar
frecuentemente el carácter humanista (en el mejor sentido de la palabra) de sus
inquietudes</i><span style="font-family: times, "times new roman", serif;"> …”.</span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Gramsci escribe contra la
interpretación canónica al decir que “… <i>los
cánones del materialismo histórico no son tan férreos como podría creerse y
como se ha creído</i> …”.</span><br />
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Para Gramsci, y con el conocimiento limitado de la
situación rusa que él mismo reconoce, el pensamiento bolchevique “… <i>no sitúa nunca como factor máximo de la
historia los hechos económicos en bruto, sino siempre el hombre, la sociedad de
los hombres, de los hombres que se reúnen, se comprenden, desarrollan a través
de esos contactos (cultura) una voluntad social, colectiva, y entienden los
hechos económicos, los juzgan y los adaptan a su voluntad hasta que ésta se
convierte en motor de la economía, en plasmadora de la realidad objetiva, la
cual vive entonces, se mueve y toma el carácter de materia telúrica en
ebullición, canalizable por donde la voluntad lo desee, y como la voluntad lo
desee</i> …”.</span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Se puede ver claramente que aún
cuando Gramsci no conociera, en 1917, la totalidad de la obra de Marx y Engels
que, por otra parte no se conoció en su totalidad hasta recién después de 1932,
comprendió su pensamiento inmanente y vivificador y, por eso, comprendió que la
historia la hace el hombre en condiciones no elegidas pero en las que le toca
actuar. Esto es eminentemente marxiano. Siguiendo con la anterior cita del revolucionario argentino, el Che
Guevara afirmaba que: “… <i>La mecánica de
las relaciones de producción y su consecuencia: la lucha de clases, oculta en
cierta medida el hecho objetivo de que son hombres los que se mueven en el
ambiente histórico</i> …” (citado por Michael Lowy, en <i>El pensamiento del Che Guevara</i>).</span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">¿Acaso Gramsci no llega a
similares conclusiones que Trotsky, en su TRP,
cuando afirma en ese texto que “… <i>El Capital, de Marx, era en Rusia el libro
de los burgueses más que el de los proletarios. Era la demostración crítica de
la fatal necesidad de que en Rusia se formara una burguesía, empezara una Era
capitalista, se instaurase una civilización de tipo occidental, antes de que el
proletariado pudiera pensar siquiera en su ofensiva, en sus reivindicaciones de
clase, en su revolución. Los hechos han superado las ideologías</i> …”? </span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">¿No es
esta la concepción de Trotsky en el sentido de que, para hacer la revolución
democrática el proletariado ruso debió encarar tareas socialistas, saltándose
así las etapas prefiguradas por la socialdemocracia europea?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Recordemos que en la socialdemocracia rusa se planteó oportunamente un debate sobre la forma que adoptaría la revolución en Rusia y al respecto existían tres concepciones básicas, la de los mencheviques, con Plejanov a la cabeza, la de Lenin y la Trotsky. Esta idea de que primero debía ocurrir la revolución democrática, remover las trabas feudales y encaramar en el poder a la burguesía para que se desarrollara sin trabas el capitalismo, era la concepción marxista reformista.</span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Gramsci afirma entonces que el
proletariado puede hacer una revolución socialista antes de que se cumpla la
supuesta etapa previa de la democracia burguesa. Es una revolución contra El Capital de la burguesía y contra El Capital de los reformistas. ¿No es esta también la
posición de Trotsky en su TRP?</span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<b><u><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">¿Contra la dictadura del proletariado?<o:p></o:p></span></u></b></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<b><u><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><br /></span></u></b></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">En una nota de Cristian Rath, del Partido Obrero, se afirma que Gramsci habría abandonado la idea de la dictadura del
proletariado por la noción de bloque histórico. Sin embargo, no cita ninguna
evidencia de ello. Y de hecho, la noción de bloque histórico no niega la
dictadura del proletariado sino que busca explicar la relación estructura – superestructura
que, según Gramsci, aparecía muy mecánico o esquemático, no sólo en la metáfora
marxiana, sino también en un manual marxista de divulgación escrito por Bujarin
(ver la crítica a Bujarin en “<i>El materialismo histórico y la filosofía de
Benedetto Croce</i>”).</span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">No sabemos que alguna vez se pronunciara en contra de la dictadura del proletariado. Por el contrario, ya en
el año 1924, a poco tiempo de fallecido Lenin, Gramsci escribiría un artículo
titulado “Jefe” en el que se pronuncia abiertamente a favor de la dictadura del
proletariado, de la necesidad de los jefes y de la falta de preparación
revolucionaria de quienes quieren dictadura de clase pero sin jefes: “…<i>Todo Estado es una dictadura. Ningún Estado
puede carecer de un Gobierno constituido por un reducido número de hombres que
se organizan a su vez alrededor de uno dotado de más capacidad y de mayor
clarividencia. Mientras haga falta el Estado, mientras sea históricamente
necesario gobernar a los hombres, cualquiera que sea la clase dominante, se
planteará el problema de tener jefes, de tener un ‘jefe’. El que algunos
socialistas que siguen llamándose marxistas y revolucionarios digan que quieren
la dictadura del proletariado, pero no la dictadura de los ‘jefes’, la
individualización, la personalización del mando; que digan, esto es, que
quieren la dictadura, pero no en la única forma en que es históricamente
posible, basta para revelar toda una orientación política, toda una preparación
teórica ‘revolucionaria’. En la cuestión de la dictadura proletaria el problema
esencial no es el de la personalización física de la función de mando. El
problema esencial consiste en la naturaleza de las relaciones que los jefes o
el jefe tengan con el partido de la clase obrera, y de las relaciones que
existan entre ese partido y la clase obrera. ¿Son relaciones puramente
jerárquicas, de tipo militar, o lo son de carácter histórico y orgánico? El
jefe, el partido, ¿son elementos de la clase obrera, son una parte de la clase
obrera, representan sus intereses y sus aspiraciones más profundas y vitales, o
son una excrecencia de ella, una simple sobreexposición violenta? ¿Cómo se ha
formado ese partido, cómo se ha desarrollado, mediante qué proceso se ha
producido la selección de los hombres que lo dirigen? ¿Por qué se ha convertido
en partido de la clase obrera? ¿Ha ocurrido eso por casualidad? El problema lo
es, pues, de todo el desarrollo histórico de la clase obrera, que se constituye
lentamente en la lucha contra la burguesía, registra alguna victoria y sufre
muchas derrotas; y no sólo de la clase obrera de un solo país, sino de toda la
clase obrera mundial, con sus diferenciaciones superficiales y, sin embargo,
tan importantes en cada momento aislado, y con su sustancial unidad y homogeneidad</i>
…”.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">En sus tesis de Lyon también se pronuncia a favor y en sus escritos de la cárcel sigue situando al partido revolucionario como el individual colectivo, el moderno príncipe, que deberá encarar la tarea de acaudillar a las masas explotadas de Italia en la construcción de un nuevo Estado. La dictadura del proletariado no es más que ese nuevo Estado, tal como lo explicaba Gramsci en "Jefe".</span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<b><u><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">¿Gramsci anti trotskista?<o:p></o:p></span></u></b></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<b><u><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><br /></span></u></b></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Para hacer un análisis de esta
afirmación no sólo habría que mostrar contradicciones
irreductibles entre ambos revolucionarios, Gramsci y Trotsky, sino también una
acción política de al menos cierta rivalidad.</span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">En una carta que escribe Gramsci en
1926, dirigida a la dirección del partido comunista de la URSS, afirma que “… <i>creemos estar seguros de que la mayoría del
Comité Central de la U.R.S.S. no desea supervencer en esa lucha, sino que está
dispuesta a evitar las medidas excesivas</i>” (http://www.gramsci.org.ar/1922-26/34-cartaa-cc-pcus.htm).
</span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Por supuesto, la frase “<i>creemos estar seguros</i>” significa lo
contrario: “<i>no estamos seguros</i>”. Tan
es así que Togliatti se lo reprochó en una carta: “<i>La expresión ‘queremos creer’ tiene un valor limitativo; con ella se
quiere decir que no se está seguro</i>.” (http://www.gramsci.org.ar/1922-26/35-carta-de-togliatti.htm).</span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">En esa carta se pronuncia también
sobre la disputa existente en el seno del Comité Central del PCUS, entre el ala
de izquierda liderada por Trotsky, partidaria de la industrialización acelerada
a costa del campo, y el ala derecha liderada entonces por Stalin de tipo pro campesina. </span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Gramsci tenía una no muy buena opinión
personal de Trotsky, a quien consideraba soberbio, pero lo consideraba un gran
maestro y se opuso a las medidas represivas del estalinismo contra Trotsky (“… <i>Los camaradas Zinoviev, Trotski y Kamenev
han contribuido poderosamente a educarnos para la revolución, nos han corregido
algunas veces muy enérgica y severamente y han sido nuestros maestros</i> ...”).</span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Por otra parte, que Trotsky
pecaba a veces de soberbio puede leerse en sus propios escritos, en los que no
se salva ninguno de sus camaradas de su crítica demoledora, tanto en el aspecto
personal como político. Esto ya lo señaló Lenin en su testamento político, en
el que además acusó a Trotsky de estar muy atraído por la solución
administrativa de los problemas (lo que implica acusarlo de no poder pensar políticamente esos mismos problemas): “… <i>Por
otra parte, el camarada Trotsky, según demuestra su lucha contra el CC con
motivo del problema del Comisariado del Pueblo de Vías de Comunicación, no se
distingue únicamente por su gran capacidad. Personalmente, quizá sea el hombre
más capaz del actual CC, pero está demasiado ensoberbecido y demasiado atraído
por el aspecto puramente administrativo de los asuntos</i> …” (Lenin,
Testamento Político, 1923).</span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<b><u><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Gramsci, Trotsky y la alianza obrero campesina.<o:p></o:p></span></u></b></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<b><u><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><br /></span></u></b></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Lo que hay que tener en cuenta es
que en la década del ’20 se jugaba el futuro del estado soviético y en esa
época la vitalidad y estabilidad de ese estado dependía en gran medida del
mantenimiento de la alianza entre obreros y campesinos.</span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Las discusiones entre las
fracciones del PCUS y de la Internacional Comunista están atravesadas en gran
medida por este problema, para el cual los revolucionarios rusos concebían
diferentes soluciones.</span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Para Gramsci esta alianza era
crucial, tanto en la URSS como en Italia y la suerte del socialismo dependía de
su mantenimiento.</span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Por su parte en la URSS Trotsky
advertía que se daba la paradoja de que la clase dominante, el proletariado,
vivía en peores condiciones que las demás clases, en particular los campesinos
ricos y postulaba una política de industrialización acelerada y de
colectivización del agro ruso. Si bien conocía el proceso de burocratización y lo criticaba, creía que la rápida industrialización y el aumento de la clase obrera pondrían un freno a esa burocratización.</span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Stalin atacaba la
posición de Trotsky precisamente señalando que si se llevaba a cabo esa
política se destruiría la alianza de clases.</span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Gramsci era de esta opinión y así
lo afirmó en la carta dirigida al PCUS en 1926: “… <i>Camaradas, jamás en la historia se ha visto que una clase dominante
estuviera en su conjunto en condiciones de vida inferiores a las de
determinados elementos y estratos de la clase dominada y sujeta. Esta
contradicción inaudita es la que ha reservado la historia para el proletariado;
en esta contradicción se encuentran los peligros mayores para la dictadura del
proletariado, especialmente en los países en los cuales el capitalismo no había
alcanzado un gran desarrollo ni había conseguido unificar las fuerzas
productivas. Esta contradicción se presenta también, por lo demás, en algunos
aspectos, en los países capitalistas en los que el proletariado ha conseguido
objetivamente una función social elevada, y de ella nacen el reformismo y el
sindicalismo, el espíritu corporativo y las estratificaciones de la
aristocracia obrera. Pero el proletariado no puede llegar a ser clase dominante
si no supera esa contradicción con el sacrificio de sus intereses corporativos,
no puede mantener la hegemonía y su dictadura si no sacrifica, incluso cuando
ya es dominante, esos intereses inmediatos a los intereses generales y
permanentes de la clase. Sin duda es fácil hacer demagogia en este terreno, es
fácil insistir en los lados negativos de la contradicción: "¿Eres tú el
dominante, obrero mal vestido y mal alimentado, o lo es el nepman con su abrigo
de piel y con todos los bienes de la tierra a su disposición?" Del mismo
modo los reformistas, después de alguna huelga general que aumenta la cohesión
y la disciplina de la masa, pero que con su larga duración empobrece aún más a
los obreros, dicen: "¿Para qué ha servido la lucha? Os habéis agotado y
empobrecido". Es fácil hacer demagogia en este terreno, y es difícil no
hacerla cuando la cuestión se plantea desde el punto de vista del espíritu
corporativo y no desde el del leninismo, desde el punto de vista de la doctrina
de la hegemonía del proletariado que históricamente se encuentra en una
determinada posición y no en otra </i>…” (<a href="http://www.gramsci.org.ar/1922-26/34-cartaa-cc-pcus.htm">http://www.gramsci.org.ar/1922-26/34-cartaa-cc-pcus.htm</a>).</span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Esta idea de que el proletariado
debe hacer un esfuerzo histórico para defender sus intereses generales y
permanentes puede advertirse también, por ejemplo, en las ideas esbozadas por
el Che Guevara en escritos como “<i>El
socialismo y el hombre en Cuba</i>” o, en el plano internacional en su discurso
de Argel donde critica la política de intercambio de los países del socialismo
real con los países que empezaban su camino de liberación. No es casualidad
tampoco que la noción de hombre nuevo la utilizara también Gramsci a temprana
edad y anticipara la posibilidad de ese esfuerzo que debería encarar la clase
obrera que quisiera construir una nueva sociedad: “… <i>no pueden, en cambio, apreciarse y tomarse como sostén de la voluntad
histórica para el período de la creación revolucionaria y de la fundación de la
sociedad nueva, período en el cual no será ya posible fijar límite temporal
alguno a la resistencia y al sacrificio, porque el enemigo al que habrá que
combatir y vencer no se encontrará ya fuera del proletariado, no será ya una
potencia física externa limitada y controlable, sino que estará en el
proletariado mismo, en su ignorancia, en su pereza, en su maciza
impenetrabilidad frente a las intuiciones rápidas; un periodo en el cual la
dialéctica de la lucha de clases se habrá interiorizado y en cada conciencia el
hombre nuevo tendrá que luchar, en cada acto, contra el ‘burgués’ al acecho</i>
…” (<a href="http://www.gramsci.org.ar/1917-22/24-partido-comunista.htm">http://www.gramsci.org.ar/1917-22/24-partido-comunista.htm</a>).</span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Quizás Gramsci sobre estimaba la
capacidad de resistencia del proletariado pero lo cierto es que el programa de
la oposición podía amenazar la vigencia de la alianza entre obreros y
campesinos.</span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Esta idea de que la política de
industrialización y colectivización en el agro afectaba la alianza obrero –
campesina quedó demostrada con el giro que tomó Stalin en 1928 adoptando como
propio el programa de la oposición de izquierda. De ahí se explica el hecho de que los integrantes de la oposición de izquierda tomaran como progresivo este viraje. Si la rápida industrialización le daría más protagonismo a la clase obrera esto revertiría también la tendencia a la burocratización.</span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Trotsky criticó, no el programa, sino
la metodología con la cual fue llevada a cabo: la brutalidad burocrática del
estalinismo (ver La Revolución Traicionada). En el best seller de Padura sobre
la vida de Trotsky (El hombre que amaba a los perros) se hace mención a esta
cuestión cuando Trotsky está en el exilio y se señala cómo lo afectó que Stalin adoptara su programa mientras él era perseguido por haberlo
defendido. Sin embargo, no pasa de la mera mención y no se reflexiona demasiado
sobre el asunto.</span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Antes del giro, Trotsky era
atacado por sostener el programa de industrialización y uno de los argumentos
con el cuál lo atacaban era por poner en riesgo la alianza obrero campesina.
Se lo acusaba de que la raíz de sus errores estaba en su TRP y que dicha teoría negaba la alianza obrera – campesina.</span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<b><u><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Gramsci y la teoría de la revolución permanente. Historia de un
malentendido<o:p></o:p></span></u></b></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<b><u><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><br /></span></u></b></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Gramsci conoció la TRP a través de este debate y principalmente a través
de lente estalinista. Supuso que así como entendía que el programa de
industrialización afectaba a la alianza de clases, dicho error bien podía estar
en germen en la teoría de la revolución permanente. Sin embargo, Trotsky no
sistematizó su teoría sino el exilio, en 1930, cuando Gramsci ya hacía cuatro
años que estaba en prisión.</span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Es altamente probable que, como
afirma Trotsky sobre Lenin, Gramsci tampoco conociera a fondo la TRP. </span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Trotsky reconoce recién en 1930 que
es necesario sistematizar su TRP para responder a un ataque de Radek: “<i>Parecía absurdo emplear el tiempo propio y
el ajeno en esto, cuando figuraban constantemente a la orden del día nuevos
problemas de inmensa importancia: la Revolución alemana, la marcha de
Inglaterra, las relaciones entre los Estados Unidos y Europa, los problemas
planteados por las huelgas del proletariado británico, los fines de la
Revolución china y finalmente, y en primer lugar, nuestras contradicciones
económicas y politico-sociales internas y nuestra misión. Todo esto era, a mi
juicio, suficiente para justificar el que dejara constantemente de lado mi
trabajo histórico-polémico sobre la revolución permanente</i>” (https://www.marxists.org/espanol/trotsky/revperm/rp1.htm)</span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Con anterioridad a esa fecha, lo
dice Trotsky en varios pasajes, no había visto la necesidad de responder a los
ataques episódicos contra su teoría.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Gramsci escribe sobre la
revolución permanente en prisión (tomo 3 de los cuadernos, 1930-1932). Hay que
recordar que el italiano fue arrestado a fines de 1926. Luego reconoce en sus
textos que leyó “<i>Mi vida</i>” de Trotsky
(“<i>Bronstein en sus memorias recuerda que
se le dijo que su teoría se había demostrado buena luego de … quince años y
responde al epigrama con otro epigrama</i>”), pero en ese libro la TRP no está sistematizada.</span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<b><u><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">El frente único. Otra coincidencia entre Gramsci y Trotsky<o:p></o:p></span></u></b></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<b><u><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><br /></span></u></b></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Otro hecho concreto que prueba
que Gramsci era solidario con las posiciones de Trotsky y que desconocía el
real contenido de la TRP es la defensa que realiza el italiano de la táctica
del Frente Único (FU) en contraposición con la TRP.</span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Gramsci defendía la táctica del
frente único como ejemplo de guerra de posición: “<i>Me parece que Ilitch </i>(Lenin) <i>había comprendido que era necesario un cambio de
la guerra maniobrada, aplicada victoriosamente en Oriente en 1917, a la guerra
de posición que era la única posible en Occidente … Y me parece que éste es el
significado de la fórmula del ‘frente único’</i>”</span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Asimismo manifiesta que habría
que ver si la TRP no era un ejemplo de guerra de
maniobras: “<i>Es necesario ver si la famosa
teoría de Bronstein sobre la permanencia del movimiento no es el reflejo
político de la teoría de la guerra de maniobra</i>”*), válido para oriente
(Rusia) pero no para Occidente. </span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Es decir, lo plantea como
hipótesis, no como conclusión.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Paralelamente, reconoce en
Trotsky a un defensor de la táctica del frente único: “<i>Un intento de iniciar una revisión de los métodos tácticos, habría
debido ser el expuesto por León Davidovich Bronstein [Trotsky] en la cuarta reunión
[4to congreso de la Internacional Comunista –III Internacional–] cuando hizo
una comparación entre el frente Oriental y el Occidental. Aquél cayó de
inmediato pero fue seguido por luchas inauditas [el frente oriental], en éste
[frente occidental] las luchas ocurrieron antes de la caída; o sea que se
trataría sobre si ¿la ‘Sociedad Civil’ resiste antes o después del asalto?,
¿dónde sucede esto?, etc.</i>”.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">¿Por qué Gramsci hace mención a
esta cuestión? Porque en el III Congreso la Internacional Comunista estableció
la táctica del frente único proletario para luchar contra la avanzada fascista
y como una táctica tendiente a ganar a la base obrera de la socialdemocracia y
atraerla a los partidos comunistas que eran relativamente más débiles.</span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">El principal dirigente del
partido comunista italiano, Amadeo Bordiga, era un enemigo de dicha táctica y
afirmaba que la misma obedecía a necesidades diplomáticas de la URSS.
Terracini, otro dirigente del PCI intentó llevar la revisión de la táctica del
FU a la IC. Gramsci rechaza pero, a
pesar de ello, el planteo es realizado por los italianos que fueron amonestados
particularmente por Trotsky en un discurso en cuál defiende la táctica del FU (IV Congreso).</span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Gramsci se refiere al discurso de
Trotsky en defensa del frente único, planteado en el III Congreso y ratificado
en el IV Congreso de la IC, contra las posiciones de Renault (PCF) y Terracini
(PCI) que querían revisar la táctica (ver: https://www.marxists.org/espanol/trotsky/eis/1922-frente-unico.pdf).
Gramsci se opuso a estos intentos de revisión. <o:p></o:p></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Claramente Gramsci defiende la
táctica del FU y reconoce que Trotsky también lo hacía. Asimismo, en la prisión
Gramsci siguió defendiendo la táctica del FU y, en ese sentido, es
antiestalinista ya que, para los años 30/32 el estalinismo caracterizaba a la
socialdemocracia como socialfascimo y su política no era de FU sino de ataque a las organizaciones socialdemócratas.</span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<b><u><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">¿TRP vs. FU?<o:p></o:p></span></u></b></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<b><u><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><br /></span></u></b></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Hay que tener presente que la TRP,
en aquellos países donde no ha tenido lugar todavía la revolución democrática, plantea
que en el curso de la revolución democrática el proletariado de esos países,
para llevar a cabo la revolución democrática hasta el final, deberá asumir
tareas propias de la revolución socialista (“<i>Con respecto a los países de desarrollo burgués retrasado, y en
particular de los coloniales y semicoloniales, la teoría de la revolución
permanente significa que la resolución íntegra y efectiva de sus fines
democráticos y de su emancipación nacional tan sólo puede concebirse por medio
de la dictadura del proletariado, empuñando éste el poder como caudillo de la
nación oprimida y, ante todo, de sus masas campesinas</i>”).<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Para los países donde ya había
ocurrido la revolución democrática (Occidente) y la tarea del día era la
revolución socialista, en un momento en el cual el fascismo europeo amenazaba
al proletariado, la táctica era la del frente único de organizaciones obreras.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">¿Qué sentido tenía oponer la TRP
al FU?<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Sólo desconociendo los postulados
básicos de la TRP (o conociéndola deformadamente, como aquélla acusación
estalinista acerca de que la TRP desconocía la necesidad de la alianza obrera
campesina, tan importante para Gramsci) se la puede oponer al FU. En todo caso,
la TRP habría que analizarla a la luz de las tesis sobre la cuestión colonial y
las tesis de oriente (donde se plantea el Frente Único Antiimperialista FUA).<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">¿Qué es más probable, que Gramsci
estando preso conociera la TRP de primera mano o a través de la crítica
deformadora del estalinismo?<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Por otra parte, no adherir a la
teoría de la revolución permanente no transforma a un revolucionario en
estalinista. </span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Vinculado con esta
cuestión, Gramsci en más de una oportunidad demostró que era un
internacionalista: “<i>Si el obrero consigue
conciencia clara de esa su ‘necesidad determinada’ y la pone en la base de un
aparato representativo de tipo estatal (o sea, no voluntario, no
contractualista, no mediante carnet, sino absoluto, orgánico, pegado a una
realidad que es necesario reconocer si uno quiere asegurarse el pan, la ropa,
el techo, la producción industrial), si el obrero, si la clase obrera, hacen
eso, hacen al mismo tiempo una cosa grandiosa, comienzan una historia nueva,
comienzan la era de los Estados obreros que confluirán en la formación de la
sociedad comunista, del mundo organizado sobre la base y según el tipo del gran
taller mecánico, de la internacional comunista, en la cual cada pueblo, cada
parte de humanidad, cobra figura en la medida en que ejercita una determinada
producción preeminente, y no ya en cuanto está organizada en forma de Estado y
tiene determinadas fronteras.</i>”</span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">Es conclusión, la posición de Gramsci era una posición internacionalista por la dictadura del proletariado en una alianza de clases que le permitiera ejercer la hegemonía (dirigir) sobre el resto de las clases explotadas, en particular el campesinado, y que no negaba que en aquéllos países donde estaba pendiente la revolución democrática el proletariado pudiera llevarla a su fin encarando también tareas propias de la revolución socialista (ver sino "La Revolución contra El Capital"). Es decir, estamos ante un revolucionario que tiene posiciones muy similares a las de Trotsky y por lo que comentamos más arriba es evidente que no conocía en forma cierta la TRP. Si no no es posible que la haya contrapuesto tan livianamente con el FU. No obstante ello, cabe reiterar que Gramsci lo plantea al pasar a título de hipótesis ("<i>me parece</i>", "<i>habría que ver</i>") y no como algo certero.</span></div>
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<br /></div>
LRhttp://www.blogger.com/profile/10903104379487600553noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-821994594593420177.post-27417443300087577102017-01-02T14:08:00.001-02:002017-01-26T14:19:44.484-02:00La actualidad de la revolución<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgfIRXjeZr5FBZyfwMfodOB4sVdg0l6M8KKwCFvlk3A0J1xi_Hyy38Qkl7eGRrp8Od7mr9KxOxK2aZ2D3yPWYhZs7y1gOe4SfVb1OxOlIg51jnZDe88Wig5IwFSRbHj7pHZuCnnkIYt-4ty/s1600/Vladimir_Lenin_140-190_for_collage.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgfIRXjeZr5FBZyfwMfodOB4sVdg0l6M8KKwCFvlk3A0J1xi_Hyy38Qkl7eGRrp8Od7mr9KxOxK2aZ2D3yPWYhZs7y1gOe4SfVb1OxOlIg51jnZDe88Wig5IwFSRbHj7pHZuCnnkIYt-4ty/s320/Vladimir_Lenin_140-190_for_collage.jpg" width="251" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
En 2017 se cumplen varios aniversarios significativos para
la tradición del marxismo revolucionario. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Por esa atracción que ejercen los
números redondos podemos ver que en 2017 se cumplen 150 años de la primera
edición de El Capital de Karl Marx, 100 años de la Revolución Rusa, 80 años del
fallecimiento de Antonio Gramsci y 50 años del asesinato del Che Guevara.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Son buenos tiempos para ir subiendo materiales relativos a
esos hechos que son tan importantes para los marxistas.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Lukács escribió un muy buen texto sobre los enormes aportes
de Lenin.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Uno de dichos aportes, aunque no el único, es el que Lukács
denomina “<i>la actualidad de la revolución</i>”:</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i>"En los problemas de la
evolución de la Rusia moderna -desde los problemas del surgimiento del
capitalismo en el marco de un absolutismo semifeudal, hasta los de la
realización del socialismo en un país rural atrasado- ha vislumbrado Lenin en
todo momento los problemas de la época entera: la entrada en la última fase del
capitalismo y las posibilidades de orientar la lucha decisiva, convertida ya en
inevitable entre burguesía y proletariado a favor de éste, para la salvación de
la humanidad. <o:p></o:p></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i>Lenin jamás generalizó
-de igual modo a como tampoco lo hizo Marx experiencias locales privativas de
Rusia, limitadas en el tiempo o en el espacio. Con la mirada del genio supo
percibir, por el contrario, en el lugar y en el momento de sus primeros
efectos, el problema fundamental de nuestra época: la inminencia de la
revolución. Y todos los fenómenos, tanto rusos como internacionales, los
comprendió e hizo inteligibles a partir de esta perspectiva, la perspectiva de
la actualidad de la revolución. <o:p></o:p></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i>La actualidad de la
revolución: he ahí el pensamiento fundamental de Lenin y el punto, al mismo
tiempo, que de manera decisiva le vincula a Marx. Porque el materialismo
histórico, en tanto que expresión conceptual de la lucha del proletariado por
su liberación, no podía ser captado y formulado teóricamente sino en el momento
histórico en que por su actualidad práctica había accedido al primer plano de
la historia. En un momento en el que, por citar las palabras mismas de Marx, en
la miseria del proletariado no se muestra únicamente la miseria en cuanto a
tal, sino su aspecto revolucionario 'llamado a derrocar la vieja
sociedad'.<o:p></o:p></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i>En el materialismo
histórico figura, pues, como condición previa -ya en la teoría- la actualidad
histórico-universal de la revolución proletaria. En este sentido, como
fundamento objetivo de toda la época y como clave para su entendimiento,
constituye el núcleo de la doctrina marxista. Sin embargo, a pesar de la
restricción, impuesta por el tajante repudio de todas las ilusiones no fundadas
y la condenación severa de todas las tentativas de putsch, la interpretación
oportunista se aferra, atendiendo especialmente a los detalles, a los llamados
errores de las previsiones de Marx, con el fin de extirpar de manera total y
radical la revolución, por medio de este rodeo, del edificio general del
marxismo.<o:p></o:p></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i>Lenin ha restaurado en
este punto la pureza de la teoría marxista. Y la ha captado, precisamente en lo
que a esto concierne, de manera más clara y concreta. No es que haya intentado
corregir de un modo u otro a Marx. Se ha limitado a introducir en la teoría -a
raíz de la muerte de Marx- la marcha viva del proceso histórico. Lo cual
significa que la actualidad de la revolución proletaria no es ya únicamente un
horizonte histórico-universal tendido por encima de la clase obrera que pugna
por liberarse, sino que la revolución se ha convertido en el problema crucial
del movimiento obrero. <o:p></o:p></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i>Por un lado, <u>ni
Marx ni Lenin se plantearon nunca la actualidad de la revolución proletaria y
sus objetivos finales como si su realización fuera posible en cualquier forma y
en cualquier momento</u>. Por otro, la actualidad de la revolución llegó a
convertirse para ambos en el seguro criterio de acuerdo con el cual tomar las
decisiones pertinentes en todos los problemas cotidianos.<o:p></o:p></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i>La actualidad de la
revolución determina el tono fundamental de toda una época. Tan sólo la
relación de las acciones aisladas con este punto central, que únicamente puede
ser encontrado mediante el análisis exacto del conjunto histórico-social, hace
que dichas acciones aisladas sean revolucionarias o contrarrevolucionarias.
Como actualidad de la revolución hay, pues, que entender: el estudio de todos y
cada uno de los problemas particulares del momento en su concreta relación con
la totalidad histórico-social; su consideración como momentos de la liberación
del proletariado.<o:p></o:p></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i>El enriquecimiento
que, en este sentido, el marxismo debe a Lenin, consiste simplemente
-simplemente!- en la vinculación íntima, evidente y cargada de consecuencias de
las acciones individuales al destino global, al destino revolucionario de toda
la clase obrera. Significa simplemente que todo problema actual -por de pronto
ya como tal problema actual- se ha convertido, a la vez, en un problema fundamental
de la revolución. Con el desarrollo del capitalismo la revolución proletaria se
ha convertido en el problema del día."<o:p></o:p></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
El 9 (22) de enero de 1917, en una reunión de la juventud obrera suiza realizada en la Casa del Pueblo de Zurich, Lenin leyó un informe sobre la
revolución rusa de 1905. En dicho informe Lenin termina diciendo (¡un mes antes de la
revolución rusa de febrero de 1917!): “… <i>Nosotros,
los de la vieja generación, quizás no lleguemos a ver las batallas decisivas de
esa revolución futura</i> …”.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Se comprende entonces qué significa la actualidad de la
revolución. No significa que los revolucionarios deban anunciar la revolución
como realizable todos los días aún cuando no estén dadas las condiciones para
ello. Significa encarar el período histórico con la conciencia de que el
capitalismo ha llegado a un desarrollo tal que la revolución no sólo es posible
sino que es históricamente necesaria y que la actividad de los revolucionarios
debe guiarse por este tono fundamental de la época.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Lenin no estaba seguro que participaría de las batallas de
la revolución proletaria pero, cuando estalló la revolución rusa de febrero de 1917,
fue el primero en saber reorientarse ante la novedad y modificó las líneas
de acción que habían guiado hasta el momento al partido bolchevique. Se distingue
así de los revolucionarios que ven crisis revolucionarias todos los días y llevan
a la desmoralización a sus seguidores cada vez que sus profecías no se ven
confirmadas. Se atuvo a las condiciones concretas en que le tocó actuar en cada momento histórico, sin llamar a la insurrección a tontas y locas, pero teniendo en cuenta siempre la actualidad de la revolución.</div>
LRhttp://www.blogger.com/profile/10903104379487600553noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-821994594593420177.post-7080437531609220912016-04-04T17:47:00.000-02:002016-04-22T15:19:16.305-02:00La Internacional Comunista y la lucha armada (VII)Envío un último texto de la Internacional Comunista referido a la situación en Irlanda en el cual la Comintern apoya claramente la lucha armada del proletariado irlandés que, para esa época, era desarrollada principalmente por el Ejército Ciudadano Irlandés y luego por el Ejército Republicano Irlandés.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi38PtIuU6lFXnLSgTQ9D9-TPDvKuvCZNF-iczAC74fs1Wocr40a-wlbwXq7p6UeHfgZmfW_ewA1UdSrYLbeJ3BA7cUIosThlRvZRrWuUflTMtFhFsfKhQrhgwpRKH_t4sq2Wn5xr1HZ7k0/s1600/connollylarkin.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="207" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi38PtIuU6lFXnLSgTQ9D9-TPDvKuvCZNF-iczAC74fs1Wocr40a-wlbwXq7p6UeHfgZmfW_ewA1UdSrYLbeJ3BA7cUIosThlRvZRrWuUflTMtFhFsfKhQrhgwpRKH_t4sq2Wn5xr1HZ7k0/s320/connollylarkin.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: x-small;">James Larkin y James Connolly</span></div>
<br />
<div style="text-align: center;">
<b>RESOLUCIÓN SOBRE IRLANDA</b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
El 4º Congreso de la Internacional comunista protesta enérgicamente contra la ejecución de cinco revolucionarios nacionalistas llevada a cabo el 17 y el 25 de noviembre, por orden del Estado libre de Irlanda. Llama la atención de todos los trabajadores del mundo sobre ese acto salvaje que corona el furibundo terror imperante en Irlanda. Más de seis mil personas que combatían valientemente contra el imperialismo británico han sido encarceladas, numerosas mujeres fueron obligadas a realizar una huelga de hambre en la prisión y ya han sido abiertos mil ochocientos procesos durante los cinco meses de lucha contra este terror cuyas atrocidades superan las de los “Black and Tans”, las de los fascistas italianos o las de los “Trust Thugs” norteamericanos. El Estado libre que, sin vacilar, empleó la artillería y las municiones proporcionadas por los ingleses, los fusiles y las bombas, y hasta aeroplanos con ametralladoras contra la multitud a la vez que contra los revolucionarios, coronó todos esos crímenes con la brutal ejecución de cinco hombres, simplemente porque les encontraron armas. En el fondo, esta ejecución es un acto desesperado, la prueba directa de la derrota del Estado libre que hace una última tentativa por romper la resistencia de las masas irlandesas combatientes contra la esclavitud que pretende imponerle el Imperio Británico. Los republicanos sólo pueden ser derrotados por un gobierno terrorista imperialista que no vacila en emplear los medios más brutales contra el movimiento obrero irlandés, desde el momento en que este último trata de llegar al poder o de mejorar sus condiciones de vida. Eso es lo que ocurre indudablemente en Irlanda. Al sostener esas ejecuciones, la mayoría del Labour Party, dirigida por Johnson, cometió la traición más criminal que podía perpetrar contra la clase obrera, precisamente en momentos en que el órgano capitalista más reaccionario de Irlanda, que en 1916 reclamaba imperiosamente la cabeza de Connolly, se levanta contra este bárbaro acto del gobierno. La Internacional comunista alerta a la clase obrera de Irlanda contra esas traiciones al ideal de Connolly y de Larkin e indica a los trabajadores y campesinos irlandeses que <b><u>la única salida del terrorismo del Estado Libre y de la opresión imperialista está en la lucha organizada y coordinada tanto en el dominio político e industrial como en el militar. La lucha armada, si no es reforzada y apoyada por la acción política y económica, culminará inevitablemente en la derrota.</u></b> Para lograr la victoria, las masas deben ser movilizadas contra el Estado libre, lo que sólo es posible sobre la base del programa social del Partido comunista de Irlanda.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
La Internacional comunista envía sus saludos fraternales a los revolucionarios irlandeses que luchan por la liberación de su país, persuadida de que pronto emprenderán el único camino que conduce a la verdadera libertad, el camino del comunismo. La Internacional comunista apoyará todos los esfuerzos tendientes a organizar la lucha contra este terror y ayudará a los obreros irlandeses y a los campesinos a lograr la victoria.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
¡Viva la lucha nacional de Irlanda por su independencia!</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
¡Viva la República Obrera de Irlanda!</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
¡Viva la Internacional comunista!</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
LRhttp://www.blogger.com/profile/10903104379487600553noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-821994594593420177.post-89599253008770081782016-03-30T17:40:00.002-02:002016-03-30T17:40:46.236-02:00La Internacional Comunista y la lucha armada (VI)<div style="text-align: justify;">
En este envío se publican las tesis sobre estructura, métodos y acción de los partidos comunistas, escritas en base a la experiencia del partido bolchevique. Dada la gran extensión del texto que abarca casi toda la acción de los partidos comunistas, se publican solamente algunos extractos referidos a temas generales de organización y, en particular, a temas de organización de la lucha armada (ver tesis N° 53 y siguientes).</div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiej14K3oAep7rlmElXtNe9FOscphuitR-iKotmwy7gacu1cgbbqgr6mSsic4TGlg9MVMeoLvmxmP4Fya51Hwzwuy5zlLUISF5t-Ie_WI8ZqKlwYIF06sNZUL5W3_c_VGdptnP7RlHo6OAd/s1600/1111.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="190" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiej14K3oAep7rlmElXtNe9FOscphuitR-iKotmwy7gacu1cgbbqgr6mSsic4TGlg9MVMeoLvmxmP4Fya51Hwzwuy5zlLUISF5t-Ie_WI8ZqKlwYIF06sNZUL5W3_c_VGdptnP7RlHo6OAd/s320/1111.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<b><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">TESIS SOBRE LA ESTRUCTURA, LOS MÉTODOS Y LA
ACCIÓN DE LOS PARTIDOS COMUNISTAS (O. V. Kuusinen y W. Koenen).</span><o:p></o:p></b></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<b><br /></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">I. GENERALIDADES<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">1. La organización del Partido
debe adaptarse a las condiciones y a los objetivos de su actividad. El Partido
comunista debe ser la vanguardia, el ejército dirigente del proletariado durante
todas las fases de su lucha de clases revolucionaria y durante el período de transición
ulterior hacia la realización del socialismo, primer grado de la sociedad comunista.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">2. No puede haber una forma de
organización inmutable y absolutamente conveniente para todos los partidos
comunistas. Las condiciones de la lucha proletaria se transforman
incesantemente y, conforme a esas transformaciones, las organizaciones de vanguardia
del proletariado deben buscar también constantemente nuevas formas más convenientes.
Las particularidades históricas de cada país determinan a su vez formas especiales
de organización para los diferentes partidos.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Pero esas diferenciaciones tienen
un cierto límite. La similitud de las condiciones de la lucha proletaria en los
diferentes países y en las distintas fases de la revolución proletaria constituye,
pese a todas las particularidades existentes, un hecho de esencial importancia para
el movimiento comunista. Esta similitud es la que proporciona la base común
para la organización de los partidos comunistas de todos los países. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Sobre esta base es preciso
desarrollar la organización de los partidos comunistas y no tender a la
fundación de algún nuevo partido modelo en lugar del ya existente, o buscar una
forma de organización absolutamente correcta, o estatutos ideales.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">3. La mayoría de los partidos
comunistas así como la Internacional comunista, en tanto que conjunto del
proletariado revolucionario de todo el mundo, tienen en común, en las
condiciones de su lucha, que deben combatir contra la burguesía aún reinante.
La victoria sobre ésta, la conquista del poder arrebatado a la burguesía,
constituye para esos partidos y para esta Internacional el objetivo principal y
decisivo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Por lo tanto, lo esencial, para
todo el trabajo de organización de los partidos comunistas en los países
capitalistas, es construir una organización que posibilite la victoria de la
revolución proletaria sobre las clases poseedoras y que la consolide.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">4. En las acciones comunes, es
indispensable la existencia de una dirección para obtener la victoria. Esta es
necesaria sobre todo en vista de los grandes combates de la historia mundial.
La organización de los partidos comunistas es la organización de la dirección
comunista en la revolución proletaria. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Para guiar correctamente a las
masas, el Partido también tiene necesidad de una buena dirección. La tarea
esencial de organización que se nos impone es la siguiente: formación,
organización y educación de un Partido comunista puro y realmente dirigente para
guiar el movimiento revolucionario proletario. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">5. La dirección de la lucha social
revolucionaria supone en los partidos comunistas y en sus órganos dirigentes la
combinación orgánica de la mayor potencia de ataque y de la más perfecta
adaptación a las condiciones cambiantes de la lucha. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Una buena dirección supone además
la vinculación más estrecha con las masas proletarias. Sin esta vinculación, el
Comité dirigente nunca guiará a las masas. En el mejor de los casos, sólo podrá
seguirla.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Esas relaciones orgánicas deben
ser establecidas en las organizaciones del partido comunista mediante la
centralización democrática.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">II. LA CENTRALIZACIÓN DEMOCRÁTICA<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">6. La centralización democrática
en la organización del partido comunista debe ser una verdadera síntesis, una
fusión de la centralización y de la democracia proletaria. Esta fusión sólo puede
ser obtenida mediante una actividad y una lucha permanente y común del conjunto
del partido.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">La centralización en el partido
comunista no debe ser formal y mecánica; debe ser una centralización de la
actividad comunista, es decir la formación de una dirección poderosa, dispuesta
al ataque y a la vez capaz de adaptación. Una centralización formal o mecánica
sólo significaría la centralización del “poder” en manos de una burocracia
tendiente a dominar a los demás miembros del partido o a las masas del proletariado
revolucionario externas al partido. Pero solamente los enemigos del comunismo
pueden pretender que, por medio de esas funciones de dirección de la lucha proletaria
y la centralización de esta dirección comunista, el partido comunista domine al
proletariado revolucionario. Esto es una mentira y, además, dentro del partido,
la lucha por la dominación o un antagonismo entre dirigentes es incompatible
con los principios adoptados por la Internacional comunista relativos a la
centralización democrática.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">En las organizaciones del viejo
movimiento obrero no revolucionario se desarrolló un dualismo de idéntica
naturaleza al de la organización del Estado burgués. Nos referimos al dualismo
entre la burocracia y el “pueblo”. Bajo la influencia desalentadora de la atmósfera
burguesa, las funciones se aislaron en cierto modo, la comunidad de trabajo fue
remplazada por una democracia puramente formal, y la propia organización se
dividió en funcionarios activos y en una masa pasiva. El movimiento obrero
revolucionario hereda, hasta cierto punto inevitablemente, del ambiente burgués
esta tendencia al formalismo y al dualismo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">El Partido comunista debe superar
radicalmente esos antagonismos mediante un trabajo sistemático, político y de
organización que encare sucesivas mejoras y revisiones.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">…</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">III. EL DEBER DE TRABAJAR DE LOS
COMUNISTAS<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">8. El partido comunista debe ser
una escuela de trabajo del marxismo revolucionario. Es mediante el trabajo
cotidiano común en las organizaciones del Partido como se reafirman los
vínculos entre los diferentes grupos y afiliados.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">En los Partidos comunistas
legales no existe aún en la actualidad la participación regular de la mayoría
de los miembros en el trabajo político cotidiano. Ese es su mayor defecto y la
causa de una perpetua incertidumbre en su desarrollo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">9. El peligro que siempre amenaza
a un Partido obrero que da sus primeros pasos hacia la transformación comunista
es el de conformarse con la aceptación de un programa comunista, remplazar en
su propaganda la doctrina anterior por la del comunismo y sustituir solamente a
los funcionarios hostiles a esta doctrina por comunistas. Pero la adopción de
un programa comunista sólo es una manifestación del deseo de convertirse en comunistas.
Si a ello no se agregan acciones comunistas y si, en la organización del
trabajo político, es mantenida la pasividad de la masa de los miembros, el
Partido no realiza la mínima parte de lo que prometió al proletariado con la
aceptación del programa comunista.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Pues la primera condición de una
realización consciente de este programa es la movilización de todos los
afiliados en el trabajo cotidiano permanente.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">El arte de la organización
comunista consiste en utilizar todo y a todos para la lucha proletaria de
clases, en repartir racionalmente entre todos los miembros del Partido el trabajo
político y en arrastrar por su intermedio a masas más vastas del proletariado
al movimiento revolucionario, a mantener firmemente en sus manos la dirección
del conjunto del movimiento, no por la fuerza del poder sino por la fuerza de
la autoridad, es decir de la energía, la experiencia, la capacidad y la
tolerancia.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">…</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">16. Nuestro trabajo político
general es la lucha práctica o teórica o la preparación de esta lucha. La
especialización de ese trabajo fue muy defectuosa hasta el momento. Hay dominios
muy importantes en los cuales el partido sólo ha realizado hasta el momento esfuerzos
accidentales. Por ejemplo, los partidos legales no han hecho casi nada en el campo
de la lucha especial contra la policía política. La instrucción de los
camaradas del partido se realiza en general de modo accidental y secundario, y
esto último tan superficialmente, que la mayor parte de las decisiones más
importantes del Partido, hasta el programa y las resoluciones de la
Internacional comunista, todavía son totalmente desconocidos por los grandes
sectores de miembros del partido. El trabajo de instrucción debe ser ordenado y
profundizado incesantemente por parte de todo el sistema de las organizaciones
del partido, todos los grupos de trabajo, a fin de obtener mediante esos esfuerzos
sistemáticos, un grado cada vez más elevado de especialización.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">…</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">IV. PROPAGANDA Y AGITACIÓN<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">20. Nuestra tarea más importante
antes de la sublevación revolucionaria declarada es la propaganda de agitación
revolucionaria. En su mayor parte, esta actividad y su organización aún es
llevada a cabo con frecuencia a la antigua usanza formalista, mediante manifestaciones
ocasionales, mediante reuniones de masas y sin preocuparse del contenido revolucionario
concreto de los discursos y de los escritos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">La propaganda y la agitación
comunista deben, ante todo, arraigarse en los medios más profundos del
proletariado. Debe ser engendrada por la vida concreta de los obreros, por sus
intereses comunes, particularmente por sus luchas y esfuerzos. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Lo que imprime más fuerza a la
propaganda comunista es su contenido revolucionador. Desde ese punto de vista,
es preciso considerar lo más atentamente posible las consignas y la actitud a
adoptar con respecto a los problemas concretos en las diversas situaciones. A
fin de que el partido siempre pueda adoptar una posición justa, debe impartirse
un curso de instrucción prolongado y completo no solamente a los propagandistas
y agitadores profesionales sino también a los demás afiliados.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">21. Las formas principales de
propaganda y de agitación comunistas son: entrevistas personales verbales,
participación en los combates de los movimientos obreros sindicales y políticos,
acción ejercida por la prensa y la literatura del partido. Cada miembro de un partido
legal o ilegal debe, de una forma u otra, participar regularmente en esta
actividad.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">22. Cuando la propaganda
comunista se realiza en los países capitalistas donde la mayoría del
proletariado no tiene ninguna inclinación revolucionaria consciente, es preciso
buscar métodos de acción cada vez más perfectos para ir al encuentro de la
comprensión del obrero que aún no es revolucionario pero que comienza a serlo y
para facilitarle la entrada al movimiento revolucionario. La propaganda
comunista debe servirse de sus principios en las diferentes situaciones para
sostener en el espíritu del obrero durante su lucha interior contra las
tradiciones y las inclinaciones burguesas, las tendencias que en él recién
comienzan a surgir, inconscientes aún, incompletas, vacilantes y semiburguesas,
pero que constituyen para él un elemento de progreso revolucionario.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">A la vez, la propaganda comunista
no debe limitarse a las demandas o esperanzas de las masas proletarias tal como
son en la actualidad, es decir restringidas y vacilantes. Los gérmenes
revolucionarios de esas demandas y esperanzas sólo constituyen el punto de partida
necesario para influir sobre ellas. Pues solamente mediante esta combinación es
posible explicar al proletariado de una manera más comprensible lo que es el
comunismo.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">23. Es preciso realizar la
agitación comunista entre las masas proletarias de modo tal que los proletarios
militantes reconozcan a nuestra organización comunista como la que debe dirigir
leal y valerosamente, con previsión y energía, su propio movimiento hacia un objetivo
común.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Con este fin, los comunistas deben
participar en todos los combates espontáneos y en todos los movimientos de la
clase obrera y tomar a su cargo la defensa de los intereses de los obreros en
todos sus conflictos con los capitalistas respecto a la jornada de trabajo, etc.
Al hacerlo, los comunistas se ocuparán enérgicamente de los problemas concretos
de la vida de los obreros, ayudándolos a desenvolverse en esas cuestiones, a
atraer su atención sobre las irregularidades más evidentes, a formular
exactamente y en forma práctica sus reivindicaciones ante los capitalistas y a
la vez a desarrollar en ellos el espíritu de solidaridad y la conciencia de la
comunidad de sus intereses y los de los obreros de todos los países, como una
clase unida y que constituye una parte del ejército mundial del proletariado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Sólo si se participa
constantemente en ese menudo pero absolutamente necesario trabajo cotidiano, si
se aplica el mayor espíritu de sacrificio en todos los combates del proletariado,
el “Partido comunista” podrá convertirse en un verdadero Partido comunista.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">… </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">La participación consciente y
sacrificada de toda la masa de los afiliados de un partido en la escuela de los
combates y diferendos cotidianos entre los explotados y los explotadores es la
premisa indispensable no solamente de conquista sino también, en una medida aún
más amplia, de la realización de la dictadura del proletariado. Solamente colocándose
al frente de las masas obreras en sus constantes escaramuzas contra los ataques
del capital, el partido comunista puede ser capaz de convertirse en esa
vanguardia de la clase obrera, de aprender sistemáticamente a dirigir en los
hechos al proletariado y de adquirir los medios de preparar conscientemente la
derrota de la burguesía.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">24. Los comunistas deben ser
movilizados en gran número para tomar parte en el movimiento de los obreros,
sobre todo durante las huelgas, los lock-outs y demás despidos en masa.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">…</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">30. Para la propaganda en el ejército
y en la flota del Estado capitalista, habrá que buscar en cada país los métodos
más apropiados. La agitación antimilitarista en un sentido pacifista es muy
perjudicial, pues sólo logra alentar a la burguesía en su deseo de desarmar al
proletariado. El proletariado rechaza en principio y combate del modo más
enérgico a todas las instituciones militaristas del Estado burgués y de la
clase burguesa en general. Por otra parte, el proletariado aprovecha esas
instituciones (ejército, sociedades de preparación militar, milicia por la
defensa de los ciudadanos, etc.) para ejercitar militarmente a los obreros con
vistas a las luchas revolucionarias. La agitación intensiva no debe, por lo
tanto, estar dirigida contra la formación militar de la juventud y de los
obreros sino contra el orden militarista y contra la arbitrariedad de los
oficiales. El proletariado debe utilizar del modo más enérgico toda posibilidad
de apropiarse de armas. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">La antítesis de clases que se
pone de manifiesto en los privilegios materiales de los oficiales y en los
malos tratos infligidos a los soldados debe ser comprendida por estos últimos.
Además, en las campañas agitativas destinadas a los soldados, es preciso
destacar claramente hasta qué punto todo su futuro está estrechamente ligado a
la suerte de la clase explotada. En un período avanzado de fermentación
revolucionaria, la agitación a favor de la elección democrática de los mandos
por parte de los soldados y marineros y a favor de la formación de soviets de
soldados puede ser muy eficaz para sabotear las bases del poder de la clase
capitalista.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">En la agitación contra las tropas
especiales que la burguesía organiza para la guerra de clases y en particular
contra sus grupos de voluntarios armados, es necesario concentrar constantemente
el máximo de atención y energía. En los lugares donde la estructura social y el
medio corrompido lo permitan, la descomposición social debe ser introducida sistemáticamente
y en el momento oportuno en sus filas. Cuando estos grupos o tropas posean un
carácter de clase uniformemente burgués, como por ejemplo en las tropas compuestas
exclusivamente de oficiales, es preciso desenmascararlas ante el conjunto de la
población, tornarlas despreciables y odiosas de modo de provocar su disolución
interna a consecuencia del aislamiento que la acción de propaganda provocará.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">V. ORGANIZACIÓN DE LAS LUCHAS
POLÍTICAS<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">31. Para un partido comunista, en
ninguna circunstancia su organización puede permanecer políticamente inactiva.
La utilización orgánica de toda situación política y económica y de toda
modificación de esta situación debe ser elevada al nivel de una estrategia y de
una táctica organizadas.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Aunque el Partido aún sea débil,
se halla sin embargo en condiciones de aprovechar los acontecimientos políticos
o las grandes huelgas que conmueven toda la vida económica, para llevar a cabo
una acción de propaganda radical, sistemática y metódicamente organizada.
Apenas el Partido tome una decisión ante cualquier situación de este tipo, debe
movilizar enérgicamente en su campaña a todos sus afiliados y a todos los
sectores de su organización.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">…</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">32. Las manifestaciones y las
acciones demostrativas exigen una dirección muy abnegada y flexible, que
considere constantemente el objetivo de esas acciones y esté en todo momento en
condiciones de apreciar si la manifestación tuvo el mayor éxito posible o si en
la situación dada es posible intensificarla aún más ampliándola para
convertirla en una acción de masas bajo la forma primeramente de huelgas
demostrativas y luego de huelgas de masas. Las manifestaciones pacifistas
llevadas a cabo durante la guerra nos enseñaron que, aún después del
aplastamiento de este tipo de manifestación, un verdadero partido proletario de
lucha, aun si actúa en la ilegalidad, no debe ni vacilar ni detenerse cuando se
trata de un gran objetivo actual que necesariamente despierta en las masas un
creciente interés.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Las manifestaciones callejeras
encuentran su mejor apoyo en las grandes empresas. Cuando se ha logrado crear
un cierto estado de ánimo general mediante el trabajo preparatorio metódico de
nuestras células y nuestras fracciones, luego de una propaganda oral o por
medio de panfletos, los hombres de confianza de nuestro partido en las empresas,
los responsables de las células y de las fracciones, deberán ser convocados por
el Comité Dirigente a una conferencia donde serán discutidas las operaciones
convenientes para el día siguiente, el momento exacto de la concentración, el
carácter de las consignas, las perspectivas de la acción, su intensificación y
el momento de su terminación y desconcentración. Un grupo de funcionarios
provistos de instrucciones correctas y expertos en problemas de organización
deberá constituir el eje de la manifestación desde la partida en el lugar de
trabajo hasta su dispersión. A fin de que esos funcionarios mantengan un
contacto directo entre sí y puedan recibir permanentemente las directivas
políticas necesarias en todo momento, los trabajadores responsables del Partido
deberán participar metódicamente, confundidos entre la masa, en la
manifestación. Esta dirección móvil política y organizada de la manifestación
constituye la condición más favorable para la reanudación y eventualmente para
la intensificación de la acción y su transformación en grandes acciones de
masas.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">…</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">VIII. EL NEXO ENTRE EL TRABAJO
LEGAL Y EL TRABAJO ILEGAL<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">53. En la vida diaria de un
partido comunista pueden producirse, según las diferentes fases de la
revolución, variaciones funcionales. Pero, en el fondo, no existe diferencia
esencial en la estructura que deben esforzarse por lograr un partido legal y un
partido ilegal. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<o:p><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">El Partido debe estar organizado
de tal modo que pueda adaptarse rápidamente a las modificaciones de las
condiciones de la lucha.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">El partido comunista debe
convertirse en una organización de combate capaz, por una parte, de evitar en
campo abierto a un enemigo con fuerzas superiores concentradas en un punto y,
por otra parte, de utilizar las dificultades con que tropieza ese enemigo para atacarlo
donde menos se lo espera. <b><u>Constituiría
un error muy grande el prepararse exclusivamente para las sublevaciones y los
combates callejeros o para los períodos de mayor opresión. Los comunistas deben
realizar su trabajo revolucionario preparatorio en todas las situaciones y
estar siempre dispuestos a la lucha, pues con frecuencia es casi imposible
prever la alternancia de los períodos de flujo y reflujo</u></b>. No se puede
aprovechar esta previsión para reorganizar el Partido porque el cambio
habitualmente es demasiado rápido y se produce sorpresivamente.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">54. <b><u>Los Partidos comunistas legales de los países capitalistas en
general aún no han tomado suficientemente como tarea esta preparación para los
levantamientos revolucionarios, los combates armados y en general la lucha
ilegal</u></b>. Con demasiada frecuencia se construye la organización del
Partido con vista a una acción legal prolongada y de acuerdo con las exigencias
de las tareas legales cotidianas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">En los Partidos ilegales, por el
contrario, a menudo tampoco se comprende lo suficiente que es preciso utilizar
las posibilidades de la acción legal y organizar el Partido de tal modo que
esté en contacto directo con las masas revolucionarias. Los esfuerzos del partido
tienden a convertirse en un trabajo de Sísifo o en una conspiración impotente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Esos dos errores, tanto el del
partido ilegal como el del partido legal, son graves. <b><u>Un partido comunista legal debe saber prepararse, del modo más enérgico,
para las exigencias de una actividad clandestina y en particular estar armado
en espera de levantamientos revolucionarios</u></b>. Y por otra parte, un
partido comunista ilegal debe saber utilizar todas las posibilidades del
movimiento obrero legal para convertirse, mediante un trabajo político intensivo,
en el organizador y el verdadero guía de las grandes masas revolucionarias. La dirección
del trabajo legal y del trabajo ilegal debe estar permanentemente unida en
manos de la misma dirección central del partido.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">55. En los partidos legales, al
igual que en los partidos ilegales, el trabajo ilegal es con frecuencia
concebido como la formación y el mantenimiento de una organización cerrada, exclusivamente
militar y aislada del resto de la política y de la organización del Partido.
Esta concepción es totalmente errónea. En el período revolucionario, la
formación de nuestra organización de combate debe, por el contrario, ser el
resultado del conjunto de la acción comunista del partido. El partido en su
conjunto debe convertirse en una organización de combate para la revolución. Las
organizaciones revolucionarias aisladas de carácter militar, surgidas prematuramente
antes de la revolución, tienden demasiado fácilmente a la disolución y a la desmoralización
porque carecen en el partido de un trabajo inmediatamente útil. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">56. Para un partido ilegal, es
muy importante evitar permanentemente que sus afiliados y sus organismos sean
descubiertos. Por lo tanto, es preciso cuidar que sean entregados por medio de
listas, por imprudencias en la distribución de los materiales o el pago de las
cotizaciones. Un partido ilegal no debe utilizar en la misma medida que un partido
legal las formas abiertas de organización para objetivos conspirativos, aunque
sin embargo, debe tratar de poder hacerlo cada vez en mayor medida.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Serán adoptadas todo tipo de
medidas para impedir que elementos dudosos y poco seguros entren en el Partido.
Los medios a emplear para hacerlo dependen en gran parte del carácter del
Partido, legal o ilegal, perseguido o tolerado, en vías de crecimiento o de estancamiento.
Un medio que en ciertas circunstancias sirvió con eficacia es el sistema de candidatura.
Las personas que desean ser admitidas al Partido lo son ante todo como candidatos,
previa presentación de dos miembros del Partido, y según cómo realicen las tareas
que les son confiadas, son admitidos o no como miembros del partido. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">La burguesía enviará
inevitablemente provocadores y agentes a las organizaciones ilegales. Es preciso
llevar a cabo contra ellos una lucha constante y minuciosa. Uno de los mejores
métodos consiste en combinar hábilmente la acción legal con la ilegal. Un
trabajo revolucionario legal de cierta duración es el mejor modo de darse
cuenta del grado de confianza que cada uno merece, de su conciencia, de su
coraje, de su energía, de su puntualidad. Así se podrá determinar si es posible
encargar un trabajo ilegal que corresponda más a su capacidad.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Un partido ilegal debe prepararse
cada vez más contra toda sorpresa (por ejemplo, guardando a buen recaudo las
direcciones de contactos, destruyendo por regla general las cartas, conservando
cuidadosamente los documentos necesarios, instruyendo conspirativamente a los
agentes de enlace, etc.).</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">57. <b><u>Nuestro trabajo político general debe estar distribuido de tal modo
que ya antes del levantamiento revolucionario abierto se desarrollen y se
afirmen las raíces de una organización de combate que corresponda a las
exigencias de esta fase</u></b>. Es particularmente importante que en su acción
la dirección del Partido comunista tenga en cuenta permanentemente esas
exigencias, que trate en la medida de lo posible de planteárselas anticipadamente.
No puede, por cierto, tener de ellas una idea exacta y clara, pero esa no es una
razón para descuidar el punto de vista esencial de la dirección de la
organización comunista.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Si se produce un cambio funcional
en el partido comunista en momentos del levantamiento revolucionario declarado,
el partido mejor organizado puede enfrentarse con problemas extremadamente
difíciles y complejos. <b><u>Puede suceder
que se vea obligado en un intervalo de algunos días a movilizar al partido para
una lucha armada</u></b>, a movilizar no sólo al partido sino también a sus
reservas, a organizar a los simpatizantes y toda la retaguardia, es decir a las
masas revolucionarias no organizadas. <b><u>En
ese momento, no se tratará de formar un ejército rojo regular. Debemos vencer
sin ejército construido de antemano, solamente con las masas colocadas bajo la
dirección del partido. Si nuestro partido no está preparado por su dirección
organizativa para esta eventualidad, la lucha más heroica será inútil.</u></b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">58. En algunas situaciones
revolucionarias se ha observado varias veces que las direcciones centrales
revolucionarias no han actuado a la altura de su misión. En la organización a
nivel inferior, el proletariado demostró magníficas cualidades durante la revolución,
pero en su Estado Mayor imperaron con frecuencia el desorden, el caos y la impotencia.
Algunas veces falta hasta la más elemental división del trabajo, el servicio de
información es tan malo que plantea más inconvenientes que utilidad, o el
servicio de enlace no es merecedor de ninguna confianza. Cuando se necesita un
correo secreto, un transporte, un refugio, una imprenta clandestina, comúnmente
sólo se los obtiene a raíz de una fortuita casualidad. Toda provocación por
parte del enemigo organizado tiene posibilidad de triunfar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Y no puede ocurrir de otro modo
si el partido revolucionario que detenta la dirección no se organizó
previamente. Así por ejemplo, la vigilancia y el descubrimiento de la policía política
exigen una experiencia especial, un aparato secreto para el enlace, sólo puede funcionar
con prontitud y seguridad luego de un largo entrenamiento, etc. <b><u>En esos campos de la actividad
revolucionaria especial, todo partido comunista legal debe realizar preparativos
secretos, por mínimos que sean</u></b>.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">También en este sentido puede ser
desarrollado en gran medida el aparato necesario por medio de una acción
totalmente legal, si se toman los debidos recaudos durante su funcionamiento
para que inmediatamente pueda ser transformado en aparato ilegal. Así, por
ejemplo, la organización encargada de la distribución, exactamente regulada, de
panfletos legales, de publicaciones y de cartas puede ser transformada en
aparato secreto de enlace (servicio de correos, puestos secretos, alojamientos
secretos, transportes conspirativos, etc.).</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; font-size: 11pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">59. El organizador comunista debe considerar
anticipadamente a todo miembro del Partido y a todo militante revolucionario en
su futuro papel histórico de soldado de nuestra organización de combate,
durante la época de la revolución. Así puede destinarlo de antemano, en la
célula a que pertenece, al trabajo que mejor corresponda con su puesto y su
servicio futuros. Su acción actual debe, sin embargo, constituir un servicio
útil en sí y necesario para la lucha actual, y no solamente un ejercicio que el
obrero práctico no comprendería inmediatamente, pues esta actividad es también
en parte un ejercicio tendiente a cubrir las exigencias más esenciales de la
futura lucha final.</span></div>
<br />LRhttp://www.blogger.com/profile/10903104379487600553noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-821994594593420177.post-75190656993657837122016-03-23T16:10:00.003-02:002016-03-23T16:23:42.614-02:00La Internacional Comunista y la lucha armada (V)<div style="text-align: justify;">
Las tesis sobre el parlamentarismo han sido utilizadas por los reformistas de todo tipo, incluidas las organizaciones reformistas "en nombre de Trotsky", para justificar campañas electorales democratizantes y adaptadas a los prejuicios de los sectores medios de la población.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Por su contenido, parecería en una primera aproximación que estas tesis no tienen ninguna relación con la lucha armada. Sin embargo ello no es así: la Comintern subordinaba el parlamentarismo y la lucha electoral a la lucha de masas (que incluye a la lucha armada). En este sentido, consideraba que la lucha parlamentaria era un medio secundario que debía servir a la lucha de masas y a la insurrección armada para la toma del poder político. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Más aun, propone una serie de medidas que deberían tomar los revolucionarios en caso de que accedieran a cargos municipales, como es la de crear una milicia obrera armada. En ese ejemplo se ve claramente cómo la pelea por acceder a funciones parlamentarias y municipales está también subordinada a la lucha por el poder y a la utilización de dichas posiciones, no para obtener reformas aisladas, sino para armar al proletariado.</div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgklwnkCTsHJdpeVKWgyzJ2UnUL_pw8is297f6_KoQvzIj6byzk5tSwY5AMUnlSJOWpsnINLMRG2zfmnkrjLrZKo-BC4kZHlvu4yMgZMrQBgM0vo8h4CAj3Sh7wkS4wu0fOy5GBhlmxofso/s1600/lenin5.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="195" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgklwnkCTsHJdpeVKWgyzJ2UnUL_pw8is297f6_KoQvzIj6byzk5tSwY5AMUnlSJOWpsnINLMRG2zfmnkrjLrZKo-BC4kZHlvu4yMgZMrQBgM0vo8h4CAj3Sh7wkS4wu0fOy5GBhlmxofso/s320/lenin5.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: center;">
<b><span style="font-family: "garamond-bold" , "serif"; font-size: 14.0pt;">EL PARTIDO COMUNISTA Y EL PARLAMENTARISMO<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">I. LA NUEVA ÉPOCA Y EL NUEVO PARLAMENTARISMO<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">La actitud de los partidos socialistas con
respecto al parlamentarismo consistía en un comienzo, en la época de la I
Internacional, en utilizar los parlamentos burgueses para fines </span><span style="font-family: garamond, serif; font-size: 12pt;">agitativos. Se consideraba la </span><b style="font-family: garamond, serif; font-size: 12pt;"><u>participación en la acción parlamentaria
desde el punto de vista del desarrollo de la conciencia de clase</u></b><span style="font-family: garamond, serif; font-size: 12pt;">, es
decir del despertar de la hostilidad de las clases proletarias contra las
clases dirigentes. Esta actitud se modificó no por la influencia de una teoría
sino por la del progreso político. A consecuencia del incesante aumento de las
fuerzas productivas y de la ampliación del dominio de la explotación
capitalista, el capitalismo, y con él los estados parlamentarios, adquirieron
una mayor estabilidad.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">De allí la adaptación de la táctica
parlamentaria de los partidos socialistas a la acción legislativa “orgánica” de
los parlamentos burgueses y la importancia siempre creciente de la lucha por la
introducción de reformas dentro de los marcos del capitalismo, el predominio
del programa mínimo de los partidos socialistas y la transformación del
programa máximo en una plataforma destinada a las discusiones sobre un lejano
“objetivo final”. Sobre esta base se desarrolló el arribismo parlamentario, la
corrupción, la traición abierta o solapada de los intereses primordiales de la
clase obrera.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">La actitud de la III Internacional con respecto
al parlamentarismo no está determinada por una nueva doctrina sino por la modificación
del papel del propio parlamentarismo. En la época precedente, el parlamento,
instrumento del capitalismo en vías de desarrollo trabajó, en un cierto
sentido, por el progreso histórico. En las condiciones actuales, caracterizadas
por el desencadenamiento del imperialismo, el parlamento se ha convertido en un
instrumento de la mentira, del fraude, de la violencia, de la destrucción, de
los actos de bandolerismo. Obras del imperialismo, las reformas parlamentarias,
desprovistas de espíritu de continuidad y de estabilidad y concebidas sin un
plan de conjunto, perdieron toda importancia práctica para las masas
trabajadoras. El parlamentarismo, así como toda la sociedad burguesa, perdió su
estabilidad. La transición del período orgánico al período crítico crea una
nueva base para la táctica del proletariado en el dominio parlamentario. Así es
como el partido obrero ruso (el partido bolchevique) determinó ya las bases del
parlamentarismo revolucionario en una época anterior, al perder Rusia desde
1905 su equilibrio político y social y entrar desde ese momento en un período de tormentas y cambios violentos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "garamond" , serif; font-size: 12pt;">Cuando algunos socialistas que
aspiran al comunismo afirman que en sus países aún no llegó la hora de la
revolución y se niegan a separarse de los oportunistas parlamentarios,
consideran, en el fondo, consciente o inconscientemente, al período que se
inicia como un período de estabilidad relativa de la sociedad imperialista y
piensan, por esta razón, que una colaboración con los Turati y los Longuet puede
lograr, sobre esa base, resultados prácticos en la lucha por las reformas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "garamond" , serif; font-size: 12pt;">El comunismo debe tomar como punto
de partida el estudio teórico de nuestra época (apogeo del capitalismo,
tendencias del imperialismo a su propia negación y a su propia destrucción,
agudización continua de la guerra civil, etc....). Las formas de las relaciones
políticas y de las agrupaciones pueden diferir en los diversos países, pero la
esencia de las cosas sigue siendo la misma en todas partes: para nosotros se
trata de la preparación inmediata, política y técnica, de la sublevación
proletaria que debe destruir el poder burgués y establecer el nuevo poder
proletario.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "garamond" , serif; font-size: 12pt;">Para los comunistas, el parlamento
no puede ser actualmente, en ningún caso, el teatro de una lucha por reformas y
por el mejoramiento de la situación de la clase obrera, como sucedió en ciertos
momentos en la época anterior. El centro de gravedad de la vida política actual
está definitivamente fuera del marco del parlamento. Por otra parte, la
burguesía está obligada, por sus relaciones con las masas trabajadoras y
también a raíz de las relaciones complejas existentes en el seno de las clases
burguesas, a hacer aprobar de diversas formas algunas de sus acciones por el
parlamento, donde las camarillas se disputan el poder, ponen de manifiesto sus
fuerzas y sus debilidades, se comprometen, etc.... <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "garamond" , serif; font-size: 12pt;">Por eso el deber histórico inmediato
de la clase obrera consiste en arrancar esos aparatos a las clases dirigentes,
en romperlos, destruirlos y sustituirlos por los nuevos órganos del poder
proletario. Por otra parte el estado mayor revolucionario de la clase obrera
está, profundamente interesado en contar, en las instituciones parlamentarias
de la burguesía con exploradores que facilitarán su obra de destrucción. Inmediatamente
se hace evidente la diferencia esencial entre la táctica de los comunistas que
van al parlamento con fines revolucionarios y la del parlamentarismo socialista
que comienza por reconocer la estabilidad relativa, la duración indefinida del
régimen. El parlamentarismo socialista se plantea como tarea obtener reformas a
cualquier precio. Está interesado en que cada conquista sea considerada por las
masas como logros del parlamentarismo socialista (Turati, Longuet y Cía.). </span><span style="color: white; font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">Trascrito por Célula II.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "garamond" , serif; font-size: 12pt;">El
viejo parlamentarismo de adaptación es remplazado por un nuevo </span><span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">parlamentarismo, que es una de las formas de destruir el
parlamentarismo en general. Pero las tradiciones deshonestas de la antigua
táctica parlamentaria acercan a ciertos elementos revolucionarios con los
antiparlamentarios por principio (los IWW, los sindicalistas revolucionarios,
el partido obrero comunista de Alemania). Considerando esta situación, el II
Congreso de la Internacional comunista llega a las siguientes conclusiones:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">II. EL COMUNISMO, LA LUCHA POR LA DICTADURA DEL
PROLETARIADO Y<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">“POR LA UTILIZACIÓN” DEL PARLAMENTO BURGUÉS.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">I<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">1. El parlamentarismo de gobierno se ha
convertido en la forma “democrática” de la dominación de la burguesía, a la que
le es necesaria, en un momento dado de su desarrollo, una ficción de
representación popular que exprese en apariencia la “voluntad del pueblo” y no
la de las clases, pero en realidad, constituye en manos del capital reinante,
un instrumento de coerción y opresión; <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">2. El parlamentarismo es una forma determinada
del Estado. Por eso no es inconveniente de ninguna manera para la sociedad
comunista, que no conoce ni clases, ni lucha de clases, ni poder gubernamental
de ningún tipo; <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">3. El parlamentarismo tampoco puede ser la forma
de gobierno “proletario” en el período de transición de la dictadura de la
burguesía a la dictadura del proletariado. En el momento más grave de la lucha
de clases, cuando ésta se transforma en guerra civil, el proletariado debe
construir inevitablemente su propia organización gubernamental, considerada
como una organización </span><i><span style="font-family: "garamond-italic" , "serif"; font-size: 12.0pt;">de combate </span></i><span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">en la cual los representantes de las antiguas clases dominantes no
serán admitidos. Toda ficción de </span><i><span style="font-family: "garamond-italic" , "serif"; font-size: 12.0pt;">voluntad
popular </span></i><span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">en el transcurso de este estadio es perjudicial
para el proletariado. Este no tiene ninguna necesidad de la separación
parlamentaria de los poderes que inevitablemente le sería nefasta. La república
de los soviets es la forma de la dictadura del proletariado;<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">4. Los parlamentos burgueses, que constituyen
uno de los principales aparatos de la maquinaria gubernamental de la burguesía,
no pueden ser conquistados por el proletariado en mayor medida que el estado
burgués en general. La tarea del proletariado consiste en romper la maquinaria
gubernamental de la burguesía, en destruirla, incluidas las instituciones
parlamentarias, ya sea las de las repúblicas o las de las monarquías constitucionales;<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">5. Lo mismo ocurre con las instituciones
municipales o comunales de la burguesía, a las que es teóricamente falso oponer
a los organismos gubernamentales. En realidad también forman parte del
mecanismo gubernamental de la burguesía. Deben ser destruidas por el
proletariado revolucionario y remplazadas por los soviets de diputados obreros;<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">6. El comunismo se niega a considerar al parlamentarismo
como una de las formas de la sociedad futura; se niega a considerarla como la
forma de la dictadura de clase del proletariado, rechaza la posibilidad de una
conquista permanente de los parlamentos, se da como objetivo la </span><i><span style="font-family: "garamond-italic" , "serif"; font-size: 12.0pt;">abolición </span></i><span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">del parlamentarismo. </span><i><span style="font-family: "garamond-italic" , "serif"; font-size: 12.0pt;">Por ello, sólo debe utilizarse a las instituciones gubernamentales
burguesas a los fines de su destrucción. </span></i><span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">En ese
sentido, y únicamente en ese sentido, debe ser planteada la cuestión;<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">II<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">7. Toda lucha de clases es una lucha política
pues es, al fin de cuentas, una lucha por el poder. Toda huelga, cuando se
extiende al conjunto del país, se convierte en una amenaza para el Estado
burgués y adquiere, por ello mismo, un carácter político. Esforzarse por
liquidar a la burguesía y </span><i><span style="font-family: "garamond-italic" , "serif"; font-size: 12.0pt;">destruir </span></i><span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">el Estado burgués significa sostener una lucha política. Formar un
aparato de gobierno y de coerción </span><i><span style="font-family: "garamond-italic" , "serif"; font-size: 12.0pt;">proletario,
de clase, </span></i><span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">contra la burguesía refractaria significa,
cualquiera que sea ese aparato, conquistar el poder político;<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">8. La lucha política no se reduce, por lo tanto,
a un problema de actitud frente al parlamentarismo. Abarca toda la lucha de la
clase proletaria en la medida en que esta lucha deje de ser local y parcial y
apunte a la destrucción del régimen capitalista en general;<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">9. El método fundamental de la lucha del
proletariado contra la burguesía, es decir contra su poder gubernamental, es
ante todo el de las acciones de masas. Estas últimas están organizadas y
dirigidas por las organizaciones de masas del proletariado (sindicatos, partidos,
soviets), bajo la conducción general del partido comunista, sólidamente unido, disciplinado
y centralizado. La guerra civil es una guerra. En ella, el proletariado debe contar
con buenos cuadros políticos y un efectivo estado mayor político que dirija
todas las operaciones en el conjunto del campo de acción;<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">10. La lucha de las masas constituye todo un
sistema de acciones en vías de desarrollo, que se avivan por su forma misma y
conducen lógicamente a la insurrección contra el estado capitalista. En esta
lucha de masas, llamada a transformarse en guerra civil, el partido dirigente
del proletariado debe, por regla general, fortalecer todas sus posiciones legales,
transformarlas en puntos de apoyo secundarios de su acción revolucionaria y subordinarlas
al plan de la campaña principal, es decir a la lucha de masas;<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">11. La tribuna del parlamento burgués es uno de
esos puntos de apoyo secundarios. No es posible invocar contra la acción
parlamentaria la condición burguesa de esa institución. El partido comunista
entra en ella no para dedicarse a una acción orgánica sino para sabotear desde
adentro la maquinaria gubernamental y el parlamento. Ejemplo de ello son la
acción de Liebknecht en Alemania, la de los bolcheviques en la duma del zar, en
la “Conferencia democrática” y en el “Pre-parlamento” de Kerenski, en la
Asamblea constituyente, en las municipalidades y también la acción de los
comunistas búlgaros. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">12. Esta acción parlamentaria, que consiste
sobre todo en usar la tribuna parlamentaria con fines de agitación revolucionaria,
en denunciar las maniobras del adversario, en agrupar alrededor de ciertas
ideas a las masas que, sobre todo en los países atrasados, consideran a la
tribuna parlamentaria con grandes ilusiones democráticas, debe ser totalmente
subordinada a los objetivos y a las tareas de la lucha extraparlamentaria de las
masas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">La participación en las campañas electorales y
la propaganda revolucionaria desde la tribuna parlamentaria tienen una
significación particular para la conquista política de los medios obreros que,
al igual que las masas trabajadoras rurales, permanecieron hasta ahora al
margen del movimiento revolucionario y de la política;<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">13. Los comunistas, si obtienen mayoría en los
municipios, deben: a) formar una oposición revolucionaria en relación al poder
central de la burguesía; b) esforzarse por todos los medios en prestar
servicios al sector más pobre de la población (medidas económicas, creación o
tentativa de <b><u>creación de una milicia
obrera armada</u></b>, etc....); c) Denunciar en toda ocasión los obstáculos
puestos por el estado burgués contra toda reforma radical; d) desarrollar sobre
esta base una propaganda revolucionaria enérgica, sin temer el conflicto con el
poder burgués; e) remplazar, en ciertas circunstancias, a los municipios por soviets
de diputados obreros. Toda acción de los comunistas en los municipios debe, por
lo tanto, integrarse en la obra general por la destrucción del sistema capitalista;<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">14. La campaña electoral debe ser llevada a cabo
no en el sentido de la obtención del máximo de mandatos parlamentarios sino en
el de la movilización de las masas bajo las consignas de la revolución
proletaria. La lucha electoral no debe ser realizada solamente por los
dirigentes del partido sino que en ella debe tomar parte el conjunto de sus
miembros. Todo movimiento de masas debe ser utilizado (huelgas,
manifestaciones, efervescencia en el ejército y en la flota, etc....). Se
establecerá un contacto estrecho con ese movimiento y la actividad de las
organizaciones proletarias de masas será incesantemente estimulada; <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">15. Si son observadas esas condiciones y las
indicadas en una instrucción especial, la acción parlamentaria será totalmente
distinta de la repugnante y menuda política de los partidos socialistas de
todos los países, cuyos diputados van al parlamento para apoyar a esa institución
“democrática” y, en el mejor de los casos, para “conquistarla”. El partido comunista
sólo puede admitir la utilización exclusivamente </span><i><span style="font-family: "garamond-italic" , "serif"; font-size: 12.0pt;">revolucionaria </span></i><span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">del parlamentarismo,
a la manera de Karl Liebknecht, de Hoeglund y de los bolcheviques.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">EN EL PARLAMENTO.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">III<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">16. El “antiparlamentarismo” de principio,
concebido como el rechazo absoluto y categórico a participar en las elecciones
y en la acción parlamentaria revolucionaria, es una doctrina infantil e ingenua
que no resiste a la crítica, resultado muchas veces de una sana aversión hacia
los políticos parlamentarios pero que no percibe, por otra parte, la posibilidad
del parlamentarismo revolucionario. Además, esta opinión se basa en una noción
totalmente errónea del papel del partido, considerado no como la vanguardia
obrera centralizada y organizada para el combate sino como un sistema
descentralizado de grupos mal unidos entre sí;<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">17. Por otra parte, la necesidad de una
participación efectiva en elecciones y en asambleas parlamentarias de ningún
modo deriva del reconocimiento en principio de la acción revolucionaria en el
parlamento, sino que todo depende de una serie de condiciones específicas. La
salida de los comunistas del parlamento puede tornarse necesaria en un momento
dado. Eso ocurrió cuando los bolcheviques se retiraron del preparlamento de Kerenski
con el objeto de boicotearlo, de tornarlo impotente y de oponerlo más
claramente al soviet de Petrogrado en vísperas de dirigir la insurrección. También
ese fue el caso cuando los bolcheviques abandonaron la Asamblea Constituyente,
desplazando el centro de gravedad de los acontecimientos políticos al III
Congreso de los Soviets. En otras circunstancias, puede ser necesario el boicot
a las elecciones o el aniquilamiento inmediato, por la fuerza, del estado
burgués y de la camarilla burguesa, o también la participación en elecciones
simultáneamente con el boicot al parlamento, etc....)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">18. Reconociendo de este modo, por regla
general, la necesidad de participar en las elecciones parlamentarias y
municipales y de trabajar en los parlamentos y en las municipalidades, el
partido comunista debe resolver el problema según el caso concreto, inspirándose
en las particularidades específicas de la situación. El boicot de las
elecciones o del parlamento, así como el alejamiento del parlamento, son sobre
todo admisibles en presencia de condiciones que permitan el pasaje inmediato a
la lucha armada por la conquista del poder;<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">19. Es indispensable considerar siempre el
carácter relativamente secundario de este problema. Al estar el centro de
gravedad en la lucha </span><i><span style="font-family: "garamond-italic" , "serif"; font-size: 12.0pt;">extraparlamentaria </span></i><span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">por el poder político, es evidente que el problema general de la
dictadura del proletariado y de la lucha </span><i><span style="font-family: "garamond-italic" , "serif"; font-size: 12.0pt;">de
las masas </span></i><span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">por esa dictadura no puede compararse con el
problema particular de la utilización del parlamentarismo;<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">20. Por eso la Internacional comunista afirma de
la manera más categórica que considera como una falta grave para con el
movimiento obrero toda escisión o tentativa de escisión provocada en el seno
del partido comunista únicamente a raíz de </span><i><span style="font-family: "garamond-italic" , "serif"; font-size: 12.0pt;">esta
</span></i><span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">cuestión. El congreso invita a todos los
partidarios de la lucha de masas por la dictadura del proletariado, bajo la
dirección de un partido que centralice a todas las organizaciones de la clase
obrera, a realizar la unidad total de los elementos comunistas, pese a las
posibles divergencias de opiniones con respecto a la utilización de los
parlamentos burgueses.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">III. LA TÁCTICA REVOLUCIONARIA<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">Se impone la adopción de las siguientes medidas
con el fin de garantizar la efectiva aplicación de una táctica revolucionaria
en el parlamento:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">1º El partido comunista en su conjunto y su
comité central deben estar seguros, </span><i><span style="font-family: "garamond-italic" , "serif"; font-size: 12.0pt;">desde
el período preparatorio </span></i><span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">anterior a las elecciones, de
la sinceridad y el valor comunistas de los miembros del grupo parlamentario
comunista. Tiene el derecho indiscutible de rechazar a todo candidato designado
por una organización, si no tiene el convencimiento de que ese candidato hará
una política verdaderamente comunista.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">Los partidos comunistas deben renunciar al viejo
hábito social-demócrata de hacer elegir exclusivamente a parlamentarios
“experimentados” y sobre todo a abogados. En general, los candidatos serán
elegidos entre los </span><i><span style="font-family: "garamond-italic" , "serif"; font-size: 12.0pt;">obreros. </span></i><span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">No debe temerse la designación de simples miembros del partido sin
gran experiencia parlamentaria. Los partidos comunistas deben rechazar con
desprecio despiadado a los arribistas que se acercan a ellos con el único
objeto de entrar en el parlamento. Los comités centrales sólo deben aprobar las
candidaturas de hombres que durante largos años hayan dado pruebas
indiscutibles de su abnegación por la clase obrera;<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">2º Una vez finalizadas las elecciones, le
corresponde exclusivamente al comité central del partido comunista la organización
del grupo parlamentario, esté o no en ese momento el partido en la legalidad.
La elección del presidente y de los miembros del secretariado del grupo
parlamentario debe ser aprobada por el comité central. El comité central del
partido contará en el grupo parlamentario con «un representante permanente que
goce del derecho de veto. En todos los problemas políticos importantes, el
grupo parlamentario está obligado a solicitar las directivas previas del comité
central. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">El comité central tiene el derecho y el deber de
designar o de rechazar a los oradores del grupo que deben intervenir en la
discusión de problemas importantes y exigir que las tesis o el texto completo
de sus discursos, etc...., sean sometidos a su aprobación. Todo candidato
inscripto en la lista comunista firmará un compromiso oficial de resignar su mandato
ante la primera orden del comité central, a fin de que el partido tenga la posibilidad
de remplazarlo;<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">3º En los países donde algunos reformistas o
semi reformistas, es decir simplemente arrivistas, hayan logrado introducirse
en el grupo parlamentario comunista (eso ya ocurrió en varios países), los
comités centrales de los partidos comunistas deberán proceder a una depuración
radical de esos grupos, inspirándose en el principio de que un grupo parlamentario
poco numeroso pero realmente comunista sirve mucho mejor a los intereses de la
clase obrera que un grupo numeroso pero carente de una firme política
comunista;<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">4º Todo diputado comunista está obligado, por
una decisión del Comité central, a unir el trabajo </span><i><span style="font-family: "garamond-italic" , "serif"; font-size: 12.0pt;">ilegal </span></i><span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">con el trabajo legal. En los
países donde los diputados comunistas todavía se benefician, en virtud de las
leyes burguesas, con una cierta inmunidad parlamentaria, esta inmunidad deberá
servir a la organización y a la propaganda ilegal del partido;<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">5º Los diputados comunistas están obligados a
subordinar toda su actividad parlamentaria a la acción extraparlamentaria del
partido. La presentación regular de proyectos de ley puramente demostrativos
concebidos no en vistas de su adopción por la mayoría burguesa sino para la
propaganda, la agitación y la organización, deberá hacerse bajo las
indicaciones del partido y de su comité central;<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">6º El diputado comunista está obligado a
colocarse a la cabeza de las masas proletarias, en primera fila, bien a la
vista, en las manifestaciones y las acciones revolucionarias;<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">7º Los diputados comunistas están obligados a
entablar por todos los medios (y bajo el control del partido) relaciones
epistolares y de otro tipo con los obreros, los campesinos y los trabajadores
revolucionarios de toda clase, sin imitar en ningún caso a los diputados socialistas
que se esfuerzan por mantener con sus electores relaciones de “negocios”. </span><i><span style="font-family: "garamond-italic" , "serif"; font-size: 12.0pt;">En todo momento, estarán a
disposición de las organizaciones comunistas para el trabajo de propaganda en
el país.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "garamond" , serif; font-size: 12pt;">8º Todo diputado comunista al
parlamento está obligado a recordar que no es un “legislador” que busca un
lenguaje común con otros legisladores, sino un agitador del partido enviado a
actuar junto al enemigo para aplicar las decisiones del partido. El diputado
comunista es responsable no ante la masa anónima de los electores sino ante el partido
comunista ya sea o no ilegal;</span><span style="color: white; font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "garamond" , serif; font-size: 12pt;">9º Los diputados comunistas deben
utilizar en el parlamento un lenguaje inteligible al obrero, al campesino, a la
lavandera, al pastor, de manera que el partido pueda editar sus discursos en
forma de folletos y distribuirlos en los rincones más alejados del país; <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "garamond" , serif; font-size: 12pt;">10º Los obreros comunistas deben
abordar, aun cuando se trate de sus comienzos parlamentarios, la tribuna de los
parlamentos burgueses sin temor y no ceder el lugar a oradores más
“experimentados”. En caso de necesidad, los diputados obreros leerán simplemente
sus discursos, destinados a ser reproducidos en la prensa y en panfletos;<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "garamond" , serif; font-size: 12pt;">11º Los diputados comunistas están
obligados a utilizar la tribuna parlamentaria para desenmascarar no solamente a
la burguesía y sus lacayos oficiales, sino también a los socialpatriotas, a los
reformistas, a los políticos centristas y, de manera general, a los adversarios
del comunismo, y también para propagar ampliamente las ideas de la III
Internacional;<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "garamond" , serif; font-size: 12pt;">12º Los diputados comunistas, así se
trate de uno o dos, están obligados a desafiar en todas sus actitudes al
capitalismo y no olvidar nunca que sólo es digno del nombre de comunista quien
se revela no verbalmente sino mediante actos como el enemigo de la sociedad
burguesa y de sus servidores social-patriotas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
LRhttp://www.blogger.com/profile/10903104379487600553noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-821994594593420177.post-52302516209976288482016-03-22T17:24:00.000-02:002016-03-22T17:24:55.458-02:00La Internacional Comunista y la lucha armada (IV)<div style="text-align: justify;">
El texto que se envía contiene un análisis sintético del problema agrario y del papel que debe jugar el partido revolucionario en la lucha de clases en el campo como organizador y, en particular, como organizador del armamento del proletariado rural para enfrentar a la reacción de los campesinos ricos, de los terratenientes y de los grandes capitalistas agrarios. Además de ello contiene un análisis muy útil de las clases sociales rurales.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhMKfwqM9soyCDzU8jkFsvP62GkovJB4-Q6Wi6IlAzlQ-wki2QGbIYRpP88yzrmkpBe3L7Okdx5jlBiIW_roM2GOV8XTWTaPaAl2CQhLxSyNwRrzLwgU0aWpswnuE_BMR96cZDeTqOUVrut/s1600/recuperacic3b3n-tierra-cobalc3b3-cauca-jorge-silva.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="208" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhMKfwqM9soyCDzU8jkFsvP62GkovJB4-Q6Wi6IlAzlQ-wki2QGbIYRpP88yzrmkpBe3L7Okdx5jlBiIW_roM2GOV8XTWTaPaAl2CQhLxSyNwRrzLwgU0aWpswnuE_BMR96cZDeTqOUVrut/s320/recuperacic3b3n-tierra-cobalc3b3-cauca-jorge-silva.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm;">
<b><span style="font-family: "Garamond-Bold","serif"; font-size: 14.0pt; mso-bidi-font-family: Garamond-Bold;">TESIS SOBRE EL PROBLEMA AGRARIO<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: left;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Garamond, serif; font-size: 12pt;">1. Sólo el proletariado urbano e
industrial, dirigido por el Partido Comunista, puede librar a las masas
trabajadoras rurales del yugo del capital y de la gran propiedad agraria de los
terratenientes, de la ruina económica y de las guerras imperialistas,
inevitables mientras se mantenga el régimen capitalista. Las masas trabajadoras
del campo no tienen otra salvación que su alianza con el proletariado comunista
y apoyar abnegadamente su lucha revolucionaria para derribar el yugo de los
terratenientes (grandes propietarios agrarios) y de la burguesía.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Garamond, serif; font-size: 12pt;">Por otra parte, los obreros
industriales no podrán cumplir su misión histórica de liberar a la humanidad de
la opresión del capital y de las guerras, si se encierran en el marco de
intereses estrechamente corporativos, estrechamente profesionales y se limitan,
con suficiencia, a preocuparse sólo de mejorar su situación que a veces es
pasable desde el punto de vista pequeñoburgués. Esto es precisamente lo que
ocurre en muchos países avanzados donde hay una “aristocracia obrera”, la cual
constituye la base de los partidos seudosocialistas de la II Internacional,
pero que en realidad son los peores enemigos del socialismo, traidores del
socialismo, chovinistas pequeñoburgueses, agentes de la burguesía en el seno
del movimiento obrero. El proletariado actúa como clase verdaderamente
revolucionaria, auténticamente socialista, sólo cuando en sus manifestaciones y
actos procede como vanguardia de todos los trabajadores y explotados, como jefe
de los mismos en la lucha para derribar a los explotadores, cosa que no puede
ser llevada a cabo sin introducir la lucha de clase en el campo, sin agrupar a
las masas de trabajadores rurales en torno al Partido Comunista del
proletariado urbano, sin que éste eduque a aquéllas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Garamond, serif; font-size: 12pt;">2. Las masas trabajadoras y
explotadas del campo a las que el proletariado urbano debe conducir a la lucha
o, cuando menos, ganar para su causa, están representadas en todos los países
capitalistas por las clases siguientes: En primer lugar, por el <b><u>proletariado agrícola</u></b>, los
obreros asalariados (contratados por año, por temporada, por jornada), que
ganan su sustento trabajando a jornal en empresas capitalistas agrícolas. La
tarea </span><i><span style="font-family: Garamond-Italic, serif; font-size: 12pt;">fundamental </span></i><span style="font-family: Garamond, serif; font-size: 12pt;">de los partidos comunistas de todos los países consiste
en organizar esta clase independiente y distinta de los demás grupos de la población
rural (en el terreno político, militar, sindical, coperativo, cultural, etc.),
desplegar entre ella una intensa propaganda y agitación, atraerla al lado del
poder soviético y de la dictadura del proletariado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Garamond, serif; font-size: 12pt;">En segundo lugar, por los <b><u>semiproletarios o campesinos parcelarios</u></b>,
es decir, los que ganan su sustento, en parte mediante el trabajo asalariado en
empresas capitalistas agrícolas e industriales y, en parte, trabajando en la
parcela propia o tomada en arriendo, lo que les suministra sólo cierta parte de
los productos necesarios para la subsistencia de sus familias. Este grupo de la
población trabajadora del campo es muy numeroso en todos los países capitalistas;
los representantes de la burguesía y los “socialistas” amarillos de la II Internacional
disimulan su existencia y su situación especial, ora engañando conscientemente
a los obreros, ora creyendo ciegamente en la rutina de las concepciones pequeño-burguesas
y confundiendo a estos trabajadores con la masa común de los ‘campesinos” en
general. Semejante procedimiento de embaucar a la manera burguesa a los obreros
se advierte, sobre todo, en Alemania y en Francia, luego en los EE.UU., así
como en otros países. Cuando los partidos comunistas organicen debidamente su
labor, este grupo será su partidario seguro, porque la situación de estos
semiproletarios es sumamente penosa y porque bajo el poder soviético y la
dictadura del proletariado sus ventajas serán enormes e inmediatas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Garamond, serif; font-size: 12pt;">En tercer lugar, por los <b><u>pequeños campesinos</u></b>, es decir,
los pequeños labradores que poseen, ya sea como propiedad o tomada en arriendo,
una parcela de tierra tan reducida, que cubriendo las necesidades de sus
familias y de su hacienda, no precisan contratar jornaleros. Esta categoría,
como tal, sale ganando de un modo absoluto con el triunfo del proletariado, el
cual le garantiza en el acto y por completo: a) la supresión de los arriendos o
la exención de la entrega de una parte de la cosecha (por ejemplo los </span><i><span style="font-family: Garamond-Italic, serif; font-size: 12pt;">métayers </span></i><span style="font-family: Garamond, serif; font-size: 12pt;">[aparceros]
en Francia, lo mismo en Italia, etc.) a los grandes propietarios agrarios; b)
la supresión de las hipotecas; c) la supresión de las múltiples formas de
opresión y dependencia de los grandes propietarios agrarios (disfrute de los
bosques, etc.); d) la ayuda inmediata a sus haciendas por parte del poder
estatal proletario (la posibilidad de emplear los aperos de labranza y parte de
las instalaciones en las grandes haciendas capitalistas expropiadas por el proletariado;
la trasformación inmediata por el poder estatal proletario de las cooperativas
y asociaciones agrícolas —que ante todo servían bajo el capitalismo a los
campesinos ricos y medios— en organizaciones destinadas a ayudar, en primer
término, a los campesinos pobres, es decir, a los proletarios, semiproletarios
y pequeños campesinos, etc.), y otras muchas ventajas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Garamond, serif; font-size: 12pt;">A la par con esto, los partidos
comunistas deben tener bien presente que en el período de transición del
capitalismo al comunismo, o sea durante la dictadura del proletariado, en este
sector son inevitables las vacilaciones, por lo menos en cierta medida, </span><span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Garamond;">en favor de -una libertad de comercio ilimitada y del libre ejercicio
de derechos de propiedad privada, pues este sector, siendo ya (si bien en
pequeña parte) vendedor de artículos de consumo, está corrompido por la
especulación y por los hábitos de propietario. Sin embargo, si el proletariado
victorioso sigue una política firme, si ajusta resueltamente las cuentas a los
grandes propietarios de la tierra y a los campesinos ricos, las vacilaciones de
este sector no pueden ser considerables y no podrán cambiar el hecho de que, en
general y en su conjunto, se encontrará al lado de la revolución proletaria. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Garamond;">3. Los tres grupos señalados, en su conjunto,
constituyen en todos los países capitalistas la mayoría de la población rural.
Por eso, está completamente asegurado el éxito de la revolución proletaria, no
sólo en la ciudad, sino también en el campo. Está muy extendida la opinión
contraria, pero ésta se mantiene únicamente, primero, porque la ciencia y la
estadística burguesas emplean sistemáticamente el engaño, disimulando por todos
los medios el profundo abismo que media entre las clases rurales indicadas y
los explotadores, los terratenientes y capitalistas, así como entre los
semiproletarios y los pequeños campesinos, por un lado, y los campesinos ricos,
por otro; en segundo lugar, se mantiene debido a la incapacidad y a la falta de
deseo de los héroes de la II Internacional amarilla y de la “aristocracia
obrera” de los países avanzados, corrompida por las prebendas imperialistas, de
desarrollar una verdadera labor proletaria revolucionaria de propaganda, agitación
y organización entre los campesinos pobres; los oportunistas dirigían y dirigen
toda su atención a la tarea de inventar formas de conciliación teórica y
práctica con la burguesía, incluyendo al campesino rico y medio (de éstos
hablaremos más adelante), y no a la del derrocamiento revolucionario del
gobierno burgués y de la burguesía por el proletariado; en tercer lugar, se
mantiene debido a la incomprensión obstinada, que ya tiene el arraigo de un
prejuicio (vinculado a todos los prejuicios democrático-burgueses y parlamentarios),
de esta verdad, perfectamente demostrada por el marxismo en el terreno teórico
y completamente confirmada por la experiencia de la revolución proletaria en
Rusia, a saber: que la población rural de las tres categorías arriba señaladas,
embrutecida hasta el extremo, desperdigada, oprimida, condenada en todos los
países, incluso en los más avanzados, a vegetar en condiciones de vida
semibárbara, interesada desde el punto de vista económico, social y cultural en
el triunfo del socialismo, es capaz de apoyar enérgicamente al proletariado
revolucionario únicamente </span><i><span style="font-family: "Garamond-Italic","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Garamond-Italic;">después </span></i><span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Garamond;">de que éste conquiste el poder político, sólo </span><i><span style="font-family: "Garamond-Italic","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Garamond-Italic;">después </span></i><span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Garamond;">de que ajuste terminantemente
las cuentas a los grandes terratenientes y a los capitalistas, sólo </span><i><span style="font-family: "Garamond-Italic","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Garamond-Italic;">después </span></i><span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Garamond;">de que estos hombres
oprimidos vean </span><i><span style="font-family: "Garamond-Italic","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Garamond-Italic;">en la práctica </span></i><span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Garamond;">que tienen un jefe y un defensor organizado, lo bastante poderoso y
firme para ayudar y dirigir, para señalar el camino acertado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Garamond;">4. Por “<b><u>campesinos
medios</u></b>”, en el sentido económico de la palabra, debe entenderse a los
pequeños agricultores que poseen, ya sea a título de propiedad o en arriendo,
también pequeñas parcelas de tierra, si bien tales que, en primer lugar,
proporcionan bajo el capitalismo, por regla general, no sólo el rendimiento
necesario para sostener pobremente a su familia y su hacienda, sino también la
posibilidad de obtener cierto excedente, que puede, por lo menos en los años
mejores, convertirse en capital; tales que, en segundo lugar, permiten
recurrir, en muchos casos (por ejemplo: en una hacienda de cada dos o tres), al
empleó de mano de obra asalariada. Un ejemplo concreto de campesinado medio en
un país capitalista avanzado lo ofrece en Alemania, según el censo de 1907, el
grupo de explotaciones con 5 a 10 hectáreas, una tercera parte de las cuales
emplean obreros asalariados. </span><span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 7.0pt; mso-bidi-font-family: Garamond;">24 </span><span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Garamond;">En Francia, país donde están más desarrollados los cultivos
especiales, por ejemplo, la vitivinicultura, que requieren mayor empleo de mano
de obra, el grupo correspondiente emplea, probablemente, en mayores
proporciones aun el trabajo asalariado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Garamond;">El proletariado revolucionario no puede acometer
—por lo menos, en un porvenir inmediato y en los primeros tiempos del período
de la dictadura del proletariado— la empresa de atraerse a esta capa. Tiene que
limitarse a la tarea de neutralizarla, es decir, de hacer que sea neutral en la
lucha entre el proletariado y la burguesía. Las vacilaciones de este sector
entre las dos fuerzas son inevitables, y al comienzo de la nueva época su tendencia
predominante, en los países capitalistas desarrollados, será favorable a la burguesía.
Porque aquí prevalecen la mentalidad y el espíritu de propietarios; el interés
por la especulación, por la “libertad” de comercio y de propiedad es inmediato;
el antagonismo con los obreros asalariados es directo. El proletariado
triunfante mejoraría inmediatamente la situación de este sector, suprimiendo
los arriendos y las hipotecas. En la mayoría de los Estados capitalistas el
poder proletario no debe en manera alguna suprimir inmediata y completamente la
propiedad privada; en todo caso, no sólo garantiza a los campesinos, pequeños y
medios, la conservación de sus parcelas de tierra, sino que las aumenta hasta
las proporciones de la superficie que ellos arriendan comúnmente (supresión de
los arrendamientos).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Garamond;">Las medidas de este género, junto con la lucha
implacable contra la burguesía, garantizan por completo el éxito de la política
de neutralización. El paso a la agricultura colectiva debe ser llevado a cabo
por el poder estatal proletario únicamente con las mayores precauciones y de un
modo gradual, sirviéndose del ejemplo, sin ejercer coacción alguna sobre los
campesinos medios. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Garamond;">5. Los <b><u>campesinos
ricos</u></b> </span><i><span style="font-family: "Garamond-Italic","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Garamond-Italic;">(Grossbauern) </span></i><span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Garamond;">son los patronos capitalistas en la agricultura, que explotan su
hacienda, como norma, relacionados con el “campesinado” por su nivel cultural
poco elevado, por su modo de vivir, por su trabajo personal manual en su hacienda.
Los campesinos ricos constituyen el sector más numeroso entre las capas burguesas,
enemigas directas y decididas del proletariado revolucionario. En su labor en
el campo, los partidos comunistas deben prestar la atención principal a la
lucha contra este sector, a liberar a la mayoría de la población rural
trabajadora y explotada de la influencia ideológica y política de estos
explotadores, etc. Después del triunfo del proletariado en la ciudad será
completamente inevitable que surjan toda clase de manifestaciones de
resistencia, de sabotaje y acciones armadas directas de carácter
contrarrevolucionario por parte de este sector. Por esta razón <b><u>el proletariado revolucionario debe
iniciar inmediatamente la preparación ideológica y orgánica de las fuerzas
necesarias para el desarme total de este sector, y, simultáneamente con el derrocamiento
de los capitalistas en la industria, descargarle, en la primera manifestación
de resistencia, el golpe más decisivo, implacable, aniquilador, armando para
tal objeto al proletariado rural</u></b> y organizando en el campo soviets, en
los cuales no se debe permitir que figuren los explotadores y debe asegurarse
el predominio de los proletarios y semiproletarios.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Garamond;">Sin embargo, la expropiación incluso de los
campesinos ricos no debe ser en manera alguna la tarea inmediata del
proletariado victorioso, pues no existen aún condiciones materiales, en
particular técnicas, como tampoco sociales, para colectivizar estas haciendas. En
ciertos casos, probablemente excepcionales, se les confiscarán los lotes que
dan en arriendo o que son imprescindibles para los campesinos pobres de la
vecindad; a éstos también habrá que garantizarles el usufructo gratuito, bajo
determinadas condiciones, de una parte de la maquinaria agrícola de los
campesinos ricos, etc. Pero, como regla general, el poder estatal proletario
debe dejar sus tierras a campesinos ricos, confiscándolas sólo si oponen
resistencia al poder de los trabajadores y explotados. La experiencia de la revolución
proletaria de Rusia, donde la lucha contra los campesinos ricos se complicó y prolongó
debido a una serie de condiciones especiales, demostró, a pesar de todo, que
este sector, después de recibir una buena lección al menor intento de
resistencia, es capaz de cumplir lealmente las tareas que le asigna el Estado
proletario e incluso, si bien con extraordinaria lentitud, comienza a
penetrarse de respeto hacia el poder que defiende a todo trabajador y que se
muestra implacable frente a los ricos parasitarios. Las condiciones especiales
que complicaron y frenaron la lucha del proletariado, triunfante sobre la
burguesía contra los campesinos ricos de Rusia se reducen principalmente a que
la revolución rusa, después de la insurrección del 25 de octubre (7 de noviembre)
de 1917, pasó por una fase de lucha “democrático general”, es decir, en su base,
democrático-burguesa, de todo el campesinado en su conjunto contra los terratenientes;
luego, a la debilidad cultural y numérica del proletariado urbano; por último, a
las enormes extensiones del país y al pésimo estado de sus vías de
comunicación. Por cuanto en los países adelantados no existe este freno, el
proletariado revolucionario de Europa y de Norteamérica debe preparar más
enérgicamente y terminar con mayor rapidez, decisión y éxito, el triunfo
completo sobre la resistencia de los campesinos ricos, arrebatarles la menor
posibilidad de resistencia. Esta es una necesidad imperiosa, ya que antes de obtener
este triunfo completo, definitivo, las masas de proletarios y semiproletarios
rurales y de pequeños campesinos no estarán en condiciones de reconocer como
completamente afianzado el poder estatal proletario.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Garamond;">6. El proletariado revolucionario debe proceder
a la confiscación inmediata y absoluta de todas las tierras de los <b><u>terratenientes y grandes latifundistas</u></b>,
es decir, de quienes en los países capitalistas explotan de un modo
sistemático, ya directamente o por medio de sus arrendatarios, a los obreros
asalariados y a los pequeños campesinos (a veces incluso a los campesinos
medios) de los alrededores, sin tomar ellos parte alguna en el trabajo manual,
y pertenecen en su mayor parte a familias descendientes de los señores feudales
(nobleza en Rusia, Alemania, Hungría; señores restaurados en Francia; lores en
Inglaterra; antiguos esclavistas en Norteamérica), o los magnates financieros
particularmente enriquecidos, o bien a una mezcla de estas dos categorías de
explotadores y parásitos. Los partidos comunistas no deben admitir en modo
alguno la propaganda o la aplicación de una indemnización en favor de los
grandes terratenientes por las tierras expropiadas, porque en las condiciones
actuales de Europa y de Norteamérica esto significaría una traición al
socialismo y una carga de nuevos tributos sobre las masas trabajadoras y
explotadas, que son las que más sufrieron con una guerra que multiplicó el número
de millonarios y aumentó sus riquezas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Garamond;">En cuanto al modo de explotación de las tierras
confiscadas por el proletariado triunfante a los grandes terratenientes, Rusia,
debido a su atraso económico, ha llevado a cabo con preferencia el reparto de
estas tierras entre los campesinos; sólo en casos relativamente raros, el
Estado proletario mantuvo las llamadas “haciendas soviéticas”, dirigiéndolas
por su cuenta y trasformando a los antiguos jornaleros en obreros del Estado y
en miembros de los soviets que administran el Estado. En los países
capitalistas avanzados, la Internacional Comunista reconoce justo el mantener </span><i><span style="font-family: "Garamond-Italic","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Garamond-Italic;">preferentemente </span></i><span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Garamond;">las grandes empresas
agropecuarias y la explotación de las mismas según el tipo de los “haciendas soviéticas”
de Rusia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Garamond;">Sería, sin embargo, un gravísimo error exagerar
o generalizar esta norma y no admitir nunca la entrega gratuita de una </span><i><span style="font-family: "Garamond-Italic","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Garamond-Italic;">parte </span></i><span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Garamond;">de la tierra de los
expropiadores expropiados a los pequeños campesinos y a veces hasta a los
campesinos medios de la región. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Garamond;">En primer lugar, la objeción habitual
consistente en aducir que las grandes explotaciones agrícolas son técnicamente
superiores, se reduce con frecuencia a sustituir una verdad teórica
indiscutible por el oportunismo de la peor especie y por la traición a la revolución.
Para asegurar el éxito de esta revolución, el proletariado no tiene derecho a detenerse
ante la disminución momentánea de la producción, así como no se detuvieron los burgueses
enemigos del esclavismo en Estados Unidos ante la reducción temporal de la producción
de algodón a consecuencia de la guerra civil de 1863-1865. Para los burgueses la
producción es un fin en sí, pero a los trabajadores y explotados les importa
más que nada derrocar a los explotadores y asegurar las condiciones que les
permitan trabajar para sí mismos y no para el capitalista. La tarea primordial
y fundamental del proletariado consiste en garantizar y afianzar su triunfo. Y
no puede haber afianzamiento del poder proletario sin neutralizar a los
campesinos medios y sin asegurarse el apoyo de una parte bastante considerable
de los pequeños campesinos, si no de su totalidad. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Garamond;">En segundo lugar, no sólo el aumento, sino aun
el mantenimiento de la gran producción agrícola supone la existencia de un
proletariado rural completamente desarrollado, con conciencia revolucionaria,
que haya pasado por una buena escuela de organización profesional y política.
Donde falta esta condición o donde no existe la posibilidad de confiar con
provecho esta misión a obreros industriales conscientes y competentes, las
tentativas de un paso prematuro a la dirección de las grandes explotaciones por
el Estado no pueden sino comprometer el poder proletario, y se requiere sumo
cuidado y la más sólida preparación en la creación de “haciendas soviéticas”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Garamond;">En tercer lugar, en todos los países
capitalistas, aun en los más avanzados, subsisten todavía restos de explotación
medieval, semifeudal, de los pequeños campesinos por los grandes
terratenientes, como, por ejemplo, los </span><i><span style="font-family: "Garamond-Italic","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Garamond-Italic;">Instleute
</span></i><span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Garamond;">en Alemania, los </span><i><span style="font-family: "Garamond-Italic","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Garamond-Italic;">métayers </span></i><span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Garamond;">en Francia, los aparceros
arrendatarios en Estados Unidos (no sólo los negros, los cuales son explotados
en la mayoría de los casos en los Estados del Sur precisamente de este modo, sino
a veces hasta los blancos). En casos como estos, el Estado proletario tiene el
deber de entregar las tierras en usufructo gratuito a los pequeños campesinos
que las arrendaban, porque no existe otra base económica y técnica, ni hay
posibilidad de crearla de golpe. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Garamond;">El material de las grandes explotaciones debe
ser obligatoriamente confiscado y convertido en patrimonio del Estado, con la
condición expresa de que, </span><i><span style="font-family: "Garamond-Italic","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Garamond-Italic;">después </span></i><span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Garamond;">de que las grandes haciendas del Estado hayan sido provistas del
material necesario, los pequeños campesinos de los alrededores podrán
utilizarlos en forma gratuita y en las condiciones que fije el Estado
proletario. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Garamond;">Si en los primeros momentos, después de llevarse
a cabo la revolución proletaria, resulta imperioso, no sólo expropiar sin
dilación a los grandes terratenientes, sino aun desterrarlos o internarlos,
como dirigentes de la contrarrevolución y como opresores despiadados de toda la
población rural, a medida que se afiance el poder proletario, no sólo en la
ciudad, sino también en el campo, es preciso realizar de modo sistemático todos
los esfuerzos para que las fuerzas con que cuenta esta clase, poseedoras de una
gran experiencia, de conocimientos y de capacidad de organización, sean
aprovechadas (bajo un control especial de obreros comunistas segurísimos) en la
creación de la gran agricultura socialista.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Garamond;">7. La victoria del socialismo sobre el
capitalismo y el afianzamiento del primero no podrán ser considerados como
seguros sino cuando el poder estatal proletario, una vez aplastada
definitivamente toda resistencia de los explotadores, garantizada la absoluta estabilidad
y la subordinación completa a su régimen, reorganice toda la industria sobre la
base de la gran producción colectiva y de la técnica más moderna (basada en la electrificación
de toda la economía). Esto es lo único que permitirá a la ciudad prestar a la aldea
atrasada y dispersa una ayuda técnica y social decisiva, con miras a crear la
base material para elevar en vasta escala la productividad del cultivo de la
tierra y de la actividad agrícola en general, estimulando así con el ejemplo a
los pequeños labradores a pasar, en su propio beneficio, a la gran agricultura
colectiva y mecanizada. Esta verdad teórica incontestable, que todos los
socialistas reconocen nominalmente, en la práctica es deformada por el
oportunismo, que predomina tanto en la II Internacional amarilla como entre los
líderes de los “independientes” alemanes e ingleses, lo mismo que entre los longuetistas
franceses, etc. Su procedimiento consiste en fijar la atención en un futuro hermoso,
de color de rosa, relativamente lejano, y en apartarla de las tareas inmediatas
que son impuestas por el paso y el acercamiento concreto y difícil a ese
futuro. En la práctica, esto se reduce a preconizar la conciliación con la
burguesía y la “paz social”, es decir, a la traición completa al proletariado,
el cual lucha hoy entre las ruinas y miserias sin<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Garamond;">precedentes, creadas en todas partes por la
guerra, en tanto que un puñado de millonarios de una arrogancia ilimitada se ha
enriquecido como nunca gracias a la guerra. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Garamond;">Justamente en el campo, la posibilidad efectiva
de una lucha victoriosa por el socialismo reclama: primero, que todos los
partidos comunistas eduquen en el proletariado industrial la conciencia de que
son indispensables sacrificios en aras del derrocamiento de la burguesía y de
la consolidación del poder proletario, pues la dictadura del proletariado significa
tanto la capacidad de éste para organizar y conducir a todas las masas
trabajadoras y explotadas, como la capacidad de la vanguardia de hacer los
mayores sacrificios y demostrar el mayor heroísmo para conseguir este objetivo;
en segundo lugar, para lograr el éxito, se requiere que la masa trabajadora y
más explotada del campo obtenga del triunfo de los obreros, inmediatas y
sensibles mejoras en su situación a expensas de los explotadores, pues sin ello
el proletariado industrial no tiene asegurado el apoyo del campo y, de modo particular,
no podrá asegurar el abastecimiento de las ciudades. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Garamond;">8. La enorme dificultad de organizar y educar
para la lucha revolucionaria a las masas trabajadores del campo, colocadas por
el capitalismo en condiciones de particular postración, de dispersión y, a
menudo, de dependencia semimedieval, impone a los partidos comunistas el deber
de prestar una atención especial a la lucha huelguística en el campo, al apoyo
intenso y al desarrollo múltiple de las huelgas de masas entre los proletarios
y semiproletarios agrícolas. La experiencia de las revoluciones rusas de 1905 y
1917, confirmada y ampliada ahora por la experiencia de Alemania de otros
países avanzados, demuestra que sólo el desarrollo de la lucha huelguística de
masas (a la cual, en ciertas condiciones, pueden y deben ser incorporados
también los pequeños campesinos) es capaz de sacar al campo de su letargo,
despertar entre las masas explotadas del agro la conciencia de clase, así como
la conciencia de la necesidad de organizarse como clase, y demostrarles, en la
práctica y de un modo evidente, la importancia de su alianza con los obreros de
la ciudad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Garamond;">El Congreso de la Internacional Comunista
estigmatiza como traidores y felones a los socialistas —con los que cuenta,
desgraciadamente, no sólo la II Internacional amarilla, sino también los tres
partidos más importantes de Europa que se han retirado de ella —que no sólo son
capaces de mostrarse indiferentes ante la lucha de la misma (como lo ha hecho K.
Kautsky), alegando que entraña el peligro de una disminución de la producción
de artículos de consumo. Todo programa y toda declaración solemne carecen de
valor si en la práctica, en los hechos, no se demuestra que los comunistas y
los dirigentes obreros saben colocar por encima de todas las cosas el
desarrollo y el triunfo de la revolución proletaria y saben hacer en su nombre
los más grandes sacrificios, porque de lo contrario no hay salida ni salvación
del hambre, de la ruina económica y de nuevas guerras imperialistas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Garamond;">En particular, es preciso señalar que los
dirigentes del viejo socialismo y los representantes de la “aristocracia
obrera”, que en el presente hacen a menudo concesiones verbales al comunismo e
incluso se pasan nominalmente a su lado, con tal de conservar su prestigio
entre las masas obreras que se hacen cada vez más revolucionarias, deben probar
su lealtad a la causa del proletariado y su capacidad de ocupar cargos de
responsabilidad, precisamente en las ramas del trabajo en que el desarrollo de
la conciencia y de la lucha revolucionarias es más acentuado; en que la
resistencia de los terratenientes y de la burguesía (campesinos ricos, kulaks)
es más encarnizada; en que la diferencia entre el socialista conciliador y el
comunista revolucionario se manifiesta con mayor evidencia. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Garamond;">9. Los partidos comunistas deben empeñar todos
los esfuerzos para empezar lo más pronto posible a crear en el campo soviets de
diputados, en primer término, de los obreros asalariados y de los
semiproletarios. Únicamente a condición de estar vinculados a la lucha huelguística
de masas y a la clase más oprimida, los soviets serán capaces de cumplir su cometido
y de afianzarse lo bastante para someter a su influencia (y luego incorporar a
su seno) a los pequeños campesinos. Pero si la lucha huelguística no está
desarrollada aún y es débil la capacidad de organización del proletariado
rural, debido al peso de la opresión de los terratenientes y campesinos ricos y
a la falta de apoyo por parte de los obreros industriales y de sus sindicatos,
la creación de soviets de diputados en el campo reclama una prolongada
preparación: habrá que crear células comunistas, aunque sean pequeñas, desarrollar
una intensa agitación exponiendo las reivindicaciones del comunismo del modo más
popular posible y explicándolas con el ejemplo de las manifestaciones más
notables de explotación y de opresión, organizar visitas sistemáticas de los
obreros industriales al campo, etc.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm;">
<br /></div>
</div>
LRhttp://www.blogger.com/profile/10903104379487600553noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-821994594593420177.post-52474226882364406742016-03-21T18:26:00.003-02:002016-03-21T18:28:04.924-02:00La Internacional Comunista y la lucha armada (III)<div style="text-align: justify;">
En el siguiente texto la Internacional Comunista vuelca las tesis de cuál es el papel que debe jugar el partido comunista en la revolución proletaria.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
En este sentido, es una tesis de la Internacional Comunista que el proletariado deberá llegar a la insurrección armada contra la burguesía y su Estado para poder hacer la revolución. De ello se deduce la necesidad de conformar un partido centralizado de combate que busque organizar la insurrección y el armamento de los trabajadores.</div>
<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiyw3R2ZIUjKUG32FhwixplbeAFdMcgWP9HVyBoYH7Ui_zAHr9U5YbAQvs1UD1OFxqfhjODeJFyCul7hyphenhyphenA98i6Rt0QQxAS2F5Lx1DnPyTNa8IlhwXzxd2qQAeyJxrL9TftfKoYqjtxfFgPj/s1600/lenin_report_international_situation_second_congress_1920.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiyw3R2ZIUjKUG32FhwixplbeAFdMcgWP9HVyBoYH7Ui_zAHr9U5YbAQvs1UD1OFxqfhjODeJFyCul7hyphenhyphenA98i6Rt0QQxAS2F5Lx1DnPyTNa8IlhwXzxd2qQAeyJxrL9TftfKoYqjtxfFgPj/s1600/lenin_report_international_situation_second_congress_1920.jpg" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: center;">
<b><span style="font-family: "garamond-bold" , "serif"; font-size: 14.0pt;">RESOLUCIÓN SOBRE EL PAPEL DEL PARTIDO COMUNISTA EN LA REVOLUCIÓN
PROLETARIA<o:p></o:p></span></b></div>
<div align="left" class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">El proletariado mundial se halla en vísperas de
una lucha decisiva. La época en que vivimos es una <b><u>época de acción directa contra la burguesía</u></b>. La hora
decisiva se acerca. Pronto, en todos los países donde existe un movimiento
obrero consciente, la clase obrera tendrá que librar una serie de combates
encarnizados, con las armas en las manos. En este momento más que nunca, la
clase obrera tiene necesidad de una sólida organización. De ahora en adelante
la clase obrera debe prepararse infatigablemente para esta lucha, sin perder un
solo minuto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">Si en 1871, durante la Comuna de París, la clase
obrera hubiese tenido un Partido comunista sólidamente organizado, aunque fuese
poco numeroso, la primera insurrección del heroico proletariado francés habría
sido mucho más fuerte y habría evitado muchos errores. Las batallas que el
proletariado tendrá que librar ahora, en coyunturas históricas muy diferentes,
tendrán resultados mucho más graves que en 1871.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">El 2º Congreso mundial de la Internacional
comunista señala a los obreros revolucionarios de todo el mundo la importancia
de las siguientes consideraciones:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">1. El partido comunista es una fracción de la
clase obrera y desde luego es su fracción más avanzada, la más consciente y,
por consiguiente, la más revolucionaria. Se crea mediante la selección
espontánea de los trabajadores más conscientes, adictos y esclarecidos. El
Partido comunista no tiene intereses diferentes de los de la clase obrera. El
Partido comunista sólo difiere de la gran masa de trabajadores en lo que él
considera la misión histórica del conjunto de la clase obrera y se esfuerza en
todo momento en defender, no los intereses de algunos grupos o profesiones,
sino los de toda la clase obrera. El Partido comunista constituye la fuerza
organizadora y política, con ayuda de la cual la fracción más adelantada de la
clase obrera dirige por el buen camino a las masas del proletariado y del
semiproletariado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">2. Mientras el poder gubernamental no sea
conquistado por el proletariado y en tanto este último no haya consolidado, de
una vez por todas, su predominio y haya prevenido toda tentativa de
restauración burguesa, el Partido comunista sólo englobará en sus filas
organizadas a una minoría obrera. Hasta la toma del poder y en la época de
transición, el Partido comunista puede, gracias a circunstancias favorables,
ejercer una influencia </span><i><span style="font-family: "garamond-italic" , "serif"; font-size: 12.0pt;">ideológica </span></i><span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">y </span><i><span style="font-family: "garamond-italic" , "serif"; font-size: 12.0pt;">política </span></i><span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">incuestionable en todos los sectores proletarios y semiproletarios de
la población, pero no puede reunirlos organizadamente
en sus filas. Sólo cuando la dictadura proletaria prive a la burguesía de
medios de acción tan poderosos como la prensa, la escuela, el parlamento, la
Iglesia, la administración, etc., cuando la derrota definitiva del régimen
burgués sea evidente para todos, entonces todos los obreros, o al menos la
mayoría, comenzarán a entrar en las filas del Partido comunista.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "garamond" , serif; font-size: 12pt;">3. Las nociones de partido y de
clase deben ser distinguidas con el mayor cuidado. Los miembros de los
sindicatos “cristianos” y liberales de Alemania, de Inglaterra y de otros
países pertenecen indudablemente a la clase obrera. Los grupos obreros más o
menos considerables que todavía se ubican en las filas de Scheidemann, Gompers
y otros también pertenecen a ella. En esas condiciones históricas, es muy
posible que surjan numerosas tendencias reaccionarias en el seno de la clase
obrera. La tarea del comunismo no consiste en adaptarse a esos elementos
atrasados de la clase obrera sino en elevar a toda la clase obrera al nivel de
la vanguardia comunista. La confusión entre esas dos nociones de </span><i><span style="font-family: , serif; font-size: 12pt;">partido </span></i><span style="font-family: "garamond" , serif; font-size: 12pt;">y de </span><i><span style="font-family: , serif; font-size: 12pt;">clase </span></i><span style="font-family: "garamond" , serif; font-size: 12pt;">puede
conducir a errores y malentendidos muy graves. Es evidente, por ejemplo, que
los partidos obreros debían, pese a los prejuicios y al estado de ánimo de un
sector de la clase obrera durante la guerra imperialista, rebelarse a cualquier
precio contra esos prejuicios y ese estado de ánimo, en nombre de los intereses
históricos del proletariado que colocaban a su partido en la obligación de declarar
la guerra a la guerra. </span><span style="color: white; font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">1654641<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "garamond" , serif; font-size: 12pt;">Es así, por ejemplo, cómo a
comienzos de la guerra imperialista de 1914, los partidos socialistas de todos
los países, al apoyar a “sus” respectivas burguesías, no olvidaban de
justificar su conducta invocando la voluntad de la clase obrera. Al hacerlo,
olvidaban que, aun cuando hubiere sido así, la tarea del partido proletario
consistía en reaccionar contra la mentalidad obrera general y defender a
cualquier precio los intereses históricos del proletariado. Por eso a comienzos
del siglo XX los mencheviques rusos (que en ese entonces se llamaban
economistas) repudiaban la lucha abierta contra el zarismo porque, según
decían, la clase obrera en su conjunto no se encontraba aún en condiciones de
comprender la necesidad de la lucha política.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "garamond" , serif; font-size: 12pt;">Por eso también los independientes
de derecha en Alemania siempre justificaron sus medidas moderadas diciendo que
ante todo era preciso comprender los deseos de las masas, y ellos mismos no
comprendían que el partido está destinado a marchar a la cabeza de las masas y
a mostrarles el camino.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "garamond" , serif; font-size: 12pt;">4. La Internacional comunista está
absolutamente convencida de que el fracaso de los antiguos partidos
“socialdemócratas” de la II Internacional en ningún caso puede ser considerado
como el fracaso de los partidos proletarios en general. La época de la lucha </span><span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">directa en vistas de la dictadura del proletariado exige un nuevo
partido proletario mundial: el partido comunista.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">5. La Internacional comunista repudia
categóricamente la opinión según la cual el proletariado puede realizar su
revolución sin tener un partido político. Toda lucha de clases es una lucha
política. El objetivo de esta lucha, que tiende a transformarse inevitablemente
en guerra civil, es la conquista del poder político. Por eso el poder político
sólo puede ser conquistado, organizado y dirigido por un determinado partido
político. Únicamente en el caso en que el proletariado esté guiado por un
partido organizado y experimentado, que persiga fines claramente definidos y
que posea un programa de acción susceptible de ser aplicado tanto en la
política interna como en la política exterior, la conquista del poder político
puede ser considerada no como un episodio sino como el punto de partida de un
trabajo duradero de construcción comunista de la sociedad por el proletariado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">La misma lucha de clases exige también la
centralización y la dirección única de las diversas formas del movimiento
proletario (sindicatos, cooperativas, comités de fábricas, educación,
elecciones, etc.). El centro organizador y dirigente sólo puede ser un partido
político. Negarse a creerlo y a afirmarlo, negarse a someterse a ese principio
equivale a repudiar el mando único de los contingentes del proletariado que
actúan en puntos diferentes. La lucha de clase proletaria exige una agitación
concentrada, que esclarezca las diversas etapas de la lucha desde un único
punto de vista y atraiga en todo momento la atención del proletariado sobre las
tareas que le interesan en su conjunto. Todo esto no puede ser realizado sin un
aparato político centralizado, es decir fuera del marco de un partido político.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">La propaganda de ciertos sindicalistas
revolucionarios y de los adherentes al movimiento industrialista de todo el
mundo (IWW) contra la necesidad de un partido político que se baste a sí mismo
objetivamente sólo ayudó y ayuda a la burguesía y a los “social-demócratas”
contrarrevolucionarios. En su propaganda contra un partido comunista al que
querrían remplazar con sindicatos o con uniones obreras de formas poco definidas
y demasiado vastas, los sindicalistas y los industrialistas tienen puntos de
coincidencia con oportunistas reconocidos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">Luego de la derrota de la revolución de 1905,
los mencheviques rusos difundieron durante algunos años la idea de un Congreso
obrero (así lo denominaban ellos) que debía remplazar al partido revolucionario
de la clase obrera. Los “laboristas amarillos” de toda clase en Inglaterra y
EE.UU. quieren remplazar el partido político por informes uniones obreras, e
inventan, al mismo tiempo, una táctica política absolutamente burguesa. Los
sindicalistas revolucionarios e industrialistas quieren combatir la dictadura
de la burguesía, pero no saben cómo hacerlo. No comprenden que una clase obrera
sin partido político es un cuerpo sin cabeza. El sindicalismo revolucionario y
el industrialismo significan un paso adelante sólo en relación a la vieja
ideología inerte y contrarrevolucionaria de la II Internacional. En relación al
marxismo revolucionario, es decir al comunismo, el sindicalismo y el industrialismo
significan un paso hacia atrás. La declaración de los comunistas “de la
izquierda alemana KAPD” (programa elaborado por su congreso constitutivo de
abril último) afirmando que forman un partido, pero “no un partido en el
sentido corriente del término” </span><i><span style="font-family: "garamond-italic" , "serif"; font-size: 12.0pt;">(keine
partei im überlieferten Sinne) </span></i><span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">constituye una
capitulación ante la opinión sindicalista e industrialista, y es un hecho
reaccionario.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">Pero no es mediante la huelga general, mediante
la táctica de los brazos cruzados como la clase obrera puede lograr la victoria
sobre la burguesía. <b><u>El proletariado
debe llegar a la insurrección armada.</u></b> <b><u>El que comprende esto debe también comprender que un partido
político organizado es necesario</u></b> y que no pueden existir difusas
uniones obreras. Los sindicalistas revolucionarios hablan con frecuencia del
gran papel que debe desempeñar una minoría revolucionaria resuelta. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">Ahora bien, en realidad, esta minoría resuelta
de la clase obrera que se demanda, esta minoría que es comunista y que tiene un
programa, que quiere organizar la lucha de las masas, </span><i><span style="font-family: "garamond-italic" , "serif"; font-size: 12.0pt;">es el Partido comunista.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">6. La tarea más importante de un partido
realmente comunista consiste en permanecer siempre en contacto con las
organizaciones proletarias más amplias. Para lograrlo, los comunistas pueden y
deben participar en grupos que, sin ser grupos del partido, engloben a grandes
masas proletarias. Tales son, por ejemplo, los que se conocen con el nombre de
organizaciones de inválidos en diversos países, sociedades tales como “No
toquen a Rusia” </span><i><span style="font-family: "garamond-italic" , "serif"; font-size: 12.0pt;">(Hands of Russia) </span></i><span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">en Inglaterra, las uniones proletarias de arrendatarios, etc. Tenemos
aquí el ejemplo ruso de las conferencias de obreros y campesinos que se
declaran “independientes” de los partidos </span><i><span style="font-family: "garamond-italic" , "serif"; font-size: 12.0pt;">(bezpartinii).
</span></i><span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">Pronto serán organizadas asociaciones de este
tipo en cada ciudad, en cada barrio obrero y también en el campo. En ellas
toman parte amplias masas que incluyen también a trabajadores atrasados. Se
introducirá en el orden del día las cuestiones más interesantes:
aprovisionamiento, vivienda, problemas militares, enseñanza, tarea política del
momento actual, etc.... Los comunistas deben tener influencia en esas
asociaciones, con lo que se obtendrán resultados muy importantes para el
partido.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">Los comunistas consideran como su tarea
principal un trabajo sistemático de educación y organización en el seno de esas
organizaciones. Pero precisamente para que ese trabajo sea fecundo, para que
los enemigos del proletariado revolucionario no puedan apoderarse de esas
organizaciones, los trabajadores avanzados, los comunistas, deben tener su
partido de acción organizada, que sepa defender al comunismo en todas las
coyunturas y ante todas las eventualidades.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">7. Los comunistas no deben apartarse nunca de
las organizaciones obreras políticamente neutras, aun cuando posean un carácter
evidentemente reaccionario (uniones amarillas, uniones cristianas, etc.). En el
seno de esas organizaciones, el Partido comunista prosigue constantemente su
propia obra, demostrando infatigablemente a los obreros que la neutralidad
política es conscientemente cultivada entre ellos por la burguesía y por sus agentes
a fin de desviar al proletariado de la lucha organizada por el socialismo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">8. La antigua subdivisión clásica del movimiento
obrero en tres formas (partidos, sindicatos, cooperativas) ha cumplido su
ciclo. La revolución proletaria en Rusia dio origen a la forma esencial de la
dictadura del proletariado, los soviets. La nueva división que nosotros
reivindicamos en todas partes es la siguiente: 1º el partido, 2º el soviet, 3º
el sindicato.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">Pero el trabajo en los soviets así como en los
sindicatos de industria vueltos revolucionarios debe ser invariable y
sistemáticamente dirigido por el partido del proletariado, es decir por el
partido comunista. En cuanto que vanguardia organizada de la clase obrera, el
partido comunista responde igualmente a las necesidades económicas, políticas y
espirituales de toda la clase obrera. Debe ser el alma de los sindicatos y de
los soviets así como de todas las otras formas de organización proletaria.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">La aparición de los soviets, forma histórica
principal de la dictadura del proletariado, de ningún modo disminuye el papel
dirigente del partido comunista en la revolución proletaria. Cuando los
comunistas alemanes de “izquierda” (véase su Manifiesto al proletariado alemán
del 14 de abril de 1920 firmado por “el Partido obrero comunista alemán”)
declaran que “el partido debe también adaptarse cada vez más a la idea
sovietista y proletarizarse” (</span><i><span style="font-family: "garamond-italic" , "serif"; font-size: 12.0pt;">Kommunistische
Arbeiterzeitung, </span></i><span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">nº 54) vemos en ella una expresión insinuante de
la idea de que el partido comunista debe basarse en los soviets y que éstos pueden
remplazarlo. Esta idea es profundamente errónea y reaccionaria.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">La historia de la revolución rusa nos muestra en
cierto momento a los soviets oponiéndose al partido proletario y sosteniendo a
los agentes de la burguesía. Lo mismo pudo observarse en Alemania y también es
posible en otros países. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">Para que los soviets puedan realizar su misión
histórica, la existencia de un partido comunista lo suficientemente fuerte como
para no “adaptarse” a los soviets sino para ejercer sobre ellos una influencia
decisiva, obligarlos a “no adaptarse” a la burguesía y a la socialdemocracia
oficial, conducirlos por medio de esta fracción comunista, es, por el contrario,
necesario.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">9. El partido comunista no es solamente
necesario a la clase obrera </span><i><span style="font-family: "garamond-italic" , "serif"; font-size: 12.0pt;">antes </span></i><span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">y </span><i><span style="font-family: "garamond-italic" , "serif"; font-size: 12.0pt;">durante </span></i><span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">la conquista del poder sino también </span><i><span style="font-family: "garamond-italic" , "serif"; font-size: 12.0pt;">después
</span></i><span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">de ella. La historia del partido comunista ruso,
que detenta desde hace tres años el poder, demuestra que el papel del partido
comunista, lejos de disminuir a partir de la conquista del poder, aumenta
considerablemente. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">10. Cuando se produce la conquista del poder por
el proletariado, el partido del proletariado sólo constituye una fracción de la
clase de los trabajadores. Pero es la fracción que ha organizado la victoria.
Durante veinte años, como ya lo hemos visto en Rusia, desde hace varios años,
como lo hemos visto en Alemania, el partido comunista lucha no solamente contra
la burguesía sino también contra aquellos socialistas que en realidad no hacen
sino manifestar la influencia de las ideas burguesas sobre el proletariado. El
Partido comunista ha asimilado a los militantes más estoicos, más esclarecidos,
más progresistas de la clase obrera. Y la existencia de semejante organización
proletaria permite superar todas las dificultades con que se enfrenta el
partido comunista a partir del día siguiente de la victoria. La organización de
un nuevo ejército rojo proletario, la abolición efectiva del mecanismo
gubernamental burgués y la creación de los primeros lineamientos del aparato gubernamental
proletario, la lucha contra las tendencias corporativistas de ciertos grupos obreros,
la lucha contra el patriotismo regional y el espíritu localista, los esfuerzos tendientes
a crear una nueva disciplina de trabajo son otros tantos dominios donde el Partido
comunista, cuyos miembros atraen con su vivo ejemplo a las masas obreras, debe decir
la palabra decisiva.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">11. La necesidad de un partido político del
proletariado sólo desaparecerá con las clases sociales. En la marcha del
comunismo hacia la victoria definitiva, es posible que la relación específica
existente entre las tres formas esenciales de la organización proletaria contemporánea
(partidos, soviets, sindicatos de industria) sea modificada y que un tipo único,
sintético, de organización obrera se cristalice poco a poco. Pero el partido
comunista sólo se resolverá completamente en el seno de la clase obrera cuando
el comunismo deje de ser el eje de la lucha social, cuando toda la clase obrera
sea comunista.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">12. El 2º Congreso de la Internacional comunista
debe no solamente confirmar al partido en su misión histórica sino también
indicar al proletariado internacional al menos los lineamientos esenciales del
partido que nos es necesario.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "garamond" , serif; font-size: 12pt;">13. La Internacional comunista
considera que sobre todo en la época de la dictadura del proletariado el
partido comunista debe estar basado en una inquebrantable centralización
proletaria. Para dirigir eficazmente a la clase obrera en la guerra civil larga
y tenaz que se avecina, el Partido comunista ruso, que durante tres años
dirigió con éxito a la clase obrera a través de las peripecias de la guerra
civil, ha demostrado que sin la mayor disciplina, sin una centralización
efectiva, sin una confianza absoluta de los adherentes con respecto al núcleo
dirigente del partido, la victoria de los trabajadores es imposible.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "garamond" , serif; font-size: 12pt;">14. El partido comunista debe estar
basado en una centralización democrática. La constitución mediante elecciones
de los comités secundarios, la sumisión obligatoria de todos los comités al
comité superior y la existencia de un centro provisto de plenos poderes cuya
autoridad no puede, en el intervalo entre los Congresos del partido, ser
cuestionada por nadie, esos son los principios esenciales de la centralización
democrática. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "garamond" , serif; font-size: 12pt;">15. Toda una serie de Partidos
comunistas en Europa y en América son puestos por el estado de sitio fuera del
marco de la legalidad. Es conveniente recordar que el principio electivo puede
sufrir, en esas condiciones, algunos inconvenientes y que puede ser necesario
acordar a los órganos directivos del partido el derecho de designar nuevos miembros.
Así ocurrió en Rusia. Durante el estado de sitio, el partido comunista evidentemente
no puede recurrir al referéndum democrático toda vez que se plantee un problema
grave (como pretendía un grupo de comunistas norteamericanos). Por el contrario,
debe dar a su núcleo dirigente la posibilidad y el derecho de decidir
rápidamente en el momento oportuno, en nombre de todos los miembros del
partido.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "garamond" , serif; font-size: 12pt;">16. La reivindicación de una amplia
“autonomía” para los grupos locales del partido en este momento no puede sino
debilitar las filas del Partido comunista, disminuir su capacidad de acción y
favorecer el desarrollo de las tendencias anarquistas y pequeñoburguesas opuestas
a la centralización. </span><span style="color: white; font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">Izquierda Revolucionaria.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "garamond" , serif; font-size: 12pt;">17. En los países donde el poder se
halla todavía en manos de la burguesía o de la socialdemocracia
contrarrevolucionaria, los Partidos comunistas deben yuxtaponer sistemáticamente
la acción legal y la acción clandestina. Esta última siempre debe controlar efectivamente
a la primera. Los grupos parlamentarios comunistas, al igual que las fracciones
comunistas que operan en el seno de las diversas instituciones estatales tanto centrales
como locales, deben estar totalmente subordinados al Partido comunista, cualquiera
sea la situación, legal o no, del Partido. Los funcionarios que de una u otra manera
no se someten al Partido comunista, deben ser expulsados. La prensa legal
(diarios, ediciones diversas) debe depender en todo y para todo del conjunto
del Partido y de su </span><span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">comité central.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">18. En toda acción organizativa del Partido y de
los comunistas, la piedra angular debe estar centrada en la organización de una
célula comunista en todos aquellos lugares donde haya algunos proletarios o
semiproletarios. En todo Soviet, en todo sindicato, en toda cooperativa, en
todo taller, en todo comité de inquilinos, en toda cooperativa, en todo taller,
en todo comité de inquilinos debe ser inmediatamente organizada una célula comunista.
La organización comunista es el único camino que permite a la vanguardia de la clase
obrera arrastrar tras suyo a la clase obrera. Todas las células comunistas que
actúan en las organizaciones políticamente neutrales están absolutamente
subordinadas al Partido en su conjunto, ya sea la acción del Partido legal o
ilegal. Las células comunistas deben estar organizadas en una estricta
dependencia recíproca, a establecer del modo más preciso.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">19. El Partido comunista surge casi siempre en
los grandes centros, entre los trabajadores de la industria urbana. Para
asegurar a la clase obrera la victoria más fácil y más rápida, es indispensable
que el Partido comunista no sea exclusivamente un Partido urbano.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">Debe extenderse también al campo, y con ese
objeto, dedicarse a realizar la propaganda y la organización de los jornaleros
agrícolas, de los campesinos pobres y medios. El Partido comunista debe
proseguir con especial cuidado la organización de células comunistas en las<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">aldeas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">La organización internacional del proletariado
sólo puede fortalecerse si esta forma de considerar el papel del Partido
comunista es admitida en todos los países donde viven y luchan comunistas. La
Internacional comunista invita a todos los sindicatos que aceptan los principios
de la III Internacional a romper con la Internacional Amarilla. La
Internacional organizará una sección internacional de los sindicatos rojos que
adhieren al comunismo. La Internacional comunista no rechazará la ayuda de toda
organización obrera políticamente neutral deseosa de combatir contra la
burguesía. Pero la Internacional comunista no dejará de probar a los,
proletarios del mundo: 1) que el Partido comunista es el arma principal, esencial,
de la emancipación del proletariado; ahora debemos contar en todos los países
ya no con grupos y tendencias sino con un Partido comunista; 2) que en cada
país sólo debe existir un solo y único Partido comunista; 3) que el Partido
comunista debe estar basado en el principio de la más estricta centralización y
debe instituir en su seno, en la época de la guerra civil, una disciplina
militar; 4) que en todos los lugares donde haya una docena de proletarios o de
semiproletarios, el Partido comunista debe tener su célula organizada; 5) que
en toda organización apolítica debe haber una célula comunista estrictamente subordinada
al Partido; 6) que a la vez defiende inquebrantablemente el programa y la táctica
revolucionaria del comunismo, el Partido debe mantener las relaciones más estrechas
con las organizaciones de las grandes masas obreras y debe cuidarse tanto del sectarismo
como de la falta de principios.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
LRhttp://www.blogger.com/profile/10903104379487600553noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-821994594593420177.post-73605300183156579472016-03-18T12:02:00.001-02:002016-03-18T18:48:21.071-02:00La Internacional Comunista y la lucha armada (II)<div style="text-align: justify;">
Envío otro texto, en este caso los Estatutos de la Comintern en la que se toma abierto partido, en sus considerandos, por la lucha armada contra la burguesía y se adopta esa lucha como un objetivo de la I.C. La importancia de tal planteamiento radica en que se pronuncia por la lucha armada con un carácter principista, es decir, que hace a la esencia misma de la organización. De una organización para el combate.</div>
<br />
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgfXN1uwZcJByI_HPZF_xa48LmA_Q7WkgnwZN3CH8B-jTSHuye_ttFW8OnCHafxsJjVHg42GFA9zDHKRqbPiPQ3soAClFYu1fCphq2jLe86Dg6d6ulxqceQnAJoGLbsJ5O5f6uqQLOv3Fs_/s1600/18.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgfXN1uwZcJByI_HPZF_xa48LmA_Q7WkgnwZN3CH8B-jTSHuye_ttFW8OnCHafxsJjVHg42GFA9zDHKRqbPiPQ3soAClFYu1fCphq2jLe86Dg6d6ulxqceQnAJoGLbsJ5O5f6uqQLOv3Fs_/s320/18.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<b>ESTATUTOS DE LA INTERNACIONAL COMUNISTA<o:p></o:p></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<b><br /></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
En 1864 fue fundada en Londres la primera Asociación
Internacional de Trabajadores, la primera Asociación Internacional. Los
estatutos de esta asociación decían:</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
“Considerando: </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Que la emancipación de la clase obrera debe ser lograda sólo
por la clase obrera; </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Que la lucha por esta emancipación de ningún modo significa
una lucha por la creación de nuevos privilegios de clase y de monopolios sino
que se trata de una lucha por el establecimiento de la igualdad de derechos y
de deberes y por la supresión de toda dominación de clase; </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Que la sumisión económica del hombre al trabajo bajo el
régimen de los poseedores de los medios de producción (es decir de todos los
recursos vitales) y la esclavitud bajo todas sus formas son las causas
principales de la miseria social, de la degradación moral y de la dependencia
política; </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Que la emancipación económica de la clase obrera es en todas
partes el objetivo esencial al que todo movimiento político debe ser
subordinado como un medio; </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Que todos los esfuerzos tendientes a lograr ese gran
objetivo fracasaron a causa de la falta de solidaridad entre los trabajadores
de los diferentes sectores de trabajo en cada país y de una alianza fraterna
entre los trabajadores de los diferentes países; </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Que la emancipación no es un problema local o nacional sino
un problema social de todos los países donde existe el régimen social moderno y
cuya solución depende de la colaboración teórica y práctica de los países más
avanzados; </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
que la renovación actual simultánea del movimiento obrero en
los países industriales de Europa despierta en nosotros por un lado nuevas
esperanzas pero por el otro significa una solemne advertencia para no caer en
los viejos errores, y nos convoca a la coordinación inmediata del movimiento
que hasta ahora no era coherente...” </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
La II Internacional, fundada en 1889 en París, fue encargada
de continuar la obra de la I Internacional. Pero en 1914, al comienzo de la
guerra mundial, sufrió un crak total. La II Internacional murió, corroída por
el oportunismo y abatida por la traición de sus jefes, que se pasaron al campo
de la burguesía. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
La III Internacional comunista, fundada en marzo de 1919 en
la capital de la República Socialista Federativa de los Soviets, en Moscú, declaró
solemnemente a la faz del mundo que ella se encargaba de proseguir y acabar la
gran obra emprendida por la I Internacional de los Trabajadores.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
La III Internacional comunista se constituyó al final de la
matanza imperialista de 1914-1918, durante la cual la burguesía de los diversos
países sacrificó veinte millones de vidas. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
¡Acuérdate de la guerra imperialista! Estas son las primeras
palabras que la Internacional Comunista dirige a cada trabajador, cualquiera
que sea su origen y su lengua. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
¡Recuerda que debido a la existencia del régimen
capitalista, un puñado de imperialistas tuvo durante cuatro largos años la
posibilidad de obligar a todos los trabajadores del mundo a degollarse! </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
¡Recuerda que la guerra burguesa sumió a Europa y al mundo
entero en el hambre y la indigencia! </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
¡Recuerda que sin la liquidación del capitalismo, la
repetición de esas guerras criminales no sólo es posible sino inevitable! </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
La Internacional comunista se fija como objetivo la lucha
armada por la liquidación de la burguesía internacional y la creación de la
república internacional de los soviets, primera etapa en la vía de la supresión
total de todo régimen gubernamental. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
La Internacional comunista considera la dictadura del
proletariado como el único medio disponible para sustraer a la humanidad de los
horrores del capitalismo. Y la Internacional Comunista considera al poder de
los Soviets como la forma de dictadura del proletariado que impone la historia.
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
La guerra imperialista creó un vínculo particularmente
estrecho entre los destinos de los trabajadores de un país y los del
proletariado de todos los otros países. La guerra imperialista confirmó una vez
más la veracidad de lo que podía leerse en los estatutos de la I Internacional:
la emancipación de los trabajadores no es una tarea local ni nacional sino una
tarea social e internacional.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
La Internacional Comunista rompe para siempre con la
tradición de la II Internacional para la cual en los hechos sólo existían los
pueblos de raza blanca. La Internacional comunista fraterniza con los hombres
de raza blanca, amarilla, negra, con los trabajadores de toda la tierra. La
Internacional comunista apoya, integralmente y sin reservas, las conquistas de
la gran revolución proletaria en Rusia, de la primera revolución socialista de
la historia que resultara victoriosa e invita a los proletarios del mundo a
marchar por el mismo camino. La Internacional comunista se compromete a
sostener por todos los medios a su alcance a toda república socialista que sea
creada en cualquier lugar de la tierra. La Internacional comunista no ignora
que, para conseguir la victoria, la Asociación Internacional de los
Trabajadores, que combate por la abolición del capitalismo y la instauración
del comunismo, debe contar con una organización fuertemente centralizada.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
El mecanismo organizado de la Internacional comunista debe
asegurar a los trabajadores de cada país la posibilidad de recibir en todo
momento, por parte de los trabajadores organizados de otros países, toda la
ayuda posible. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Una vez considerado lo que antecede, la Internacional
comunista adopta los siguientes estatutos:</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Artículo 1º — La Nueva Asociación Internacional de los
Trabajadores es fundada con el objeto de organizar una acción conjunta del
proletariado de los diversos países, tendiente a un solo fin: la liquidación
del capitalismo, el establecimiento de la dictadura del proletariado y de una
república internacional de los soviets que permitirán abolir totalmente las
clases y realizar el socialismo, primer grado de la sociedad comunista. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Art. 2º — La nueva Asociación Internacional de los
Trabajadores adopta el nombre de Internacional Comunista. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Art. 3º — Todos los partidos y organizaciones afiliadas a la
Internacional comunista llevan el nombre de Partido comunista de tal o cual
país (sección de la Internacional comunista).</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Art. 4º — La instancia suprema de la Internacional comunista
es el Congreso mundial de todos los partidos y organizaciones afiliadas. El
Congreso mundial sanciona los programas de los diferentes partidos que adhieren
a la Internacional comunista. Examina y resuelve los problemas esenciales
programáticos y tácticos relativos a la actividad de la Internacional
comunista. El número de votos deliberativos que en el Congreso mundial
corresponderán a cada partido u organización, será fijado por una decisión
especial del Congreso. Además, es indispensable determinar, lo más rápidamente
posible, las normas de representación, basándose en el número efectivo de los
miembros de cada organización y teniendo en cuenta la influencia real del
partido. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Art. 5º — El Congreso internacional elige un Comité
ejecutivo de la Internacional comunista, que se convierte en la instancia
suprema de la Internacional comunista durante los intervalos que separen las
sesiones del Congreso mundial.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Art. 6º — La sede del Comité Ejecutivo de la Internacional
comunista será designada, en cada nueva sesión, por el Congreso mundial. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Art. 7º — El Congreso mundial extraordinario de la
Internacional comunista puede ser convocado ya sea por decisión del Comité
Ejecutivo o a pedido de la mitad del número total de los Partidos afiliados en
el último Congreso mundial. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Art. 8º — El trabajo principal y la gran responsabilidad, en
el seno del Comité Ejecutivo de la Internacional comunista, incumbe
principalmente al Partido comunista del país donde el Congreso mundial ha
fijado la sede del Comité Ejecutivo. El Partido comunista de ese país tiene por
lo menos cinco representantes con votos deliberativos en el Comité Ejecutivo.
Además, cada uno de los llamados doce partidos comunistas más importantes tiene
un representante con voto deliberativo en el Comité Ejecutivo. La lista de esos
partidos es sancionada por el Congreso mundial. Los otros partidos u
organizaciones tienen el derecho de delegar ante el Comité representativo (a
razón de uno por organización) con voto consultivo. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Art. 9º — El Comité Ejecutivo de la Internacional comunista
dirige en el intervalo que separa las sesiones de los Congresos todos los
trabajos de la Internacional comunista, publica, en cuatro lenguas por lo menos
un órgano central (la revista La internacional comunista), publica los
manifiestos que juzga indispensables en nombre de la Internacional Comunista y
da a todos los Partidos y organizaciones afiliadas instrucciones con fuerza de
la ley. El Comité Ejecutivo de la Internacional comunista tiene el derecho de
exigir a los Partidos afiliados la exclusión de los grupos o individuos que
hayan transgredido la disciplina proletaria. Puede exigir la expulsión de los
Partidos que violen las decisiones del Congreso mundial. Esoss Partidos tienen
el derecho de apelar al Congreso mundial. En caso de necesidad, el Comité
Ejecutivo organizará, en los diferentes países, secretarías auxiliares técnicas
o de otro tipo que le estarán totalmente subordinadas. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Art. 10. — El Comité ejecutivo de la Internacional comunista
tiene el derecho de cooptar, acordándoles votos consultivos, a los
representantes de las organizaciones y de los partidos no admitidos en la
Internacional comunista pero que simpatizan con el comunismo. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Art. 11. — Los órganos de la prensa de todos los Partidos y
organizaciones afiliadas a la Internacional comunista o que simpatizan con
ella, deben publicar todos los documentos oficiales de la Internacional
comunista y de su Comité Ejecutivo.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Art. 12. — La situación general en Europa y en América
impone a los comunistas la obligación de crear, paralelamente a sus
organizaciones legales, organizaciones secretas. El Comité ejecutivo de la
Internacional comunista tiene el deber de vigilar la observancia de este
artículo de los estatutos. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Art. 13. — Es norma que todas las relaciones políticas que
presentan una cierta importancia entre los diferentes Partidos afiliados a la
Internacional comunista tengan por intermediario al Comité Ejecutivo de la
Internacional comunista. En caso de urgencia, esas relaciones pueden ser
directas a condición de que el Comité ejecutivo de la Internacional sea
informado. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Art. 14. — Los sindicatos que han optado por el comunismo y
que forman grupos internacionales bajo el control del Comité ejecutivo de la
Internacional comunista, constituyen una sección sindical de la Internacional
comunista. Los sindicatos comunistas envían sus representantes al Congreso
mundial de la Internacional comunista por intermedio del Partido comunista de
su país. La sección sindical de la Internacional comunista delega a uno de sus
miembros ante el Comité ejecutivo, donde tiene voz deliberativa. El Comité
ejecutivo tiene el derecho de delegar, ante la sección sindical de la
Internacional comunista, un representante con voto deliberativo. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Art. 15. — La Unión Internacional de la Juventud comunista
está subordinada a la Internacional comunista y a su Comité ejecutivo. Delega
un representante de su Comité ejecutivo al Comité ejecutivo de la Internacional
comunista, donde tiene voto deliberativo. El Comité ejecutivo de la
Internacional comunista tiene la facultad de delegar ante el Comité Ejecutivo
de la Unión de la Juventud un representante con voto deliberativo. Las relaciones
mutuas existentes entre la Unión de la Juventud y el Partido comunista, en
cuanto que organizaciones, en cada país están basadas en el mismo principio. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Art. 16. — El Comité Ejecutivo de la Internacional comunista
resolverá la designación de un secretario del movimiento feminista
internacional y organizará una sección de Mujeres comunistas de la
Internacional. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Art. 17. — Todo miembro de la Internacional comunista que se
traslade de un país a otro, será fraternalmente recibido en éste por los
miembros de la III Internacional.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
LRhttp://www.blogger.com/profile/10903104379487600553noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-821994594593420177.post-68595662026386402882016-03-16T17:07:00.002-02:002016-03-16T17:08:17.333-02:00La Internacional Comunista y la lucha armada (I)<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Envío un primer texto de la Internacional Comunista, que es
el primero de una serie de textos de los cuatro primeros congresos de la
Internacional (antes de la muerte de Lenin) en los que se pronuncia a favor de
la lucha armada.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Dichos textos fueron producidos en un momento histórico
signado por el fin de la primera guerra mundial, el estallido de revoluciones
proletarias en Europa y con las economías nacionales del continente agotadas
por el esfuerzo de la Gran Guerra. Los Estados europeos, por diversos factores,
pudieron capear momentáneamente las crisis revolucionarias pero, dada su
relativa debilidad, debieron recurrir a la movilización de clases intermedias y a las formaciones especiales para-estatales
(fascismo), cuya finalidad fue la de aplastar definitivamente cualquier intento
revolucionario por parte de la clase trabajadora y de su vanguardia.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
En este contexto, la lucha armada por el poder se encontraba
a la orden del día y la Internacional Comunista se pronunció abiertamente a su
favor, llamando a los partidos miembros a organizar la violencia
revolucionaria.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Esto evidencia que ni la Internacional, ni Lenin, ni
Trotsky, llamaban a desarrollar la lucha armada sin considerar el momento
específico de la lucha de clases. Sin embargo, también evidencia que, cuando la
lucha armada se encontraba planteada en toda su actualidad, el llamamiento era el
de intervenir activamente en su organización y desarrollo y no a esperar a que
el proletariado se armara por su cuenta.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgGrc0TkyVvSH_wOBkb_WCNDa_JHh3-G8nTc2EQa2D9ma_0kwMDJj5db6owzL_xHcq5Zq08JfiTwMhhbLMLsUQVFE_9cDogj1Nz3CkqxcGeZZlRWj8VJZGveI4vAwFaYCKbaUoAfT-zDCyQ/s1600/unt.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="229" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgGrc0TkyVvSH_wOBkb_WCNDa_JHh3-G8nTc2EQa2D9ma_0kwMDJj5db6owzL_xHcq5Zq08JfiTwMhhbLMLsUQVFE_9cDogj1Nz3CkqxcGeZZlRWj8VJZGveI4vAwFaYCKbaUoAfT-zDCyQ/s320/unt.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<o:p><br /></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<o:p><br /></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<b>INVITACIÓN AL PARTIDO COMUNISTA ALEMÁN (SPARTAKUSBUND) AL I CONGRESO DE LA INTERNACIONAL COMUNISTA </b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
¡Queridos camaradas! Los partidos y organizaciones abajo firmantes consideran que la convocatoria del primer Congreso de la nueva Internacional revolucionaria es una necesidad imperiosa. En el curso de la guerra y de la revolución se puso de manifiesto no sólo el fracaso total de los viejos partidos socialistas y socialdemócratas a la vez que el de la II Internacional, no sólo la incapacidad de los elementos intermedios, de la vieja socialdemocracia (llamada “Centro”) para la acción revolucionaria</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
efectiva sino que, actualmente, se esbozan ya los contornos de la verdadera Internacional Revolucionaria. El movimiento ascendente extremadamente rápido de la revolución mundial que plantea constantemente nuevos problemas, el peligro de aniquilamiento de esta revolución por medio de la alianza de los estados capitalistas unidos contra la revolución bajo la bandera hipócrita de la “Sociedad de las Naciones”, las tentativas de los partidos socialtraidores de unirse y ayudar nuevamente a sus gobiernos y a sus burguesías a traicionar a la clase obrera luego de ser acordada una “amnistía” recíproca, finalmente la experiencia revolucionaria tan rica y ya adquirida y la internacionalización de todo el movimiento revolucionario, todas esas circunstancias nos obliga a tomar la iniciativa de incluir en el orden del día de la discusión la cuestión de la convocatoria de un Congreso Internacional de los partidos proletarios revolucionarios.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
I. LOS OBJETIVOS Y LA TÁCTICA</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
El reconocimiento de los siguientes puntos, establecidos aquí como programa y elaborados sobre la base de los programas del Spartakusbund en Alemania y del Partido Comunista (bolcheviques) en Rusia, debe, según nuestro criterio, servir de base a la nueva Internacional. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
1.- El período actual es el de la descomposición y el hundimiento de todo el sistema capitalista mundial y será el del hundimiento de la civilización europea en general si no se destruye al capitalismo con sus contradicciones insolubles.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
2.- La tarea del proletariado consiste en la actualidad en apoderarse del poder de estado. La torna del poder del estado de la burguesía y la organización de un nuevo aparato del poder proletario.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
3.- El nuevo aparato del poder debe representar la dictadura de la clase obrera y, en determinados lugares, también la de los pequeños campesinos y obreros agrícolas, es decir que debe ser el instrumento de la subversión sistemática de la clase explotadora y el de su expropiación. No la falsa</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
democracia burguesa (esa forma hipócrita de dominación de la oligarquía financiera) con su igualdad puramente formal, sino la democracia proletaria, con la posibilidad de realizar la liberación de las masas trabajadoras; no el parlamentarismo sino la autoadministración creada por las propias masas, con la participación real de esas masas en la administración del país y en la actividad de la construcción socialista, ese debe ser el modelo del estado proletario. El poder de los consejos obreros y de las organizaciones obreras es su forma concreta. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
4.- La dictadura del proletariado debe ser el incentivo de la expropiación inmediata del capital, de la abolición de la propiedad privada sobre los medios de producción y de la trasformación de esta propiedad en propiedad popular.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
La socialización (por socialización entendemos aquí la abolición de la propiedad privada que pasa a manos del estado proletario y de la administración socialista de la clase obrera) de; la gran industria y de los bancos, sus centros de organización; la confiscación de las tierras de los grandes propietarios terratenientes y la socialización de la producción agrícola capitalista; la monopolización del comercio; la socialización de los grandes inmuebles en las ciudades y las grandes propiedades en el campo; la introducción de la administración obrera y la centralización de las funciones económicas en manos de organismos emanados de la dictadura proletaria, estos son los problemas esenciales en la actualidad.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
5.- Para la seguridad de la revolución socialista, para su defensa contra enemigos interiores y exteriores, para la ayuda a las otras fracciones nacionales del proletariado en lucha, etc., es preciso proceder al desarme completo de la burguesía y de sus agentes, y el armamento general del proletariado. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
6.- La situación mundial exige ahora el contacto más estrecho posible entre los diferentes sectores del proletariado revolucionario y la unión total de los países en los cuales la revolución socialista ha triunfado.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
7.- El método fundamental de la lucha es la acción de masas del proletario, incluida la lucha abierta a mano armada contra el poder de estado del capital.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
II. RELACIONES CON LOS PARTIDOS “SOCIALISTAS”</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
8.- La II Internacional se dividió en tres grupos principales: los socialpatriotas declarados que, durante toda la guerra imperialista de los años 1914-1918 sostuvieron a su propia burguesía y transformaron a la clase obrera en verdugo de la revolución internacional; el “centro”, cuyo dirigente teórico es actualmente Kautsky y que representa a una organización de elementos constantemente oscilantes, incapaces de seguir una línea directriz determinada y que actúan muchas veces como verdaderos traidores; finalmente, el ala izquierda revolucionaria.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
9.- En lo que respecta a los socialpatriotas, que en todas partes y en los momentos críticos se oponen con las armas en la mano a la revolución proletaria, sólo es posible la lucha implacable. En lo que hace al “centro”, se impone la táctica del debilitamiento de los elementos revolucionarios, la crítica despiadada y el desenmascaramiento de los jefes. En una cierta etapa del desarrollo, la separación organizativa de los militantes del centro es absolutamente necesaria.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
10.- Por otra parte, es necesaria la alianza con esos elementos del movimiento revolucionario que, no habiendo pertenecido antes al partido socialista, se ubican ahora en su conjunto en el campo de la dictadura proletaria bajo la forma del poder soviético. Son, en primer lugar, los elementos sindicalistas del movimiento obrero. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
11.- Finalmente, es necesario atraer a todos los grupos y organizaciones proletarias que, aunque no se han ubicado abiertamente en la corriente revolucionaria de izquierda, manifiestan sin embargo en su desarrollo una tendencia en esa dirección.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
12.- Concretamente, proponemos que participen en el Congreso los representantes de los partidos, tendencias y grupos que se enumeran a continuación (los miembros con plenos derechos de la Tercera Internacional serán otros partidos, aquellos que aprueben totalmente sus resoluciones).</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
...</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
III. EL PROBLEMA DE LA ORGANIZACIÓN Y EL NOMBRE DEL PARTIDO</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
13.- La base de la Tercera Internacional está dada por el hecho que en diferentes partes de Europa ya se han formado grupos y organizaciones de camaradas de ideas ubicados en una plataforma común y que emplean en general los mismos métodos tácticos. Estos son, en primer lugar, los espartakistas en Alemania y los partidos comunistas en muchos otros países.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
14.- El Congreso debe publicar, de cara a una vinculación permanente y de una dirección metódica del movimiento, un órgano de lucha común, como centro de la Internacional Comunista, subordinando los intereses del movimiento de cada país a los intereses comunes de la revolución a escala internacional. Las formas concretas de la organización, de la representación, etc., serán elaboradas por el Congreso.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
15.- El Congreso deberá adoptar el nombre de “Primer Congreso de la Internacional Comunista”, convirtiéndose los diferentes partidos en sus secciones. Teóricamente, Marx y Engels ya habían considerado errónea la denominación de “socialdemócrata”. El derrumbe vergonzoso de la Internacional socialdemócrata exige, aquí también, una separación. Finalmente, el núcleo fundamental del gran movimiento ya está formado por una serie de partidos que han adoptado ese nombre. Considerando lo que acabamos de decir, proponemos a todas las organizaciones y partidos hermanos incluir en el orden del día la cuestión de la convocatoria del Congreso Comunista Internacional...</div>
LRhttp://www.blogger.com/profile/10903104379487600553noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-821994594593420177.post-26451444652897912242016-02-29T18:19:00.002-02:002016-02-29T19:20:22.374-02:00León Trotsky y la lucha armada (IV)<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
En este envío va el Programa de Transición de León Trotsky y
de la IV Internacional Comunista. En dicho programa se toma posición a favor
del armamento del proletariado pero en forma un tanto contradictoria, lo que
permitirá que luego muchas organizaciones trotskistas se basen en una frase
poco feliz del programa para justificar cualquier tipo de inacción que tienda a
organizar el armamento de los trabajadores (“<i>Cuando el proletariado lo quiera, hallará los caminos y los medios para
armarse</i>”). Sobre la base de la idea implícita que anida en dicha frase, interpretada aisladamente, muchas
organizaciones del campo del trotskismo fustigaron con el mote de “foquistas” a las organizaciones político militares con inserción de masas que se dieron la tarea
de organizar la violencia proletaria.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Sin embargo de este texto, así como de otros enviados
anteriormente, surge que Trotsky consideraba que la principal responsabilidad
sobre la organización de la violencia revolucionaria recaía sobre los
revolucionarios quienes tenían la obligación de llevarla adelante y sin esperar
que, sin la intervención de esa dirección, el proletariado hallara los caminos
y medios para armarse.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhX-bIg3C7doXVU7z_70phOXdyz-a_XDhuEkAeG_brLsdfjp9jZJpjPDdF6rwcHt9-4I5-Ld7Zz-2bIILbYnjPcC25DJPruo0Cv4cx84KJxk8mRyNLM_Es_Aap9fE_DROfccPWSxRmfmjdB/s1600/IVinternacional.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhX-bIg3C7doXVU7z_70phOXdyz-a_XDhuEkAeG_brLsdfjp9jZJpjPDdF6rwcHt9-4I5-Ld7Zz-2bIILbYnjPcC25DJPruo0Cv4cx84KJxk8mRyNLM_Es_Aap9fE_DROfccPWSxRmfmjdB/s1600/IVinternacional.jpg" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<b>PROGRAMA DE TRANSICIÓN<o:p></o:p></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<b>LA AGONÍA DEL CAPITALISMO Y LAS TAREAS DE LA IV
INTERNACIONAL<o:p></o:p></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<b>(1938)</b></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
LAS PREMISAS OBJETIVAS DE LA REVOLUCIÓN SOCIALISTA<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
La situación política mundial del momento, se caracteriza,
ante todo, por la crisis histórica de la dirección del proletariado.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
La premisa económica de la revolución proletaria ha llegado
hace mucho tiempo al punto más alto que le sea dado alcanzar balo el
capitalismo. Las fuerzas productivas de la humanidad han cesado de crecer. Las
nuevas invenciones y los nuevos progresos técnicos no conducen a un
acrecentamiento de la riqueza material. Las crisis de coyuntura, en las
condiciones de la crisis social de todo el sistema capitalista, aportan a las
masas privaciones y sufrimientos siempre mayores. El crecimiento de la
desocupación ahonda a su vez la crisis financiera del Estado y mina los
sistemas monetarios vacilantes. Los gobiernos, tanto democráticos como
fascistas, van de una quiebra a la otra.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
La burguesía misma no ve una salida. En los países en que se
vio obligada a hacer su última postura sobre la carta del fascismo marcha ahora
con los ojos vendados hacia la catástrofe económica y militar. En los países
históricamente privilegiados, vale decir, aquellos en que pueden aún permitirse
el lujo de la democracia a cuenta de la acumulación nacional anterior (Gran
Bretaña, Francia, Estados Unidos) todos los partidos tradicionales del capital
se encuentran en un estado de confusión que raya, por momentos, con la
parálisis de la voluntad. El “ New Deal,” pese al carácter resuelto que ostentaba
en el primer período sólo representa una forma particular de confusión, posible
en un país donde la burguesía ha podido acumular inmensas riquezas. La crisis
actual que está lejos aún de haber completado su curso, ha podido demostrar ya
que la política del “ New Deal ”, en los EE.UU. como la política del frente
popular en Francia, no ofrece salida alguna del impasse económico.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
El cuadro de las relaciones internacionales no tiene mejor
aspecto. Bajo la creciente presión de ocaso capitalista los antagonismos
imperialistas han alcanzado el límite más allá del cual los conflictos y
explosiones sangrientas (Etiopía, España, Extremo Oriente, Europa Central...)
deben confundirse infaliblemente en un incendio mundial. En verdad la burguesía
percibe el peligro mortal que una nueva guerra representa para su dominación,
pero es actualmente infinitamente menos capaz de prevenirla que en vísperas de
1914.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Las charlatanerías de toda especie según las cuales las
condiciones históricas no estarían todavía “ maduras ” para el socialismo no
son sino el producto de la ignorancia o de un engaño consciente. Las
condiciones objetivas de la revolución proletaria no sólo están maduras sino
que han empezado a descomponerse. Sin revolución social en un próximo período
histórico, la civilización humana está bajo amenaza de ser arrasada por una
catástrofe. Todo depende del proletariado, es decir, de su vanguardia
revolucionaria La crisis histórica de la humanidad se reduce a la dirección
revolucionaria.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
EL PROLETARIADO Y SU DIRECCIÓN<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
La economía, el Estado, la política de la burguesía y sus
relaciones internacionales están profundamente afectadas por la crisis social
que caracteriza la situación pre-revolucionaria de la sociedad. El principal
obstáculo en el camino de la transformación de la situación pre-revolucionaria
en revolucionaria consiste en el carácter oportunista de la dirección
proletaria, su cobardía pequeño-burguesa y la traidora conexión que mantiene
con ella en su agonía.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
En todos los países el proletariado está sobrecogido por una
profunda inquietud. Grandes masas de millones de hombres vienen incesantemente
al movimiento revolucionario, pero siempre tropiezan en ese camino con el
aparato burocrático, conservador de su propia dirección.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
El proletariado español ha hechos desde abril de 1931 una
serie de tentativas heroicas para tomar en sus manos el poder y la dirección de
los destinos de la sociedad. No obstante, sus propios partidos
(social-demócratas, stalinistas, anarquistas y POUM) cada cual a su manera han
actuado a modo de freno y han preparado así el triunfo de Franco.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
En Francia, la poderosa ola de huelgas con ocupación de las
fábricas, particularmente en junio de 1936, mostró bien a las claras que el
proletariado estaba dispuesto a derribar el sistema capitalista. Sin embargo,
las organizaciones dirigentes, socialistas, stalinistas y sindicalistas,
lograron bajo la etiqueta del Frente Popular, canalizar y detener, por lo menos
momentáneamente, el torrente revolucionario.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
La marca sin precedentes de huelgas con ocupación de
fábricas y el crecimiento prodigiosamente rápido de los sindicatos industriales
en los EE.UU. (el movimiento de la C.I.O.) son la expresión más indiscutible de
la aspiración más instintiva de los obreros americanos a elevarse a la altura
de la misión que la historia les ha asignado. Sin embargo, aquí también las
organizaciones dirigentes, incluso la C.I.O. de reciente creación, hacen todo
lo que pueden para detener y paralizar la ofensiva revolucionaria de las masas.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
El paso definitivo de la I.C. hacia el lado del orden
burgués, su papel cínicamente contra-revolucionario en el mundo entero,
particularmente en España, en Francia, en Estados Unidos y en los otros países
“democráticos”, ha creado extraordinarias dificultades suplementarias al
proletariado mundial. Bajo el signo de la revolución de octubre, la política
conservadora de los “Frentes Populares” conduce a la clase obrera a la impotencia
y abre el camino al fascismo.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Los “Frentes Populares” por una parte, el fascismo por otra,
son los últimos recursos políticos del imperialismo en la lucha contra la
revolución proletaria. No obstante, desde el punto de vista histórico, ambos
recursos no son sino una ficción. La putrefacción del capitalismo continuará
también bajo el gorro frigio en Francia como bajo el signo de la swástica en
Alemania. Sólo el derrumbe de la burguesía puede constituir una salida.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
La orientación de las masas está determinada, por una parte,
por las condiciones objetivas del capitalismo en descomposición, y de otra, por
la política de traición de las viejas organizaciones obreras. De estos dos
factores el factor decisivo, es, por supuesto, el primero; las leyes de la historia
son más poderosas que los aparatos burocráticos. Cualquiera que sea la
diversidad de métodos de los social traidores (de la legislación “social” de
Blum a las falsificaciones judiciales de Stalin), no lograrán quebrar la
voluntad revolucionaria del proletariado. Cada vez en mayor escala, sus
esfuerzos desesperados para detener la rueda de la historia demostrarán a las
masas que la crisis de la dirección del proletariado, que se ha transformado en
la crisis de la civilización humana, sólo puede ser resuelta por la IV
Internacional.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
EL PROGRAMA MÍNIMO Y EL PROGRAMA DE TRANSICIÓN<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
La tarea estratégica del próximo período -período
pre-revolucionario de agitación , propaganda y organización- consiste en
superar la contradicción entre la madurez de las condiciones objetivas de la
revolución y la falta de madurez del proletariado y de su vanguardia (confusión
y descorazonamiento de la vieja dirección, falta de experiencia de la joven).
Es preciso ayudar a la masa, en el proceso de la lucha, a encontrar el puente entre
sus reivindicaciones actuales y el programa de la revolución socialista. Este
puente debe consistir en un sistema de reivindicaciones transitorias, partiendo
de las condiciones actuales y de la conciencia actual de amplias capas de la
clase obrera a una sola y misma conclusión: la conquista del poder por el
proletariado.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
La social-democracia clásica que desplegó su acción en la
época del capitalismo progresivo, dividía su programa en dos partes
independientes una de otra; el programa mínimo, que se limitaba a algunas
reformas en el cuadro de la sociedad burguesa y el programa máximo, que
prometía para un porvenir indeterminado el reemplazo del capitalismo por el
socialismo. Entre el programa máximo y el programa mínimo no existía puente
alguno. La social-democracia no tenía necesidad de ese puente, porque sólo
hablaba de socialismo los días de fiesta.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
La Internacional Comunista ha entrado en el camino de la
social democracia en la época del capitalismo en descomposición, cuando a éste
no le es posible tratar de reformas sociales sistemáticas, ni de la elevación
del nivel de vida de las masas; cuando la burguesía retoma cada vez con la mano
derecha el doble de los que diera con la izquierda (impuestos, derechos
aduaneros, inflación "deflación", vida cara, desocupación,
reglamentación policíaca de las huelgas, etc.); cuando cualquier reivindicación
seria del proletariado y hasta cualquier reivindicación progresiva de la
pequeña burguesía, conducen inevitablemente más allá de los límites de la
propiedad capitalista y del Estado burgués.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
El objetivo estratégico de la IV Internacional no consiste
en reformar el capitalismo, sino en derribarlo. Su finalidad política es la
conquista del poder por el proletariado para realizar la expropiación de la
burguesía. Sin embargo, la obtención de este objetivo estratégico es
inconcebible sin la más cuidadosa de las actitudes respecto de todas las
cuestiones de táctica, inclusive las pequeñas y parciales.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Todas las fracciones del proletariado, todas sus capas,
profesionales y grupos deben ser arrastradas al movimiento revolucionario. Lo
que distingue a la época actual, no es que exima al partido revolucionario del
trabajo prosaico de todos los días, sino que permite sostener esa lucha en
unión indisoluble con los objetivos de la revolución<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
La IV Internacional no rechaza las del viejo programa
“mínimo” en la medida en que ellas han conservado alguna fuerza vital. Defiende
incansablemente los derechos democráticos de los obreros y sus conquistas
sociales, pero realiza este trabajo en el cuadro de una perspectiva correcta,
real, vale decir, revolucionaria. En la medida en que las reivindicaciones
parciales –“mínimum”- de las masas entren en conflicto con las tendencias
destructivas y degradantes del capitalismo decadente -y eso ocurre a cada paso,
la IV Internacional auspicia un sistema de reivindicaciones transitorias, cuyo
sentido es el de dirigirse cada vez más abierta y resueltamente contra las
bases del régimen burgués. El viejo “programa mínimo” es constantemente
superado por el programa de transición cuyo objetivo consiste en una
movilización sistemática de las masas para la revolución proletaria.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
(…)</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
PIQUETES DE HUELGA, DESTACAMENTO DE COMBATE, MILICIA OBRERA,
EL ARMAMENTO DEL PROLETARIADO<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Las huelgas con ocupación de fábricas son una muy seria
advertencia dirigida por las masas no sólo a la burguesía sino también a las
organizaciones obreras, comprendida la cuarta Internacional. En 19l9-1920, los
obreros italianos ocuparon, por su propia iniciativa las fábricas señalando así
a sus propios “jefes” la llegada de la revolución social. Los “jefes” no
tomaron en cuenta la advertencia. Los resultados fueron la victoria del
fascismo.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Las huelgas con ocupación no son todavía la toma de la
fábrica a la manera italiana: pero son un paso decisivo en este camino. La
crisis actual puede exacerbar extremadamente la marcha de la lucha de clases y
precipitar el desenlace. No hay que creer sin embargo que una situación revolucionaria
surge repentinamente. En realidad su aproximación será señalada por toda una
serie de convulsiones. La ola de huelgas con ocupación de fábricas es
precisamente una de ellas. La tarea de las secciones de la Cuarta Internacional
es de ayudar a la vanguardia proletaria a comprender el carácter general y los
ritmos de nuestra época y fecundar a tiempo la lucha de masas con consignas
cada vez más resueltas y con medidas de organización para el combate.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
La exacerbación de la lucha del proletariado significa la
exacerbación de los métodos de resistencia por parte del capital. Las nuevas
olas de huelgas con ocupación de fábricas pueden provocar y provocarán
infaliblemente enérgicas medidas de reacción por parte de la burguesía. El
trabajo preparatorio se conduce desde ahora en los estados mayores de los
trusts. ¡Desgraciadas las organizaciones revolucionarias, desgraciado el
proletariado si se deja tomar nuevamente de improviso!<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
La burguesía no se limita en ninguna parte a utilizar
solamente la policía y el ejército oficiales. En los Estados Unidos, incluso en
los períodos de “calma”, mantiene destacamentos amarillos y bandas armadas de
carácter privado en las fábricas. Es preciso agregar ahora las bandas de nazis
norteamericanas. La burguesía francesa en cuanto sintió la proximidad del
peligro movilizó los destacamentos fascistas semilegales e ilegales, hasta en
el interior del ejército oficial. Bastará que los obreros ingleses aumenten de
nuevo su empuje para que de inmediato las bandas de Lord Mosley se dupliquen,
tripliquen, decupliquen en número e inicien una cruzada sangrienta contra los
obreros. La burguesía advierte claramente que en la época actual la lucha de
clases infaliblemente tiende a transformarse en guerra civil. Los magnates y
los lacayos del capital han aprendido en los ejemplos de Italia, Alemania,
Austria y otros países, mucho más que los jefes oficiales del proletariado<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Los políticos de la Segunda y la Tercera Internacional, al
igual que los burócratas de los sindicatos conscientemente cierran los ojos
ante el ejército privado dc la burguesía, pues de lo contrario no podrían
mantener ni durante 24 horas su alianza con ella. Los reformistas inculcan
sistemáticamente a los obreros la idea de que la sacrosanta democracia está más
segura allí donde la burguesía se halla armada hasta los dientes y los obreros
desarmados.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
La Cuarta Internacional tiene el deber de acabar de una vez
por todas con esta política servil. Los demócratas pequeño-burgueses incluso
los social-demócratas, los socialistas y los anarquistas gritan más
estentóreamente acerca de la lucha con el fascismo cuanto más cobardemente
capitulan ante el mismo. Las bandas fascistas sólo pueden ser contrarrestadas
victoriosamente por los destacamentos de obreros armados que sienten tras de sí
el apoyo de millones de trabajadores. La lucha contra el fascismo no se inicia
en la redacción de una hoja liberal, sino en la fábrica y termina en la calle.
Los elementos amarillos y los gendarmes privados en las fábricas son las
células fundamentales del ejército del fascismo. Los piquetes de huelgas son
las células fundamentales del ejército del proletariado. Por allí es necesario
empezar. Es preciso inscribir esta consigna en el programa del ala
revolucionaria de los sindicatos. En todas partes donde sea posible, empezando
por las organizaciones juveniles, es preciso constituir prácticamente milicias
de autodefensa, adiestrándolas en el manejo de las armas.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
La nueva ola del movimiento de masas no sólo debe servir
para aumentar el número de esas milicias, sino también para unificarlas por
barrios, ciudades y regiones Es preciso dar una expresión organizada al
legítimo odio de los obreros en contra de los elementos rompehuelgas, las
bandas de pistoleros y de fascistas. Es preciso lanzar la consigna de la
milicia obrera como única garantía seria de la inviolabilidad de las
organizaciones, las reuniones y la prensa obrera.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Sólo gracias a un trabajo sistemático, constante, incansable
valiente en la agitación y en la propaganda, siempre en relación con la
experiencia de la masa misma, pueden extirparse de su conciencia las
tradiciones de docilidad y pasividad: educar destacamentos de heroicos
combatientes, capaces de dar el ejemplo a todos los trabajadores, infligir una
serie de derrotas tácticas a las bandas de la contrarrevolución, aumentar la
confianza en sí mismos de los explotados, desacreditar el fascismo a los ojos
de la pequeña burguesía y despejar el camino para la conquista del poder para
el proletariado.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Engels definía el Estado “destacamentos de elementos
armados”. El armamento del proletariado es un factor integrante indispensable
de su lucha emancipadora. Cuando el proletariado lo quiera, hallará los caminos
y los medios para armarse. También en este dominio la dirección incumbe
naturalmente a las secciones de la Cuarta Internacional.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
(…)</div>
LRhttp://www.blogger.com/profile/10903104379487600553noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-821994594593420177.post-30417605208507790112016-02-26T17:19:00.001-02:002016-03-23T16:21:59.567-02:00León Trotsky y la lucha armada (III)<div style="text-align: justify;">
Un texto dedicado a la situación francesa, anterior a la segunda guerra mundial, escrito por León Trotsky en el que plantea la necesidad de la formación de milicias obreras para enfrentar al fascismo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjL6amYNZk64PEeJbOhYd5LItfIOyReKXJ1Aiposoy_zMg-RFpSywDKcx7A8vDwLgqHfpf8fXrf9IqlS24qTqpzigw6VXbNXdRmdNFOzfdvGdX49wqF2RR1YKfiRLMmR83zzdM8gdjrFYJR/s1600/miliciasdelasfaibarcelona7dr.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjL6amYNZk64PEeJbOhYd5LItfIOyReKXJ1Aiposoy_zMg-RFpSywDKcx7A8vDwLgqHfpf8fXrf9IqlS24qTqpzigw6VXbNXdRmdNFOzfdvGdX49wqF2RR1YKfiRLMmR83zzdM8gdjrFYJR/s320/miliciasdelasfaibarcelona7dr.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: center;">
<b><span style="font-family: "georgia" , serif;">¿ADÓNDE VA FRANCIA?</span></b><span style="font-family: "georgia" , serif;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: center;">
<b><span style="font-family: "georgia" , serif;">(Fines de octubre de 1934)</span></b><span style="font-family: "georgia" , serif;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: center;">
<b><span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;">En
estas páginas, queremos explicar a los obreros avanzados qué destino espera a
Francia durante los años próximos. Para nosotros, Francia no es la Bolsa, ni
los bancos, ni los trusts, ni el gobierno, ni el Estado Mayor, ni la Iglesia
(todos ellos son los opresores de Francia), sino la clase obrera y los
campesinos explotados.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<i><span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<i><span style="font-family: "georgia" , serif;">El derrumbe de la democracia burguesa</span></i><span style="font-family: "georgia" , serif;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;">Después
de la guerra, se produjeron una serie de revoluciones, que significaron
brillantes victorias: en Rusia, en Alemania, en Austria-Hungría, más tarde, en
España. Pero fue solo en Rusia donde el proletariado tomó plenamente el poder
en sus manos, expropió a sus explotadores y, gracias a ellos, supo cómo crear y
mantener un Estado obrero. En todos los otros casos, el proletariado a pesar
de la victoria se detuvo, por causa de su dirección, a mitad de camino. El
resultado de esto fue que el poder escapó de sus manos y, desplazándose de
izquierda a derecha, terminó siendo el botín del fascismo. En una serie de
otros países, el poder cayó en manos de una dictadura militar. En cada uno de
ellos, el parlamento no ha mostrado tener la capacidad de conciliar las
contradicciones de clase y de asegurar la marcha pacífica de los
acontecimientos. El conflicto se resolvió con las armas en la mano.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;">Naturalmente,
en Francia se ha pensado durante mucho tiempo que el fascismo nada tenía que
ver con este país. Por ser Francia una república, en ella todas las cuestiones
son resueltas por el pueblo soberano mediante el sufragio universal. Pero, el 6
de febrero, algunos miles de fascistas y realistas, armados de revólveres, de
cachiporras y de navajas, han impuesto al país el gobierno reaccionario de
Doumergue, bajo la protección del cual las bandas fascistas continúan creciendo
y armándose. ¿Qué nos deparará el mañana?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;">Desde
luego, en Francia, como en algunos otros países de Europa (Inglaterra, Bélgica,
Holanda, Suiza, países escandinavos) aún existe un Parlamento, elecciones,
libertades democráticas, o sus despojos. Pero en todos estos países la lucha de
clases se exacerba en el mismo sentido en que antes se ha desarrollado en
Italia y Alemania. Quien se consuela con la frase: “Francia no es Alemania”, es
un imbécil sin esperanza. En la actualidad, en todos los países actúan las
mismas leyes: Las de la decadencia capitalista. Si los medios de producción
continúan en manos de un pequeño número de capitalistas, no hay salvación para
la sociedad. Está condenada a ir de crisis en crisis, de miseria en miseria, de
mal en peor. En los distintos países, las consecuencias de la decrepitud y
decadencia del capitalismo se expresan bajo formas diversas y con ritmos
desiguales. Pero el fondo del proceso es el mismo en todos lados. La burguesía
ha conducido a su sociedad a la bancarrota completa. No es capaz de asegurar al
pueblo, ni el pan ni La paz. Es precisamente por eso que no puede soportar el
orden democrático por mucho tiempo más. Está constreñida a aplastar a los
obreros con la ayuda de la violencia física. Pero no puede terminarse con el
descontento de los obreros y campesinos mediante la policía únicamente. Enviar
al ejército contra el pueblo, se hace pronto imposible: comienza a
descomponerse y termina con el paso de una gran parte de los soldados al lado
del pueblo. Por ello, el gran capital está obligado a crear bandas armadas
particulares, especialmente entrenadas para atacar a los obreros, como ciertas
razas de perros son entrenados para atacar a la presa. La función histórica del <i>fascismo </i>es
la de aplastar a la clase obrera, destruir sus organizaciones, ahogar la
libertad política, cuando los capitalistas ya se sienten incapaces de dirigir y
dominar con ayuda de la maquinaria democrática.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;">El
fascismo encuentra su material humano sobre todo en el seno de la pequeña burguesía.
Esta es totalmente arruinada por el gran capital. Con la actual estructura
social, no tiene salvación. Pero no conoce otra salida. Su descontento, su
indignación, su desesperación, son desviados por los fascistas del gran capital
y dirigidos contra los obreros. Del fascismo puede decirse que es una
operación de dislocación de los cerebros de la pequeña burguesía en interés de
sus peores enemigos. Así, el gran capital arruina primero a las clases medias y
enseguida, con ayuda de sus agentes, los mercenarios, los demagogos fascistas,
dirige contra el proletariado a la pequeña-burguesía sumida en la
desesperación. No es sino por medio de tales procedimientos que el régimen
burgués es capaz de mantenerse. ¿Hasta cuándo? Hasta que sea derrocado por la
revolución proletaria.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<i><span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<i><span style="font-family: "georgia" , serif;">Los comienzos del bonapartismo en Francia</span></i><span style="font-family: "georgia" , serif;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;">En
Francia, el movimiento de la democracia hacia el fascismo aún está en su
primera etapa. El Parlamento existe, pero ya no tiene los poderes de otros
tiempos y nunca más los recuperará. Muerta de miedo, la mayoría del Parlamento
ha recurrido después del 6 de febrero, al poder Doumergue, el salvador, el
árbitro. Su gobierno se coloca por encima del Parlamento. No se apoya sobre la
mayoría “democráticamente” elegida, sino directa e inmediatamente sobre el
aparato burocrático, sobre la policía y el ejército.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;">Precisamente
por eso, Doumergue no puede admitir ninguna libertad para los funcionarios y,
en general, para los empleados públicos. Necesita un aparato burocrático dócil
y disciplinado, en cuya cumbre él pueda mantenerse sin peligro de caer. En su
terror ante los fascistas y ante el “frente común”, la mayoría parlamentaria
está obligada a inclinarse ante Doumergue. En la actualidad, se escribe mucho
sobre la próxima “reforma” de la Constitución, sobre el derecho de disolución
de la Cámara de Diputados, etc. Todas estas cuestiones no tienen sino un
interés jurídico. En el plano político, la cuestión ya está resuelta. La
reforma se ha realizado sin viajar a Versailles <a href="https://www.blogger.com/null" name="_ftnref1"></a><a href="https://www.marxists.org/espanol/trotsky/1936/1936-francia/01.htm#_ftn1" title=""><span style="color: #333399;">[1]</span></a>.
La aparición en la arena de bandas fascistas armadas ha dado a los agentes del
gran capital la posibilidad de elevarse por encima del Parlamento. En esto
radica hoy la esencia de la Constitución francesa. Todo lo demás no es sino
ilusión, fraseología o engaño consciente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;">El
rol actual de Doumergue, como el de sus posibles sucesores <b>(</b>del
tipo del mariscal Pétain o de Tardieu) no es algo novedoso. Es similar al que
cumplieron, en otras condiciones, Napoleón o Napoleón III. La esencia del
bonapartismo consiste en esto: apoyándose en la lucha de dos campos, “salva” a
la “nación”, con el auxilio de una dictadura burocrático-militar. Napoleón I
representa el bonapartismo de la impetuosa juventud de la sociedad burguesa. El
bonapartismo de Napoleón III, es el del momento en que, en la cabeza de la
burguesía, comienza a aparecer la calvicie. En la persona de Doumergue,
encontramos el bonapartismo senil de la declinación capitalista. El gobierno
Doumergue es el primer grado en el paso del parlamentarismo al bonapartismo.
Para mantener su equilibrio, Doumergue necesita tener a su derecha a los
fascistas y otras bandas, que lo han llevado al poder. Reclamarle que disuelva
—no en los papeles, sino en la realidad— a las juventudes Patrióticas, a los
Croix de Feu, a los Camelots du Roi, etc., es reclamarle que corte la rama
sobre la que está subido. Naturalmente son posibles oscilaciones temporarias en
uno u otro sentido. Así, una ofensiva prematura del fascismo podría provocar
cierto movimiento hacia “La izquierda” en las altas esferas gubernamentales:
Doumergue daría lugar por un momento, no a Tardieu sino a Herriot. Pero, en
primer lugar, en ningún momento se ha dicho que los fascistas harían una
tentativa prematura de golpe de Estado. En segundo lugar, un temporario
movimiento a la izquierda en las altas esferas no cambiaría la dirección
general del desarrollo, no haría sino posponer un poco el desenlace. No hay
camino para volver hacia atrás, hacia la democracia pacifica. Los
acontecimientos conducen inevitable e irresistiblemente a un conflicto entre el
proletariado y el fascismo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<i><span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<i><span style="font-family: "georgia" , serif;">¿Durará mucho el bonapartismo?</span></i><span style="font-family: "georgia" , serif;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;">¿Cuánto
tiempo puede mantenerse el actual régimen bonapartista de transición? O, dicho
de otro modo: ¿cuánto tiempo le queda al proletariado para prepararse para el
combate decisivo? Naturalmente, es imposible responder a esta pregunta con
exactitud. Pero, entretanto, pueden establecerse algunos datos para apreciar la
velocidad del desarrollo de todo el proceso. El elemento más importante para el
juicio, es la suerte futura del Partido Radical.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;">Por
su nacimiento, el bonapartismo actual está ligado, como hemos dicho, a un
comienzo de guerra civil entre los campos políticos extremos. Su principal
apoyo material, lo encuentra en la policía y el ejército. Pero, también tiene
un apoyo hacia la izquierda: el Partido Radical-socialista. La base de este
partido de masas está constituida por la pequeña burguesía urbana y rural. La
dirección del partido está formado por los agentes “democráticos” de la gran
burguesía, que de tanto en tanto han dado al pueblo pequeñas reformas y, más
continuamente, frases democráticas; cada día lo han salvado (de palabra) de la
reacción y del clericalismo, pero en todas las cuestiones importantes han hecho
la política del gran capital. Bajo la amenaza del fascismo, y aún más, bajo la
del proletariado, los radicales-socialistas se han visto obligados a pasar del
campo de la “democracia” parlamentaria al campo del bonapartismo. Como el
camello bajo la fusta del camellero, el radicalismo se ha puesto sobre sus
cuatro rodillas, para permitir a la reacción sentarse entre sus jorobas. Sin el
apoyo político de los radicales, el gobierno Doumergue sería imposible, en este
momento.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;">Si
se compara la evolución política de Francia con la de Alemania, el gobierno
Doumergue y sus posibles sucesores corresponden a los gobiernos Brüning, Papen,
Schleicher, que llenaron el interregno entre la república de Weimar e Hitler.
Sin embargo, hay una diferencia que, políticamente, puede tener una enorme
importancia. El bonapartismo alemán entró en escena cuando los partidos
democráticos se hablan hundido, mientras que los nazis crecían con fuerza
prodigiosa. Los tres gobiernos “bonapartistas” de Alemania, teniendo un apoyo
político propio muy débil, se encontraban en equilibrio sobre una cuerda
tendida sobre el abismo, entre los dos campos hostiles: el proletariado y el
fascismo. Esos tres gobiernos cayeron rápidamente. El campo del proletariado
estaba entonces escindido, no estaba preparado para la lucha, desorientado y
traicionado por sus dirigentes. Los nazis pudieron tomar el poder casi sin
lucha.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;">El
fascismo francés todavía hoy no representa una fuerza de masas. Por el
contrario, el bonapartismo tiene un apoyo, por cierto no muy seguro ni muy
estable, pero de masas, en la persona de los radicales. Entre estos dos hechos,
existe un nexo interno. Por el carácter social de su apoyo, el radicalismo es
un partido de la pequeña burguesía. Y el fascismo no puede convertirse en
fuerza de masas, más que conquistando a la pequeña burguesía. En otras
palabras: <i>en Francia, el fascismo puede desarrollarse principalmente a
expensas de los radicales. </i>Este proceso se produce en la actualidad,
pero se encuentra aún en su primera etapa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<i><span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<i><span style="font-family: "georgia" , serif;">El rol del partido radical</span></i><span style="font-family: "georgia" , serif;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;">Las
últimas elecciones cantonales han arrojado los resultados que podían y debían
esperarse: Los flancos, es decir los reaccionarios y el bloque obrero, han
ganado posiciones; y el centro, es decir, los radicales, han perdido. Pero aún
las ganancias y pérdidas son ínfimas. Si se hubiera tratado de elecciones
parlamentarias esos fenómenos hubieran tomado, sin duda, dimensiones muy
considerables. Para nosotros, los desplazamientos anotados no tienen
importancia en sí mismos, sino sólo como síntoma de cambios en la conciencia de
las masas. Muestran que el centro pequeño-burgués ya ha comenzado a
desmoronarse en favor de los campos extremos. Esto significa que los restos del
régimen parlamentario van a ser progresivamente roídos; Los campos extremos van
a crecer; se aproximan los choques entre ellos. No es difícil comprender que
este proceso es absolutamente inevitable.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;">El
partido radical es el partido con cuya ayuda la gran burguesía mantenía las
esperanzas de la pequeña burguesía en un mejoramiento progresivo y pacífico de
su situación. Ese rol de radicales solo fue posible mientras la situación
económica la pequeña burguesía seguía siendo soportable; tolerable; mientras no
sufría una ruina masiva y mientras guardaba esperanzas en el porvenir. Por
cierto, el programa de los radicales fue siempre un simple pedazo de papel. Los
radicales no han realizado ninguna reforma social seria en favor de los
trabajadores y no podrían realizarla: no hubiera sido permitido por la gran burguesía,
en cuyas manos están todas las reales palancas del poder: los bancos y la
Bolsa, la gran prensa, los altos funcionarios, de la diplomacia, el Estado
Mayor. Pero algunas pequeñas limosnas que obtenían los radicales de tanto en
tanto, en beneficio de su clientela, sobre todo en el marco provincial,
mantenían las ilusiones de las masas populares. Así fue hasta la última crisis.
En la actualidad, para el campesino más atrasado se hace claro que no se trata
de una crisis pasajera ordinaria, como hubo no pocas antes de la guerra, sino
de una crisis de todo el sistema social. Son necesarias medidas firmes y
decisivas. ¿Cuáles? El campesino no lo sabe. Nadie se lo ha dicho, como él
necesitaría.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;">El
capitalismo ha llevado los medios de producción a un nivel tal, que se
encuentran paralizados por la miseria de las masas populares, arruinadas por el
mismo capitalismo. Por eso mismo, todo el sistema ha entrado en un periodo de
decadencia, de descomposición, de putrefacción. El capitalismo no solo no puede
dar a los trabajadores nuevas reformas sociales, ni siquiera pequeñas limosnas:
se ve obligado a quitarle las que les dio antes. Toda Europa ha entrado en una
época de contra-reformas económicas y políticas. Lo que provoca la política de
expoliación y ahogo de las masas no son los caprichos de la reacción, sino
la descomposición del sistema capitalista. Ahí está el hecho fundamental, que
debe ser asimilado por cada obrero, si no quiere que se lo engañe con frases
huecas. Es precisamente por eso que los partidos reformistas democráticos se
descomponen y pierden fuerza, uno tras otro, en toda Europa. Es la misma suerte
que espera a los radicales franceses. Sólo gente sin cerebro puede pensar que
la capitulación de Daladier o el servilismo de Herriot ante la peor reacción
son el resultado de causas fortuitas o temporarias o de falta de carácter de
esos dos jefes lamentables. ¡No! Los grandes fenómenos políticos tienen,
siempre, profundas causas sociales. La decadencia de los partidos democráticos
es un fenómeno universal que tiene sus razones en la decadencia del propio
capitalismo. La gran burguesía dice a los radicales: “Ahora no es tiempo de
juegos. Si no dejan de coquetear con los socialistas y de flirtear con el
pueblo, prometiéndole el oro y el moro, llamo a los fascistas. ¡Entiendan bien
que el 6 de febrero no fue más que una primera advertencia! “ Después de
lo cual, el camello radical se pone sobre sus cuatro rodillas. No le queda otra
cosa para hacer.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;">Pero
el radicalismo no encontrará su salvación por este camino. Ligando a los ojos
de todo el pueblo, su suerte a la suerte de la reacción, ¡acerca
inevitablemente su propio fin! La pérdida de votos y de puestos en las
elecciones cantonales no es sino un comienzo. Después, el proceso de derrumbe
del partido radical irá cada vez más rápido. Toda la cuestión es saber en favor
de quién, si de la revolución proletaria o del fascismo, se hará ese derrumbe
inevitable, irresistible.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;">¿Quién
presentará primero, más ampliamente y con mayor fuerza, a las clases medias, el
programa más convincente, y —lo más importante— conquistará su confianza,
mostrando con palabras y hechos que es capaz de eliminar todos los obstáculos
en el camino de un porvenir mejor: el socialismo revolucionario o la reacción
fascista? De esta cuestión depende la suerte de Francia por muchos años. No
solo de Francia: de Europa. No sólo de Europa: del mundo entero.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<i><span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<i><span style="font-family: "georgia" , serif;">Las “clases medias”, el partido radical y el
fascismo</span></i><span style="font-family: "georgia" , serif;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;">Desde
el momento de la victoria de Los nazis en Alemania, en los partidos y grupos de
“izquierda” se ha hablado mucho sobre la necesidad de acercarse a las “clases
medias” para cerrar el camino al fascismo. La fracción Renaudel y Cia. se ha
separado del Partido Socialista con el especial objetivo de aproximarse a los
radicales. Pero, a la misma hora en que Renaudel, que vive en las ideas de
1848, tendía las dos manos hacia Herriot, éste las tenia ocupadas: una por
Tardieu, la otra por Louis Mann.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;">De
aquí, sin embargo, no se concluye en absoluto que la clase obrera pueda dar la
espalda a la pequeña burguesía, abandonándola a su desgracia. ¡De ningún modo!
Acercarse a los campesinos y pequeños burgueses de la ciudad, atraerlos a
nuestro lado, es la condición necesaria del éxito en la lucha contra el
fascismo, por no hablar de la conquista del poder. Solo es necesario plantear
el problema de un modo correcto. Pero para ello se debe comprender claramente
cuál es la naturaleza de las “clases medias”. Nada es más peligroso,
especialmente en un periodo crítico, que repetir fórmulas generales, sin
examinar qué contenido social recubren.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;">La
sociedad contemporánea se compone de tres clases: la gran burguesía, el
proletariado y las “clases medias” o pequeña burguesía. Las relaciones entre
estas tres clases determinan en última instancia la situación política del
país. Las clases fundamentales de la sociedad son la gran burguesía y el
proletariado. Estas dos clases son las únicas que pueden tener una política
independiente, clara y consecuente. La pequeña burguesía se distingue por
su dependencia económica y su heterogeneidad social. Su capa superior toca
inmediatamente a la gran burguesía. Su capa inferior se mezcla con el
proletariado y llega a caer incluso al estado del lumpen-proletariado. Conforme
a su situación económica, la pequeña burguesía no puede tener una política
independiente. Oscila siempre entre los capitalistas y los obreros. Su propia
capa superior La empuja hacia la derecha; sus capas inferiores, oprimidas y
explotadas, son capaces, en ciertas condiciones, de virar bruscamente a la
izquierda, es por esas relaciones contradictorias de las diferentes capas de
las “ciases medias” que ha estado siempre determinada la política confusa y
absolutamente inconsistente de los radicales, sus vacilaciones entre el bloque
con los socialistas, para calmar a la base, y el bloque nacional con la
reacción capitalista, para salvar a la burguesía. La descomposición definitiva
del radicalismo comienza desde el momento en que la gran burguesía, ella misma
en un callejón sin salida, no le permite seguir oscilando. La pequeña
burguesía, las masas arruinadas de las ciudades y del campo, comienza a perder
la paciencia. Toma una actitud cada vez más hostil hacia su propia capa
superior; se convence en los hechos de la inconsistencia y perfidia de su
dirección política. El campesino pobre, el artesano, el pequeño comerciante, se
convencen en los hechos de que un abismo los separa de todos esos intendentes,
de todos esos abogados, de todos esos arribistas políticos, del estilo de
Herriot, Daladier, Chautemps y Cia. que, por su forma de vida y por sus
concepciones, son grandes burgueses. Es precisamente esta desilusión de la
pequeña burguesía, su impaciencia, su desesperación, lo que explota el
fascismo. Sus agitadores estigmatizan y maldicen a la democracia parlamentaria,
que respalda a los arribistas y “staviskratas” <a href="https://www.blogger.com/null" name="_ftnref2"></a><a href="https://www.marxists.org/espanol/trotsky/1936/1936-francia/01.htm#_ftn2" title=""><span style="color: #333399;">[2]</span></a>,
pero que nada da a los pequeños trabajadores. Estos demagogos blanden el puño
en dirección a los banqueros, los grandes comerciantes, los capitalistas. Esas
palabras y es gestos responden plenamente a los sentimientos de los pequeños
propietarios, caídos en una situación sin salida. Los fascistas muestran
audacia, salen a la calle, enfrentan a la policía, intentan barrer el
Parlamento por la fuerza. Esto impresiona al pequeño burgués sumido en la
desesperación. Se dice: “Los radicales, entre los que hay muchos estafadores,
se han vendido definitivamente a los banqueros; los socialistas prometen desde
hace mucho eliminar la explotación, pero nunca pasan de las palabras a los
hechos; a los comunistas no se los puede entender: hoy una cosa, mañana otra;
hay que ver si los fascistas no pueden portarnos la salvación”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<i><span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<i><span style="font-family: "georgia" , serif;">¿Es inevitable el paso de las clases medias al
campo del fascismo?</span></i><span style="font-family: "georgia" , serif;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;">Renaudel,
Frossard y sus semejantes se imaginan que la pequeña burguesía está apegada
sobre todo a la democracia y que precisamente por eso es necesario unirse a los
radicales. ¿Qué monstruosa aberración! La democracia no es más que una forma
política. La pequeña burguesía no se preocupa por la cáscara de la nuez sino
por su pepita. Busca salvarse de la miseria y la ruina. ¿Que la democracia se
muestra impotente? ¡al diablo con la democracia! Así razona o siente cada
pequeño burgués. En la indignación creciente de las capas inferiores de la
pequeña burguesía contra sus propias capas superiores, “instruidas”,
municipales, cantonales parlamentarias, se encuentra la principal fuente social
y política del fascismo. A esto debe agregarse el odio de la juventud
intelectual, aplastada por la crisis, hacia los abogados, los profesores, los
diputados y los ministros advenedizos. Aquí también, en consecuencia, los
intelectuales pequeño burgueses inferiores se rebelan contra los quo están por
encima de ellos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;">¿Significa
esto que el paso de la pequeña burguesía por el camino al fascismo será
inevitable, ineluctable? No, tal conclusión sería de un vergonzoso fatalismo.
Lo que es realmente inevitable es el fin del radicalismo y de todas las
agrupaciones políticas que liguen su suerte a la de éste. En las condiciones de
la decadencia capitalista, no hay más lugar para un partido de reformas
democráticas y de progreso “pacífico”. Cualquiera que sea la vía por la que
pase el futuro desarrollo de Francia, el radicalismo desaparecerá de la escena,
de todos modos, rechazado y despreciado por la pequeña burguesía, a la que
traicionó definitivamente. Todo obrero consciente se convencerá desde ahora de
que nuestra predicción responde a la realidad, sobre la base de los hechos y de
la experiencia de cada día., Nuevas elecciones traerán derrotas para los
radicales. De ellos van a desprenderse unas capas tras otras, las masas
populares abajo, los grupos de arribistas asustados arriba. Deserciones,
escisiones, traiciones, van a seguirse ininterrumpidamente. Alguna maniobra o
algún bloque no salvarán al partido radical. Este arrastrará consigo al abismo
al “partido” de Renaudel, Déat y Cia. El fin del partido radical es el
resultado inevitable del hecho de que la sociedad burguesa no puede alcanzar el
fin de sus dificultades con la ayuda de métodos supuestamente democráticos. La
escisión entre la base de la pequeña burguesía y sus direcciones es inevitable.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;">Pero
esto no significa de ningún modo que las masas que siguen al radicalismo deben
infaltablemente poner sus esperanzas en el fascismo. Desde luego, la parte más
desmoralizada, más desclasada y más ávida de la juventud de las clases medias
ha hecho ya su elección en ese sentido. Es de esta reserva quo se reclutan
sobre todo las bandas fascistas. Pero las grandes masas pequeño burguesas de
las ciudades y el campo no han hecho aún su elección. Vacilan ante una gran decisión.
Es precisamente porque vacilan que aún continúan, pero ya sin confianza,
votando por los radicales. Sin embargo, esta situación de vacilación e
irresolución no durará años, sino meses. El desarrollo político va a tornar, en
el periodo próximo, un ritmo febril. La pequeña burguesía no rechazará la
demagogia del fascismo, más que si pone su fe en la realidad de otro camino.
Pero el otro camino, es el de la revolución proletaria.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<i><span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<i><span style="font-family: "georgia" , serif;">¿Es verdad que la pequeña burguesía teme a la
revolución?</span></i><span style="font-family: "georgia" , serif;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;">Los
cretinos parlamentarios, que creen ser conocedores del pueblo, gustan de
repetir: “No hay que asustar a las clases medias con la revolución: aborrecen
los extremos.” Bajo esta forma general, esta afirmación es absolutamente falsa.
Naturalmente, el pequeño propietario tiende al orden, en tanto que sus negocios
marchan bien y mientras tiene esperanzas de que marchen aun mejor. Pero, cuando
ha perdido esa esperanza, es fácilmente atacado por la rabia y está dispuesto a
abandonarse a las medidas más extremas. En caso contrario, cómo habría podido
derrocar al Estado democrático y conducir al fascismo al poder en Italia y
Alemania? Los pequeño burgueses desesperados ven ante todo en el fascismo una
fuerza combativa contra el gran capital, y creen que, a diferencia de los partidos
obreros que trabajan solamente con la lengua, el fascismo utilizará los puños
para imponen más “justicia”. A su manera, el campesino y el artesano son
realistas: comprenden que no podrá prescindirse de los puños. Es falso, tres
veces falso, afirmar que en la actualidad la pequeña burguesía no se dirige a
los partidos obreros porque teme a las “medidas extremas”. Por el contrario: la
capa inferior de la pequeña burguesía, sus grandes masas no ven en los partidos
obreros más que máquinas parlamentarias, no creen en su fuerza, no los creen
capaces de luchar, no creen que esta vez estén dispuestos a llevar la lucha
hasta el final. Y si es así, ¿vale la pena reemplazar al radicalismo por sus
colegas parlamentarios de izquierda? Así es cómo razona o siente el propietario
semi-expropiado, arruinado e indignado. Sin la comprensión de esta psicología
de los campesinos, artesanos, empleados, pequeños funcionarios, etc.
—psicología que surge de la crisis social— es imposible elaborar una política
justa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;">La
pequeña burguesía es económicamente dependiente y está políticamente atomizada.
Por eso no puede tener una política propia. Necesita un ‘jefe” que le inspire
confianza. Ese jefe individual o colectivo (es decir, una persona o un partido)
puede ser provisto por una u otra de las clases fundamentales, sea por la gran
burguesía, sea por el proletariado. El fascismo unifica y arma a las masas
dispersas; de una “polvareda humana” —según nuestra expresión— hace
destacamentos de combate. Así, da a la pequeña burguesía la ilusión de ser
independiente. Comienza a imaginarse que realmente, manejará el Estado. ¡No hay
nada de sorprendente en que esas ilusiones y esas esperanzas se le suban a la
cabeza!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;">Pero
la pequeña burguesía puede también encontrar un caudillo en el proletariado. Lo
ha demostrado en Rusia, y parcialmente en España. Ha tendido a ello en Italia,
en Alemania y en Austria.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;">Pero
los partidos del proletariado no han estado a la altura de su tarea histórica.
Para atraer a su lado a la pequeña burguesía, el proletariado debe conquistar
su confianza. Y, para ello, debe comenzar por tener él mismo confianza en sus
propias fuerzas. Necesita tener un programa de acción clara y estar dispuesto a
luchar por el poder por todos los medios posibles. Templado por su partido
revolucionario para una lucha decisiva e implacable, el proletariado dice a los
campesinos y a los pequeños burgueses de la ciudad:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;">“Lucho
por el poder; he aquí mi programa; no emplearé la fuerza más que contra el gran
capital y sus lacayos; pero con ustedes, trabajadores, quiero hacer una alianza
sobre la base de un programa dado.” El campesino comprenderá semejante lenguaje.
Hace falta, solamente, que tenga confianza en la capacidad del proletariado
para tomar el poder. Para eso, es indispensable depurar el frente único de todo
equívoco, de toda indecisión, de frases vacías; es indispensable comprender la
situación y ponerse seriamente en la ruta de la lucha revolucionaria.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<i><span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<i><span style="font-family: "georgia" , serif;">Una alianza con los radicales sería una alianza
contra las clases medias</span></i><span style="font-family: "georgia" , serif;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;">Renaudel,
Frossard y sus semejantes se imaginan con toda seriedad que una alianza con los
radicales es una alianza con las “clases medias” y, en consecuencia, una
barrera contra el fascismo. Esta gente no ve otra cosa que las sombras
parlamentarias. Ignoran la evolución real de las masas y se vuelven hacia el
partido radical que se sobrevive y que hace tiempo los ha dado la espalda.
Piensan que en una época de gran crisis social, una alianza de clases
movilizadas puede ser reemplazada por un bloque con una pandilla parlamentaria
comprometida y condenada a la desaparición. Una verdadera alianza del
proletariado y las clases medias no es una cuestión de estática parlamentaria,
sino de dinámica revolucionaria. Esa alianza, es necesario crearla, forjarla en
la lucha.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;">El
fondo de la situación política actual está en el hecho de que la pequeña
burguesía desesperada comienza a desembarazarse del yugo de la disciplina
parlamentaria y de la tutela de la pandilla “radical” conservadora, que siempre
ha engañado al pueblo y que ahora lo ha traicionado definitivamente. En esta
situación, ligarse a los radicales significa autocondenarse al desprecio de las
masas y empujar a la pequeña burguesía a los brazos del fascismo, como el único
salvador.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;">El
partido obrero no debe ocuparse en una tentativa sin esperanza de salvar al
partido de los especialistas en quiebras; debe, por el contrario, acelerar con
todas sus fuerzas el proceso de liberación de las masas de la influencia
radical. Cuanto mayor celo y energía ponga en el cumplimiento de esa tarea,
mejor preparará verdadera y rápidamente la alianza de la clase obrera con la
pequeña burguesía. Es necesario tomar a las masas en su movimiento. Es
necesario ponerse a la cabeza de ellas y no a su cola. La historia trabaja hoy
rápidamente. ¡Peor para el que se quede atrás!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;">Cuando
Frossard niega al Partido Socialista el derecho de desenmascarar, debilitar y
descomponer a! partido radical, actúa como un radical conservador, poro no como
un socialista. Solo tiene derecho a la existencia histórica el partido que cree
en su programa y se esfuerza por reunir a todo el pueblo bajo su bandera. En
caso contrario, no es un partido histórico, sino una pandilla parlamentaria,
una banda de arribistas. No es solamente el derecho, sino el deber elemental
del partido del proletariado, liberar a las masas trabajadoras de la nefasta
influencia de la burguesía. Esta tarea histórica toma en la actualidad, una
agudeza particular, pues los radicales se esfuerzan más que nunca en cubrir el
trabajo de la reacción, adormecer y engañar al pueblo, y preparar así la
victoria del fascismo. ¿Los radicales de izquierda? También ellos capitulan
fatalmente ante Herriot, como Herriot lo hace ante Tardieu.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;">Frossard
quiere creer que la alianza de los socialistas con los radicales conducirá a un
gobierno de “izquierda” que disolverá a las organizaciones fascistas y salvará
a la república. Es difícil imaginar una amalgama más monstruosa de ilusiones
democráticas y de cinismo policial. Cuando decimos que es necesaria una milicia
popular —hablaremos de esto en detalle, más adelante—, Frossard y sus
semejantes objetan: “Contra el fascismo no se debe luchar con medios físicos,
sino ideológicamente”. Cuando decimos: solo una fuerte movilización
revolucionaria de las masas (que no es posible más que en una lucha contra el
radicalismo) es capaz de socavar el piso bajo los pies del fascismo, la misma
gente nos replica: “no, sólo puede salvamos la policía del gobierno
Daladier-Frossard”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;">¡Lamentables
farfulleos! Los radicales han tenido el poder y, si han consentido en cedérselo
a Doumergue, no es porque les faltara la ayuda de Frossard, sino porque temían
al fascismo, temían a la gran burguesía que los amenazaba con las navajas
realistas, que temían aún más al proletariado que comenzaba a dirigirse contra
el fascismo. Para colmo de escándalos, fue el propio Frossard quien, espantado
del espanto de los radicales, aconsejó a Daladier que capitulara! Si se admite
por un instante — ¡hipótesis manifiestamente inverosímil! — que los radicales
hubieran consentido en romper la alianza con Doumergue por la alianza con
Frossard, las bandas fascistas, esta vez con la colaboración directa de la
policía, hubieran salido a la calle en número tres veces mayor, y los radicales
junto con Frossard, se hubieran metido debajo de la mesa o se hubieran ocultado
en los reductos más secretos de sus ministerios.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;">Pero
supongamos todavía una hipótesis fantástica: La policía de Daladier-Frossard
“desarma” a los fascistas. (¿Es que eso resuelve la cuestión? ,Quién desarmará
a la propia policía, que, con la mano derecha devolverá a las fascistas lo que
les haya quitado con la mano izquierda? La comedia del desarme de los fascistas
no haría otra cosa que aumentar la autoridad de los fascistas, como
combatientes contra el Estado capitalista. Los golpes contra las bandas
fascistas no pueden ser reales más que en la medida en que esas bandas sean, al
mismo tiempo, aisladas políticamente. Mientras tanto, el hipotético gobierno
Daladier-Frossard no daría nada a los obreros ni a las masas pequeño burguesas,
pues no podría atentar contra los fundamentos de la propiedad privada. Y, sin
expropiación de los bancos, de las grandes empresas comerciales, de las
industrias clave, de los transportes, sin monopolio del comercio exterior y sin
una serie de medidas profundas, no es posible en absoluto, acudir en ayuda del
campesino, del artesano o del pequeño comerciante. Por su pasividad, por su
impotencia, por su mentira, el gobierno Daladier-Frossard provocaría una
tempestad de indignación en la pequeña burguesía y la empujaría definitivamente
en la vía al fascismo. . <b>. </b>si ese gobierno fuera posible.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;">Sin
embargo, hay que reconocer que Frossard no está solo. El mismo día (24 de
octubre) en que el moderado Zyromsky intervenía en <i>Le Populaire </i>contra
el intento de Frossard de hacer renacer el cartel <a href="https://www.blogger.com/null" name="_ftnref3"></a><a href="https://www.marxists.org/espanol/trotsky/1936/1936-francia/01.htm#_ftn3" title=""><span style="color: #333399;">[3]</span></a>,
Cachin intervenía en <i>L‘Humanité </i>para defender la idea de un
bloque con los radicales socialistas. El, Cachin, saludaba con entusiasmo el
hecho de que los radicales se hubieran pronunciado por el “desarme” de los
fascistas. Por cierto, los radicales se han pronunciado por el desarme de
todos, incluyendo a las organizaciones obreras. Desde luego, en manos del
Estado bonapartista, tal medida sería dirigida sobre todo contra los obreros.
Desde luego, los fascistas “desarmados” recibirían al día siguiente el doble de
armas, no sin ayuda de la policía. Pero, ¿para qué preocuparse con sombrías
reflexiones? Todo hombre necesita una esperanza. Y he aquí a Cachin, que va
tras las huellas de Wels y Otto Bauer, quienes esperaron, en su momento, la
salvación por medio de un desarme realizado por las policías de Brüning y
Dollfuss. Haciendo un viraje de 180º, Cachin identifica a los radicales con las
clases medias. No ve a los campesinos oprimidos más que a través del prisma del
radicalismo. No se imagina la alianza con los pequeños propietarios
trabajadores de otro modo que bajo la forma de un bloque con los arribistas
parlamentarios que, por fin, han comenzado a perder la confianza de los
pequeños propietarios. En lugar de alimentar y de atizar la incipiente
indignación del campesino y del artesano contra los explotadores “democráticos”
y de dirigir esa indignación hacia una alianza con el proletariado, Cachin se
prepara a sostener a los estafadores radicales con la autoridad del “frente común”
y, de ese modo, a empujar a la indignación do las capas inferiores de la
pequeña burguesía por el camino al fascismo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;">La
torpeza teórica atrajo siempre hacia una cruel venganza en la política
revolucionaria. El “antifascismo”, coma el “fascismo”, no son para los
stalinistas conceptos concretos, sino dos grandes bolsas vacías en las que
meten todo lo que cae en sus manos. Doumergue es para ellos un fascista, como
antes también lo fue Daladier. De hecho, Doumergue es un explotador capitalista
del ala fascista de la pequeña burguesía, del mismo modo que Herriot es un
explotador de la pequeña burguesía radical. Actualmente, esos dos sistemas se
combinan en el régimen bonapartista. Doumergue también es, a su manera, un
“antifascista”, pues prefiere una dictadura pacifica, militar y policial, del
gran capital a una guerra civil de resultado siempre incierto. Por terror al
fascismo y más aún al proletariado, el “antifascista” Daladier se ha unido a
Doumergue. Pero el régimen de Doumergue es inconcebible sin la existencia de
las bandas fascistas. ¡E1 análisis marxista elemental demuestra así la
inconsistencia de la idea de la alianza con los radicales contra el fascismo!
Los propios radicales se toman el trabajo de mostrar en los hechos cuán
fantásticas y reaccionarias son las quimeras políticas de Frossard y de Cachin.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<i><span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<i><span style="font-family: "georgia" , serif;">La milicia obrera y sus adversarios</span></i><span style="font-family: "georgia" , serif;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;">Para
luchar, hay que conservar y reforzar los instrumentos y medios de lucha: las
organizaciones, la prensa, las reuniones, etc. El fascismo los amenaza, directa
o indirectamente. Aún es muy débil para lanzarse a la lucha directa por el
poder; pero es bastante fuerte como para intentar abatir a las organizaciones
obreras pedazo a pedazo, para templar sus bandas en esos ataques, para sembrar
en las filas obreras el desaliento y la falta de confianza en las propias
fuerzas. Por otra parte, el fascismo encuentra auxiliares inconscientes en
todos aquellos que dicen que la “lucha física” es inadmisible y sin esperanzas
y que reclaman de Doumergue el desarme de sus guardias fascistas. Nada es tan
peligroso para el proletariado, especialmente en las condiciones actuales, como
el veneno azucarado de las falsas esperanzas. Nada aumenta tanto la insolencia
de los fascistas como el blando “pacifismo” de las organizaciones obreras. Nada
destruye tanto la confianza de las clases medias en el proletariado, como la
pasividad expectante, como la ausencia de voluntad de lucha.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<i><span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<i><span style="font-family: "georgia" , serif;">Le Populaire </span></i><span style="font-family: "georgia" , serif;">y
particularmente <i>L‘Humanité </i>escriben todos los días: “El frente
único es una barrera contra el fascismo”, “El frente único no permitirá.. .“,
“Los fascistas no se atreverán”, etc. Frases. Hay que decir exactamente a los
obreros, socialistas y comunistas: “No permitan que los periodistas y oradores
superficiales e irresponsables los adormezcan con frases. Se trata de vuestras
cabezas y del porvenir del socialismo”. No somos nosotros quienes negamos la
importancia del frente único: lo hemos exigido cuando los dirigentes de los dos
partidos estaban contra él. El frente único abre enormes posibilidades. Pero
nada más. El frente único, en si mismo, no decide nada. Sólo la lucha de las
masas decide. El frente único se revelará como una gran cosa, cuando los
destacamentos comunistas acudan en ayuda do los destacamentos socialistas —y a
la inversa—, en el caso de un ataque de las bandas fascistas contra <i>Le
Populaire </i>o <i>L‘Humanité. </i>Pero, para que eso ocurra,
los destacamentos de combate proletarios deben existir, educarse, entrenarse,
armarse. Y si no hay organización de defensa, es decir milicia obrera, <i>Le
Populaire </i>y <i>L ‘Humanité </i>podrán escribir todo lo que
quieran sobre la omnipotencia del frente único y los dos diarios so encontrarán
indefensos ante el primer ataque bien preparado de los fascistas. Tratemos de
hacer el examen crítico de los “argumentos” y de las “teorías” de los
adversarios de la milicia obrera, que son muchos y muy influyentes en los dos
partidos obreros.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;">—Necesitamos
autodefensa de masas y no milicia, nos dicen a menudo. Pero, ¿qué es esta
“autodefensa de masas”? ¿Sin organización de combate? ¿Sin cuadros
especializados? ¿Sin armamento? Endosar a las masas no organizadas, no
preparadas, libradas a si mismas, la defensa contra el fascismo, sería
representar un papel incomparablemente más bajo que el de Poncio Pilatos. Negar
el rol de la milicia, es negar el rol de la vanguardia. En ese caso, ¿para qué
un partido? Sin el apoyo de las masas, La milicia no es nada. Pero, sin
destacamentos de combate organizados, las masas más heroicas serán aplastadas,
sector por sector, por las bandas fascistas. Oponer la milicia a la autodefensa
es absurdo. <i>La milicia es el órgano de la autodefensa.</i><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;">—Llamar
a la organización de la milicia, dicen algunos adversarios por cierto poco
serios y poco honestos, es una “provocación”. Esto no es un argumento, sino un
insulto. Si la necesidad de defender las organizaciones obreras surge de toda
la situación, ¿cómo se puede no llamar a la creación de milicias? ¿Puede
decírsenos que la creación de milicias “provoca” los ataques de los fascistas y
la represión del gobierno? En tal caso, se trata de un argumento absolutamente
reaccionario. El liberalismo ha dicho siempre a los obreros que dos “provocan”
a la reacción, mediante su lucha de clases. Los reformistas repitieron esta
acusación contra los marxistas; los mencheviques contra los bolcheviques. Estas
acusaciones se reducen, en definitiva, a este profundo pensamiento: si los
oprimidos no se pusieran en movimiento, los opresores no se verían obligados a
golpearlos. Es la filosofía de Tolstoi y de Gandhi, pero de ningún modo la de
Marx y de Lenin. Si <i>L ‘Humanité </i>desea desde ahora desarrollar
la doctrina de la “no resistencia al mal por la violencia”, deberá tomar como
símbolo, no La hoz y el martillo, emblema de la revolución de Octubre, sino la
bondadosa cabra que nutre a Gandhi con su leche.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;">—Pero,
el armamento de los obreros no es oportuno más que en una situación
revolucionaria que aún no existe. Este profundo argumentó significa que los
obreros deben dejarse golpear hasta que la situación se vuelva revolucionaria.
Los que ayer predicaban el “tercer periodo” no quieren ver lo que pasa ante sus
ojos. La propia cuestión del armamento no ha surgido prácticamente, más que
porque la situación “pacifica”, “normal”, “democrática” ha dejado el lugar a
una situación agitada, crítica, inestable, que puede tan fácilmente
transformarse en una situación revolucionaria como contrarrevolucionaria. Esa
alternativa depende, ante todo, de esto: ¿Se dejarán golpear los obreros de
vanguardia, impunemente, sector por sector o, a cada golpe responderán con dos
golpes, elevando el coraje de los oprimidos y uniéndolos a su alrededor? Una
situación revolucionaria no cae del cielo. Se forma con la participación activa
de la clase revolucionaria y de su partido.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;">Los
estalinistas franceses invocan el hecho de que la milicia no ha salvado a!
proletariado alemán de la derrota. Hasta ayer, negaban que hubiera derrota en
Alemania, y afirmaban que la política de los estalinistas alemanes había sido
justa del principio al fin<i>. </i>Hoy, ven todo el mal en La milicia
obrera alemana <i>(Rote Front). </i>Así, de un error caen al error
opuesto, no menos monstruoso. La milicia no resuelve la cuestión por si misma. <i>Hace
falta una política correcta. </i>Y la política de los stalinistas en
Alemania (“el socialfascismo es el enemigo principal”, la escisión sindical, el
coqueteo con el nacionalismo, putchismo) condujo fatalmente al aislamiento de
la vanguardia proletaria y a su derrumbe. Con una estrategia totalmente
errónea, ninguna milicia podía salvar la situación.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;">Es
una tontería decir que la organización de la milicia por si misma, abre el
camino a las aventuras, provoca al enemigo, reemplaza la lucha política por la
lucha física, etc. En todas esas frases no hay sino cobardía política. La
milicia, como fuerte organización de la vanguardia es, de hecho, el medio más
seguro contra las aventuras, contra el terrorismo individual, contra las
sangrientas explosiones espontáneas. La milicia es, al mismo tiempo, el único
medio serio de reducir al mínimo la guerra civil que el fascismo impone al
proletariado. Que los obreros, a pesar de la ausencia de “situación
revolucionaria”, corrijan solamente alguna vez a los “hijos de papá” patriotas
con sus propios métodos, y el reclutamiento de nuevas bandas fascistas se hará
de golpe incomparablemente más difícil.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;">Pero
aquí los estrategas, embrollados por su propio razonamiento, nos lanzan
argumentos aún más sorprendentes. Leemos textualmente: “Si respondemos a los
tiros de las bandas fascistas con otros tiros, —escribe <i>L ‘Humanité </i>del
23 de octubre— perdemos de vista que el fascismo es el producto del régimen
capitalista y que, luchando contra el fascismo, es a todo el sistema al que
enfrentamos”. Es difícil acumular en pocas líneas más confusión y más errores.
Es imposible defenderse contra los fascistas, porque representan... “un
producto del régimen”. Esto significa que debe renunciarse a toda lucha, pues
todos los males sociales contemporáneos son “productos del sistema
capitalista”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;">Cuando
los fascistas matan a un revolucionario o incendian la sede de un periódico
proletario, los obreros deben contestar filosóficamente: “¡Ah!, los asesinatos
y los incendios son los productos del sistema capitalista,” y volver a casa con
la conciencia tranquila. La postración fatalista sustituye a la teoría
militante de Marx, con ventaja únicamente para el enemigo de clase. Por
supuesto, la ruina de la pequeña burguesía es el producto del capitalismo. El
crecimiento de las bandas fascistas es, por su parte, el producto de la ruina
de la pequeña burguesía. Pero, por otro lado, el aumento de la miseria y de la
indignación del proletariado es también, por su parte, el producto del
capitalismo y la milicia, el producto de la exacerbación de la lucha de clases.
Entonces, ¿por qué para los “marxistas” de <i>L ‘Humanité, </i>las
bandas fascistas son el producto legítimo del capitalismo, y la milicia obrera,
el producto ilegítimo de... los trotskistas? Decididamente, es imposible
entender nada de esto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;">Se
nos dice: es necesario hacer frente a todo el “sistema”. ¿Cómo? ¿Por encima de
la cabeza de los seres humanos? Sin embargo, los fascistas han comenzado por
los tiros y han terminado con la destrucción de todo el “sistema” de las
organizaciones obreras. ¿Cómo detener entonces, la ofensiva armada del enemigo,
si no es por medio de una defensa armada, para pasar a continuación a nuestro
tumo, a la ofensiva?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;">Por
cierto, <i>L ‘Humanité </i>admite de palabra la defensa, pero solo
como “autodefensa de masas”: La milicia es perjudicial, porque, vea usted,
separa a los destacamentos de combate de las masas. ¿Pero entonces, por qué
entre los fascistas existen destacamentos armados independientes que no se
separan de las masas reaccionarias, sino por el contrario, mediante sus golpes
bien organizados elevan el coraje de esas masas y refuerzan su audacia? ¿O las
masas proletarias son tal vez, por sus cualidades combativas, inferiores a la
pequeña burguesía desclasada?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;">Embrollado
hasta el final, <i>L ‘Humanité </i>comienza a vacilar: he aquí que la
autodefensa de masas necesita crear sus “grupos de autodefensa”. En lugar de la
milicia repudiada, se ponen grupos especiales, destacamentos. A primera vista,
parece que la diferencia es solo de nombre. En verdad, ni el nombre propuesto
por <i>L ‘Humanité </i>vale algo. Se puede hablar de “autodefensa de
masas”, pero es imposible hablar de “grupos de autodefensa”, pues los grupos no
tienen por objetivo defenderse a sí mismos, sino a las organizaciones obreras.
No obstante, no se trata, por supuesto, del nombre. Los “grupos de
autodefensa”, según <i>L ‘Humanité, </i>deben renunciar al empleo de
las armas, para no caer en el “putchismo”. Estos sabios tratan a la clase
obrera como a un niño en cuyas manos no debe dejarse una navaja. Además, las
navajas son, como es sabido, el monopolio de los Camelots du Roi, quienes, siendo
un legítimo “producto del capitalismo”, han derribado el “sistema” de la
democracia. Sin embargo, ¿cómo van a defenderse los “grupos de autodefensa”
contra los revólveres fascistas? “Ideológicamente”, por supuesto. Dicho de otro
modo: no les queda otro remedio que esconderse. No teniendo en sus manos lo que
hace falta, deben buscar la “autodefensa” en las piernas. Mientras tanto, los
fascistas saquearán impunemente las organizaciones obreras. Pero, si el proletariado
sufre una terrible derrota, al menos no se habrá hecho culpable de “putchismo”.
¡Disgusto y desprecio: esto es lo que provoca esa charlatanería pasada bajo la
bandera del “bolchevismo" Ya en el tiempo del “tercer período” de feliz
memoria, cuando los estrategas de <i>L‘Humanité </i>tenían el delirio
de las barricadas, “conquistaban” la calle todos los días y trataban de
“socialfascistas” a todos los que no compartían sus extravagancias, predijimos:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;">“En
cuanto esta gente se queme la punta de los dedos, se convertirán en los peores
oportunistas”. Ahora, la predicción se ha confirmado completamente. En el
momento en que en el Partido Socialista se refuerza y crece el movimiento en
favor de la milicia, los jefes del partido que se llama Comunista corren a la
manguera de incendios para enfriar las aspiraciones de los obreros de
vanguardia de formar columnas de combate. ¿Puede imaginarse un trabajo más
nefasto y más desmoralizante?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<i><span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<i><span style="font-family: "georgia" , serif;">Hay que construir la milicia obrera</span></i><span style="font-family: "georgia" , serif;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;">En
las filas del Partido Socialista, a veces se escucha esta objeción: “Es
necesario formar la milicia, pero no hace falta hablar tan alto sobre eso”. No
se puede sino felicitar a los camaradas que tienen el cuidado de sustraer el
lado práctico del asunto a los ojos y oídos indeseables. Pero es demasiado
tonto pensar que se puede crear la milicia imperceptiblemente, en secreto,
entre cuatro paredes. Nos hacen falta decenas y, enseguida, centenares de miles
de combatientes. Solo vendrán si millones de obreros y obreras, y tras ellos
también los campesinos, comprenden la necesidad de la milicia y crean,
alrededor de los voluntarios, un clima de ardiente simpatía y de apoyo activo.
La conspiración puede y debe involucrar únicamente el lado práctico del asunto.
Pero en cuanto a la campaña política, debe desarrollarse abiertamente, en las
reuniones, en las fábricas, en las calles y en las plazas públicas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;">Los
cuadros fundamentales de la milicia deben ser los obreros fabriles, agrupados
según el lugar de trabajo, conociéndose unos a otros y pudiendo proteger a sus
destacamentos de combate de la infiltración de agentes enemigos con mucha mayor
facilidad y seguridad que los burócratas de primera línea. Los estados mayores
conspirativos, sin la movilización abierta de las masas, quedarán suspendidas
en el aire en el momento de peligro. Es necesario que todas las organizaciones
obreras pongan manos a la obra. En esta cuestión, no puede haber una línea
divisoria entre los partidos obreros y los sindicatos. Hombro a hombro, deben
movilizar a las masas. así, el éxito de la milicia obrera estará plenamente
asegurado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;">Pero,
¿de dónde van a sacar las armas los obreros?, objetan los serios “realistas”,
es decir los filisteos asustados. El enemigo de clase tiene los fusiles, los cañones,
los tanques, los gases, los aviones; y los obreros, unos centenares de
revólveres y de cuchillos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;">En
esta objeción, todo se junta para asustar a los obreros. Por una parte,
nuestros sabios identifican el armamento de los fascistas con el armamento del
Estado; por otra se vuelven hacia el Estado para suplicarle que desarme a los
fascistas. ¡Lógica destacable! Dc hecho, su posición es falsa en los dos casos.
En Francia, los fascistas aún están lejos de haberse apoderado del Estado. El 6
de febrero, entraron en un enfrentamiento armado con la policía del Estado. Por
eso, será falso hablar de cañones y tanques, cuando se trate <i>de lo
inmediato </i>de la lucha armada contra los fascistas. Los fascistas, por
supuesto, son más ricos que nosotros y les resulta más fácil comprar armas.
Pero los obreros son más numerosos, más decididos, más devotos, por lo menos
cuando cuentan con una firme dirección revolucionaria. Entre otras fuentes, los
obreros pueden armarse a costa de los fascistas, desarmándolos sistemáticamente.
Actualmente, esta es una de las formas más serias de lucha contra el fascismo.
Cuando los arsenales obreros comiencen a llenarse a expensas de los depósitos
fascistas, los bancos y los trusts se harán más prudentes en la financiación
del armamento de sus guardias asesinas. Puede admitirse incluso que en ese caso <i>—pero
solo en ese caso— </i>las autoridades alarmadas comiencen realmente a
impedir el armamento de los fascistas, para no ofrecer una fuente suplementaria
de armamento a los obreros. Desde hace mucho, se sabe que solo una táctica
revolucionaria crea, como producto accesorio, “reformas” o concesiones del
gobierno.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;">¿Pero
cómo desarmar a los fascistas? Naturalmente, es imposible hacerlo cínicamente
por medio de artículos en los periódicos. Hay que crear escuadras de combate.
Hay que crear los estados mayores de la milicia. Hay que instituir un buen
servicio de informaciones. Miles de informantes y de auxiliares amistosos se
nos acercarán, cuando comprendan que hemos encarado el asunto con seriedad. Hace
falta una voluntad de acción proletaria. <a href="https://www.blogger.com/null" name="_ftnref4"></a><a href="https://www.marxists.org/espanol/trotsky/1936/1936-francia/01.htm#_ftn4" title=""><span style="color: #333399;">[4]</span></a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;">Pero
los armamentos fascistas no son, naturalmente, La única fuente. En Francia, hay
más de un millón de obreros organizados; hablando en general, es un número muy
bajo, pero es más que suficiente para establecer un comienzo de milicia obrera.
Si los partidos y los sindicatos armaran solamente a la décima parte de sus
miembros, ya habría una milicia de 100.000 hombres. No cabe duda de que el
número de los voluntarios, al día siguiente del llamado del “frente único” para
formar la milicia, lo sobrepasaría de lejos. Las cotizaciones de los partidos y
de los sindicatos, las colectas y las contribuciones voluntarias permitirían,
en uno o dos meses, asegurar armas a 100.000 o 200.000 combatientes obreros. La
canalla fascista pondría rápidamente la cola entre las patas. Toda la
perspectiva del proceso se haría incomparablemente más favorable.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;">Invocar
la ausencia de armamento u otras causas objetivas para explicar por qué aún no
se ha encarado la creación de la milicia, es engañarse a sí mismo y a los
demás. El principal obstáculo, se puede decir que el único, radica en el
carácter conservador y pasivo de las organizaciones obreras dirigentes. Los
escépticos que están a su frente no creen en la fuerza del proletariado. Ponen
su esperanza en todo tipo de milagros venidos de arriba, en lugar de dar una
salida revolucionaria a la energía de abajo. Los obreros conscientes deben
obligar a sus jefes, ya sea a pasar inmediatamente a la creación de la milicia
del pueblo, ya sea a ceder el lugar a fuerzas más jóvenes y frescas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;">¿Para
qué conquistar el poder si pueden obtenerse los mismos resultados por la vía
pacífica? “Bajo ‘La presión y el control” del Frente Único, Germain-Martin va a
nacionalizar los bancos y Marchandeau va a mandar a la cárcel a los
conspiradores reaccionarios, empezando por su colega Tardieu. La idea de la
“presión y el control” en lugar de la lucha revolucionaria, no ha sido
inventada por Vaillant-Couturier, la ha tornado prestada de Otto Bauer,
Hilferding y el menchevique ruso Dan. El objetivo de esta idea es el siguiente:
desviar a los obreros de la lucha revolucionaria. De hecho, es cien veces más
fácil aplastar a los fascistas con las propias manos que con las manos de una
policía hostil. Y cuando el Frente Único se vuelva suficientemente poderoso
corno para “controlar” el aparato del Estado —por consiguiente, después de la
toma del poder, y de ningún modo antes— eliminará simplemente la policía
burguesa y pondrá en su lugar La milicia obrera.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<i><span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<i><span style="font-family: "georgia" , serif;">El armamento del proletariado</span></i><span style="font-family: "georgia" , serif;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;">Una
huelga es inconcebible sin propaganda y sin agitación, pero también sin
piquetes que, donde puedan, actúen por la persuasión y allí donde se vean
obligados, recurran a la fuerza física. La huelga es la forma más elemental de
la lucha de clases, en la que se combinan siempre, en proporciones variables,
los procedimientos “ideológicos” y los procedimientos físicos. La lucha contra
el fascismo es, en el fondo, una lucha política, que requiere una milicia del
mismo modo que una huelga requiere piquetes. En el fondo, el piquete es el
embrión de la milicia obrera. Aquel que piense que es necesario renunciar a la
lucha física, debe renunciar a toda lucha, pues el espíritu no vive sin la
carne.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;">De
acuerdo a la magnífica expresión del teórico militar Clausewitz, la guerra es
la continuación de la política por otros medios. Esta definición también se
aplica plenamente a la guerra civil. La lucha física no es sino uno de los
“otros medios” de la lucha política. Es imposible oponer una a la otra, pues es
imposible detener La lucha política cuando se transforma, por la fuerza de su
desarrollo interno, en lucha física. El deber de un partido revolucionario es
prever la inevitabilidad de la transformación de la política en conflicto
armado declarado y prepararse con todas sus fuerzas para ese momento, como se
preparan para él las clases dominantes.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;">Los
destacamentos de la milicia para la defensa contra el fascismo son los primeros
pasos en el camino del armamento del proletariado, pero no el último. Nuestra
consigna es: <i>Armamento del proletariado y de los campesinos revolucionarios. </i>La
milicia del pueblo, a fin de cuentas, debe abarcar a todos los trabajadores. No
se podrá cumplir ese programa completamente, más que en el Estado obrero, a
cuyas manos pasarán todos los medios de producción y por consiguiente, también
los medios de destrucción, es decir todos los armamentos y todas las fábricas
que los producen.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;">Sin
embargo, es imposible llegar al Estado obrero con las manos vacías. De una vía
pacífica, constitucional, al socialismo, no pueden hablar más que los inválidos
políticos, del tipo de Renaudel. La vía constitucional está cortada por
trincheras que ocupan las bandas fascistas. Hay muchas de esas trincheras ante
nosotros. La burguesía no vacilará en provocar una docena de golpes de estado
para prevenir la llegada del proletariado al poder. Un Estado obrero socialista
no puede ser creado más que por vía de una revolución victoriosa. Toda
revolución es preparada por La marcha del desarrollo económico y político, pero
es decidida siempre por conflictos armados declarados entre las clases
hostiles. Una victoria revolucionaria no es posible más que gracias a una larga
agitación política, un largo trabajo de educación, una larga tarea de organización
de las masas. Pero el propio conflicto armado debe también prepararse con mucha
anterioridad. Los obreros deben saber que tendrán que batirse en una lucha a
muerte. Deben tender a armarse, como una garantía de su liberación. En una
época tan crítica como la actual, el partido de la revolución debe predicar
incansablemente a los obreros la necesidad de armarse y de hacer todo lo que
puedan para asegurar, por lo menos, el armamento de la vanguardia proletaria.
Sin esto, la victoria es imposible.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;">Las
últimas grandes victorias electorales del Partido Laborista británico no
contradicen en modo alguno lo que acabamos de decir. Aun suponiendo que las
próximas elecciones parlamentarias dieran mayoría absoluta al partido obrero
(lo que no es para nada seguro), si se admite aún que el partido se aplica
realmente a realizar reformas socialistas (lo que es poco verosímil),
encontrará inmediatamente una oposición tan encarnizada de la Cámara de los
Lores, de la corona, de los bancos, de la Bolsa, de la burocracia, de la gran
prensa, que se hará inevitable la escisión en la fracción parlamentaria. El ala
izquierda, la más radical, se hallará convertida en minoría parlamentaria. Simultáneamente,
el movimiento fascista tomará dimensiones sin precedentes. La burguesía
inglesa, espantada por las elecciones municipales, se prepara ahora, sin
ninguna duda, realmente para una lucha extraparlamentaria, al mismo tiempo que
las direcciones del partido obrero arrullan al proletariado con los sucesos
electorales y las ilusiones parlamentarias. Lamentablemente, los obreros
socialistas son obligados a ver los acontecimientos británicos a través de los
lentes rosados de Jean Longuet. De hecho, la burguesía británica impondrá al
proletariado una guerra civil tanto más cruel, cuanto menos se preparen para
ella los jefes del Partido Laborista.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;">—¿Pero
de dónde saca usted las armas para todo el proletariado?, objetan nuevamente
los escépticos, que toman su inconsistencia interior por una imposibilidad
objetiva. Olvidan que la misma cuestión se ha planteado en todas las
revoluciones a lo largo de la historia. Y, a pesar de todo, las revoluciones
triunfantes marcan etapas importantes en el desarrollo de la humanidad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;">El
proletariado produce las armas, las transporta, construye los arsenales en los
que son depositadas, defiende esos arsenales contra sí mismo, sirve en el
ejército y crea todo el equipamiento de éste último. No son cerraduras ni muros
los que separan las armas del proletariado, sino el hábito de la sumisión, La
hipnosis de la dominación de ciase, el veneno nacionalista. Bastará con
destruir esos muros psicológicos, y ningún muro de piedra resistirá. Bastará
que el proletariado quiera tener las armas, y las encontrará. La tarea del
partido revolucionario es la de despertar en el proletariado esa voluntad y
facilitar su realización.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;">Pero
he aquí que Frossard y algunos centenares de parlamentarios, periodistas y
funcionarios sindicales asustados lanzan su último argumento; el de más peso:
“¿Pueden las personas serias en general poner sus esperanzas en el éxito de la
lucha física después de las últimas experiencias trágicas de Austria y España?
Pensad en la técnica actual: ¡los tanques! , ¡los gases!, ¡los aeroplanos! Este
argumento demuestra solamente que algunas “personas serias” no solo no quieren
aprender nada, sino que con el miedo olvidan además lo poco que han aprendido
en otro tiempo. La historia de estos últimos veinte años demuestra, de modo particularmente
claro, que los problemas fundamentales en las relaciones entre las clases, lo
mismo que entre las naciones, se resuelven por medio de la fuerza física. Los
pacifistas han esperado durante mucho tiempo que el aumento de la técnica
militar hiciera imposible La guerra. Durante décadas, los filisteos han
repetido que ci aumento de la técnica militar haría imposible La revolución.
Sin embargo, guerras y revoluciones siguen su marcha. Nunca ha habido tantas
revoluciones, incluso revoluciones victoriosas, como después de la última
guerra, que puso al descubierto toda la fuerza de la técnica militar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;">Bajo
la forma de los más novedosos descubrimientos, Frossard y Cia. presentan viejos
esquemas; se limitan a invocar, en lugar de los fusiles automáticos y las
ametralladores, a los tanques y aviones de bombardeo. Respondemos: detrás de
cada máquina hay hombres, ligados por relaciones no solo técnicas, sino también
sociales y políticas. Cuando el desarrollo histórico pone ante una sociedad una
tarea revolucionaria impostergable, como cuestión de vida o muerte, cuando
existe una clase progresiva a cuya victoria se encuentra ligada la salvación de
la sociedad, la propia marcha de la lucha política abre ante la clase
revolucionaria las posibilidades más diversas: tan pronto, paralizar la fuerza
militar del enemigo, tan pronto, apoderarse de ella, al menos parcialmente. En
la conciencia de un filisteo, esas posibilidades se presentan siempre como
“éxitos ocasionales”, que nunca más se repetirán. De hecho, en toda gran
revolución verdaderamente popular se abren toda clase de posibilidades en las
combinaciones más inesperadas, pero en el fondo completamente naturales. Pero,
pese a todo, la victoria no se produce por sí sola. Para utilizar las
posibilidades favorables, hace falta una voluntad revolucionaria, una firme
resolución de vencer, una dirección sólida y perspicaz.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<i><span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<i><span style="font-family: "georgia" , serif;">L ‘Humanité </span></i><span style="font-family: "georgia" , serif;">admite de palabra la
consigna de “armamento de los obreros”, pero solo para renunciar a ella en los
hechos. Actualmente, en este período, es inadmisible lanzar una consigna que no
es oportuna más que en “plena crisis revolucionaria”. Es peligroso cargar el
fusil, dice el cazador demasiado “prudente”, mientras no se ve la presa. Pero,
cuando se ve la presa, es un poco tarde para cargar el fusil. ¿Es que los
estrategas de <i>L ‘Humanité </i>piensan que, “en plena crisis
revolucionaria”, podrán, sin preparación, movilizar y armar al proletariado?
Para conseguir muchas armas, hace falta tener, al menos algunas. Hacen falta
cuadros militares. Hace falta que las masas tengan el deseo invencible de
apoderarse de las armas. Hace falta un trabajo preparatorio ininterrumpido, no
sólo en las salas de gimnasia, sino indisolublemente ligado con la lucha
cotidiana de las masas. Esto quiere decir: hace falta construir inmediatamente
la milicia y, al mismo tiempo realizar propaganda en favor del armamento
general de los obreros y de los campesinos revolucionarios.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<i><span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<i><span style="font-family: "georgia" , serif;">Pero las derrotas de Austria y España...</span></i><span style="font-family: "georgia" , serif;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;">La
impotencia del parlamentarismo en las condiciones de crisis total del sistema
social del capitalismo es tan evidente, que los demócratas vulgares en el campo
obrero (Renaudel, Frossard y sus imitadores) no encuentran un argumento para
defender sus prejuicios petrificados. Con mayor razón, están dispuestos a
asirse de todos los fracasos y todas las derrotas sufridas en el camino
revolucionario. El desarrollo de su pensamiento es el siguiente: si el
parlamentarismo puro no ofrece salida, con la lucha armada no se mejora la
situación. Las derrotas de las insurrecciones proletarias de Austria y España
son ahora para ellos, por supuesto, el argumento preferido. De hecho, en la
crítica del método revolucionario, la inconsistencia teórica y política de los
demócratas vulgares aparece aún más claramente que en su defensa de los métodos
de la putrefacta democracia burguesa. Nadie ha dicho que el método
revolucionario asegure automáticamente la victoria. Lo que decide no es el
método en sí mismo, sino su aplicación correcta, la orientación marxista en los
acontecimientos, una organización poderosa, la confianza de las masas
conquistada a través de una larga experiencia, una dirección perspicaz y firme.
El resultado de todo combate depende del momento y de las condiciones del
conflicto, de la relación de fuerzas. El marxismo está lejos de pensar que el
conflicto armado es el único método revolucionario, una panacea buena en todas
las condiciones. El marxismo, en general, no conoce fetiches, ni parlamentarios
ni insurreccionales. Todo es bueno, en su lugar y en su tiempo. Hay algo que
puede decirse desde el principio: por el camino parlamentario, el proletariado
socialista nunca y en ningún lado ha conquistado el poder; y ni siquiera se ha
aproximado a ello. Los gobiernos de Scheidemann, Hermann Müller, Mac Donald
nada tenían en común con el socialismo. La burguesía no ha permitido a los
socialdemócratas y laboristas llegar al poder más que con la condición de que
defendieran el capitalismo contra sus enemigos. Y ellos han cumplido
escrupulosamente con esa condición. El socialismo parlamentario,
contrarrevolucionario, no ha hecho realidad nunca y en ninguna parte un
ministerio socialista; por el contrario, ha logrado formar renegados
despreciables, que explotaron al partido obrero para hacer una carrera
ministerial: Millerand, Briand, Viviani, Laval, Paul-Boncour, Marquet.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;">Por
otra parte, está demostrado por la experiencia histórica que el método
revolucionario puede conducir a la conquista del poder por el proletariado: en
Rusia en 1917, en Alemania y Austria en 1918, en España en 1930. En Rusia,
habla un poderoso partido bolchevique que, durante largos años, preparó la
revolución y que supo tomar el poder sólidamente. Los partidos reformistas de
Alemania, Austria y España no prepararon ni dirigieron la revolución, sino que
la sufrieron. Espantados por el poder que había caído en sus manos, contra sus
deseos, lo cedieron benévolamente a la burguesía. De este modo, minaron la
confianza en sí mismo del proletariado y, aún más, la confianza de la pequeña
burguesía en el proletariado. Prepararon las condiciones del crecimiento de la
reacción fascista, de la que fueron víctimas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;">La
guerra civil, hemos dicho siguiendo a Clausewitz, es la continuación de la
política, pero por otros medios. Esto significa: el resultado de la guerra
civil depende solo en 1/4 (por no decir 1/10), de la marcha de la propia guerra
civil, de sus medios técnicos, de la dirección puramente militar, y en los
restantes 3/4 (si no 9/10) de la preparación política. ¿En qué consiste esa
preparación política? En la cohesión revolucionaria de las masas, en su
liberación de las esperanzas serviles en la clemencia, la generosidad, la
lealtad de los esclavistas “democráticos”, en la educación de cuadros
revolucionarios que sepan desafiar a la opinión pública burguesa y que sean capaces
de mostrar frente a la burguesía, aunque más no sea una décima parte de la
implacabilidad que la burguesía muestra frente a los trabajadores. Sin este
temple, la guerra civil, cuando las condiciones La impongan —y <i>siempre
terminan por imponerla— </i>se desarrollará en las condiciones más
desfavorables para el proletariado, dependerá en mayor medida de los azares;
después, aún en caso de victoria militar, el poder podrá escapar de las manos
del proletariado. Quien no vea que la lucha de clases conduce inevitablemente a
un conflicto armado, es un ciego. Pero no es menos ciego quien, frente al
conflicto armado, no ve toda la política previa de las clases en lucha.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;">En
Austria quien ha sufrido la derrota no fue el método de la insurrección, sino
el austro marxismo; en España, el reformismo parlamentario sin principios. En
1918, la socialdemocracia austríaca, a espaldas del proletariado, transmitió a
la burguesía el poder que aquel había conquistado. En 1927, no solo se apartó
cobardemente de la insurrección proletaria que tenía todas las posibilidades de
vencer, sino que dirigió la Schutzbund obrera contra las masas insurgentes. De
ese modo, preparó la victoria de Dollfüss. Bauer y Cia. decían: “Queremos una
evolución pacífica, pero si el enemigo pierde la cabeza y nos ataca,
entonces...”. Esta fórmula parecía ser muy “sabia” y muy “realista”.
Desgraciadamente, es sobre el modelo austro marxista que Marceau Pivert
construye también sus razonamientos: “Si... entonces”. De hecho, esta fórmula
es una trampa para los obreros: los tranquiliza, los adormece, los engaña. “Si”
quiere decir: las formas de la lucha dependen de la buena voluntad de la
burguesía y no de la imposibilidad de conci1iar los intereses de las clases.
“Si” quiere decir: si somos pacíficos, prudentes, conciliadores, la burguesía
será leal y todo ira pacíficamente. Corriendo detrás del fantasma “si”, Otto
Bauer y los otros jefes de la socialdemocracia austríaca retrocedieron
pasivamente ante la reacción, le cedieron una posición tras otra.
desmoralizaron a las masas, volvieron a retroceder, hasta el momento en que se
encontraron finalmente metidos en un callejón sin salida; allí, en el último
reducto, aceptaron la batalla y ... la perdieron.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;">En
España, los acontecimientos siguieron otro camino, pero en e fondo, las causas
de la derrota son las mismas. El Partido Socialista, como los
“social-revolucionarios” y los mencheviques rusos, compartió el poder con la
burguesía republicana, para impedir a los obreros que llevaran la revolución
hasta el final. Durante dos años, los socialistas en el poder ayudaron a la
burguesía a desembarazarse de las masas mediante migajas de reformas agrarias,
sociales y nacionales. Contra las capas más revolucionarias del pueblo, los
socialistas emplearon la represión. El resultado fue doble. El
anarco-sindicalismo que, con una política correcta del partido obrero, se
hubiera fundido como la cera en el fuego de la revolución, en realidad se
reforzó y atrajo a su alrededor a las capas más combativas del proletariado. En
el otro polo, la demagogia social-católica explotó hábilmente el descontento de
las masas hacia el gobierno burgués-socialista. Cuando el Partido Socialista
estuvo suficientemente comprometido, la burguesía lo echó del poder y paso a la
ofensiva en toda la línea. El Partido Socialista se vio obligado a defenderse
en las condiciones extremadamente desfavorables que le había preparado su
propia política anterior. La burguesía tenía ya un apoyo de masas a la derecha.
Los jefes anarco-sindicalistas, que en el curso de la revolución cometieron
todos los errores propios de esos confusionistas profesionales, se negaron a
apoyar la insurrección dirigida por los “políticos” traidores. El movimiento no
tuvo un carácter general sino esporádico. El gobierno dirigió sus golpes sobre
todos los cuadros del tablero. a guerra civil así impuesta por la reacción
terminó con la derrota del proletariado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;">De
la experiencia española no es difícil sacar una conclusión contra la
participación socialista en un gobierno burgués. La conclusión es en sí misma
indiscutible, pero absolutamente insuficiente . El pretendido “radicalismo”
austro marxista no es mejor que el ministerialismo español. La diferencia entre
ellos es técnica y no política. Ambos esperaban que la burguesía les
retribuyera “lealtad” por “lealtad”. Y ambos han llevado al proletariado a
sendas catástrofes. En España como en Austria sufrieron la derrota, no los
métodos de la revolución, sino los métodos oportunistas en una situación
revolucionaria. ¡No es lo mismo!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;">No
nos detendremos aquí sobre la política de la Internacional Comunista en Austria
y España y remitimos al lector a las colecciones de <i>La Verité </i>de
los últimos años y a una serie de folletos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;">En
una situación política excepcionalmente favorable, los Partidos Comunistas
austríaco y español, trabados por la teoría del “tercer período”, del
“socialfascismo”, etc., se encontraron sentenciados a un completo aislamiento.
Comprometiendo los métodos de la revolución por la autoridad de “Moscú”,
cerraron por sí mismos el camino a una política verdaderamente marxista,
verdaderamente bolchevique. La propiedad fundamental de la revolución es
someter a un examen rápido e implacable a todas las doctrinas y a todos los
métodos. El castigo sigue casi inmediatamente al crimen. La responsabilidad de
la Internacional Comunista por las derrotas del proletariado en Alemania, en
Austria, en España, es incalculable. No basta con tener una política
“revolucionaria” (de palabra). Hay que tener una política correcta. Nadie ha
encontrado todavía otro secreto para la victoria.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<i><span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<i><span style="font-family: "georgia" , serif;">El frente único y la lucha por el poder</span></i><span style="font-family: "georgia" , serif;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;">Ya
hemos dicho: el frente único de los Partidos Socialista y Comunista encierra
grandiosas posibilidades. Con sólo quererlo seriamente, sería mañana el dueño
de Francia. Pero debe quererlo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;">El
hecho de que Jouhaux y, en general, la burocracia de La C.G.T., se mantengan <i>fuera </i>del
frente único, conservando su “independencia”, parece contradecir lo que
decimos. En una época de grandes tareas y de grandes peligros que ponen a las
masas de pie, desaparecen los límites entre las organizaciones políticas y
sindicales del proletariado. Los obreros quieren saber cómo salvarse de la
desocupación y del fascismo, cómo conquistar su independencia ante el capital y
no se preocupan para nada de la “independencia” de Jouhaux hacia la política
proletaria (Jouhaux es ¡ay! tan dependiente de la política burguesa). Si la
vanguardia proletaria, representada por el frente único, traza con corrección
el camino de la lucha, todos los obstáculos levantados por la burocracia
sindical, serán barridos por el torrente vivo del proletariado. La clave de la
situación está hoy en el frente único. Si éste no utiliza esa llave, jugará el
lamentable papel que habría jugado inevitablemente el frente único de los
“social-revolucionarios” y los mencheviques en 1917 en Rusia, si los
bolcheviques no se lo hubieran impedido.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;">No
hablamos de los Partidos Socialista y Comunista en particular, pues
políticamente, ambos han renunciado a su independencia en favor del frente
único. Desde el momento en que los dos partidos obreros, que competían
vivamente en el pasado, han renunciado a criticarse mutuamente y a captar cada
uno los adherencias del otro, por esa misma circunstancia han dejado de existir
como partidos distintos. Invocar “divergencias de principios” que se mantienen,
no cambia nada. Desde que las divergencias de principio no se manifiestan
abierta y activamente en un momento tan pleno de responsabilidades como el
actual, dejan de existir públicamente; son como tesoros que duermen en el fondo
del mar. </span><sub><span style="font-family: "georgia" , serif;">¿</span></sub><span style="font-family: "georgia" , serif;">Terminará
o no el trabajo común en la fusión? No queremos predecirlo. Pero en el período
presente, que tiene una importancia decisiva para el destino de Francia, el
frente único actúa como un partido incompleto, construido sobre el principio
federativo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;">¿Qué
quiere el frente único? Hasta ahora, no lo ha dicho a las masas. ¿La lucha
contra el fascismo? Pero, hasta ahora no ha explicado siquiera cómo piensa
luchar contra el fascismo. Por otra parte , el bloque puramente defensivo
contra el fascismo podría ser suficiente solo si, en todo lo demás, los dos
partidos conservaran una completa independencia. Pero no, tenemos un frente
único que abarca casi toda la actividad pública de los dos partidos y excluye
su lucha recíproca para conquistar la mayoría del proletariado. Hay que sacar
todas las consecuencias de esta situación. La primera y más importante es la siguiente: <i>la
lucha por el poder. </i>El objetivo del frente único no puede ser otro que
un gobierno de frente único, es decir un gobierno socialista-comunista, un
ministerio Blum-Cachin. Hay que decirlo abiertamente. Si el frente único se
toma a si mismo en serio —y esta es la condición necesaria para que lo tomen en
serio las masas populares— no puede escapar a la consigna de conquista del
poder. ¿Por qué medios? Por todos los medios que conduzcan al objetivo. El
frente único no renuncia a la lucha parlamentaria. Pero utiliza el Parlamento ante
todo para desenmascarar la impotencia de éste y explican al pueblo que el
gobierno actual tiene una base extra-parlamentaria y que no se lo puede
derrocar más que por un poderoso movimiento de masas. La lucha por el poder
significa la utilización de todas las posibilidades que ofrece el régimen
bonapartista semi parlamentario, para derrocarlo mediante una embestida
revolucionaria; para reemplazar al Estado burgués por un Estado obrero.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;">Las
últimas elecciones cantonales han arrojado un crecimiento de los votos
socialistas y sobre todo comunistas. En sí mismo, este hecho no significa nada.
El Partido Comunista alemán tuvo, en la víspera de su derrumbe, una afluencia
incomparablemente más impetuosa de votos. Nuevas y amplias capas de oprimidos
son empujadas hacia la izquierda por toda ha situación, independientemente
incluso de La política de los partidos extremos. El Partido Comunista francés
ha ganado más votos, pues a pesar de su política conservadora actual, por
tradición sigue siendo “la extrema izquierda”. Las masas han manifestado, de
ese modo, su tendencia a dar un impulso hacia la izquierda a los partidos
obreros, pues ellas están enormemente más a la izquierda que sus partidos.
También el estado de ánimo revolucionario de la juventud socialista da testimonio
de esto. ¡No hay que olvidar que la juventud representa el barómetro sensible
de toda la clase y de su vanguardia! Si el frente único no sale de la pasividad
o, aun peor, emprende un indigno romance con los radicales “de izquierda”, a
expensas del frente único comenzarán a fortalecerse los anarco-sindicalistas,
los anarquistas y otros grupos similares de desintegración política. Al mismo
tiempo, se fortalecerá la indiferencia, precursora de la catástrofe. Por el
contrario, si el frente único, protegiendo su retaguardia y sus flancos contra
las bandas fascistas, inicia una gran ofensiva política bajo la consigna de la
conquista del poder, hallará un eco tan poderoso que superará las esperanzas
más optimistas. Solo pueden no comprender esto los charlatanes huecos, para
quienes los grandes movimientos de masas siempre será un libro cerrado con
siete sellos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<i><span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<i><span style="font-family: "georgia" , serif;">No un programa de pasividad, sino un programa de
revolución</span></i><span style="font-family: "georgia" , serif;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;">La
lucha por el poder debe partir de la idea fundamental de que, aún si es posible
oponerse a un agravamiento futuro de la situación de las masas en el terreno
del capitalismo, no puede concebirse ninguna mejora real de su situación sin
una incursión revolucionaria contra el derecho de propiedad capitalista. La
campaña del frente único debe apoyarse sobre un programa de transición bien
elaborado, es decir sobre un sistema de medidas que-con un gobierno obrero y
campesino-deben asegurar la transición del capitalismo al socialismo<a href="https://www.blogger.com/null" name="_ftnref5"></a><a href="https://www.marxists.org/espanol/trotsky/1936/1936-francia/01.htm#_ftn5" title=""><span style="color: #333399;">[5]</span></a>.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;">Entonces,
hace falta un programa, no para tranquilizar la propia conciencia, sino para
conducir una acción revolucionaria. ¿De qué vale el programa, si es letra
muerta? El Partido Obrero belga, por ejemplo, ha adoptado el pomposo plan De
Man, con todas las “nacionalizaciones”; pero, ¿qué sentido tiene ese plan, si
no quieren mover un meñique por su realización? Los programas del fascismo son
fantásticos, mentirosos, demagógicos. Pero el fascismo libra una lucha rabiosa
por el poder. El socialismo puede lanzar el programa más sabio; pero su valor
será igual a cero si la vanguardia del proletariado no despliega una dura lucha
para apoderarse del Estado. La crisis social, en su expresión política, es la
crisis del poder. El viejo amo de la sociedad está en quiebra. Hace falta un
nuevo amo. ¡Si el proletariado revolucionario no se hace dueño del poder lo
hará inevitablemente el fascismo!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;">Un
programa de reivindicaciones transitorias para las “clases medias” puede
alcanzar una gran importancia, naturalmente, si ese programa responde, por una
parte, a las necesidades reales de las clases medias, y por la otra, a las
exigencias del desarrollo hacia el socialismo <a href="https://www.blogger.com/null" name="_ftnref6"></a><a href="https://www.marxists.org/espanol/trotsky/1936/1936-francia/01.htm#_ftn6" title=""><span style="color: #333399;">[6]</span></a>.
Peno una vez más el centro de gravedad no se encuentra actualmente en un
programa especial. Las “clases medias” han visto demasiados programas; Lo que
necesitan es tener confianza en que el programa será realizado. En el momento
en que el campesino se diga: “Esta vez, parece que el partido obrero no
retrocederá”, la causa del socialismo estará ganada. Pero, para eso, hay que
mostrar en los hechos que estamos firmemente dispuestos a eliminar todos los
obstáculos de nuestro camino.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;">No
hace falta inventar medios de lucha; están dados por toda La historia del
movimiento obrero mundial: una campaña concentrada de la prensa obrera
golpeando sobre un mismo punto; discursos verdaderamente socialistas en las
tribunas parlamentarias, no como diputados domesticados sino como dirigentes
del pueblo; utilización de todas las campañas electorales para los objetivos
revolucionarios; mítines frecuentes, a los que las masas concurran no solamente
para escuchar a los oradores sino, para recibir las consignas y directivas de
la hora; creación y fortalecimiento de la milicia obrera; manifestaciones bien
organizadas, que barran de la calle a las bandas fascistas; huelgas de
protesta; campana abierta por la unificación y el acrecentamiento de las filas sindicales
bajo el signo de una resuelta lucha de clases; acciones tercas y bien
calculadas para conquistar al ejército para la causa del pueblo; huelgas más
amplias; manifestaciones más poderosas; huelga general de los trabajadores de
la ciudad y del campo; ofensiva general contra el gobierno bonapartista por el
poder de los obreros y campesinos. Aún hay tiempo para preparar la victoria. El
fascismo no se ha convertido todavía en un movimiento de masas. La inevitable
descomposición del radicalismo significará, sin embargo, el estrechamiento de
la base del bonapartismo, el crecimiento de los campos extremos y la
aproximación del desenlace. No se trata de años, sino de meses. Ese plazo, por
supuesto, no está escrito en ninguna parte. Depende de la lucha de las fuerzas
vivas, y, en primer lugar, de la política del proletariado y de su Frente Único.
Las fuerzas potenciales de la revolución superan en mucho a las fuerzas del
fascismo y, en general, a las de toda la reacción unida. Los escépticos que
piensan que todo está perdido deben ser implacablemente eliminados de las filas
obreras. Las capas profundas responden con un eco vibrante a cada palabra
firme, a cada consigna verdaderamente revolucionaria. Las masas quieren la
lucha.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;">Lo
que es hoy el único factor progresivo de la historia, no es el espíritu de
arreglos de parlamentarios y periodistas, sino el odio legítimo y creador de
los oprimidos contra los opresores. Hay que volverse hacia las masas, hacia sus
capas más profundas. Hay que hacer un llamado a su pasión y a su razón. Hay que
rechazar esta fatal “prudencia”, que es el seudónimo de la cobardía y que, en
las grandes coyunturas históricas, equivale a la traición. El frente único debe
tomar como lema la fórmula de Danton: <i>“De l’audace, tojours de
l’audace, et encore de l’audace” <a href="https://www.blogger.com/null" name="_ftnref7"></a><a href="https://www.marxists.org/espanol/trotsky/1936/1936-francia/01.htm#_ftn7" title=""><span style="color: #333399;">[7]</span></a></i><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;">Comprender
bien la situación y extraer todas las conclusiones a prácticas —firmemente, sin
temor, hasta las últimas consecuencias— es asegurar la victoria del socialismo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: left;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;"><br clear="all" />
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: left;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;">
</span><br />
<hr size="1" style="text-align: left;" width="33%" />
<span style="font-family: "georgia" , serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<a href="https://www.blogger.com/null" name="_ftn1"></a><a href="https://www.marxists.org/espanol/trotsky/1936/1936-francia/01.htm#_ftnref1" title=""><span style="color: #333399; font-family: "georgia" , "serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">[1]</span></a><span style="font-family: "georgia" , serif;"> De
acuerdo con la Constitución vigente en Francia durante la República
(1871-1940), las reformas constitucionales debían aprobarse en una sesión
conjunta del Senado y la Cámara de Diputados, reunidos en Versalles<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<a href="https://www.blogger.com/null" name="_ftn2"></a><a href="https://www.marxists.org/espanol/trotsky/1936/1936-francia/01.htm#_ftnref2" title=""><span style="color: #333399; font-family: "georgia" , "serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">[2]</span></a><span style="font-family: "georgia" , serif;"> En
el periodo a que hace referencia el texto, varios escándalos financieros
conmovieron a Francia, dando material propagandístico a los fascistas. La
palabra “staviskratas” hace referencial protagonista del más sonado y cuantioso
de estos escándalos: Stavisky, estafador ligado a las más altas esferas
gubernamentales<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<a href="https://www.blogger.com/null" name="_ftn3"></a><a href="https://www.marxists.org/espanol/trotsky/1936/1936-francia/01.htm#_ftnref3" title=""><span style="color: #333399; font-family: "georgia" , "serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">[3]</span></a><span style="font-family: "georgia" , serif;"> Cartel:
Acuerdo parlamentario de radicales y socialistas<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<a href="https://www.blogger.com/null" name="_ftn4"></a><a href="https://www.marxists.org/espanol/trotsky/1936/1936-francia/01.htm#_ftnref4" title=""><span style="color: #333399; font-family: "georgia" , "serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">[4]</span></a><span style="font-family: "georgia" , serif;">En <i>L
‘Humanité </i>del 30 de octubre, Vaillant-Couturier muestra muy bien que
exigir del gobierno el desarme de los fascistas es absurdo, que solo un
movimiento de masas puede desarmarlos. Puesto que se trata, evidentemente, no
de un desarme “ideológico”, smo físico, queremos creer que ahora <i>L
‘Humanité </i>reconocerá la necesidad de la misia obrera. Estamos
dispuestos a saludar sinceramente cualquier paso de los estalinistas en el
camino correcto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif;">Pero,
lamentablemente, desde el 10 de noviembre, Vaillant-Couturier da un paso
decisivo hacia atrás: el desarme de los fascistas no se haría mediante el
Frente Único, sino mediante la policía de Doumergue “bajo la presión y el
control” del Frente Único. Gran idea: sin revolución, por la sola presión
“ideológica”, convertir a la policía en un órgano ejecutivo del proletariado!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<a href="https://www.blogger.com/null" name="_ftn5"></a><a href="https://www.marxists.org/espanol/trotsky/1936/1936-francia/01.htm#_ftnref5" title=""><span style="color: #333399; font-family: "georgia" , "serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">[5]</span></a><span style="font-family: "georgia" , serif;"> No
nos detendremos aquí sobre el contenido del programa propiamente dicho, y
remitimos a! lector al <i>Programa de acción </i>editado por la Liga
Comunista en 1934, que es el proyecto de un programa de transición semejante<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<a href="https://www.blogger.com/null" name="_ftn6"></a><a href="https://www.marxists.org/espanol/trotsky/1936/1936-francia/01.htm#_ftnref6" title=""><span style="color: #333399; font-family: "georgia" , "serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">[6]</span></a><span style="font-family: "georgia" , serif;"> En <i>L
‘Ecole Emancipée, </i>el camarada G. Serret publica un interesante
cuestionario, a propósito de la situación económica de las diferentes capas del
campesinado y de sus tendencias políticas. Los docentes podrían convertirse en
agentes irreemplazables del Frente Unico en la aldea y jugar, en el periodo
inmediato, un rol histórico. Pero, para ello, deben salir de su caparazón.
Verdaderamente, no es el momento de dedicarse a pequeñas experiencias en
pequeños laboratorios. <i>Los docentes revolucionarios deben ingresar al
Partido Socialista para fortalecer su ala revolucionaria y ligarlo a las masas
campesinas. </i>¡Sería criminal perder el tiempo!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<a href="https://www.blogger.com/null" name="_ftn7"></a><a href="https://www.marxists.org/espanol/trotsky/1936/1936-francia/01.htm#_ftnref7" title=""><span style="color: #333399; font-family: "georgia" , "serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">[7]</span></a><span style="font-family: "georgia" , serif;"> “¡Audacia,
siempre audacia y todavía más audacia!<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.45pt; text-align: justify;">
<br /></div>
LRhttp://www.blogger.com/profile/10903104379487600553noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-821994594593420177.post-9951415477729153872016-02-01T13:52:00.002-02:002016-02-29T19:20:04.644-02:00León Trotsky y la lucha armada (II)<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 18.0pt;"><br /></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 18.0pt;">Sobre
la cuestión de la autodefensa obrera<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 18.0pt;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj8gASrIrMxH_me9bZZbJpubc-9O0YdM6vQkcD1LSpaZnLqUn4DSHQlfrG3k9fBMaklcxX1T2MnquemwJVyr3vIFufnuRRYHGlGgIY6gKIQmpeYlE-ejl3F6ahMFqA9PovAjbPIOWuZBCNe/s1600/64357-944-550.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="186" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj8gASrIrMxH_me9bZZbJpubc-9O0YdM6vQkcD1LSpaZnLqUn4DSHQlfrG3k9fBMaklcxX1T2MnquemwJVyr3vIFufnuRRYHGlGgIY6gKIQmpeYlE-ejl3F6ahMFqA9PovAjbPIOWuZBCNe/s320/64357-944-550.jpg" width="320" /></a></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 18.0pt;"><br /></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 18.0pt;"><br /></span></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif";">25 de octubre de 1939<o:p></o:p></span></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif";">Todo
estado es una organización coercitiva de la clase dominante. El régimen social
permanece estable en tanto que la clase dominante es capaz, por medio del
estado, de imponer su voluntad sobre las clases explotadas. La policía y el
ejército son los instrumentos más importantes del estado. Los capitalistas
renuncian (aunque si bien no totalmente, lo hacen en gran medida) a mantener
sus propios ejércitos privados en favor del estado para evitar que la clase
obrera cree sus propias fuerzas armadas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif";">Mientras
el sistema capitalista está en alza, incluso las clases oprimidas perciben como
algo natural el monopolio estatal de las fuerzas armadas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif";">Antes
de la última guerra mundial, la socialdemocracia internacional no planteó ni
siquiera en sus mejores períodos la cuestión del armamento de los obreros. Y lo
que es peor, rechazaba esa idea como el eco romántico de un pasado remoto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif";">Fue
recién en la Rusia zarista que el joven proletariado de los primeros años de
este siglo comenzó a procurar armar sus destacamentos de lucha. Esto reveló
vívidamente la inestabilidad del antiguo régimen. La monarquía zarista se
encontró cada vez menos capaz de regular las relaciones sociales por medio de
sus agencias normales, es decir, la policía y el ejército, y se vio obligada a
recurrir cada vez más a la ayuda de las bandas voluntarias (las Centurias
Negras con sus pogromos contra los judíos, los armenios, los estudiantes, los
obreros y otros). Como respuesta los obreros, igual que varias nacionalidades,
comenzaron a organizar sus propios destacamentos de autodefensa. Estos hechos
indicaban ya el comienzo de la revolución.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif";">En
Europa la cuestión de los destacamentos obreros armados se planteó a fines de
la guerra; en Estados Unidos todavía más tarde. En todos los casos, sin excepción,
es la reacción capitalista la que comienza primero a formar organizaciones de
lucha especiales, que coexisten paralelamente con la policía y el ejército del
estado burgués. Esto se explica por el hecho de que la burguesía es más
previsora y despiadada que el proletariado. Bajo la presión de las
contradicciones de clase ya no descansa totalmente en su propio estado, puesto
que éste tiene todavía las manos atadas, en cierta medida, por normas
“democráticas”. La aparición de organizaciones combatientes “voluntarias” cuyo
objetivo es la supresión física del proletariado constituye un síntoma
inequívoco de que comenzó la desintegración de la democracia, debido a que ya
no es posible controlar las contradicciones de clase por los viejos métodos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif";">La
esperanza de los partidos reformistas de la Segunda y la Tercera Internacional,
y también de los sindicatos, de que los organismos del estado democrático las
iban a defender de las bandas fascistas demostró siempre y en todas partes ser
una ilusión. Cuando se dan crisis serias, la policía invariablemente adopta
respecto a las bandas contrarrevolucionarias una amistosa neutralidad, cuando
no colabora con ellas directamente. Sin embargo, la extrema vitalidad de las
ilusiones democráticas hace que los obreros tarden mucho en encarar la
organización de sus propios destacamentos de lucha. El nombre de “autodefensa”
corresponde plenamente a sus intenciones, por lo menos en la primera etapa,
porque el ataque invariablemente proviene de las bandas contrarrevolucionarias.
El capital monopolista que las respalda libra una guerra preventiva contra el
proletariado para impedirle hacer una revolución socialista.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif";">El
proceso del cual surgen los destacamentos obreros de autodefensa está
inseparablemente ligado al curso de la lucha de clases en cada país y refleja,
por lo tanto, sus inevitables avances y retrocesos, sus flujos y reflujos. La
revolución no estalla en una sociedad a través de un tranquilo proceso
ininterrumpido sino a través de una serie de convulsiones separadas por intervalos
bien definidos, a veces prolongados, durante los cuales se modifican tanto las
relaciones políticas que la idea misma de revolución parece perder toda
conexión con la realidad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif";">Por
eso la consigna de unidades de autodefensa encontrará eco una vez, y en otra
oportunidad sonará como una voz clamando en el desierto, y luego, después de un
tiempo, se popularizará nuevamente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif";">Este
proceso contradictorio se observa con especial claridad en la Francia de los
últimos años. Como consecuencia de la crisis económica en aumento, en febrero
de 1934 la reacción salió abiertamente a la ofensiva. Las organizaciones
fascistas crecieron rápidamente. Por otra parte, se hizo popular en las filas
de la clase obrera la idea de la autodefensa. Hasta el reformista Partido Socialista
se vio obligado a formar en París algo similar a un aparato de autodefensa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif";">La
política del “frente popular”, es decir, la sumisión total de las
organizaciones obreras a la burguesía, postergó el peligro de la revolución
para un futuro incierto y permitió a la burguesía eliminar de su agenda el
golpe fascista. Más aun, liberada del peligro interno inmediato y viéndose
enfrentada a una amenaza proveniente del exterior que se intensificaba día a
día, la burguesía francesa comenzó a explotar inmediatamente, en función de sus
objetivos imperialistas, el hecho de que se había “salvado” la democracia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif";">Nuevamente
se proclamó que el fin de la guerra inminente era la salvación de la
democracia. La política de las organizaciones obreras oficiales asumió un carácter
abiertamente imperialista. La sección de la Cuarta Internacional, que había
realizado un serio avance en 1934, se sintió aislada en el período siguiente.
El llamado a la autodefensa obrera parecía descolgado. ¿De quién se tenían que
defender en realidad? Después de todo. la “democracia” había triunfado en toda
la línea. La burguesía francesa entró en la guerra bajo el estandarte de la
“democracia” y con el apoyo de todas las organizaciones obreras oficiales, lo
que le permitió al “radical-socialista” Daladier implantar inmediatamente un
símil “democrático” de un régimen totalitario.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif";">La
necesidad de las organizaciones de autodefensa resurgirá en el proletariado
francés con el crecimiento de la resistencia revolucionaria contra la guerra y
el imperialismo. El desarrollo político de Francia, y también de otros países,
está en la actualidad inseparablemente ligado a la guerra. El incremento del
descontento de las masas dará lugar primero a la reacción más salvaje de los de
arriba. El fascismo militarizado vendrá en auxilio de la burguesía y de su
poder estatal. Para la clase obrera el problema de la organización de la
autodefensa será cuestión de vida o muerte. Tengamos en cuenta que entonces el
proletariado dispondrá de una buena cantidad de rifles, fusiles y cañones.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif";">En
Estados Unidos se dieron fenómenos similares, aunque se reflejaron de manera
menos vívida. Después que los éxitos de la época de Roosevelt, traicionando
todas las expectativas, dieron lugar en el otoño de 1937 a una prolongada
declinación, la reacción comenzó a avanzar de manera abierta y militante. El
provinciano mayor Hague se transformó inmediatamente en una figura “nacional”. Los
sermones con mentalidad pogromista del Padre Coughlin tuvieron amplio eco. La
administración democrática y su policía se replegaron ante las bandas del
capital monopolista. En esta época la idea de los destacamentos militares para
la defensa de las organizaciones y la prensa obrera comenzó a obtener respuesta
favorable entre los obreros más conscientes y los sectores más amenazados de la
pequeña burguesía, especialmente los judíos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif";">El
resurgimiento económico que comenzó en julio de 1939, obviamente relacionado
con la expansión del armamentismo y la guerra imperialista, reavivó la fe de
las “Sesenta Familias” en su democracia. A ello se sumó, por otra parte, el
peligro de que Estados Unidos fuera arrastrado a la guerra. ¡No era momento
para desamarrar el barco! Todos los sectores de la burguesía estrecharon filas
tras una política de cautela y preservación de “la democracia”. La posición de
Roosevelt en el Congreso se está fortaleciendo. Hague y el Padre Coughlin se
retiraron a cuarteles de invierno. Simultáneamente, el Comité Dies, al que ni
la derecha ni la izquierda se tomaron en serio en 1937, adquirió estos últimos
meses una considerable autoridad. La burguesía otra vez está “tanto contra el
fascismo como contra el comunismo”; quiere demostrar que puede enfrentar a
todos los “extremismos” con medidas parlamentarias.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif";">En
estas condiciones la consigna de autodefensa obrera no ayuda; pierde su poder
de atracción. Después de un estimulante comienzo es como si esa consigna
hubiera llegado a un punto muerto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif";">En
algunos lugares es difícil lograr que los obreros presten atención al problema.
En otros, donde gran cantidad de obreros se unieron a los grupos de
autodefensa, los dirigentes no saben cómo utilizar la energía de los
trabajadores. El interés se desvanece. No hay nada inesperado o sorprendente en
esto. Toda la historia de las organizaciones obreras de autodefensa presenta
períodos de alza y baja que se alternan constantemente. Reflejan los espasmos
de la crisis social.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif";">Las
tareas del partido proletario en lo que hace a la autodefensa obrera surgen de
las condiciones generales de nuestra época y de sus fluctuaciones particulares.
Es muchísimo más fácil que grandes sectores de la clase obrera participen en
destacamentos de lucha cuando las bandas reaccionarias atacan directamente sus
piquetes, sus sindicatos, su prensa, etcétera. Sin embargo, cuando la burguesía
considera más prudente abandonar las bandas irregulares y apelar a métodos de
dominación “democrática” sobre las masas, el interés de los trabajadores en las
organizaciones de autodefensa inevitablemente disminuye. Es lo que está
sucediendo ahora. ¿Significa ello, sin embargo, que en estas condiciones
debemos abandonar la tarea de armar a la vanguardia obrera?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif";">En
absoluto. Ahora que comenzó la guerra damos más que nunca por sentadas la
inevitabilidad e inminencia de la revolución proletaria internacional. Esta
idea fundamental, que diferencia a la Cuarta Internacional del resto de las
organizaciones obreras, determina toda nuestra actividad, incluso la que se
refiere a la organización de los destacamentos de autodefensa. Esto no implica,
sin embargo, no tomar en cuenta las fluctuaciones económicas y políticas, con
sus flujos y reflujos coyunturales. Si nos basamos única y exclusivamente en la
caracterización de conjunto de la época, ignorando sus etapas concretas,
podemos caer fácilmente en el esquematismo, el sectarismo o la fantasía
quijotesca. Con cada giro pronunciado de los acontecimientos adecuamos nuestras
tareas básicas al cambio de la situación concreta de esa etapa determinada. En
esto consiste el arte de la táctica.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif";">Necesitaremos
cuadros partidarios especialistas en problemas militares. Ellos tendrán, por lo
tanto, que continuar con su trabajo práctico y teórico incluso ahora, en este
momento de “marea baja”. Su trabajo teórico consistirá en el estudio de la
experiencia de las organizaciones militares de combate de los bolcheviques, los
nacionalistas revolucionarios irlandeses y polacos, los fascistas, las milicias
españolas y otras similares. Hay que hacerse de un programa de estudios modelo
y de una biblioteca sobre estas cuestiones, organizar conferencias, etcétera.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif";">Al
mismo tiempo se debe continuar, sin interrupciones, el trabajo de recolección
de datos. Tenemos que juntar y estudiar recortes de diarios y de otros medios
informativos referentes a toda clase de organizaciones contrarrevolucionarias y
también a los grupos nacionales (judíos, negros y demás), que en un momento
crítico pueden jugar un rol revolucionario. De hecho, esto servirá para un
aspecto importante de nuestra tarea, la defensa contra la GPU.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif";">Precisamente
teniendo en cuenta la situación extremadamente difícil en que se encuentra la
Comintern (y en considerable medida el servicio secreto de la GPU en el
extranjero, al que la Comintern mantiene) podemos suponer que la GPU asestará
algunos golpes violentos a la Cuarta Internacional. ¡Tenemos que ser capaces de
descubrirlos y esquivarlos a tiempo!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif";">Junto
con este trabajo extremadamente restringido, en el que deben participar sólo
miembros del partido, tenemos que crear organizaciones más amplias, abiertas,
para distintos objetivos particulares ligados de una u otra manera a las
futuras tareas militares del proletariado. Los trabajadores pertenecen a
diversas clases de organizaciones obreras deportivas (de atletas, boxeadores,
de tiro, etcétera) y también a sociedades corales y musicales. Cuando haya un
cambio en la situación política, estas organizaciones subsidiarias podrán
constituir la base inmediata de destacamentos amplios de autodefensa obrera.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif";">En
este proyecto de programa para la acción partimos de la posición de que las
condiciones políticas de este momento, sobre todo el debilitamiento de la
presión del fascismo interno, limitan estrechamente las posibilidades de
trabajo en el plano de la autodefensa. Y el caso es el mismo en lo que hace a
la creación de destacamentos militares de base estrictamente clasista.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif";">El
vuelco decisivo en favor de la autodefensa obrera se dará solamente con un
nuevo colapso de las ilusiones democráticas, el que, bajo las condiciones
imperantes en la guerra mundial, sobrevendrá rápidamente asumiendo proporciones
catastróficas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif";">Pero,
en compensación, la guerra está abriendo ahora, en este mismo momento,
posibilidades tales de entrenamiento militar de los obreros que era imposible
siquiera concebirlas en época de paz. Y esto se aplica no sólo a la guerra sino
al período que la precede inmediatamente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif";">Es
imposible prever todas las posibilidades prácticas que se nos presentarán; pero
indudablemente se incrementarán con cada día que pasa, a medida que se expanden
las fuerzas armadas del país. Tenemos que dedicar una atención especial a este
problema, crear una comisión especial (o un cuerpo de autodefensa que se agrandará
a medida que sea necesario).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif";">Principalmente,
debemos aprovechar el interés que despertó la guerra en los problemas militares
y organizar una serie de conferencias sobre los tipos de ejército y las
tácticas contemporáneas. Las organizaciones obreras pueden recurrir a
especialistas militares que no tengan absolutamente ninguna ligazón con el
partido y sus objetivos. Pero éste es sólo el primer paso.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif";">Debemos
utilizar los preparativos de guerra del gobierno para entrenar militarmente al
mayor número posible de miembros del partido y de los sindicatos sobre los
cuales tengamos influencia. Mientras mantenemos plenamente nuestro objetivo
fundamental, la creación de destacamentos militares de base clasista, tenemos
que ligar firmemente su realización con las condiciones creadas por los
preparativos de guerra de los imperialistas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif";">Sin
apartamos en nada de nuestro programa debemos hablar a las masas en un lenguaje
que ellas comprendan. “Nosotros los bolcheviques también queremos defender la
democracia, pero no esta clase de democracia dominada por sesenta reyes sin
corona. Primero barramos de nuestra democracia a los magnates capitalistas,
luego la defenderemos hasta la última gota de nuestra sangre. Ustedes, que no
son bolcheviques, ¿están realmente dispuestos a defender esta democracia? Pero
entonces, por lo menos, tienen que poder defenderla con toda su capacidad, de
modo de no ser un instrumento ciego en manos de las Sesenta Familias y los
oficiales burgueses que las sirven. La clase obrera tiene que aprender las
cuestiones militares para extraer de sus propias filas el mayor número posible
de oficiales.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif";">”Tenemos
que exigir que el estado, que mañana utilizará la sangre obrera, dé hoy a los
trabajadores la posibilidad de dominar lo mejor posible la técnica militar para
alcanzar los objetivos militares con un mínimo costo de vidas humanas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif";">”Para
lograrlo, no bastan un ejército y cuarteles regulares. Los obreros deben tener
la oportunidad de que se les dé entrenamiento militar en sus fábricas, talleres
y minas en determinadas horas pagadas por los capitalistas. Si los obreros
habrán de dar sus vidas, los patriotas burgueses pueden, por lo menos, hacer un
pequeño sacrificio material.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif";">”El
estado debe entregar un rifle a cada obrero capaz de llevar armas y establecer
barracas de tiro y artillería para el entrenamiento militar en lugares
accesibles a los trabajadores.”<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif";">Nuestra
agitación sobre la guerra y toda nuestra política ligada a ésta debe ser tan
independiente respecto a los pacifistas como a los imperialistas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif";">“Esta
guerra no es nuestra guerra. Los responsables de ella son fundamentalmente los
capitalistas. Pero en tanto todavía no somos lo suficientemente fuertes como
para derrocarlos y tenemos que luchar en su ejército, tenemos la obligación de
utilizar las armas lo mejor posible.”<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif";">Las
obreras también tienen que gozar del derecho a portar armas. Se debe dar la
oportunidad a la mayor cantidad posible de obreras de recibir, a expensas de
los capitalistas, entrenamiento como enfermeras.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif";">Así
como cualquier obrero explotado por los capitalistas trata de aprender lo mejor
posible las técnicas de la producción, cualquier soldado proletario del ejército
imperialista tiene que aprender lo mejor posible el arte de la guerra para ser
capaz, cuando cambien las condiciones, de aplicarla en beneficio de su clase.<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 11.0pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 11.0pt; line-height: 150%;">No somos pacifistas. No. Somos revolucionarios. Y sabemos qué
perspectiva se abre ante nosotros.</span></div>
LRhttp://www.blogger.com/profile/10903104379487600553noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-821994594593420177.post-78112023948732364362016-01-26T17:58:00.000-02:002016-02-29T19:19:54.880-02:00León Trotsky y la lucha armada (I)<div class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 8.35pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 12.0pt;">Texto de León Trotsky en el que polemiza con las
ideas pacifistas de los socialdemócratas ingleses y alerta sobre la necesidad
que tendrá la clase obrera de recurrir a la violencia revolucionaria para
cambiar la sociedad, tanto en un régimen de dominación burguesa fascista como
en un régimen de dominación burguesa democrático parlamentario. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 8.35pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 8.35pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 12.0pt;">Algunas de las advertencias que Trotsky realiza a
la socialdemocracia inglesa, con respecto a la resistencia armada que opondrán las
clases poseedoras contra un gobierno obrero electo democráticamente, parecen estar
dirigidas, con casi 50 años de anticipación, a la experiencia chilena de Salvador
Allende y la Unidad Popular.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 8.35pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjeB2Yf1I0lPlJu4POofH2l89z25uYfvr23bW3VewUxVx9mdTaBlhUUxX4Og3HzHUDkRUlXpg7St3ot4H4q2dMB0vKjYRONvvy4vn3e0ykUNczXQGkuMBZQU-fWkjiRefdB58vvMsHW7O69/s1600/minero050519.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="277" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjeB2Yf1I0lPlJu4POofH2l89z25uYfvr23bW3VewUxVx9mdTaBlhUUxX4Og3HzHUDkRUlXpg7St3ot4H4q2dMB0vKjYRONvvy4vn3e0ykUNczXQGkuMBZQU-fWkjiRefdB58vvMsHW7O69/s320/minero050519.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 8.35pt; text-align: center;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 12.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 8.35pt; text-align: center;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 20.0pt;">León Trotsky - La cuestión de la violencia revolucionaria<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 12.55pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt;">EXPOSICIÓN
POPULAR ADAPTADA A LA INTELIGENCIA DE LOS OBREROS MÁS ATRASADOS Y AUN A LA DE
CIERTOS LÍDERES ENTRE LOS MENOS DESESPERANTES<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 11.5pt;">Estamos al corriente de las opiniones de Macdonald sobre la violencia
revolucionaria. Estas opiniones se nos han revelado como el desarrollo de la
teoría conservadora de la evolución gradual, tan grata a Mr. Baldwin. La
negación de la violencia reviste un carácter mucho más curioso y más
sincero en el “izquierdista” Lansbury. Este último “no tiene fe” en la
violencia. Así, simplemente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 11.5pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 11.5pt;">Lansbury “no tiene fe” ni en los ejércitos capitalistas ni en las
insurrecciones. Si creyese en la violencia, dice, no votaría por la flota
británica y se uniría a los comunistas. ¡He aquí un hombre valiente! No
creyendo en la violencia, Lansbury cree en el más allá, lo cual hace muy poco
honor a su perspicacia realista. Cierto número de hechos han acaecido, no
obstante, en el planeta con ayuda de la violencia, aunque esto no le agrade a
Mr. Lansbury. Que éste crea o no crea en la flota de guerra inglesa, los
habitantes de la India saben que ésta existe. En abril de 1919, el general
inglés Dyer mandaba disparar sin previo aviso contra un mitin de hindúes
desarmados reunidos en Amritsar. Hubo 450 muertos y 1.500 heridos. Dejemos a
los muertos en paz; en todo caso, es preciso decir de los heridos que no les
fue posible “no creer” en la violencia. En su misma calidad de cristiano,
Lansbury debería admitir que si los enfeudados pillos del clero judío y el
tímido procónsul romano Pilatos, antepasado político de Macdonald, no hubieran
en otro tiempo ejercido violencia contra Cristo, no hubiese habido ni corona de
martirio, ni resurrección, ni ascensión, y Mr. Lansbury mismo no hubiera
tenido ocasión de nacer piadosamente cristiano y de llegar a ser un mal
socialista. No creer en la violencia es tanto como no creer en la gravitación.
Toda la vida está edificada sobre formas diversas de violencia, sobre la oposición
de una violencia a otra, y repudiar la violencia libertadora, es sostener
la de los opresores que actualmente gobiernan al mundo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 11.5pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 11.5pt;">No obstante, comprendemos que estas observaciones incidentales no son
suficientes en el caso que nos ocupa. La cuestión de la violencia y de su
negación por parte de los señores pacifistas, socialistas cristianos y otros
hipócritas ocupa un lugar tan grande en la política inglesa, que exige un
examen especial y minucioso, adaptado al nivel de cultura política de los jefes
del Labour Party. Nos excusarnos de antemano, ante los demás lectores, de la
inferioridad de este nivel.</span><span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 11.5pt;"> </span><span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 11.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 11.5pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 11.5pt;">¿Que significa la negación de toda violencia? Si, por ejemplo, un ladrón
se introduce en el domicilio de Mr. Lansbury, tememos mucho que este
piadoso caballero (hablamos del amo de su casa) se vea precisado a usar la
violencia o llame a tal fin al agente de policía más próximo. Si, no obstante,
en su caridad cristiana Lansbury dejara al ladrón irse en paz (de lo cual no
estamos del todo convencidos), sería con la condición, naturalmente obvia, de
abandonar a toda prisa su domicilio. Y el lujo de este gesto cristiano no
podría permitírselo nuestro honorable caballero sino por gozar su domicilio de
la protección de las leyes británicas sobre la propiedad y de los numerosos
Argos que las hacen respetar, de suerte que, por manera general, las visitas
nocturnas de los ladrones constituyen más bien una excepción que una regla. Si
Lansbury intentase contestarnos que la intrusión en una casa honorable y
cristiana es una violencia y lleva consigo la necesidad de una respuesta, le
diríamos que este razonamiento es una renuncia a la negación de la
violencia en general y equivale, por el contrario, a la admisión, en principio
y en práctica, de la violencia, y que, en fin, puede ser íntegramente aplicado
a la lucha de clases, en la que las intrusiones cotidianas del ladrón-capital
en la vida y el trabajo del proletariado, así como el robo de la plusvalía,
justifican plenamente una respuesta. Podría Lansbury contestamos entonces que
él no entiende por violencia todas las medidas coercitivas de las cuales
nuestra admirable vida social no podría prescindir, y que sólo piensa en la
violación del quinto mandamiento: “No matarás.” Cabe presentar, para justificar
esta manera de plantear la cuestión, buen número de frases ampulosas sobre el carácter
sacrosanto de la vida humana. Pero también en este punto nos es forzoso
preguntar, usando el lenguaje de los apólogos del Evangelio, el más accesible
para los directores del socialismo británico, qué haría Mr. Lansbury
si viese a un malhechor levantar su matraca sobre unos niños y no tuviera para
defender a éstos otro recurso que un tiro de revólver inmediato y bien
dirigido. Si nuestro supuesto interlocutor no quiere recurrir a sofismas
de muy ínfima calidad, responderá sin duda, para tranquilizarse, que nuestro
ejemplo es de un carácter harto excepcional. Respuesta que significará una vez
más que su derecho a recurrir al asesinato en ciertos casos lo ha
transmitido Lansbury a la policía, organización especializada en la violencia y
que le desembaraza de la necesidad de utilizar el revólver y aun de la de
pensar en el fin práctico de este instrumento. Pero ¿qué hacer, preguntaremos
nosotros, si los rompehuelgas armados atacan o matan a los huelguistas? Estos
casos son frecuentes en América y no faltan en los demás países. Los obreros no
pueden delegar en la policía su derecho de contestar a los rompehuelgas, puesto
que la policía defiende en todos los países el derecho de éstos a atacar y
matar a los huelguistas, a quienes no se extiende, como es sabido, el beneficio
de la ley del respeto sagrado de la vida. Nosotros preguntamos: ¿tienen
los huelguistas el derecho de recurrir a los palos, a las piedras, a los
revólveres, a las bombas, contra los fascistas, las bandas del Ku-Klux-Klan y
demás bandidos mercenarios del capital? Pequeña pregunta para la cual
quisiéramos una respuesta clara y precisa y no hipócritamente evasiva. Si
Lansbury nos dice que el objeto del socialismo es dar a las masas populares una
educación tal que los fascistas no sean fascistas y los bandidos, esta
respuesta será pura hipocresía. Que la eliminación de la violencia, primero en
sus formas más groseras y sangrientas, luego en las demás, mejor disimuladas,
sea el fin del socialismo, es completamente indiscutible. Pero no se trata de
las costumbres y de la moral de la futura sociedad comunista, sino de los
caminos y medios concretos que es preciso emplear en la lucha contra la
violencia capitalista. Cuando los fascistas sabotean una huelga, ocupan la redacción
de un periódico, echan mano a la caja, atacan o matan a los diputados
obreros y la policía asegura la inmunidad de los malhechores, sólo el más
corrompido hipócrita puede aconsejar a los obreros que no vuelvan golpe por
golpe, so pretexto de que en la sociedad comunista no habrá lugar para la
violencia. Queda, naturalmente, por decidir en cada caso dado, considerada la
situación en su conjunto, la respuesta que se ha de dar a la violencia del
enemigo y hasta qué punto se puede llegar en la respuesta. Pero ésta es una
cuestión de táctica en conformidad con los fines perseguidos que no tiene nada
de común con la negación o la admisión en principio de la violencia.</span><span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 11.5pt;"> </span><span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 11.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 11.5pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 11.5pt;">¿Qué es la violencia? ¿Dónde comienza? ¿En qué momento las acciones
colectivas de las masas, admisibles y conformes al fin, se convierten en
violencia? Dudamos mucho de que Lansbury o cualquier otro pacifista sea capaz
de responder a esta pregunta, a no ser que se limite a una simple
referencia al Código penal, en el que se define lo que está permitido y lo que
está prohibido. La lucha de clases es una cadena ininterrumpida de violencias
abiertas o encubiertas, “reguladas” en tal o cual grado por el Estado, que
representa a su vez el aparato de la violencia organizada del más fuerte de los
adversarios, es decir, de la clase dominante. La huelga ¿es una violencia? Hubo
un tiempo en que las huelgas estaban prohibidas; cada una de ellas se hallaba
entonces casi inevitablemente ligada a conflictos físicos. Después, a
consecuencia del desarrollo tomado por las huelgas, esto es, de la violencia de
las masas ejercida contra la ley, o, más exactamente, de los golpes dados sin
cesar por las masas a la violencia legal, las huelgas fueron legalizadas. ¿De
modo que Lansbury sólo considera como procedimientos admisibles de lucha
las huelgas pacíficas, “legales”, esto es, autorizadas por la
burguesía? Pero si los obreros no hubiesen organizado las huelgas de
principios del siglo XIX, la burguesía inglesa no las hubiera legalizado en
1824. Y si se admite el ejercicio de la violencia o el empleo de la fuerza bajo
forma de huelgas, es necesario aceptar toda la responsabilidad de esta actitud,
incluso la de la defensa de las huelgas contra los amarillos mediante adecuadas
medidas de contraviolencia.</span><span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 11.5pt;"> </span><span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 11.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 11.5pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 11.5pt;">Vayamos más lejos. Si las huelgas de los obreros contra los capitalistas
o contra distintos grupos de capitalistas son admisibles, ¿tendrá Lansbury la
temeridad de declarar inadmisible la huelga general de los obreros contra un
gobierno fascista que estrangula a las organizaciones obreras, destruye la
prensa obrera e infesta las filas de los obreros de provocadores y asesinos?
Una vez más: la huelga general no puede tener lugar ni cada día ni a todas
horas, y sólo es posible en condiciones concretas bien definidas. Pero esta es
una cuestión de estrategia y de oportunidad. En lo que se refiere a la huelga
general considerada como una de las armas más decisivas, es dudoso que Lansbury
y todos sus correligionarios tomados en conjunto puedan imaginar otro medio susceptible
de ser aplicado por el proletariado para conseguir resultados decisivos. Porque
Lansbury no caerá tan bajo como para recomendar a los obreros que esperen a que
el amor al prójimo se imponga a los corazones, digamos de los fascistas
italianos, que son por lo demás, en gran número, piadosísimos católicos. Y
si hay que admitir que el proletariado tiene, no solamente el derecho, sino
también el deber de preparar la huelga general contra el régimen fascista, han
de ser descontadas todas las consecuencias ulteriores de esta actitud. La
huelga general no es una simple manifestación; significa una grave sacudida de
la sociedad y pone en todo caso sobre el tapete los destinos del régimen
político existente y el prestigio de la fuerza de la clase revolucionaria. No
se puede emprender una huelga general sino cuando la clase obrera (y en
primer lugar su vanguardia) se halla dispuesta a llevar la acción hasta el fin.
Pero tampoco el fascismo se prepara a capitular ante unas pacíficas
manifestaciones huelguistas. En caso de peligro inmediato y real, los fascistas
pondrán en acción todos sus medios, utilizarán, en mayor medida que nunca, la
provocación, el asesinato y el incendio. Se preguntará: ¿está permitido a los
directores de una huelga general formar organizaciones para la defensa de los
huelguistas contra la violencia del enemigo, para el desarme y la disolución de
las bandas fascistas? Y como a nadie le ha sucedido jamás, en cuanto
podemos recordar, el poder desarmar a los enemigos en pleno furor con
ayuda de himnos religiosos, forzoso será evidentemente armar a los destacamentos
revolucionarios con revólveres y granadas de mano hasta el momento en que
logren apoderarse de los fusiles, de las ametralladoras y de los cañones. Pero
¿es tal vez en este punto donde empieza el territorio de la violencia inadmisible?
Si es así, caemos, sin esperanza de salida, en contradicciones tan humillantes
como absurdas. Una huelga general que no se defienda contra la violencia y
el aplastamiento, es una manifestación de cobardía condenada a la derrota.</span><span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 11.5pt;"> </span><span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 11.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 11.5pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 11.5pt;">Únicamente un traidor o un loco pueden incitar a la lucha en estas
condiciones. La lucha huelguista desarmada, en virtud de una lógica
independiente de Lansbury, arrastra consigo conflictos armados. Estos se
producen a cada instante en las huelgas económicas, son absolutamente
inevitables en la huelga revolucionaria política, en la medida en que ésta
tiene por fin la subversión de un poder. Quien renuncia a la violencia debe
renunciar en general a la lucha, esto es, colocarse prácticamente entre
los defensores de la violencia triunfante de las clases dominadoras.</span><span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 11.5pt;"> </span><span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 11.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 11.5pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 11.5pt;">Pero la cuestión no está agotada todavía. La huelga general que nosotros
suponemos tiene por fin el derrumbamiento del poder fascista. Este resultado no
puede ser obtenido más que por la victoria sobre las fuerzas armadas del
fascismo. En este punto cabe concebir aún dos hipótesis: la victoria
directa sobre las fuerzas de la reacción, o el paso de éstas a la revolución.
Ninguna de ambas hipótesis puede realizarse íntegramente. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 11.5pt;"><br /></span></div>
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 11.5pt;"></span><br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 11.5pt;"><span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 11.5pt;">Una insurrección revolucionaria triunfa cuando logra infligir una derrota a las
fuerzas más firmes, más resueltas y más seguras de la reacción y atraerse la
simpatía de las restantes fuerzas armadas del régimen. Este resultado,
digámoslo una vez más, no puede obtenerse sino en el caso en que las tropas
gubernamentales titubeantes se convenzan de que las masas obreras no se limitan
a manifestar su descontento, hallándose absolutamente resueltas a derribar,
cueste lo que cueste, al gobierno, sin retroceder ante los medios más
despiadados. Este sentimiento es el único capaz de hacer pasar a las tropas
vacilantes del lado del pueblo. Cuanto más expectante, titubeante y evasiva
sea la política de los directores de la huelga general, menos vacilación
habrá en las tropas, más firmemente sostendrán al poder y más probabilidades
tendrá éste de salir victorioso de la lucha, para abatir a continuación la
cabeza de la clase obrera con las más sangrientas represiones. En otros
términos, cuando la clase obrera se ve obligada a recurrir para su emancipación
a la huelga general, debe darse cuenta previamente de que esto lleva consigo
inevitablemente la producción de colisiones armadas y de conflictos
análogos, locales y generales; debe darse cuenta de antemano de que la huelga
general no será reprimida sólo en el caso de haberse dado inmediatamente la
respuesta necesaria a los rompehuelgas, a los provocadores, a los fascistas,
etc.; debe prever con anticipación que el gobierno cuyo destino se juega
lanzará inevitablemente a la lucha, en tal o cual momento, sus fuerzas armadas,
y que el destino del régimen y, por consiguiente, del proletariado dependerá
del resultado del conflicto de las masas revolucionarias con esas fuerzas
armadas. Los obreros deben previamente tomar todas las medidas precisas para
atraer a los soldados del lado del pueblo mediante una agitación preliminar;
pero también deben prever de antemano que siempre quedarán al gobierno
bastantes soldados seguros o casi seguros para intentar reprimir la
insurrección, de suerte que la cuestión se resolverá en último término por un
conflicto armado, para el cual es necesario prepararse conforme a un plan
determinado con anterioridad y en el que habrá que empeñarse con una
entera resolución revolucionaria.</span><span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 11.5pt;"> </span></span></div>
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 11.5pt;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 11.5pt;"><br /></span></div>
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="background: white; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 11.5pt;">Sólo la más extrema resolución en la lucha revolucionaria puede arrancar
las armas de manos de la reacción, abreviar la guerra civil y disminuir el
número de sus víctimas. Si no se admite esto, no hay para qué tomar las armas;
si no se toman éstas, imposible una huelga general; si se renuncia a la huelga
general, no se puede pensar en una lucha seria. No queda entonces otro camino
que educar a los obreros en el espíritu de una completa apatía, cosa de que se
ocupan, por lo demás, la escuela oficial, los partidos gobernantes, los
cleros de todas las Iglesias y… los predicadores socialistas de la inadmisibilidad
de la violencia.</span><span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 11.5pt;"> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 11.5pt;">Pero es muy notable una cosa: del mismo modo como los filósofos
idealistas se nutren en la vida cotidiana de pan, de carne y, en general, de
viles materias; del mismo modo como, olvidando la inmortalidad del alma, se
esfuerzan en no caer bajo las ruedas de un automóvil, así los señores
pacifistas, adversarios impotentes de la violencia, idealistas “morales”,
echan mano, cada vez que sus intereses inmediatos lo exigen, de la violencia política,
utilizándola directamente o no. Como mister Lansbury no carece, al parecer, de
cierto carácter, sus tristes aventuras le ocurren con más frecuencia que a
otros. Durante el desarrollo de los debates parlamentarios sobre los sin
trabajo (sesión de la Cámara de los Comunes del 9 de marzo de 1925), Lansbury
recordó que la ley del seguro contra el paro fue promulgada, en su forma
actual, en 1920, “menos para asegurar la existencia de los obreros y
de sus familias, que, como lo decía recientemente lord Derby,
para prevenir una revolución. En 1920 [continuaba Lansbury] todos los
obreros que servían en el ejército fueron inscritos entre los asegurados, pues
el Gobierno no tenía en este momento la seguridad de que no dirigieran sus
fusiles en un sentido harto indeseable.” (Times del 20 de marzo de 1925.) Después
de estas palabras, el informe parlamentario de la sesión menciona las
“muestras de aprobación en los bancos de la oposición”, es decir, del Labour
Party, y exclamaciones tales como: “¡Oh, oh!” en los bancos del Ministerio.
Lansbury no cree en la violencia revolucionaria. Pero reconoce, sin embargo, a
remolque de lord Derby, que el miedo a la violencia revolucionaria engendró la
ley del seguro de los sin trabajo por el Estado. Lansbury combate los intentos
de derogación de esta ley; cree, pues, que una ley nacida del miedo a la
violencia revolucionaria proporciona ciertas ventajas a la clase obrera. Es
casi demostrar matemáticamente la utilidad de la violencia revolucionaria,
puesto que (Lansbury nos permitirá esta observación), si no hubiera violencia,
tampoco habría miedo a la violencia. Y si no hubiera la posibilidad real (y la
necesidad) de volver en ciertos casos los fusiles contra el Gobierno, éste no
tendría motivo para temer esta eventualidad. De suerte que la incredulidad de
Lansbury en la violencia es un puro equívoco. De hecho, Lansbury la utiliza
cada día, por lo menos en forma de argumento. También utiliza en la práctica
las conquistas de la violencia revolucionaria de las décadas y siglos pasados.
Únicamente se resiste a unir los dos cabos de su pensamiento. Repudia la
violencia revolucionaria para la conquista del poder, esto es, para la
liberación completa del proletariado, pero se acomoda perfectamente a la
violencia, y hasta se aprovecha de ella en las luchas que no rebasan los
cuadros de la sociedad burguesa. Mister Lansbury está a favor de la violencia
en pequeño contra la violencia en grande. Nos hace pensar en un
vegetariano que se conformara humildemente con la carne de los canarios y de
los conejos, pero rechazase con virtuosa indignación la matanza de animales de
mayor tamaño.</span><span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 11.5pt;"> </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 11.5pt;"><br /></span></div>
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 11.5pt;"></span><br />
<div style="text-align: justify;">
</div>
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 11.5pt;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 11.5pt;">Hemos previsto, no obstante, que Mr. Lansbury o sus correligionarios más
diplomáticos y más hipócritas nos objetarán: “Sí; contra el régimen fascista,
contra un Gobierno despótico, la violencia puede ser después de todo, no nos
apartamos de ello, hasta cierto punto admisible. Pero es totalmente inadmisible
en un régimen democrático.” Por nuestra parte, registramos en el acto esta
objeción como una capitulación de principio, porque se trataba en primer lugar,
no de saber en qué condiciones políticas es admisible la violencia o conforme
con los fines perseguidos, sino si ésta sería admisible en general, desde
un cierto punto de vista abstracto, humanitario, cristiano y socialista.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 11.5pt;"><br /></span></div>
<o:p></o:p></span><br />
<div class="MsoNormal" style="background: white; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 11.5pt;">Cuando se nos dice que la violencia revolucionaria no es inadmisible
sino en un régimen de democracia política, se traslada toda la cuestión a
otro plano. Lo que no quiere decir, sin embargo, que los adversarios demócratas
de la violencia sean más profundos y más inteligentes que los cristianos
humanitarios. No tardaremos mucho en convencernos sin gran trabajo de que no
hay nada de eso.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 11.5pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 11.5pt;">¿Es cierto, en efecto, que la cuestión de la admisibilidad y de la
conformidad de la violencia al fin perseguido quede resuelta según la forma más
o menos democrática de la dominación burguesa? Esta concepción es desmentida
completamente por la experiencia histórica. La lucha entre la tendencia
revolucionaria y la tendencia pacífica, legal y reformista en el seno del
movimiento obrero no empieza en el momento de la fundación de la república o de
la institución del sufragio universal. En la época del cartismo, y
hasta 1868, los obreros ingleses estuvieron privados de todo derecho al voto,
esto es, del principal instrumento del desarrollo “pacífico”. El movimiento
cartista estuvo, por tanto, dividido en partidarios de recurrir a la fuerza
física, seguidos éstos por la masa, y partidarios de la fuerza moral,
numerosos sobre todo entre los intelectuales pequeñoburgueses y los miembros de
la aristocracia obrera. En la Alemania de los Hohenzollern, provista de un
Parlamento impotente, los partidarios de las reformas parlamentarias y los
protagonistas de la huelga general revolucionaria luchaban entre sí dentro
de la socialdemocracia. En fin, en Rusia mismo, bajo la autocracia, bajo el
régimen del 3 de julio, los mencheviques querían reemplazar los métodos
revolucionarios de acción por la consigna de la lucha por la legalidad. Así, el
argumento de la república burguesa o del sufragio universal, argumento supremo
del reformismo y del legalismo, es el producto de una teoría limitada, de corta
memoria o de una hipocresía innegable. En realidad, el reformismo legalista
equivale a la humillación de los esclavos ante las instituciones y las leyes de
los esclavistas. El sufragio universal ¿forma o no parte de estas
instituciones, esté el edificio coronado por un monarca o por un presidente?
Para el oportunista, esta cuestión es sólo secundaria. Está arrodillado siempre
ante el ídolo del Estado burgués y no accede a marchar hacia su ideal sino por
las puertas para él construidas por la burguesía. Y estas puertas están
construidas de tal manera, que son infranqueables.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 11.5pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 11.5pt;">¿Qué es la democracia política y dónde comienza? En otros términos,
¿dónde se halla y por dónde pasa el límite que la violencia no puede franquear?
¿Se puede, por ejemplo, llamar democracia a un país monárquico con una alta
Cámara? ¿Está permitido recurrir a la violencia para abolir estas
instituciones? Sin duda, se nos contestará a este respecto que la Cámara de los
Comunes de Inglaterra es lo bastante poderosa para suprimir, si lo juzga
conveniente, el poder real y la Cámara de los Lores, de suerte que la clase
obrera tenga la posibilidad de completar pacíficamente la institución del régimen
democrático en su país. Admitámoslo un instante. Pero ¿qué es la Cámara de los
Comunes? ¿Puede ser calificada de democrática aunque sólo sea desde un
punto de vista formal? De ningún modo. Elementos importantes del pueblo están de
hecho privados del derecho al voto. Las mujeres no votan sino sólo a partir de
los treinta años, y los hombres, desde los veintiuno. La disminución de la
edad electoral constituye, desde el punto de vista de la clase obrera, en la
que se empieza a trabajar desde muy temprano, una reivindicación democrática
elemental. Por otra parte, las circunscripciones electorales están preparadas
en Inglaterra con tanta perfidia, que se necesita doble número de votos para
elegir un diputado obrero que para elegir uno conservador. Retrasando la
edad electoral, el Parlamento inglés excluye a la juventud activa de ambos
sexos y confía los destinos del país a las generaciones más viejas, más
fatigadas, que miran más bajo sus pies que hacia el futuro. Tal es el sentido
de la negación del voto a los jóvenes. La cínica geometría de las
circunscripciones electorales da a un voto conservador tanto peso como a dos
votos obreros. De este modo, el actual Parlamento inglés constituye la más
escandalosa burla de la voluntad del pueblo, aun entendiéndola en el sentido de
la democracia burguesa. ¿Tiene realmente la clase obrera el derecho de exigir
imperiosamente, aun manteniéndose en el terreno de los principios de la democracia,
a la actual Cámara de los Comunes, privilegiada y de hecho usurpadora, la
institución inmediata de un modo de sufragio verdaderamente democrático? Y
si el Parlamento respondiese a esta reivindicación con un “no ha lugar”,
cosa en nuestra opinión inevitable, toda vez que el Gobierno Baldwin acaba de
rechazar la igualdad de la edad electoral para ambos sexos, ¿tendría el
proletariado el derecho de exigir, por ejemplo, mediante la huelga
general, a un Parlamento usurpador derechos electorales democráticos?</span><span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 11.5pt;"> </span></div>
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 11.5pt;"></span><br />
<div style="text-align: justify;">
</div>
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 11.5pt;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 11.5pt;">Y si fuese menester admitir que la usurpadora Cámara de los Comunes actual u
otra más democrática decidiese derogar la monarquía y la Cámara de los Lores
(cosa que no hay lugar a esperar), con ello no quedaría dicho que las clases
reaccionarias, reducidas a minoría en el Parlamento, se someterían sin reserva.
Bien recientemente hemos visto a los reaccionarios del Ulster, hallándose en
desacuerdo con el Parlamento británico respecto a la organización del Estado
irlandés, lanzarse, bajo la dirección de lord Carson, por el camino de la
guerra civil, y a los conservadores ingleses apoyar abiertamente a los rebeldes
del Ulster[1]. Pero, se responderá, esto sería una revuelta abierta por parte
de las clases privilegiadas contra el Parlamento democrático, y claro
es que esta revuelta sería reprimida con ayuda del aparato coercitivo del
Estado. Tomamos nota de esta confesión, exigiendo al momento obtener de ella
algunas conclusiones prácticas.</span><span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 11.5pt;"> </span></div>
</span><span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 11.5pt;"><div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 11.5pt;">Admitamos por un instante que en las próximas elecciones vaya una mayoría
obrera al Parlamento y éste, del modo más legal, resuelva empezar por confiscar
sin indemnización, en beneficio de los colonos y de los parados crónicos,
los dominios de los nobles terratenientes, por establecer un elevado impuesto
sobre el capital, por abolir la monarquía, la Cámara de los Lores y algunas otras instituciones
no menos inconvenientes. No cabe ni la menor sombra de duda de que las clases
poseedoras no se rendirán sin lucha, tanto menos cuanto que la policía, los
tribunales y el ejército están íntegramente en sus manos. La historia de Inglaterra
conoce ya el ejemplo de una guerra civil en la que un rey se apoyó en la
minoría de los Comunes y la mayoría de los Lores contra la mayoría de los
Comunes y la minoría de los Lores. Esto sucedía en 1630-1640. Sólo un cretino,
un miserable cretino, repetimos, podría imaginarse seriamente que una repetición
de esta especie de guerra civil (sobre la base de nuevas clases sociales) se ha
hecho imposible en el siglo XX en razón de los evidentes progresos obtenidos en
los tres últimos siglos por la filosofía cristiana, los sentimientos humanitarios,
las tendencias democráticas y otras excelentes diversas cosas. El citado
ejemplo del Ulster demuestra que las clases poseedoras no gastan bromas cuando
el Parlamento, aun siendo el suyo propio, se ve obligado a atentar por
poco que sea contra su situación privilegiada. Es por tanto necesario, al
prepararse a tomar el poder, prepararse también a todas las consecuencias
necesarias de la inevitable resistencia de las clases directoras. Es preciso
comprenderlo bien: si llegara al poder en Inglaterra un verdadero Gobierno
obrero, aun siendo por los medios más democráticos, la guerra civil sería
inevitable. El Gobierno obrero se vería en el caso de reprimir la resistencia
de las clases privilegiadas. No podría a este fin utilizar el antiguo
aparato del Estado, la antigua policía, los antiguos tribunales, la
antigua milicia. El Gobierno obrero formado en el Parlamento se vería forzado a
crear nuevos órganos revolucionarios, apoyándose en los sindicatos y, en
general, en las organizaciones obreras. De ello resultaría un desenvolvimiento
excepcional de la actividad y de la iniciativa de las masas obreras. En
el terreno de la lucha inmediata contra las clases explotadoras, las
Trade-Unions se unirían más activa y estrechamente entre ellas, no sólo
por el órgano de sus directores, sino también por abajo, y concebirían la
necesidad de constituir asambleas locales de delegados, es decir, de Consejos
(Soviets) de diputados obreros. Un verdadero Gobierno obrero, en otros
términos, un Gobierno absolutamente consagrado a los intereses del
proletariado, se vería precisado de este modo a demoler el antiguo mecanismo
gubernamental, instrumento de las clases poseedoras, y a oponerle el aparato de
los Consejos obreros. Es decir, que el origen democrático del Gobierno obrero
(aun si fuese posible) produciría la necesidad de oponer a una resistencia
reaccionaria la fuerza de la clase revolucionaria.</span><span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 11.5pt;"> </span></div>
</span><span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 11.5pt;"><div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 11.5pt;">Más arriba hemos demostrado que el Parlamento ingles de nuestros días
representa una deformación monstruosa de los principios de la democracia
burguesa, y no es nada probable que se pueda obtener de Inglaterra, sin la
aplicación de la violencia revolucionaria, aunque no fuese nada más que una
honrada distribución de las circunscripciones electorales, la abolición de la
monarquía y de la Cámara de los Lores. Admitamos, sin embargo, que tales
reivindicaciones hayan sido, de esta u otra manera, satisfechas. ¿Quiere esto
decir que tendríamos en Inglaterra un Parlamento verdaderamente democrático? De
ningún modo. El Parlamento londinense es un Parlamento de esclavistas.
Representando del modo más idealmente democrático a un pueblo de cuarenta
millones de almas, dicta leyes para los trescientos millones de habitantes de
la India y dispone de los fondos que la dominadora Inglaterra extrae de sus
colonias. La población de la India no participa en la confección de las leyes
que determinan sus destinos. La democracia inglesa se parece a la de Atenas en
el sentido de que la igualdad de los derechos democráticos (inexistente en
realidad) es el privilegio de los ciudadanos que han nacido libres y descansa
sobre la privación de derechos a las naciones inferiores. Por cada habitante de
las Islas Británicas hay cerca de nueve esclavos coloniales. Aun si se
considera la violencia revolucionaria como inadmisible en el seno de la
democracia, tal principio no se extiende en ningún caso a los pueblos de la
India, que se sublevan, no contra la democracia sino contra un despotismo opresor.
En tal caso, un inglés, si es verdaderamente demócrata, no puede reconocer la validez
de las leyes británicas que conciernen a la India, Egipto, etc. Y como toda la
vida social de Inglaterra, en tanto que potencia colonial, descansa sobre esas
leyes, es evidente que la actividad entera del Parlamento de Westminster[2], punto
de concentración de un poder de presa, es antidemocrática en sus fundamentos
mismos. Desde un punto de vista democrático consecuente, sería necesario decir:
mientras los indos, los egipcios, etc., no disfruten de la entera libertad de
disponer de sí mismos, es decir, de separarse del Imperio, o en tanto que
los indos, los egipcios, etc., no hayan enviado a un Parlamento del Imperio
diputados elegidos en las mismas condiciones que los diputados ingleses e
iguales a estos en derechos, los indos, los egipcios y asimismo los
demócratas ingleses tendrán el derecho de levantarse contra un Gobierno de
piratas creado por un Parlamento que sólo representa a una ínfima minoría de la
población del Imperio británico. He aquí cómo se plantea la cuestión en Inglaterra
si se examina la apelación a la violencia desde un punto de vista democrático,
pero a fondo.</span><span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 11.5pt;"> </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 11.5pt;"><br /></span></div>
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="background: white; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 11.5pt;">La negativa de los socialistas reformistas ingleses a reconocer a las
masas oprimidas el derecho a la violencia es una odiosa renuncia a la
democracia, una despreciable defensa de la dictadura imperialista de una ínfima
minoría, ejercida sobre cientos de millones de oprimidos.</span><span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 11.5pt;"> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 11.5pt;">Antes de enseñar a los comunistas la santidad de la democracia y de
acusar al poder de los Soviets, Mr. Macdonald haría bien en aprender él
mismo.</span><span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 11.5pt;"> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 11.5pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 11.5pt;">Hemos estudiado primeramente la cuestión de la violencia desde el punto
de vista humanitario, cristiano, clerical, y hemos quedado convencidos de que
los socialpacifistas, buscando una solución a contradicciones sin salida, se
ven constreñidos a abandonar sus posiciones y a admitir que, franqueado el
umbral de la democracia, la violencia revolucionaria está permitida. Más lejos
hemos demostrado que tan difícil es a los reguladores de la violencia invocar
la concepción democrática como la concepción cristiana. En otros términos,
hemos revelado la absoluta inconsistencia, la mentira, la hipocresía del
socialpacifismo, colocándonos en su mismo terreno.</span><span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 11.5pt;"> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 11.5pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 11.5pt;">Esto no quiere decir que estemos dispuestos a reconocer la exactitud de
sus primeros principios. Cuando se trata de resolver el problema de la
violencia revolucionaria, el principio de la democracia parlamentaria no
es para nosotros la más alta instancia. La humanidad no ha sido hecha para
la democracia, sino que la democracia es uno de los medios auxiliares del
desenvolvimiento de la humanidad. Cuando la democracia se convierte en un
obstáculo, debe ser destruida. El tránsito del capitalismo al socialismo no
viene obligado por unos principios democráticos formales que dominan a la sociedad,
sino por las condiciones materiales del desenvolvimiento de la sociedad misma,
por el desarrollo de las fuerzas productoras, por las contradicciones
insolubles, internas e internacionales, del capitalismo, por la agravación de
la lucha entre el proletariado y la burguesía. El análisis científico de todo
el proceso histórico y la experiencia política de nuestra generación,
comprendida la guerra imperialista, atestiguan asimismo que, sin el tránsito al
socialismo, toda nuestra cultura está amenazada de descomposición y podredumbre.
El proletariado, conducido por su vanguardia revolucionaria, arrastrando
tras él a todas las masas laboriosas y oprimidas, así de la metrópoli como de
las colonias, es el único que puede llevar a cabo el tránsito al socialismo. El
criterio más alto de toda nuestra actividad en todas nuestras decisiones políticas
es el interés de la acción revolucionaria del proletariado para la conquista
del poder y la transformación de la sociedad. La pretensión de juzgar el
movimiento proletario desde el punto de vista del principio abstracto y de los
artículos jurídicos de la democracia, no es a nuestros ojos sino pedantería
reaccionaria. Sólo cabe, según, creemos, juzgar la democracia desde el punto de
vista de los intereses históricos del proletariado. No se trata de la cáscara
de la nuez, sino de la nuez misma. Las opiniones de los señores fabianos sobre
la inadmisibilidad de un “estrecho punto de vista de clase” son puras necedades.
Siendo de la incumbencia del proletariado las tareas fundamentales del desenvolvimiento social,
los fabianos quisieran subordinarlas a las directivas escolares de los dómines.
Entienden por solidaridad humana un burguesismo ecléctico, correspondiente
a la estrecha mentalidad de clase del pequeñoburgués. La burguesía
levanta, entre su propiedad y el proletariado revolucionario, el biombo de la
democracia. Los dómines socialistas dicen a los obreros: hay que tomar
posesión de los medios de producción, pero primero es necesario conseguir que
la legislación adapte sus biombos a nuestros fines y medios. Pero ¿no se pueden
derrumbar esos biombos? De ningún modo. ¿Por qué? Porque, aun cuando así
salváramos a la sociedad, lesionaríamos el complicado sistema de mentira y de
violencia gubernamentales que la burguesía nos ha acostumbrado a considerar
como sacrosanta democracia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 11.5pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 11.5pt;">Arrojados de sus dos primeras posiciones, los adversarios de la
violencia pueden hacerse fuertes en una tercera línea de trincheras. Accediendo
a dejar de lado la mística cristiana y la metafísica democrática, pueden
intentar defender las leyes pacifistas, parlamentarias, de la democracia reformista
con ayuda de argumentos tomados de la política puramente racional. Algunos de
entre ellos pueden hablar más o menos este lenguaje: “Cierto es: las enseñanzas
de Cristo no nos indican el medio de salir de las contradicciones del
capitalismo británico; asimismo, la democracia no es una institución sagrada y
sólo representa un producto temporal instrumental del desenvolvimiento
histórico; pero ¿por qué no ha de aprovecharse la clase obrera del
Parlamento democrático, de sus métodos, de sus procedimientos, de su aparato
legislativo, para enseñorearse del poder y transformar la sociedad? Esto sería
perfectamente natural y, desde todos los puntos de vista, el modo más económico
de llevar a cabo la revolución socialista.”</span><span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 11.5pt;"> </span></div>
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 11.5pt;"></span><br />
<div style="text-align: justify;">
</div>
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 11.5pt;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 11.5pt;">Somos comunistas. De ninguna manera, sin embargo, estamos inclinados a
aconsejar al proletariado inglés que vuelva la espalda al Parlamento. Por el
contrario, cuando ciertos comunistas ingleses manifestaron esta tendencia,
la combatimos en nuestros congresos internacionales. No se trata de saber si
hay o no que sacar partido de la acción parlamentaria, sino de darse
cuenta del lugar que le corresponde al Parlamento en el desarrollo social; de
darse cuenta de si las fuerzas de las clases están en el Parlamento o fuera del
Parlamento; de qué forma y en cuál campo de batalla chocarán esas fuerzas; de
darse cuenta de si puede hacerse del Parlamento, creado por el capitalismo para
su propio desenvolvimiento y para su propia defensa, una palanca destinada a
derrumbar al capitalismo. Para responder a esta cuestión es preciso intentar
representarse de modo algo concreto el ulterior desenvolvimiento político de
Inglaterra. Claro está que todas estas anticipaciones sólo pueden tener un
carácter de orientación condicional. Pero sin ellas nos veríamos obligados a
tanteos en la oscuridad.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 11.5pt;"><br /></span></div>
<o:p></o:p></span><br />
<div class="MsoNormal" style="background: white; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 11.5pt;">El Gobierno actual tiene en el Parlamento una mayoría estable. No es
imposible, pues, que siga en el poder durante tres o cuatro años, aun cuando su
vida puede ser más corta. Durante este período, el Gobierno conservador, que ha
empezado por los discursos “conciliadores” de Baldwin, revelará que, en
definitiva, está llamado a conservar todas las contradicciones y todas las
llagas de la Inglaterra posterior a la guerra. A propósito de la más
amenazadora de estas llagas, el paro crónico, el mismo partido conservador no
se hace ilusiones. No cabe lugar a contar con un serio aumento de las
exportaciones. La concurrencia de los Estados Unidos y del Japón crece por momentos;
la industria alemana se reanima, Francia exporta con ayuda de un cambio depreciado.
Baldwin declara que los hombres políticos no pueden aliviar a la industria:
ésta debe hallar el remedio en sí misma. Los nuevos esfuerzos, tendentes al
restablecimiento de la moneda-oro, imponen a la población, y por consiguiente a
la industria, nuevos sacrificios, lo cual presupone el crecimiento de la
inquietud y del descontento. La “radicalización” de la clase obrera inglesa
proseguirá a paso rápido. Este conjunto de hechos preparará el advenimiento al
poder del Labour Party. Pero tenemos todas las razones para creer, o mejor,
para esperar, que este proceso producirá no pocos disgustos, no ya a Baldwin,
sino también a Macdonald. En primer lugar, hay que contar con un crecimiento
numérico de los conflictos industriales y, paralelamente, con una presión más
fuerte de las masas obreras sobre su representación parlamentaria. Ninguna de
ambas cosas será muy del agrado de los líderes que aplauden los discursos
conciliadores de Baldwin y expresan su sentimiento por la muerte de
Curzon. La vida interior de la fracción parlamentaria del Labour Party se
hará, como su situación en el Parlamento, cada vez más difícil. Por otra parte,
no cabe dudar de que el tigre capitalista dejará bien pronto de ronronear su
cantata de la gradación y enseñará suavemente sus garras. En estas condiciones,
¿conseguirá Macdonald conservar hasta las próximas elecciones su situación de
líder?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 11.5pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 11.5pt;">En otros términos, ¿cabe esperar desde ya una evolución a izquierda de
la dirección del partido, hallándose éste en la oposición? Esta cuestión
no tiene evidentemente una importancia decisiva y sólo por conjeturas se puede
responder a ella, Se puede y se debe esperar en todo caso una tensión cada vez
mayor entre la derecha y la pretendida “izquierda” del Labour Party, y, lo
que es mucho más importante, un refuerzo de las tendencias revolucionarias en
las masas. Las clases poseyentes seguirán con una inquietud creciente
lo que suceda en el seno de la clase obrera y se prepararán mucho tiempo
antes para las elecciones. La campaña electoral, en estas condiciones, habrá de
revestir un carácter de extrema tensión. Las últimas elecciones, en las que
figuró un documento falso puesto en circulación, a una señal del centro,
en toda la prensa burguesa y en todas las reuniones públicas, sólo nos
adelantaron un débil sabor.</span><span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 11.5pt;"> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 11.5pt;">El resultado de las elecciones, no suponiendo que éstas se transformen
en guerra civil (lo cual, de modo general. no parece imposible), puede ser de
triple suerte: o los conservadores volverán al poder, mas con una mayoría
considerablemente disminuida, o ninguno de los partidos dispondrá de mayoría
absoluta y volverá a reproducirse la situación parlamentaria del año último,
pero en circunstancias menos propicias a los compromisos, o, en fin, la mayoría
absoluta pasará al Labour Party.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 11.5pt;">En caso de una nueva victoria de los conservadores, la indignación y la
impaciencia de los obreros se agravarán inevitablemente. La cuestión de la
mecánica electoral, con la astuta geometría de las circunscripciones
electorales, se planteará inevitablemente en toda su agudeza. La reivindicación
de un nuevo Parlamento más democrático repercutirá más arriba. La lucha
interior del Labour Party será quizá contenida durante cierto tiempo, por
beneficiarse los elementos revolucionarios de una situación más favorable.
¿Cederán los conservadores en un punto en el que acaso se jueguen sus destinos?
Es poco probable. Por el contrario: si la cuestión del poder se plantea ásperamente,
los conservadores tratarán de dividir a los obreros apoyándose en los
Thomas por arriba y en los tradeunionistas que se niegan a pagar las
cotizaciones políticas por abajo. No queda excluido que el Gobierno conservador
intente provocar colisiones para mejor reprimirlas, para intimidar a los
filisteos liberales que están a la cabeza del Labour Party y hacer recular el
movimiento. ¿Puede este propósito conseguir su objeto? La posibilidad de su
resultado no queda tampoco excluida. En la medida en que los directores
del Labour Party dirigen su partido con los ojos cerrados, sus perspectivas,
sin la inteligencia de las realidades sociales, proporcionan a los
conservadores la ocasión de herir al movimiento en su etapa ulterior, más alta.
Esta variante implicaría una derrota temporal, más o menos seria, de la clase
obrera, pero, naturalmente, no tendría nada de común con la apacible
evolución parlamentaria con que sueñan los conciliadores. Por el contrario,
esta especie de derrota prepararía para la etapa siguiente una reanudación de
la lucha de clases bajo formas más resueltamente revolucionarias y, por consiguiente,
bajo una nueva dirección.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 11.5pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 11.5pt;">Si después de las próximas elecciones ningún partido tuviera la mayoría,
el Parlamento caería en la postración. La repetición de una coalición
obrero liberal no parece que pueda producirse después de la experiencia
adquirida y en unas circunstancias dominadas por la tensión multiplicada
de las relaciones entre las clases y entre los partidos. Es más probable que se
formara un Gobierno conservador-liberal. Pero este resultado, en realidad,
coincidiría con la variante que acabamos de examinar de una mayoría conservadora.
Por el contrario, en el caso en que no se llevara a cabo el acuerdo, la única solución
parlamentaria sería la revisión del sistema electoral. La cuestión de las circunscripciones,
de los dobles turnos de elección, etc., pondría frente a frente a los dos
principales partidos en lucha por el poder. Dividido el Parlamento en partidos
de los cuales ninguno será bastante fuerte para tomar el poder, ¿podrá proceder
a la reforma electoral? Es más que dudoso. Sería necesaria en todo caso una
poderosa presión exterior. La debilidad de un Parlamento sin mayoría segura
secundaría esta presión exterior. Pero nuevamente se abriría la perspectiva revolucionaria.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 11.5pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 11.5pt;">Esta variante intermedia no nos importa por ella misma, porque es
evidente que una situación parlamentaria inestable tiene que resolverse en un
sentido o en otro; es decir, llevar bien a un Gobierno conservador, bien a
un Gobierno obrero. Hemos examinado la primera hipótesis. En cuanto a la
segunda, ésta ofrece precisamente para nosotros, desde el punto de vista de
nuestro tema, el mayor interés. La cuestión se plantea, pues, en estos
términos: ¿cabe admitir que el Labour Party, asegurándose en las elecciones una
mayoría absoluta y habiendo constituido un Gobierno, procederá pacíficamente a
la nacionalización de las principales ramas de la industria, emprenderá
la edificación socialista en los límites y por los métodos del
sistema parlamentario actual?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 11.5pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 11.5pt;">Admitamos, para no complicar demasiado pronto la cuestión, que el grupo
liberal-conciliador de Macdonald conserve durante las próximas elecciones la
dirección oficial del partido, de suerte que la victoria del Labour Party
conduzca a la constitución de un Ministerio Macdonald. Ya no será, sin embargo,
la simple repetición de la primera experiencia; en primer lugar, porque el
Gobierno obrero tendrá, en nuestra suposición, una mayoría propia, y en segundo
lugar, porque las relaciones entre los partidos están llamadas a hacerse
inevitablemente más tirantes, sobre todo en caso de victoria del Labour Party.
Ahora que los conservadores cuentan con una firme mayoría se sienten inclinados
a tratar a Macdonald, Thomas y compañía con una cierta indulgencia protectora.
Pero como los conservadores son de una madera más resistente que nuestros
tristes socialistas, enseñarán picos y garras en cuanto se vean en minoría. No
se puede dudar de una cosa: que si no han conseguido impedir por métodos
parlamentarios o extraparlamentarios la formación de un Gobierno laborista,
harán, encontrándose en minoría (en esta hipótesis, la más favorable,
parece ser, al desenvolvimiento pacífico), cuanto de ellos dependa para sabotear,
con ayuda de los funcionarios, de los tribunales, del ejército, de la Cámara de
los Lores y de la Corte, todas las iniciativas del Gobierno laborista.
Tanto ante los conservadores como ante los últimos liberales se planteará la
tarea de comprometer a todo precio al primer Gobierno autónomo de la clase
obrera. Se trata de vida y muerte. Henos aquí bien lejos de la antigua lucha
entre los liberales y los conservadores, en la cual los desacuerdos no salían
de la familia de las clases poseedoras. Las reformas, por poco serias que
fuesen, emprendidas por el Gobierno laborista en el terreno fiscal, en el de la
nacionalización y la democratización verdadera de la administración,
suscitarían en las masas laboriosas una poderosa ola de entusiasmo, y (como el
apetito viene comiendo) las reformas moderadas realizadas con éxito
incitarían inevitablemente a otras más radicales. En otros términos, cada día
alejaría para los conservadores la posibilidad de una vuelta al poder. Los
conservadores no podrían dejar de darse cuenta clara de que no se trataba de
una ordinaria sucesión en el Gobierno, sino del comienzo parlamentario de la
revolución socialista. Los recursos de la obstrucción gubernamental y del
sabotaje legislativo y administrativo son muy numerosos entre las manos de las
clases poseyentes, porque, cualquiera que sea la mayoría parlamentaria, el
aparato entero del Estado está de arriba abajo indisolublemente ligado a
la burguesía. Esta tiene también en su poder toda la prensa, los órganos más
importantes de la administración local, de las universidades, de las escuelas,
de la Iglesia, de los innumerables clubes, y, en general, de las sociedades
libres. Los bancos y todo el sistema de crédito social están entre sus manos,
así como la organización de transportes y el comercio, de suerte que el
aprovisionamiento cotidiano de Londres, comprendido el Gobierno laborista,
depende de las grandes organizaciones capitalistas. Es completamente evidente
que todos estos inmensos recursos serían puestos en acción con una formidable
energía para entorpecer la actividad del Gobierno laborista, paralizar sus
esfuerzos, intimidarle, escindir su mayoría parlamentaria y provocar, en fin,
un pánico financiero y dificultades de aprovisionamiento, declarar lock-out,
aterrorizar a los núcleos directores de las organizaciones obreras y reducir al
proletariado a la impotencia. Sólo el último de los imbéciles puede no
comprender que la burguesía removerá, en caso de advenimiento al poder de un
verdadero Gobierno obrero, el cielo, la tierra y los infiernos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 11.5pt;">El pretendido fascismo inglés de nuestros días no es por el instante más
que una curiosidad, pero, de todos modos, una curiosidad sintomática. Los
conservadores tienen aún bastante bien las bridas para que hayan necesidad del
concurso de los fascistas. Pero la tensión de las relaciones entre los partidos,
la creciente tenacidad y el espíritu cada día más agresivo de las masas
obreras; en fin, la perspectiva de una victoria del Labour Party precipitarán
inevitablemente el desarrollo de las tendencias fascistas a la derecha de los
conservadores. En un país empobrecido en el curso de los últimos años, en que
la situación de la burguesía media y pequeña se ha agravado muy sensiblemente,
donde el paro es crónico, no faltarán elementos para formar los batallones
fascistas. No cabe, pues, duda de que en el momento de la victoria electoral
del Labour Party los conservadores tendrán a su espalda, no sólo el aparato
oficial del Estado, sino también las bandas extraoficiales del fascismo. Estas
darán comienzo a su obra de provocación y de muerte aun antes de que el
Parlamento haya abordado la lectura del primer bill sobre la
nacionalización de las minas. ¿Qué le quedará por hacer al
Gobierno laborista? Tendrá que capitular vergonzosamente o reprimir las resistencias.
Pero esta última solución no será tan fácil. La experiencia de Irlanda
atestigua que para reprimir una resistencia de esa naturaleza es necesaria una
seria fuerza material y un Estado sólido. El Gobierno obrero no dispondrá ni de
aquella ni de éste. La policía, los tribunales, el ejército, la milicia
estarán de parte de los desorganizadores, de los obstructores, de los
fascistas. Será necesario hacer sombríos cortes entre los funcionarios,
reemplazando a los reaccionarios con miembros del Labour Party. No habrá otra
salida. Pero es de todo punto evidente que unas medidas tan rudas, aun
cuando perfectamente legales, tendrán por resultado la intensificación hasta el
más alto grado de las resistencias legales e ilegales de la reacción burguesa
unificada. En otros términos: éste sería precisamente el camino de la guerra
civil.</span><span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 11.5pt;"> </span><span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 11.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 11.5pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 11.5pt;">¿Quizá una vez el Labour Party en el poder procederá con tanta
circunspección, tacto y habilidad, que la burguesía no experimentará
(¿cómo expresarse?) la necesidad de una resistencia activa? Esta suposición es,
bien entendido, perfectamente risible. Hay que reconocer, no obstante, que tal
es la principal esperanza de Macdonald y Cía. Cuando el triste líder actual de
los “socialistas independientes” dice que el Labour Party llevará a cabo tal o
cual reforma cuya posibilidad está “científicamente” demostrada (ya conocemos
la “ciencia” de Macdonald), quiere decir que, antes de emprender cada una de
esas reformas, el Gobierno laborista solicitará con la mirada el permiso de la
burguesía. Cierto; si todo dependiera de la buena voluntad de Macdonald y de
sus reformas “científicamente” justificadas, jamás se llegaría a la guerra
civil, no teniendo la burguesía el menor motivo para llegar a este extremo. Si
el segundo Gobierno Macdonald hubiera de ser semejante al primero, no sería
necesario suscitar la cuestión de las posibilidades de realización del
socialismo por los métodos parlamentarios, puesto que el presupuesto de la City
de Londres nada tiene de común con el presupuesto del socialismo. Pero
la política del Gobierno laborista, aun cuando tuviera que conservar su antigua
composición, tendrá que sufrir alguna modificación. Sería ridículo creer que el
poderoso empuje obrero que llevará a Macdonald al poder se retirará
inmediatamente después con todo respeto. No; las reivindicaciones de la
clase obrera revestirán una amplitud extraordinaria. No podrán ser eludidas
invocando la dependencia del Gobierno frente a los votos liberales. La
resistencia de los conservadores, de la Cámara de los Lores, de la
burocracia y de la monarquía duplicará la energía, la impaciencia y la
indignación de los obreros. La calumnia y las campañas de la prensa capitalista
los excitarán. Si en estas circunstancias su propio Gobierno hubiera de dar
pruebas de la más auténtica energía, aun así parecería demasiado indeciso a las
masas obreras. Pero tanto derecho tenemos a esperar energía revolucionaria
de parte de Macdonald, de Clynes[3], de Snowden, como de una patata podrida. El
Gobierno Macdonald se debatirá entre la ofensiva revolucionaria de las masas y
la encarnizada resistencia de la burguesía, irritando a unos sin
satisfacer a los otros, provocando por su blandura a la burguesía, avivando la
impaciencia revolucionaria de los obreros, encendiendo la guerra civil y
esforzándose él mismo en privar al proletariado de una dirección necesaria.
Pero el ala revolucionaria del movimiento crecerá; inevitablemente, los
elementos más clarividentes, más enérgicos y revolucionarios de la clase obrera
irán subiendo. Pronto o tarde, el Gobierno de Macdonald será obligado a ceder
el sitio, según la proporción de las fuerzas fuera del Parlamento, sea a
un Gobierno conservador de tendencia fascista y nada conciliadora, sea a
un Gobierno revolucionario verdaderamente capaz de llevar a buen fin su obra.
En ambos casos será inevitable una nueva explosión de guerra civil, un nuevo
choque de las clases en toda la línea. En caso de victoria de los
conservadores, las organizaciones obreras serán destruidas implacablemente. En
caso de victoria del proletariado, la resistencia de los explotadores será
aniquilada por la dictadura revolucionaria. ¿Estas cosas les desagradan,
Mylords? Nada podemos hacer. Los resortes fundamentales del movimiento dependen
tan poco de nosotros como de vosotros. No decretamos nada. No hacemos más que
analizar.</span><span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 11.5pt;"> </span><span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 11.5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 11.5pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 11.5pt;">No faltarán, sin duda, entre los elementos de izquierda, mitad
partidarios, mitad adversarios de Macdonald, que como él se colocan en la plataforma
democrática, gentes que dirán: “Claro es que si la clase burguesa intenta
resistir al Gobierno obrero, democráticamente elegido, este último no
retrocederá ante las más severas medidas coercitivas; pero esto no será el
ejercicio de una dictadura de clase: será el ejercicio del poder del Estado
democrático que… que…, etc.” Es casi inútil discutir en este terreno.
Imaginarse, en realidad, que el destino de la sociedad puede ser determinado
mandando al Parlamento 307 diputados obreros, es decir, una minoría, o 308, es
decir, una mayoría, y no por la proporción real de las fuerzas en el momento
del más áspero conflicto de las clases sobre las cuestiones fundamentales de su
existencia, sería caer en el imperio absoluto del fetichismo de la aritmética
parlamentaria. Pero ¿qué se hace, preguntaremos nosotros, si los conservadores,
viendo subir la ola revolucionaria y crecer el peligro de un Gobierno obrero,
no se limitan sólo a negar la democratización del sistema electoral, sino que,
por el contrario, introducen en él nuevas restricciones?</span><span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 11.5pt;"> </span></div>
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 11.5pt;"></span><br />
<div style="text-align: justify;">
</div>
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 11.5pt;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 11.5pt;">“¡Inverosímil!”, exclamará el inocente que no comprende que todo es verosímil
cuando se trata de vida o muerte para las clases. Ya ahora se está cumpliendo
un vasto trabajo preparación en los más altos círculos de la sociedad
inglesa, con vistas a la reorganización y refuerzo de la Cámara de los Lores.
Macdonald ha declarado recientemente a este propósito que él comprende muy bien
que ciertos lores conservadores se preocupen de esto, pero que no puede
comprender por qué los liberales manifiestan las mismas aspiraciones. Este
sabio prudente no puede comprender por qué fortifican los liberales la segunda
línea de trincheras contra la ofensiva de la clase obrera. Y no lo comprende
porque él mismo es un liberal, pero provinciano, estrecho, mezquino. No
comprende que la burguesía tiene intenciones serias, que se prepara a una lucha
mortal, que la Corona y la Cámara de los Lores tendrán una gran plaza en esta
lucha. Mermados los derechos de la Cámara de los Comunes, es decir, perpetrado
este golpe de Estado legal, los conservadores se encontrarán, a pesar de
todos los obstáculos del empeño, en una situación más ventajosa que si hubieran
tenido que organizar la resistencia contra un Gobierno obrero ya asegurado.
“Pero en este caso, exclamará algún parlanchín de la “izquierda”, llamaríamos,
naturalmente, a las masas a la resistencia.” ¿Es decir, a recurrir a la violencia
revolucionaria? Resulta de aquí que no sólo está permitida la violencia
revolucionaria, sino que hasta es inevitable si los conservadores llevan a
cabo, por las más legales vías parlamentarias, un golpe de Estado preventivo.
¿No es, pues, más sencillo decir desde el principio que la violencia
revolucionaria conviene a los fines perseguidos cuando fortifica las posiciones
del proletariado, debilita o rechaza al enemigo, apresura el desenvolvimiento
socialista de la sociedad?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 11.5pt;"><br /></span></div>
<o:p></o:p></span><br />
<div class="MsoNormal" style="background: white;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 11.5pt;">Pero las heroicas promesas de una resistencia fulminante si los
conservadores se atrevieran, etc., no valen una cáscara de huevo. No se
puede estar meciendo día por día a las masas con las divagaciones de la transición
pacífica, indolora, legal, parlamentaria, democrática al socialismo, para
llamarlas después, en la primera escaramuza seria, a la resistencia armada. Es
la manera mejor de facilitar a la reacción la derrota del proletariado. Para
que puedan mostrarse las masas capaces de una resistencia revolucionaria,
deben ser materialmente preparadas para ello, así como en el terreno de las
ideas y de la organización. Han de comprender la ineluctabilidad de la
agravación de la lucha de clases y de su transformación en guerra civil en una
fase determinada. Hay que combatir diariamente las ilusiones conciliadoras, es
decir, declarar a las lamentables concepciones de Macdonald una guerra a
muerte. La cuestión se plantea así, nada más que así.</span><span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 11.5pt;"> </span></div>
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 11.5pt;"></span><br />
<div style="text-align: justify;">
</div>
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 11.5pt;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 11.5pt;">Cabe tal vez decir, haciendo abstracción de diversas condiciones concretas, que
Macdonald tuvo en el pasado una ocasión de facilitar grandemente el paso al
socialismo, reduciendo a un mínimo los choques de la guerra civil. Esto fue
cuando el primer advenimiento al poder del Labour Party. Si Macdonald hubiera
inmediatamente puesto al Parlamento en presencia de un programa enérgico
(liquidación de la monarquía y de la Cámara de los Lores, elevado impuesto
sobre el capital, nacionalización de los medios de producción más importantes,
etc.) y luego hubiese, disolviendo los Comunes, llamado con una resolución
revolucionaria al país para que éste se manifestase, hubiera podido
esperar sorprender en cierta medida a las clases dominantes, no darles
tiempo de reunir sus fuerzas, aplastarlas bajo la presión de las masas obreras,
apoderarse del mecanismo del Estado y renovarlo antes de que hubiera podido
constituirse el fascismo británico, haciendo pasar de este modo a la
revolución, legalizada y conducida por una mano firme, por las puertas del
Parlamento. Pero es de todo punto evidente que esta posibilidad era meramente
teórica. Hubiera sido menester otro Labour Party, con otros jefes, y esto
supondría otra situación. Y si evocamos esta hipótesis teórica relativa al
pasado, únicamente lo hacemos para hacer resaltar mejor su imposibilidad
para lo futuro. Esa primera experiencia de un Gobierno laborista, a pesar
de toda la apocada incapacidad que lo presidió, ha sido para las clases
directoras una seria advertencia histórica. Ya no se podrá cogerlas
desprevenidas. Desde entonces observan con una vigilancia reduplicada la vida
de la clase obrera y todos los procesos que en su seno se cumplen. “En
ningún caso dispararemos los primeros”, declaraba, de manera en apariencia muy
inopinada, el humanísimo, el piadosísimo, el cristianísimo Mr. Baldwin en
un discurso parlamentario. Y hubo en los bancos del grupo laborista imbéciles
para aplaudir estas palabras. Baldwin jamás ha dudado ni un segundo de que será
necesario disparar. Trata sólo de arrojar de antemano la responsabilidad de la
futura guerra civil, por lo menos a los ojos de las clases intermedias, sobre
el enemigo, sobre los obreros. De igual modo trabajan los diplomáticos de cada
país, previendo la próxima guerra, en la tarea de imputar anticipadamente
la culpabilidad al enemigo. También el partido proletario tiene interés
en hacer recaer la responsabilidad de la guerra civil sobre los medios
capitalistas directores, y sus razones políticas y morales para ello son y
serán de un peso mucho mayor. Puede admitirse que el atentado de los
conservadores contra los derechos de la Cámara de los Comunes sería uno de los
motivos de agitación más nobles, pero, en definitiva, esto no es más que una
circunstancia de cuarto o quinto orden. Aquí tratamos, no de los pretextos de
la conflagración revolucionaria, sino del problema del adueñamiento del Estado
a fin de pasar al socialismo. El Parlamento no asegura en ningún grado la
transición pacífica: la violencia de la clase obrera es necesaria e inevitable.
Es preciso prepararse a ello y preparar a los demás. Hay que dar a las
masas una educación revolucionaria; hay que templarlas. La primera
condición para esta obra es una lucha irreconciliable contra el espíritu
corruptor de los Macdonald.</span><span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 11.5pt;"> </span></div>
</span><span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 11.5pt;"><div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 11.5pt;">Una comisión de la Cámara de los Lores decidía solemnemente el 25 de marzo de
1925 que el título de duque de Sommerset debía pasar a un cierto
Mr. Seymour, quien a la vez recibía el derecho de legisferar en la Cámara
alta. Esta decisión en favor de Seymour había dependido de una circunstancia
previa: al casarse en 1787 un cierto coronel Seymour para dar a la Gran
Bretaña, al cabo de varias generaciones de distancia, un nuevo lord, ¿vivía el
primer marido de su mujer o había fallecido en Calcuta? Cuestión, como se ve,
de una importancia excepcional para los destinos de la democracia inglesa. En
el mismo número del Daily Herald en que se relata la edificante historia del
primer marido de la mujer del cuadrisabuelo del legislador Seymour, la
redacción se defiende de querer introducir en Inglaterra las instituciones
soviéticas. ¡No, no! ¡Nosotros sólo somos partidarios de las relaciones
comerciales con los Soviets; de ninguna manera queremos un régimen soviético en
Inglaterra!</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 11.5pt;"><br /></span></div>
<o:p></o:p></span><br />
<div class="MsoNormal" style="background: white;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 11.5pt;">¿Y qué habría de lamentable, nos permitimos preguntar, en la aplicación
de los métodos soviéticos a la técnica inglesa, a la industria inglesa, a los
hábitos culturales de la clase obrera inglesa? Quiera el Daily Herald
considerar qué consecuencias se seguirían del establecimiento del régimen soviético
en la Gran Bretaña. Serían abolidas: primero, la monarquía, lo que tendría
por efecto excusar a Mrs. Snowden de la necesidad de lamentar el surmenage de
los miembros de la familia real; segundo, la Cámara de los Lores, en la que
legisferan los señores Seymour en virtud de mandatos que les procura el
fallecimiento en tiempo oportuno de su bisabuela; tercero, el Parlamento
actual, cuya ficción e impotencia recuerda casi todos los días el Daily Herald.
El parasitismo de los nobles latifundistas desaparecería para siempre. Las
principales ramas de la industria pasarían a manos de la clase obrera, que
forma en Inglaterra la aplastante mayoría de la nación. El poderoso aparato de
los periódicos conservadores y liberales, así como las casas editoriales,
podrían ser empleados para ilustrar a la clase obrera. “¡Dadme la dictadura
sobre Fleet Street (la calle donde están instalados en Londres la mayor parte
de los periódicos) nada más que por un mes, y acabaré con la hipnosis!”,
exclamaba Robert Williams[4] en 1920. Williams ha cambiado después de postura,
pero la Fleet Street espera, como en el pasado, el puño del proletariado… Los
obreros elegirían sus representantes, no en las circunscripciones electorales,
establecidas para engañarlos, que actualmente dividen a Inglaterra, sino por
fábricas y talleres. Los Consejos de diputados obreros (Soviets) renovarían de
arriba abajo todo el aparato del Estado. Los privilegios del nacimiento y de la
riqueza desaparecerían con la adulterada democracia mediatizada por los Bancos.
Se establecería una verdadera democracia obrera que reuniría la gestión de la
economía del país con su administración política. Un Gobierno por primera vez
verdaderamente apoyado en el pueblo establecería relaciones libres,
igualitarias y fraternales con la India, Egipto y la demás colonias actuales.
Concertaría sin dilación una poderosa alianza política y militar con Rusia
obrera y campesina. Esta alianza se establecería por largos años; los planes
económicos de los dos países serían concertados por largos años, de modo que
coincidiesen en los puntos útiles. El intercambio de los bienes, los productos
y los servicios entre los dos países, complementarios uno del otro,
elevaría a un grado sin precedente el bienestar material y espiritual de las
masas laboriosas de Inglaterra y de Rusia. ¿Sería tan lamentable? ¿Y por qué
hay que justificarse de la acusación de querer introducir en Inglaterra el
orden soviético? La burguesía pretende, aterrorizando a la opinión pública
obrera, inspirarle el saludable temor de cualquier atentado contra el régimen
británico actual. Y la prensa obrera, en lugar de desenmascarar implacablemente
esta política de hipnosis reaccionaria, se adapta a ella cobardemente y,
por eso mismo, la sostiene. Es lo propio de los Macdonald.</span><span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 11.5pt;"> </span></div>
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 11.5pt;"></span><br />
<div style="text-align: justify;">
</div>
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 11.5pt;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 11.5pt;">Los oportunistas ingleses, como los del continente, más de una vez han
dicho que los bolcheviques no habían llegado a la dictadura sino gracias a la
lógica de la situación y a despecho de todos sus principios. Sería
profundamente edificante examinar desde este punto de vista la evolución del
pensamiento marxista y revolucionario en general, en la cuestión de la
democracia. Nos vemos obligados aquí a limitarnos a dos testimonios de curso.
Ya en 1887, Lafargue[5], uno de los más próximos discípulos de Marx, unido a
este último por lazos personales, trazaba en estos términos el desenvolvimiento
general de la revolución en Francia: “La clase obrera dominará en las ciudades
industriales, las cuales, convertidas en centros revolucionarios, formarán
una federación para atraer a los campos al lado de la revolución y vencer la
resistencia que se organizará en las ciudades mercantiles y marítimas, tales
como El Havre, Burdeos, Marsella, etc. En las ciudades industriales, los
socialistas deberán tomar el poder local, armar a los obreros y organizarlos
militarmente. “Quien tiene armas tiene pan”, decía Blanqui. Abrirán las puertas
de las cárceles, pondrán en libertad a los ladronzuelos y guardarán a los
grandes, banqueros, capitalistas, grandes industriales, grandes propietarios, etcétera,
bajo cerrojo. No se los molestará, pero se los considerará como rehenes
responsables de la buena conducta de su clase. El poder revolucionario
se formará por la simple conquista, y sólo cuando el nuevo poder sea
completamente dueño de la situación pedirán los socialistas al llamado sufragio
universal la sanción de sus actos. Los burgueses han tenido durante tanto
tiempo alejadas de las urnas a las clases desposeídas, que no deberán
sorprenderse demasiado si todos los antiguos capitalistas son privados de los
derechos electorales hasta el momento en que haya triunfado el partido revolucionario.”(P.
Lafargue, Oeuvres complètes, tomo 1, pág. 330.)</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 11.5pt;"><br /></span></div>
<o:p></o:p></span><br />
<div class="MsoNormal" style="background: white;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 11.5pt;">Para Lafargue no se decide el destino de la revolución con la
convocatoria de una cierta asamblea constituyente, sino por la organización
revolucionaria de las masas en la lucha contra el enemigo. “Una vez
establecidas las instituciones revolucionarias locales, éstas deberán organizar,
por vía de delegación, un poder central al cual incumbirá el deber de
tomar la medidas generales exigidas por el interés de la revolución y el de
oponerse a la formación de un partido reaccionario.” (Idem, ídem.) Claro está
que estas líneas todavía no contienen una definición algo precisa del sistema
soviético, que, en general, no se deduce de un principio a priori, sino
que es el producto de la experiencia revolucionaria. Sin embargo, la
constitución del poder revolucionario central por vía de delegación emanada
de los órganos revolucionarios locales en lucha con la reacción se aproxima extraordinariamente
por su concepción al sistema soviético. En cuanto a la democracia formal,
Lafargue define en todo caso con admirable claridad su actitud. La clase
obrera no podrá obtener el poder sino por vía de conquista revolucionaria. “El
sufragio llamado universal”, como irónicamente se expresa Lafargue, no podrá
ser instituido sino después de que el proletariado se haya hecho dueño del
Estado. Aun entonces los burgueses deben ser privados de los derechos electorales
y los grandes capitalistas tratados como rehenes. Quienquiera recuerde las
relaciones de Lafargue con Marx no podrá dudar de que Lafargue expuso sus
reflexiones sobre la dictadura del proletariado luego de numerosas
conversaciones con Marx. Si Marx no dilucidó por sí mismo en detalle estas
cuestiones, fue, naturalmente, por la única razón de que el carácter de una
dictadura revolucionaria de clase era obligado a sus ojos. Lo que Marx ha dicho
en 1848-49, y también en 1871, a propósito de la Comuna de París, no permite
dudar de que Lafargue no ha hecho sino desarrollar las ideas del maestro.</span><span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 11.5pt;"> </span></div>
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 11.5pt;"></span><br />
<div style="text-align: justify;">
</div>
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 11.5pt;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 11.5pt;">No fue Lafargue el único partidario de la dictadura de clase opuesta a la
democracia. Ya en la época del cartismo se expuso esta idea con suficiente
claridad. El Poor man’s Guardian, con ocasión de la proyectada extensión del
voto, propuso “la única reforma justa: ¡únicamente los productores de bienes
económicos deben tener el derecho de legisferar!”>[6] La importancia del
cartismo consiste precisamente en que dio un cierto modo durante diez años una
anticipación sumaria de toda la historia ulterior de la lucha de clases. Bajo
muchos aspectos, el movimiento retrocedió a continuación. Amplió su base,
acumuló experiencia. Ineludiblemente retornará, sobre una base nueva y superior,
a no pocas ideas y métodos del cartismo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 11.5pt;"><br /></span></div>
<o:p></o:p></span><br />
<div class="MsoNormal" style="background: white; text-align: center;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 11.5pt;">
</span><br />
<hr size="2" style="text-align: center;" width="100%" />
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 11.5pt;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 15.3333px;"><br /></span></div>
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 11.5pt;"></span><br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 11.5pt;"><span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 11.5pt;">[1]</span><b style="font-family: Georgia, serif; font-size: 11.5pt;">Nota Editorial</b><span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 11.5pt;">. Lord
Eduardo Enrique Carson. Conservador militante y adversario de la autonomía
irlandesa. En el curso del verano de 1914, Carson organizó un levantamiento
armado contra el Gobierno inglés con el fin de defender a Irlanda contra el
Home Rule, o autonomía administrativa, que acababa de concederle la Cámara
de los Comunes. El levantamiento empezó en el Ulster, provincia del Norte
de Irlanda, la más rica e industrial de la isla. La burguesía del Ulster, dirigida
por Carson, pretendió separar al Ulster de Irlanda, pensando arrancar de este
modo al Gobierno irlandés su base económica. Carson preparaba el
levantamiento desde 1912, esto es, a partir del momento en que fue presentado
al Parlamento británico el bill sobre el Home Rule. Sostenido por la burguesía
del Ulster y por los conservadores ingleses, Carson había armado sin dificultad
a más de 100.000 hombres. Al ser votado el bill por los Comunes,
Carson declaró que “los fieles súbditos de Su Majestad que habitaban el Ulster
no querían ser separados de la Gran Bretaña”. Se constituyó en el Ulster un
Gobierno provisional. Por la misma época, los partidarios de la
independencia irlandesa, los sinn-feiners, se armaban en el Sur de la isla. El
Gobierno inglés resolvió emplear la fuerza contra Carson; pero las tropas se
negaron a marchar contra los del Ulster. El desafío lanzado por Carson no fue
recogido. La guerra mundial interrumpió estos acontecimientos. A pesar de su
papel sedicioso, Carson, sostenido siempre por los conservadores, recibió en
1917 la cartera de Marina, y hasta 1918 formó parte de un Gabinete de guerra.
Nunca vaciló en tomar la defensa de la burguesía irlandesa e inglesa y reprimió
duramente el movimiento de los sinn-feiners.</span></span></div>
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 11.5pt;">
<o:p></o:p></span><br />
<div class="MsoNormal" style="background: white; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 11.5pt;">[2] <b>Nota Editorial</b>. El
Parlamento de Westminster. El Parlamento inglés, llamado también Cámara de los
Comunes, reside en el palacio de la abadía de Westminster, en Londres.</span><span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 11.5pt;"> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 11.5pt;">[3]<b>Nota
Editorial</b>. Juan Roberto Clynes es uno de los líderes de la derecha del Labour
Party. Miembro del Comité Ejecutivo del L. P. Inspector de avituallamiento en
el Gabinete liberal-conservador de Lloyd George en 1918. Ministro (lord
canciller) en el Gobierno Macdonald, lo que le valió ser elevado a la dignidad
de par. En política exterior, pacifista y partidario de la Sociedad de
Naciones. Diputado en los Comunes y presidente de la Federación de obreros no<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 11.5pt;">[4]<b>Nota Editorial</b>. Roberto Williams. Uno de los líderes de las
Trade-Unions inglesas. Miembro del Partido Obrero Independiente. Antiguo
secretario general de la Unión de los Obreros del Transporte. Por un momento se
colocó entre los jefes de la izquierda de las Trade-Unions inglesas y hasta se
adhirió al Partido Comunista. Fue excluido de éste en 1921, a causa de su
actitud del Viernes Negro, en el cual la traición de los líderes sindicales
llevó al fracaso de la huelga de mineros. Williams ha evolucionado después a la
derecha; actualmente es uno de los más celosos enemigos del comunismo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 11.5pt;">[5] <b>Nota Editorial</b>. Pablo Lafargue (1842-1911) fue una de las
grandes figuras del socialismo francés. Yerno, amigo y discípulo de Carlos
Marx, que le convirtió en adepto del socialismo científico. Hallándose en
Burdeos en 1871, Lafargue intentó provocar un movimiento en favor de la Comuna;
pero fracasó y tuvo que pasar a España. En este país, luego en Portugal,
desempeñó un papel influyente en el movimiento obrero, organizó las Secciones
de la Internacional y combatió las tendencias bakunistas (anarquistas).
Lafargue participó en 1872 en el Congreso de la I Internacional, que se celebró
en La Haya. De regreso en París en 1880, fue el jefe reconocido y el teórico
del partido socialista francés, y combatió sin descanso todas las desviaciones
del marxismo. Se le deben importantes trabajos científicos y numerosos
opúsculos. Algunas de sus obras, como la Evolución de la propiedad y El
determinismo histórico de Karl Marx, han sido traducidas a casi todas las
lenguas europeas. A los sesenta y nueve años, Lafargue, consciente de la
imposibilidad de continuar su vida de militante y de teórico, se suicidó con su
compañera Laura.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "serif"; font-size: 11.5pt;">[6] <b>Nota León Trotsky</b>.
Hecho curioso: dos siglos más tarde, en 1842, el historiador Mcaulay, protestando
en su calidad de miembro de Parlamento, contra el sufragio universal, aducía razones
idénticas a las de Cromwell. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; margin-bottom: 8.35pt;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
LRhttp://www.blogger.com/profile/10903104379487600553noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-821994594593420177.post-8353996709781132182014-07-16T01:16:00.000-02:002016-02-29T19:19:46.686-02:00Lenin y la lucha armada (XX)<div style="text-align: justify;">
Texto clásico en el que Lenin combate al pacifismo que, durante la guerra interimperialista de 1914-1918, llamaba al desarme como forma de lograr la paz, ocultando que, en una sociedad dividida en clase como es la capitalista, la paz de la clase explotada es funcional al dominio de los explotadores.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh-8yJ1aOE-UTZpJuohys-qLjwqZnjQDtwVqOrpxXBrKI-X97Vm_Lty6PZUjIMQfQr20cUdE5UdhQtnNL0LMwLGnYkT8cmNQatmB9MjNwDFiTINJ_uMu647rM6kmoHGdq5TrEcYGfWaDaAy/s1600/combatientes_1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="202" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh-8yJ1aOE-UTZpJuohys-qLjwqZnjQDtwVqOrpxXBrKI-X97Vm_Lty6PZUjIMQfQr20cUdE5UdhQtnNL0LMwLGnYkT8cmNQatmB9MjNwDFiTINJ_uMu647rM6kmoHGdq5TrEcYGfWaDaAy/s1600/combatientes_1.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
<b>El programa militar de la revolución proletaria.</b></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="font-family: 'Times New Roman', serif; line-height: 24px; margin-left: 79.96875px; margin-right: 79.96875px; text-align: justify; text-indent: 1em;">
En Holanda, Escandinavia y Suiza, entre los socialdemócratas revolucionarios, que luchan contra esa mentira socialchovinista de la "defensa de la patria" en la actual guerra imperialista, suenan voces en favor de la sustitución del antiguo punto del programa minimo socialdemócrata: "milicia" o "armamento del pueblo", por uno nuevo: "desarme". Jugend-Internationale ha abierto una discusión sobre este problema, y en su numero 3 ha publicado un editorial en favor del desarme. En las últimas tesis de R. Grimm[<a href="http://www.marxists.org/espanol/lenin/obras/1910s/1916mil.htm#n1" name="1" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; color: #993333;">1</a>] encontramos también, por desgracia, concesiones a la idea del "desarme". Se ha abierto una discusión en las revistas Neues Leben [<a href="http://www.marxists.org/espanol/lenin/obras/1910s/1916mil.htm#n2" name="2" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; color: #993333;">2</a>] y Vorbote [<em style="word-spacing: 0.2em;">El Precursor</em>]. Examinemos la posición de los defensores del desarme.</div>
<div style="font-family: 'Times New Roman', serif; line-height: 24px; margin-left: 79.96875px; margin-right: 79.96875px; text-align: justify; text-indent: 1em;">
<br /></div>
<h4 style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; color: #440000; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 28px; margin-left: 36px; margin-right: 36px; text-align: center;">
I</h4>
<div style="font-family: 'Times New Roman', serif; line-height: 24px; margin-left: 79.96875px; margin-right: 79.96875px; text-align: justify; text-indent: 1em;">
Como argumento fundamental se aduce que la reivindicación del desarme es la expresión más franca, decidida y consecuente de la lucha contra todo militarismo y contra toda guerra.</div>
<div style="font-family: 'Times New Roman', serif; line-height: 24px; margin-left: 79.96875px; margin-right: 79.96875px; text-align: justify; text-indent: 1em;">
Pero precisamente en este argumento fundamental reside la equivocación fundamental de los partidarios del desarme.</div>
<div style="font-family: 'Times New Roman', serif; line-height: 24px; margin-left: 79.96875px; margin-right: 79.96875px; text-align: justify; text-indent: 1em;">
Los socialistas, si no dejan de serlo, no pueden estar contra toda guerra.</div>
<div style="font-family: 'Times New Roman', serif; line-height: 24px; margin-left: 79.96875px; margin-right: 79.96875px; text-align: justify; text-indent: 1em;">
En primer lugar, los socialistas nunca han sido ni podrán ser enemigos de las guerras revolucionarias. La burguesía de las "grandes" potencias imperialistas es hoy reaccionaria de pies a cabeza, y nosotros reconocemos que la guerra que ahora hace esa burguesía es una guerra reaccionaria, esclavista y criminal. Pero, ¿qué podría decirse de una guerra contra esa burguesía, de una guerra, por ejemplo, de los pueblos que esa burguesía oprime y que de ella dependen, o de los pueblos coloniales, por su liberacion? En el 5ƒ punto de las tesis del grupo "La internacional", leemos: "En la epoca de este imperialismo desenfrenado ya no puede haber guerras nacionales de ninguna clase" -- esto es evidentemente erróneo.</div>
<div style="font-family: 'Times New Roman', serif; line-height: 24px; margin-left: 79.96875px; margin-right: 79.96875px; text-align: justify; text-indent: 1em;">
La historia del siglo XX, siglo del "imperialismo desenfrenado", está llena de guerras coloniales. Pero lo que nosotros, los europeos, opresores imperialistas de la mayoría de los pueblos del mundo, con el repugnante chovinismo europeo que nos es peculiar, llamamos "guerras coloniales", son a menudo guerras nacionales o insurrecciones nacionales de esos pueblos oprimidos. Una de las caracteristicas esenciales del imperialismo consiste, precisamente, en que acelera el desarrollo del capitalismo en los países más atrasados, ampliando y recrudeciendo así la lucha contra la opresión nacional. Esto es un hecho. Y de él se deduce inevitablemente que en muchos casos el imperialismo tiene que engendrar guerras nacionales. Junius, que en un folleto suyo defiende las "tesis" arriba mencionadas, dice que en la época imperialista toda guerra nacional contra una de las grandes potencias imperialistas conduce a la intervencion de otra gran potencia, también imperialista, que compite con la primera, y que, de este modo, toda guerra nacional se conviate en guerra imperialista. Mas también este argu mento es falso. Eso puede suceder, pero no siempre sucede así. Muchas guerras coloniales, entre 1900 y 1914, no siguieron este camino. Y sería sencillamente ridiculo decir que, por ejemplo, después de la guerra actual, si termina por un agotamiento extremo de los países beligerantes, "no puede" haber "ninguna" guerra nacional, progresiva, revolucionaria, por parte de China, pongamos por caso, en unión de la India, Persia, Siam, etc., contra las grandes potencias.</div>
<div style="font-family: 'Times New Roman', serif; line-height: 24px; margin-left: 79.96875px; margin-right: 79.96875px; text-align: justify; text-indent: 1em;">
Negar toda posibilidad de guerras nacionales bajo el imperialismo es teóricamente falso, erróneo a todas luces desde el punto de vista histórico, y equivalente, en la práctica, al chovinismo europeo. ¡Nosotros, que pertenecemos a naciones que oprimen a centenares de millones de personas en Europa, en Africa, en Asia, etc., tenemos que decir a los pueblos oprimidos que su guerra contra "nuestras" naciones es "imposible"!</div>
<div style="font-family: 'Times New Roman', serif; line-height: 24px; margin-left: 79.96875px; margin-right: 79.96875px; text-align: justify; text-indent: 1em;">
En segundo lugar, las guerras civiles también son guerras. Quien admita la lucha de clases no puede menos de admitir las guerras civiles, que en toda sociedad de clases representan la continuación, el desarrollo y el recrudecimiento -- naturales y en determinadas circunstancias inevitables -- de la lucha de clases. Todas las grandes revoluciones lo confirman. Negar las guerras civiles u olvidarlas sería caer en un oportunismo extremo y renegar de la revolución socialista.</div>
<div style="font-family: 'Times New Roman', serif; line-height: 24px; margin-left: 79.96875px; margin-right: 79.96875px; text-align: justify; text-indent: 1em;">
En tercer lugar, el socialismo triunfante en un país no excluye en modo alguno, de golpe, todas las guerras en general. Al contrario, las presupone. El desarrollo del capitalismo sigue un curso extraordinariamente desigual en los diversos países. De otro modo no puede ser bajo el regimen de producción de mercancías. De aquí la conclusión indiscutible de que el socialismo no puede triunfar simultaneamente en todos los países. Triunfará en uno o en varios países, mientras los demás seguirán siendo, durante algún tiempo, países burgueses o preburgueses. Esto no sólo habra de provocar rozamientos, sino incluso la tendencia directa de la burguesía de los demás países a aplastar al proletariado triunfante del Estado socialista. En tales casos, la guerra sería, de nuestra parte, una guerra legítima y justa. Sería una guerra por el socialismo, por liberar de la burguesía a los otros pueblos. Engels tenía completa razón cuando, en su carta a Kautsky del 12 de septiembre de 1882,[<a href="http://www.marxists.org/espanol/lenin/obras/1910s/1916mil.htm#n3" name="3" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; color: #993333;">3</a>] reconocía directamente la posibilidad de "guerras defensivas" del socialismo ya triunfante. Se refería precisamente a la defensa del proletariado triunfante contra la burguesía de los demás países.</div>
<div style="font-family: 'Times New Roman', serif; line-height: 24px; margin-left: 79.96875px; margin-right: 79.96875px; text-align: justify; text-indent: 1em;">
Sólo cuando hayamos derribado, cuando hayamos vencido y expropiado definitivamente a la burguesía en todo el mundo, y no sólo en un país, serán imposibles las guerras. Y desde un punto de vista científico sería completamente erróneo y antirrevolucionario pasar por alto o disimular lo que tiene precísamente más importancia: el aplastamiento de la resistencia de la burguesía, que es lo más difícil, lo que más lucha exige durante el paso al socialismo. Los popes "sociales" y los oportunistas están siempre dispuestos a soñar con un futuro socialismo pacífico, pero se distinguen de los socialdemócratas revolucionarios precisamente en que no quieren pensar ni reflexionar en la encarnizada lucha de clases y en las guerras de clases para alcanzar ese bello porvenir.</div>
<div style="font-family: 'Times New Roman', serif; line-height: 24px; margin-left: 79.96875px; margin-right: 79.96875px; text-align: justify; text-indent: 1em;">
No debemos consentir que se nos engañe con palabras. Por ejemplo: a muchos les es odiosa la idea de la "defensa de la patria", porque los oportunistas francos y los kautskianos en cubren y velan con ella las mentiras de la burguesía en la actual guerra de rapiña. Esto es un hecho. Pero de él no se deduce que debamos olvidar en el sentido de las consignas políticas. Aceptar la "defensa de la patria" en la guerra actual equivaldría a considerarla "justa", adecuada a los intereses del proletariado, y nada más, absolutamente nada más, porque la invasión no está descartada en ninguna guerra. Sería sencillamente una necedad negar la "defensa de la patria" por parte de los pueblos oprimidos en su guerra contra las grandes potencias imperialistas o por parte del proletariado victorioso en su guerra contra cualquier Galliffet de un Estado burgues.</div>
<div style="font-family: 'Times New Roman', serif; line-height: 24px; margin-left: 79.96875px; margin-right: 79.96875px; text-align: justify; text-indent: 1em;">
Desde el punto de vista teórico sería totalmente erróneo olvidar que toda guerra no es más que la continuación de la politica por otros medios. La actual guerra imperialista es la continuación de la política imperialista de dos grupos de gran des potencias, y esa política es originada y nutrida por el con junto de las relaciones de la época imperialista. Pero esta misma época ha de originar y nutrir también, inevitablemente, la política de lucha contra la opresión nacional y de lucha del proletariado contra la burguesía, y por ello mismo, la posibilidad y la inevitabilidad, en primer lugar, de las insurrecciones y guerras nacionales revolucionarias; en segundo lugar, de las guerras e insurrecciones del proletariado contra la burguesía; en tercer lugar, de la fusión de los dos tipos de guerras revolucionarias, etc.</div>
<div style="font-family: 'Times New Roman', serif; line-height: 24px; margin-left: 79.96875px; margin-right: 79.96875px; text-align: justify; text-indent: 1em;">
<br /></div>
<h4 style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; color: #440000; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 28px; margin-left: 36px; margin-right: 36px; text-align: center;">
II</h4>
<div style="font-family: 'Times New Roman', serif; line-height: 24px; margin-left: 79.96875px; margin-right: 79.96875px; text-align: justify; text-indent: 1em;">
A lo dicho hay que añadir la siguiente consideración general. Una clase oprimida que no aspirase a aprender el manejo de las armas, a tener armas, esa clase oprimida sólo merecería que se la tratara como a los esclavos. Nosotros, si no queremos convertirnos en pacifistas burgueses o en oportunistas, no podemos olvidar que vivimos en una sociedad de clases, de la que no hay ni puede haber otra salida que la lucha de clases. En toda sociedad de clases -- ya se funde en la esclavitud, en la servidumbre, o, como ahora, en el trabajo asalariado -- , la clase opresora está armada. No sólo el ejército regular moderno, sino también la milicia actual -- incluso en las repúblicas burguesas más democráticas, como, por ejemplo, en Suiza -- , representan el armamento de la burguesía contra el proletariado. Esta es una verdad tan elemental, que apenas si hay necesidad de detenerse especialmente en ella. Bastará recordar el empleo del ejército contra los huelguistas en todos los países capitalistas.</div>
<div style="font-family: 'Times New Roman', serif; line-height: 24px; margin-left: 79.96875px; margin-right: 79.96875px; text-align: justify; text-indent: 1em;">
El armamento de la burguesía contra el proletariado es uno de los hechos más considerables, fundamentales e importantes de la actual sociedad capitalista. ¡Y ante semejante hecho se propone a los socialdemócratas revolucionarios que planteen la "reivindicación" del "desarme"! Esto equivale a renunciar por completo al punto de vista de la lucha de clases, a renegar de toda idea de revolución. Nuestra consigna debe ser: armar al proletariado para vencer, expropiar y desarmar a la burguesía. Esta es la única táctica posible para una clase revolucionaria, táctica que se desprende de todo el desarrollo objetivo del militarismo capitalista, y que es prescrita por este desarrollo. Sólo después de haber desarmado a la burguesía podrá el proletariado, sin traicionar su misión histórica universal, convertir en chatarra toda clase de armas en general, y así lo hará indudablemente el proletariado, pero sólo entonces ; de ningún modo antes.</div>
<div style="font-family: 'Times New Roman', serif; line-height: 24px; margin-left: 79.96875px; margin-right: 79.96875px; text-align: justify; text-indent: 1em;">
Si la guerra actual despierta entre los reaccionarios socialistas cristianos y entre los jeremias pequeños burgueses sólo susto y horror, sólo repugnancia hacia todo empleo de las armas, hacia la sangre, la muerte, etc., nosotros, en cambio, debemos decir: la sociedad capitalista ha sido y es siempre un horror sin fin. Y si ahora la guerra actual, la más reaccionaria de todas las guerras, prepara a esa sociedad un fin con horror, no tenemos ningún motivo para entregarnos a la desesperación. Y en una época en que, a la vista de todo el mundo, se esta preparando por la misma burguesía la única guerra legítima y revolucionaria, a saber: la guerra civil contra la burguesía imperialista, la "reivindicación" del desarme, o mejor dicho, la ilusión del desarme es única y exclusivamente, por su significado objetivo, una prueba de desesperación.</div>
<div style="font-family: 'Times New Roman', serif; line-height: 24px; margin-left: 79.96875px; margin-right: 79.96875px; text-align: justify; text-indent: 1em;">
Al que diga que esto es una teoría al margen de la vida, le recordaremos dos hechos de carácter histórico universal: el papel de los trusts y del trabajo de las mujeres en las fábricas, por un lado, y la Comuna de 1871 y la insurrección de diciembre de 1905 en Rusia, por el otro.</div>
<div style="font-family: 'Times New Roman', serif; line-height: 24px; margin-left: 79.96875px; margin-right: 79.96875px; text-align: justify; text-indent: 1em;">
El propósito de la burguesía es desarrollar trusts, empujar a niños y mujeres a las fábricas, donde los tortura, los pervierte y los condena a la extrema miseria. Nosotros no "exigimos" semejante desarrollo, no lo "apoyamos", luchamos contra él. Pero ¿como luchamos? Sabemos que los trusts y el trabajo de las mujeres en las fábricas son progresistas. No queremos volver atrás, a los oficios artesanos, al capitalismo premonopolista, al trabajo doméstico de la mujer. ¡Adelante, a través de los trusts, etc., y más allá de ellos, hacia el socialismo!</div>
<div style="font-family: 'Times New Roman', serif; line-height: 24px; margin-left: 79.96875px; margin-right: 79.96875px; text-align: justify; text-indent: 1em;">
Este razonamiento, con las correspondientes modificaciones, es también aplicable a la actual militarización del pueblo. Hoy la burguesía imperialista no sólo militariza a todo el pueblo, sino también a la juventud. Mañana tal vez empiece a militarizar a las mujeres. Nosotros debemos decir ante esto: ¡tanto mejor! ¡Adelante, rapidamente! Cuanto más rapidamente, tanto más cerca se estará de la insurrección armada contra el capitalismo. ¿Cómo pueden los socialdemócratas dejarse intimidar por la militarización de la juventud, etc., si no olvidan el ejemplo de la Comuna? Eso no es una "teoría al margen de la vida", no es una ilusión, sino un hecho. Y sería en verdad gravisimo que los socialdemócratas, pese a todos los hechos económicos y políticos, comenzaran a dudar de que la época imperialista y las guerras imperialistas deben conducir inevitablemente a la repetición de tales hechos.</div>
<div style="font-family: 'Times New Roman', serif; line-height: 24px; margin-left: 79.96875px; margin-right: 79.96875px; text-align: justify; text-indent: 1em;">
Cierto observador burgués de la Comuna escribía en mayo de 1871 en un periódico inglés: "¡Si la nación francesa estuviera formada sólo por mujeres, qué nación tan horrible sería!" Mujeres y niños hasta de trece años lucharon en los días de la Comuna al lado de los hombres. Y no podrá suceder de otro modo en las futuras batallas por el derrocamiento de la burguesía. Las mujeres proletarias no contemplarán pasivamente cómo la burguesía, bien armada, ametralla a los obreros, mal armados o inermes. Tomarán las armas, como en 1871, y de las asustadas naciones de ahora, o mejor dicho, del actual movimiento obrero, desorganizado más por los oportunistas que por los gobiernos, surgirá indudablemente, tarde o temprano, pero de un modo absolutamente indudable, la unión internacional de las "horribles naciones" del proletariado revolucionario.</div>
<div style="font-family: 'Times New Roman', serif; line-height: 24px; margin-left: 79.96875px; margin-right: 79.96875px; text-align: justify; text-indent: 1em;">
La militarización penetra ahora toda la vida social. El imperialismo es una lucha encarnizada de las grandes potencias por el reparto y la redistribución del mundo, y por ello tiene que conclucir inevitablemente a un reforzamiento de la militarización en todos los países, incluso en los neutrales y pequeños. ¿¿Con qué harán frente a esto las mujeres proletarias?? ¿Se limitarán a maldecir toda guerra y todo lo militar, se limitarán a exigir el desarme? Nunca se conformarán con papel tan vergonzoso las mujeres de una clase oprimida que sea verdaderamente revolucionaria. Les dirán a sus hijos: "Pronto serás grande. Te darán un fusil. Tómalo y aprende bien a manejar las armas. Es una ciencia imprescindible para los proletarios, y no para disparar contra tus hermanos, los obreros de otros países, como sucede en la guerra actual, y como te aconsejan que lo hagas los traidores al socialismo, sino para luchar contra la burguesía de tu propio país, para poner fin a la explotación, a la miseria y a las guerras, no con buenos deseos, sino venciendo a la burguesía y desarmándola".</div>
<div style="font-family: 'Times New Roman', serif; line-height: 24px; margin-left: 79.96875px; margin-right: 79.96875px; text-align: justify; text-indent: 1em;">
De renunciar a esta propaganda, precisamente a esta ptopaganda, en relación con la guerra actual, mejor es no decir más palabras solemnes sobre la socialdemocracia revolucionaria internacional, sobre la revolución socialista, sobre la guerra contra la guerra.</div>
<div style="font-family: 'Times New Roman', serif; line-height: 24px; margin-left: 79.96875px; margin-right: 79.96875px; text-align: justify; text-indent: 1em;">
<br /></div>
<h4 style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; color: #440000; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 28px; margin-left: 36px; margin-right: 36px; text-align: center;">
III</h4>
<div style="font-family: 'Times New Roman', serif; line-height: 24px; margin-left: 79.96875px; margin-right: 79.96875px; text-align: justify; text-indent: 1em;">
Los partidarios del desarme se pronuncian contra el punto del programa referente al "armamento del pueblo", entre otras razones, porque, según dicen, esta reivindicación conduce más fácilmente a las concesiones al oportunismo. Ya hemos examinado más arriba lo más importante: la relación entre el desarme y la lucha de clases y la revolución social. Examinaremos ahora qué relación guarda la reivindicación del desarme con el oportunismo. Una de las razones más importantes de que esta reivindicación sea inadmisible consiste precisamente en que ella, y las ilusiones a que da origen, debilitan y enervan inevitablemente nuestra lucha contra el oportunismo.</div>
<div style="font-family: 'Times New Roman', serif; line-height: 24px; margin-left: 79.96875px; margin-right: 79.96875px; text-align: justify; text-indent: 1em;">
No cabe duda de que esta lucha es el principal problema inmediato de la Internacional. Una lucha contra el imperialismo que no esté indisolublemente ligada a la lucha contra el oportunismo es una frase vacía o un engaño. Uno de los principales defectos de Zimmerwald y de Kienthal,[<a href="http://www.marxists.org/espanol/lenin/obras/1910s/1916mil.htm#n4" name="4" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; color: #993333;">4</a>] una de las principales causas del posible fracaso de estos germenes de la III Internacional, consiste precisamente en que ni siquiera se ha planteado francamente el problema de la lucha contra el opor tunismo, sin hablar ya de una solución de este problema que señale la necesidad de romper con los oportunistas. El oportunismo triunfó, temporalmente, en el seno del movimiento obrero europeo. En todos los países más importantes han aparecido dos matices fundamentales del oportunismo: primero, el socialimperialismo franco, cínico, y por ello menos peligroso, de los Plejánov, los Scheidemann, los Legien, los Albert Thomas y los Sembat, los Vandervelde, los Hyndman, los Henderson, etc.; segundo, el encubierto, kautskiano: Kautsky-Haase y el "Grupo Socialdemócrata del Trabajo"[<a href="http://www.marxists.org/espanol/lenin/obras/1910s/1916mil.htm#n5" name="5" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; color: #993333;">5</a>] en Alemania; Longuet, Pressemane, Mayeras, etc., en Francia Ramsay McDonald y otros jefes del "Partido Laborista Independiente", en Inglaterra; Mártov, Chjeídse, etc., en Rusia; Treves y otros reformistas llamados de izquierda, en Italia.</div>
<div style="font-family: 'Times New Roman', serif; line-height: 24px; margin-left: 79.96875px; margin-right: 79.96875px; text-align: justify; text-indent: 1em;">
El oportunismo franco esta directa y abiertamente contra la revolución y contra los movimientos y explosiones revolucionarias que se están iniciando, y ha establecido una alianza directa con los gobiernos, por muy diversas que sean las formas de esta alianza, desde la participación en los ministerios hasta la participación en los comites de la industria armamentista (en Rusia)[<a href="http://www.marxists.org/espanol/lenin/obras/1910s/1916mil.htm#n6" name="6" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; color: #993333;">6</a>]. Los oportunistas encubiertos, los kautskianos, son mucho más nocivos y peligrosos para el movimiento obrero porque la defensa que hacen de la alianza con los primeros la encubren con palabrejas "marxistas" y consignas pacifistas que suenan plausiblemente. La lucha contra estas dos formas del oportunismo dominante debe ser desarrollada en todos los terrenos de la política proletaria: parlamento, sindicatos, huelgas, en la cuestión militar, etc. La particularidad principal que distingue a estas dos formas del oportunismo dominante consiste en que el problema concreto de la relación entre la guerra actual y la revolución y otros problemas concretos de la revolución se silencian y se encubren, o se tratan con la mirada puesta en las prohibiciones policíacas. Y eso a pesar de que antes de la guerra se había señalado infinidad de veces, tanto en forma no oficial como con carácter oficial en el Manifiesto de Basilea, la relación que guardaba precisamente esa guerra inminente con la revolución proletaria. Mas el defecto prin cipal de la reivindicación del desarme consiste precisamente en que se pasan por alto todos los problemas concretos de la revolución. ¿O es que los partidarios del desarme están a favor de un tipo completamente nuevo de revolución sin armas?</div>
<div style="font-family: 'Times New Roman', serif; line-height: 24px; margin-left: 79.96875px; margin-right: 79.96875px; text-align: justify; text-indent: 1em;">
Prosigamos. En modo alguno estamos contra la lucha por las reformas. No queremos desconocer la triste posibilidad de que la humanidad -- en el peor de los casos -- pase todavía por una segunda guerra imperialista, si la revolución no surge de la guerra actual, a pesar de las numerosas explosiones de efervescencia y descontento de las masas y a pesar de nuestros esfuerzos. Nosotros somos partidarios de un programa de reformas que también debe ser dirigido contra los oportunistas. Los oportunistas no harían sino alegrarse en el caso de que les dejasemos por entero la lucha por las reformas y nos eleváramos a las nubes de un vago "desarme", para huir de una realidad lamentable. El "desarme" es precisamente la huida frente a una realidad detestable, y en modo alguno la lucha contra ella.</div>
<div style="font-family: 'Times New Roman', serif; line-height: 24px; margin-left: 79.96875px; margin-right: 79.96875px; text-align: justify; text-indent: 1em;">
En semejante programa nosotros diríamos aproximadamente: "La consigna y el reconocimiento de la defensa de la patria en la guerra imperialista de 1914-1916 no sirven más que para corromper el movimiento obrero con mentiras burguesas". Esa respuesta concreta a cuestiones concretas sería teóricamente más justa, mucho más útil para el proletariado y más insoportable para los oportunistas que la reivindicación del desarme y la renuncia a "toda" defensa de la patria. Y podríamos añadir: "La burguesía de todas las grandes potencias imperialistas, de Inglaterra, Francia, Alemania, Austria, Rusia, Italia, el Japón y los Estados Unidos, es hoy hasta tal punto reaccionaria y está tan penetrada de la tendencia a la dominación mundial, que toda guerra por parte de la burguesía de estos países no puede ser más que reaccionaria. El proletariado no sólo debe oponerse a toda guerra de este tipo, sino que debe desear la derrota de 'su' gobierno en tales guerras y utilizar esa derrota para una insurrección revolucionaria, si fracasa la insurrección destinada a impedir la guerra".</div>
<div style="font-family: 'Times New Roman', serif; line-height: 24px; margin-left: 79.96875px; margin-right: 79.96875px; text-align: justify; text-indent: 1em;">
En lo que se refiere a la milicia, deberíamos decir: no somos partidarios de la milicia burguesa, sino únicamente de una milicia proletaria. Por eso, "ni un céntimo, ni un hombre", no sólo para el ejército regular, sino tampoco para la milicia burguesa, incluso en países como los Estados Unidos o Suiza, Noruega, etc. Tanto más cuanto que en los países republicanos más libres (por ejemplo, en Suiza) observamos una prusificación cada vez mayor de la milicia, sobre todo en 1907 y 1911, y que se la prostituye, movilizándola contra los huelguistas. Nosotros podemos exigir que los oficiales sean elegidos por el pueblo, que sea abolida toda justicia militar, que los obreros extranjeros tengan los mismos derechos que los obreros nacionales (punto de especial importancia para los Estados imperialistas que, como Suiza, explotan cada vez en mayor número y cada vez con mayor descaro a obreros extranjeros, sin otorgarles derechos). Y además, que cada cien habitantes de un país, por ejemplo, tengan derecho a formar asociaciones libres para aprender el manejo de las armas, eligiendo libremente instructores retribuidos por el Estado, etc. Sólo en tales condiciones podría el proletariado aprender el manejo de las armas efectivamente para sí, y no para sus esclavizadores, y los intereses del proletariado exigen absolutamente ese aprendizaje. La revolución rusa ha demostrado que todo éxito, incluso un éxito parcial, del movimiento revolucionario -- por ejemplo, la conquista de una ciudad, un poblado fabril, una parte del ejército -- obligará inevitablemente al proletariado vencedor a poner en práctica precisamente ese programa.</div>
<div style="font-family: 'Times New Roman', serif; line-height: 24px; margin-left: 79.96875px; margin-right: 79.96875px; text-align: justify; text-indent: 1em;">
Por último, contra el oportunismo no se puede luchar, naturalmente, sólo con programas, sino vigilando sin descanso para que se los ponga en práctica de una manera efectiva. El mayor error, el error fatal de la fracasada II Internacional, consistió en que sus palabras no correspondian a sus hechos, en que se inculcaba la costumbre de recurrir a la hipocresia y a una desvergonzada fraseologia revolucionaria (vease la actitud de hoy de Kautsky y Cía. ante el Manifiesto de Basilea). El desarme como idea social -- es decir, como idea engendrada por determinado ambiente social, como idea capaz de actuar sobre determinado medio social, y no como simple extravagancia de un individuo -- tiene su origen, evidentemente, en las condiciones particulares de vida, "tranquilas" excepcionalmente, de algunos Estados pequeños, que durante un periodo bastante largo han estado al margen del sangriento camino mundial de las guerras, y que confían poder seguir apartados de él. Para convencerse de ello basta reflexionar, por ejemplo, en los argu mentos de los partidarios del desarme en Noruega: "Somos un país pequeño, nuestro ejército es pequeño, nada podemos hacer contra las grandes potencias" (y por ello nada pueden hacer tampoco si se les impone por la fuerza una alianza imperialista con uno u otro grupo de grandes potencias) . . . , "queremos seguir en paz en nuestro apartado rinconcito y proseguir nuestra política pueblerina, exigir el desarme, tribunales de arbitraje obligatorios, una neutralidad permanente, etc." (¿"permanente", como la de Bélgica?).</div>
<div style="font-family: 'Times New Roman', serif; line-height: 24px; margin-left: 79.96875px; margin-right: 79.96875px; text-align: justify; text-indent: 1em;">
La mezquina aspiración de los pequeños Estados a quedarse al margen, el deseo pequeñoburgues de estar lo más lejos posible de las grandes batallas de la historia mundial, de aprovechar su situación relativamente monopolista para seguir en una pasividad acorchada, tal es la situación social objetiva que puede asegurar cierto éxito y cierta difusión a la idea del desarme en algunos pequeños Estados. Claro que semejante aspiración es reaccionaria y descansa toda ella en ilusiones, pues el imperialismo, de uno u otro modo, arrastra a los pequeños Estados a la vorágine de la economía mundial y de la política mundial.</div>
<div style="font-family: 'Times New Roman', serif; line-height: 24px; margin-left: 79.96875px; margin-right: 79.96875px; text-align: justify; text-indent: 1em;">
En Suiza, por ejemplo, su situación imperialista prescribe objetivamente dos lineas del movimiento obrero: los oportunistas, en alianza con la burguesía, aspiran a hacer de Suiza una unión monopolista republicano-democrática, a fin de obtener ganancias con los turistas de la burguesía imperialista y de aprovechar del modo más lucrativo y más tranquilo posible esta "tranquila" situación monopolista.</div>
<div style="font-family: 'Times New Roman', serif; line-height: 24px; margin-left: 79.96875px; margin-right: 79.96875px; text-align: justify; text-indent: 1em;">
Los verdaderos socialdemócratas de Suiza aspiran a utilizar la relativa libertad del país y su situación "internacional" para ayudar a la estrecha alianza de los elementos revolucionarios de los partidos obreros europeos a alcanzar la victoria. En Suiza no se habla, gracias a Dios, un "idioma propio", sino tres idiomas universales, los tres, precisamente, que se hablan en los países beligerantes que limitan con ella.</div>
<div style="font-family: 'Times New Roman', serif; line-height: 24px; margin-left: 79.96875px; margin-right: 79.96875px; text-align: justify; text-indent: 1em;">
Si los 20.000 miembros del Partido suizo contribuyeran semanalmente con dos céntimos como "impuesto extraordinario de guerra", obtendríamos al año 20.000 francos, cantidad más que suficiente para imprimir periódicamente y difundir en tres idiomas, entre los obreros y soldados de los países beligerantes, a pesar de las prohibiciones de los Estados Mayores Generales, todo cuanto diga la verdad sobre la indignación que comienza a cundir entre los obreros, sobre su fraternización en las trincheras, sobre sus esperanzas de utilizar revolucionariamente las armas contra la burguesía imperialista de sus "pro pios" países, etc.</div>
<div style="font-family: 'Times New Roman', serif; line-height: 24px; margin-left: 79.96875px; margin-right: 79.96875px; text-align: justify; text-indent: 1em;">
Nada de esto es nuevo. Precisamente es lo que hacen los mejores periódicos, como <em style="word-spacing: 0.2em;">La Sentinelle, Volksrecht y Berner Tagwacht</em>,[<a href="http://www.marxists.org/espanol/lenin/obras/1910s/1916mil.htm#n7" name="7" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; color: #993333;">7</a>] pero, por desgracia, en medida insuficiente. Sólo semejante actividad puede hacer de la magnífica resolución del Congreso de Aarau algo mís que una mera resolución magnífica.</div>
<div style="font-family: 'Times New Roman', serif; line-height: 24px; margin-left: 79.96875px; margin-right: 79.96875px; text-align: justify; text-indent: 1em;">
La cuestión que ahora nos interesa se plantea en la forma siguiente: ccorresponde la reivindicación del desarme a la tendencia revolucionaria entre los socialdemócratas suizos? Es evidente que no. El "desarme" es, objetivamente, el programa más nacional, el más especificamente nacional de los pequeños Estados, pero en manera alguna el programa internacional de la socialdemocracia revolucionaria internacional.</div>
<div style="font-family: 'Times New Roman', serif; line-height: 24px; margin-left: 79.96875px; margin-right: 79.96875px; text-align: justify; text-indent: 1em;">
<br /></div>
<div style="font-family: 'Times New Roman', serif; line-height: 24px; margin-left: 79.96875px; margin-right: 79.96875px; text-align: justify; text-indent: 1em;">
Firmado: <em style="word-spacing: 0.2em;">N. Lenin</em></div>
<div style="font-family: 'Times New Roman', serif; line-height: 24px; margin-left: 79.96875px; margin-right: 79.96875px; text-align: justify; text-indent: 1em;">
<br /></div>
<div style="font-family: 'Times New Roman', serif; line-height: 24px; margin-left: 79.96875px; margin-right: 79.96875px; text-align: justify; text-indent: 1em;">
<br /></div>
<div style="font-family: 'Times New Roman', serif; line-height: 24px; margin-left: 79.96875px; margin-right: 79.96875px; text-align: justify; text-indent: 1em;">
<br /></div>
<h4 style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; color: #440000; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 28px; margin-left: 36px; margin-right: 36px; text-align: justify;">
NOTAS</h4>
<div style="font-family: 'Times New Roman', serif; line-height: 24px; margin-left: 79.96875px; margin-right: 79.96875px; text-align: justify; text-indent: 1em;">
<br /></div>
<div style="font-family: 'Times New Roman', serif; line-height: 24px; margin-left: 79.96875px; margin-right: 79.96875px; text-align: justify; text-indent: 1em;">
<a href="http://www.marxists.org/espanol/lenin/obras/1910s/1916mil.htm#*" name="n*" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; color: #993333;">*</a>El artículo "El programa militar de la revolución proletaria " fue escrito en alemán en septiembre de 1916 para la prensa de los socialdemócratas escandinavos de izquierda, que durante la Primera Guerra Mundial se manifestaron en contra del punto del programa socialdemócrata relativo al "armamento del pueblo" y lanzaron la errónea consigna del "desarme". En diciembre de 1916 el articulo, redactado de nuevo, fue publicado en la Recopilación del Socialdemócrata, t. II, con el titulo de "La consigna del 'desarme'" (véase V. I. Lenin, Obras Completas, t. XXIII). En abril de 1917, poco antes de salir para Rusia, Lenin entregó el texto en alemán del artículo a la redacción de la revista Jugend-Internationale ; el articulo fue publicado el mismo año en sus núms. 9 y 10. Jugend-Internationale órgano de la Liga Internacional de las Organizaciones Socialistas de la Juventud, adherida a la izquierda de Zimmerwald, se publicó desde septiembre de 1915 hasta mayo de 1918 en Zurich. Lenin emite su juicio acerca de esta revista en la nota "La Internacional de la Juventud" (véase V. I. Lenin, Obras Completas, t. XXIII).</div>
<div style="font-family: 'Times New Roman', serif; line-height: 24px; margin-left: 79.96875px; margin-right: 79.96875px; text-align: justify; text-indent: 1em;">
</div>
<div style="font-family: 'Times New Roman', serif; line-height: 24px; margin-left: 79.96875px; margin-right: 79.96875px; text-align: justify; text-indent: 1em;">
[<a href="http://www.marxists.org/espanol/lenin/obras/1910s/1916mil.htm#1" name="n1" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; color: #993333;">1</a>] Se alude a las tesis sobre la cuestión militar escritas por R. Grimm (uno de los lideres del Partido Socialdemócrata de Suiza) en el verano de 1916 con motivo de la preparación del Congreso Extraordinario del mismo Partido. Este Congreso, cuya celebración había sido señalada para febrero de 1917, tenía que resolver la cuestión de la actitud de los socialistas suizos ante la guerra.</div>
<div style="font-family: 'Times New Roman', serif; line-height: 24px; margin-left: 79.96875px; margin-right: 79.96875px; text-align: justify; text-indent: 1em;">
[<a href="http://www.marxists.org/espanol/lenin/obras/1910s/1916mil.htm#2" name="n2" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; color: #993333;">2</a>] Neues Leben (Vida Nueva ) órgano del Partido Socialdemócrata de Suiza; se publicó en Berna desde enero de 1915 hasta diciembre de 1917. La revista difundia los puntos de vista de los zimmerwaldianos de derecha; desde comienzos de 1917 adopto la posición socialchovinista.</div>
<div style="font-family: 'Times New Roman', serif; line-height: 24px; margin-left: 79.96875px; margin-right: 79.96875px; text-align: justify; text-indent: 1em;">
[<a href="http://www.marxists.org/espanol/lenin/obras/1910s/1916mil.htm#3" name="n3" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; color: #993333;">3</a>] Véase C. Marx y F. Engels, Obras Completas, t. XXXV.</div>
<div style="font-family: 'Times New Roman', serif; line-height: 24px; margin-left: 79.96875px; margin-right: 79.96875px; text-align: justify; text-indent: 1em;">
[<a href="http://www.marxists.org/espanol/lenin/obras/1910s/1916mil.htm#4" name="n4" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; color: #993333;">4</a>] Se alude a las Conferencias Socialistas Internacionales celebradas por los internacionalistas en Zimmerwald y Kienthal (Suiza).<br />
La Primera Conferencia Socialista Internacional se celebró del 5 al 8 de septiembre de 1915 en Zimmerwald. En la Conferencia se enfrentaron los internacionalistar revolucionarios, encabezador por Lenin, y la mayoría kautskiana. Lenin formó con los internacionalistas de izquierda el grupo de izquierda de Zimmerwald, en el que sólo el Partido Bolchevique mantuvo una posición acertada y consecuentemente internacionalista contra la guerra.<br />
La Conferencia aprobó un manifiesto en el que se calificaba de imperialista la guerra mundial; asimismo condenó la conducta de los "socialistas" que votaron por los creditos de guerra y tomaron parte en los gobiernos burgueses, y llamo a los obreros de Europa a desarrollar la lucha contra la guerra y por la conclusion de un tratado de paz sin anexiones ni contribuciones.<br />
La Conferencia aprobó también una resolución de simpatía a las victimas de la guerra y eligió una Comisión Socialista Internacional.<br />
Acerca de la significación de la Conferencia de Zimmerwald, veanse los articulos de Lenin "El primer paso" y "Los marxistas revolucionarios en la Conferencia Socialista Internacional del 5 al 8 de septiembre de 1915" (V. I. Lenin, Obras Completas, t. XXI).<br />
La Segunda Conferencia Socialista Internacional se celebró en Kienthal del 24 al 30 de abril de 1916. En esta Conferencia el ala izquierda actuó más unida y fue más fuerte que en la Conferencia de Zimmerwald. Gracias a los esfuerzos de Lenin, la Conferencia aprobó una resolución que criticaba el socialpacifismo y la actividad oportunista del Buró Ejecutivo Socialista Internacional. El manifiesto y las resoluciones aprobados en Kienthal fueron un nuevo paso en el desarrollo del movimiento internacional contra la guerra.<br />
Las Conferencias de Zimmerwald y de Kienthal contribuyeron a destacar y agrupar a los elementos internacionalistas, pero no formularon abiertamente el problema de la lucha contra el oportunismo, no adoptaron una posición consecuentemente internacionalista y no aceptaron las tesis fundamentales de la política de los bolcheviques: transformación de la guerra imperialista en guerra civil, derrota del gobierno propio en la guerra y organización de la III Internacional.</div>
<div style="font-family: 'Times New Roman', serif; line-height: 24px; margin-left: 79.96875px; margin-right: 79.96875px; text-align: justify; text-indent: 1em;">
[<a href="http://www.marxists.org/espanol/lenin/obras/1910s/1916mil.htm#5" name="n5" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; color: #993333;">5</a>] Grupo Socialdemocrata del Trabajo (Arbeitsgemeinschaft: Comunidad del Trabajo ): organización de los centristas alemanes, fundada en marzo de 1916 por los diputados al Reichstag que se habían separado de la fracción socialdemócrata del Reichstag. Este grupo fue el núcleo fundamental del Partido Socialdemócrata Independiente de Alemania, organización centrista constituida en 1917 que justificaba a los social chovinistas abiertos y propugnaba el mantenimiento de la unidad con ellos.</div>
<div style="font-family: 'Times New Roman', serif; line-height: 24px; margin-left: 79.96875px; margin-right: 79.96875px; text-align: justify; text-indent: 1em;">
[<a href="http://www.marxists.org/espanol/lenin/obras/1910s/1916mil.htm#6" name="n6" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; color: #993333;">6</a>] Los comités de la industria armamentista fueron creados en 1915 en Rusia por la gran burguesía imperialista. Tratando de someter a los obreros a su influencia y de inculcarles ideas defensistas, la burguesía ideó la organización de "grupos obreros" anejos a esos comités. A la burguesía le convenía que en esos grupos hubiese representantes de los obreros, encargados de hacer propaganda entre las masas obreras en favor de una mayor productividad del trabajo en las fábricas de materiales militares. Los mencheviques partidparon activamente en esta empresa seudopatriótica de la burguesía. Los bolcheviques declararon el boicot a los comités de la industria armamentista y lo aplicaron eficazmente con el apoyo de la mayoría de los obreros.</div>
<div style="font-family: 'Times New Roman', serif; line-height: 24px; margin-left: 79.96875px; margin-right: 79.96875px; text-align: justify; text-indent: 1em;">
[<a href="http://www.marxists.org/espanol/lenin/obras/1910s/1916mil.htm#7" name="n7" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; color: #993333;">7</a>] <em style="word-spacing: 0.2em;">La Sentinelle</em>, órgano de la organización socialdemócrata suiza del cantón de Neuchatel (Suiza francesa), fundado en Chaux de Fonds en 1884. En los primeros años de la Primera Guerra Mundial, el periódico mantuvo una posición internacionalista. El 13 de noviembre de 1914, en el núm. 265 del periódico fue publicado, en forma abreviada, el Manifiesto del C.C. del P.O.S.D.R. "La guerra y la socialdemocracia de Rusia" (véase V. I. Lenin, Obras Completas, t. XXI).<br />
<em style="word-spacing: 0.2em;">Volksrecht</em> (El Derecbo del Pueblo ), órgano del Partido Social demócrata de Suiza y de la organización socialdemócrata del cantón de Zurich. Se publica en Zurich desde 1898. Durante la Primera Guerra Mundial el periódico presentó artículos de los Zimmerwaldianos de izquierda. En el aparecieron tambión artículos de Lenin, como por ejemplo, "Doce breves tesis sobre la defensa hecha por G. Greulich de la defensa de la patria", "Sobre las tareas del P.O.S.D.R. en la revolución rusa", "Las maniobras de los chovinistas republicanos". Más tarde el periódico adoptó una posición anticomunista y antidemocrática.<br />
<em style="word-spacing: 0.2em;">Berner Tagwacht</em> (El Centinela de Berna ), órgano del Partido Socialdemócrata de Suiza, publicado desde 1893 en Berna. Al comienzo de la Primera Guerra Mundial el periódico insertó artículos de K. Liebknecht, de F. Mehring y de otros socialdemócratas de izquierda. A partir de 1917 apoyó abiertamente a los socialchovinistas y más tarde adoptó una posición anticomunista y antidemocrática.</div>
LRhttp://www.blogger.com/profile/10903104379487600553noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-821994594593420177.post-28604139964971775122014-07-16T01:00:00.000-02:002016-02-29T19:19:35.872-02:00Lenin y la lucha armada (XIX)<div style="text-align: justify;">
En este envío subo un texto de Lenin contra los mecheviques, en la que se manifiesta cómo el pacifismo menchevique deviene en charlatanerismo, al reconocer la necesidad de la insurrección pero no organizar el aparato que pueda planificarla y llevarla a cabo.</div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjvJAcRRLeb3S1b81AELWLiEY3yq-MHEy0pXTJ3NpmH6IAxPz-AUF1k0ZpNEGjqKw-zHtngjRqEVZVobNgch8KY90uQthR-AukYJWWjykI1b9sI-tlNJkzMXRM_p4C73iOJB1KwiCnAAF2f/s1600/vladimir-ilich-lenin_001.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="199" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjvJAcRRLeb3S1b81AELWLiEY3yq-MHEy0pXTJ3NpmH6IAxPz-AUF1k0ZpNEGjqKw-zHtngjRqEVZVobNgch8KY90uQthR-AukYJWWjykI1b9sI-tlNJkzMXRM_p4C73iOJB1KwiCnAAF2f/s1600/vladimir-ilich-lenin_001.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<br />
<div style="text-align: center;">
<b>Las crisis del menchevismo.</b></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
No cabe duda de que la propaganda en pro de un congreso obrero apartidista y de bloques con los kadetes, indica algo así como una crisis en la táctica de los mencheviques. Como, por principio, somos contrarios a su táctica en general, no podríamos, naturalmente, decidir por nosotros por nosotros mismos hasta qué punto esta crisis ha madurado lo suficiente para subir a la superficie, por así decirlo. El camarada J. Larin ha acudido en nuestra ayuda con su nuevo folleto, altamente instructivo, titulado <i>Un amplio partido obrero y el congreso obrero </i>(Moscú, 1906; depósito de la Editorial <i>Novi Mir</i>).</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
El camarada J. Larin suele hablar en nombre de la mayoría menchevique. Se intitula, con entera razón, representante responsable del menchevismo. Ha trabajado tanto en el Sur como en el más "menchevique" de los distritos de Petersburgo, el distrito de Viborg. Fue delegado al Congreso de Unificación del partido, y colaborador permanente de <i>Golos Trudá </i>y de <i>Otkliki Sovremiénnosti. </i>Todo esto es de la mayor importancia para poder apreciar el folleto a que nos referimos, cuyo valor reside en la sinceridad de su autor, no en su lógica; en los datos que ofrece, no en sus consideraciones.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
I</div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Para el marxista, las consideraciones en torno de la táctica deben basarse en el análisis del curso objetivo de la revolución. Como es sabido, los bolcheviques intentaron hacerlo así en la resolución sobre la situación actual, sometida por ellos al Congreso de Unificación. Los mencheviques retiraron su propia resolución sobre este punto. El camarada Larin siente, evidentemente, que no es posible dejar de lado estas cuestiones e intenta investigar el curso de nuestra revolución burguesa.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Distingue en ella dos períodos. El primero, que abarca todo el año 1905, es el período de un definido movimiento de masas. El segundo, que comienza con el año 1906, es el período de la preparación dolorosamente lenta del "triunfo efectivo de la causa de la libertad", de "la realización de las aspiraciones del pueblo". En este período de preparación el factor decisivo es el campo, pues sin su ayuda "las ciudades desunidas fueron aplastadas". Vivimos un "crecimiento interno, exteriormente, al parecer pasivo, de la revolución".</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
"Lo que se llama el movimiento agrario - el fermento constante que no se traduce en intentos generales de pasar a una ofensiva activa, las pequeñas acciones contra las autoridades locales y los terratenientes, la negativa a pagar impuestos, las expediciones punitivas- todo esto constituye el camino más ventajoso para el campesinado, no desde el punto de vista de economizar fuerzas, quizás, lo cual es dudoso, sino desde el punto de vista de lo resultados. Este camino, sin agotar por completo a la población rural, trayéndole en general, más alivio que derrotas, mina seriamente los fundamentos del viejo régimen y crea las condiciones en las cuales el viejo régimen, inevitablemente, tendrá que capitular o caer, apenas le llegue el momento de afrontar la primera prueba seria. Y el autor señala que en un plazo de dos a tres años cambiarán los efectivos de la policía y del ejército, que volverán a formarse con reclutas procedentes de la población rural descontenta; "nuestros hijos estarán entre los soldados", le dijo al autor un campesino.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
El camarada Larin saca de todo lo anterior dos conclusiones: 1) En nuestro país, "el campo no puede aquietarse. El 1848 austríaco no puede repetirse entre nosotros". 2) "La revolución rusa o sigue el camino de la insurrección armada del pueblo, en el verdadero sentido de la palabra, como las revoluciones norteamericana o polaca."</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Detengámonos en estas conclusiones. El autor echa mano en la primera de argumentos demasiado esquemáticos y la formula de un modo demasiado impreciso. Pero, en lo esencial, no está lejos de la verdad. El desenlace de nuestra revolución dependerá realmente, ante todo, de la firmeza que acrediten en la lucha los millones de campesinos. Nuestra gran burguesía teme a la revolución más que a la reacción. El proletariado por sí solo no cuenta con la fuerza necesaria para vencer. Los pobres de la ciudad no representan intereses independientes, no son una fuera independiente, en comparación con el proletariado y el campesinado. El papel decisivo corresponde a la población rural, no en el sentido de dirigir la lucha (no puede ni hablarse de tal cosa), sino en el sentido de ser capaz de asegurar la victoria.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
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Si el camarada Larin hubiera elaborado correctamente sus conclusiones y las hubiera relacionado con todo el curso de desarrollo de las ideas socialdemócratas acerca de nuestra revolución burguesa, se habría encontrado con una vieja tesis del bolchevismo al que tanto odia: el desenlace victorioso de la revolución burguesa en Rusia sólo es posible bajo la forma de la dictadura revolucionaria democrática del proletariado y del campesinado. En sustancia, Larin ha llegado al mismo punto de vista. Lo única que le impide reconocerlo abiertamente es aquella cualidad menchevique él mismo fustiga: un pensamiento inseguro y vacilante. Basta comparar sus consideraciones en torno del tema señalado, con las del órgano del CC, <i>SotsialDemokrat</i>, para convencerse de que Larin se ha acercado en este problema a los bolcheviques. <i>Sotsial Demokrat</i> se atreve a afirmar que ¡los kadetes son la burguesía urbana, no estamental, no progresista! ¡<i>Sotsial Demokrat </i>no acierta a descubrir entre los kadetes a los terratenientes y a los burgueses contrarrevolucionarios, ni entre los trudoviques a los demócratas urbanos, no estamentales (a las capas más bajas de los pobres de la ciudad)!</div>
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Prosigamos. El campo no puede aquietarse, dice Larin. ¿Acaso lo ha demostrado? No. No ha tenido en cuenta para nada el papel de la burguesía agraria, sistemáticamente sobornada por el gobierno. Ni ha prestado mucha atención al hecho de que el "alivio" obtenido por el campesinado (rebaja de los arriendos, "restricción" de los derechos y del poder de los terratenientes y de la policía, etc.) <i>refuerza</i> la diferenciación de la población rural en ricos contrarrevolucionarios y una masa de pobres. Generalizaciones tan absolutas como éstas no deben apoyarse en pruebas tan exiguas. Suenan a trivialidad.</div>
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Pero, ¿es que puede, en general, demostrarse la tesis de que "el campo no puede aquietarse"? Sí y no. Sí, en el sentido de que se puede hacer un análisis a fondo de los probables acontecimientos. No, en el sentido de que no se puede estar absolutamente seguro de tales acontecimientos en la revolución burguesa actual. No es posible pesar en la balanza del boticario el equilibrio de las nuevas fuerzas contrarrevolucionarias y las nuevas fuerzas revolucionarias que crecen y se entrelazan las nuevas fuerzas revolucionarias que crecen y se entrelazan en el campo. Sólo la experiencia podrá revelarlo por completo. La revolución, en el sentido estricto de la palabra, es una lucha enconada, y sólo en el curso de la lucha y en su desenlace se manifesta y se reconoce plenamente la fuerza real de todos los intereses, de todas las aspiraciones y de todas las posibilidades.</div>
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Es misión de la clase avanzada en la revolución determinar certeramente la lucha, aprovechar <i>todas</i> las oportunidades, <i>todas</i> las posibilidades de victoria. Esta clase debe ser la <i>primera</i> en emprender el camino revolucionario directo y la <i>última</i> en abandonarlo, para seguir otros caminos más "trillados", más "tortuosos". El camarada Larin, que habla mucho y (como más abajo veremos) con muy poco juicio de las explosiones espontáneas y la acción planificada, no ha acertado a comprender estar verdad.</div>
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Pasemos a la segunda conclusión, que se refiere a la insurrección armada. Aquí, Larin incurre en vacilaciones aun mayores. Sus ideas siguen servilmente a los viejos modelos: el de las insurrecciones norteamericana y polaca. Fuera de ésta, se niega a admitir ninguna insurrección "en el verdadero sentido de la palabra". Llega inclusive a decir que nuestra revolución no se desarrolla de acuerdo con los lineamientos de una insurrección armada "formal" (!) y "regular" (!!).</div>
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Es curioso: un menchevique que ganó sus galones luchando contra el formalismo, ¡nos habla ahora de una insurrección armada formal! Usted y sólo usted, camarada Larin, tiene la culpa de que sus ideas se vean constreñidas por lo formal y lo regular. Los bolcheviques han enfocado siempre el problema de otro modo. Mucho antes de la insurrección, en el III Congreso, es decir, en la primavera de 1905, subrayaron en una resolución especial <i>los nexos entre la huelga de masas y la insurrección</i>. Los mencheviques prefieren pasar esto en silencio. De nada les sirve. La resolución del III Congreso es una prueba efectiva de que nosotros previmos, con bastante acierto, y en la medida en que era posible, los rasgos específicos de la lucha del pueblo al finalizar el año 1905. Y en modo alguno concebimos la insurrección según "el tipo" de Norteamérica o de Polonia, donde para nada figuraban las huelgas de masas.</div>
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Y luego, después de diciembre señalamos (en nuestro proyecto de resolución para el Congreso de Unificación, el cambio operado en cuanto a las relaciones entre la huelga y la insurrección, el papel del campesinado y del ejército, la insuficiencia de los estallidos en las fuerzas armadas y la necesidad de llegar a un acuerdo con los elementos revolucionario - democráticos de las tropas.</div>
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Y los acontecimientos confirmaron una vez más, durante el período de la Duma, que la insurrección es inevitable en la lucha rusa por la liberación.</div>
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Las consideraciones de Larin acerca de la insurrección formal revelan un desconocimiento, verdaderamente imperdonable en un socialdemócrata, de la historia de la actual revolución, o una actitud negligente ante esta historia, y sus formas específicas de insurrección. La tesis de Larin: "La revolución rusa no archa por el camino de la insurrección" muestra desprecio por los hechos, ya que <i>ambos</i> períodos de libertades civiles en Rusia (tanto el período de octubre como el período de la Duma) se caracterizan en realidad por el "camino" de la <i>insurrección</i>; no, desde luego, al estilo de la norteamericana o la polaca, sino la que corresponde a la Rusia del siglo XX. Cuando Larin habla, "en general" de los ejemplos históricos de insurrecciones en países en que predominan los elementos rurales o urbanos, acerca de Norteamérica y Polonia, sin molestarse ni en aludir siquiera a los rasgos específicos de la insurrección en Rusia, ni mucho menos en investigarlas, repite el error fundamental del pensamiento "inseguro y vacilante" de los mencheviques.</div>
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Examinemos más profundamente su estructura de la revolución "pasiva". No cabe duda de que puede haber largos períodos de preparación de un nuevo ascenso de una nueva ofensiva o de nuevas formas de lucha. Pero no sean doctrinarios, señores: reflexionen lo que significa este "fermento constante en el campesinado <i>junto</i> a las "pequeñas acciones", a las "expediciones punitivas" y a los <i>cambios</i> operados en los efectivos de la policía y el ejército. Vamos, ni ustedes mismos entienden lo que dicen. La situación que describen no es otra cosa que una prolongada <i>guerra de guerrillas, </i>interrumpida por una serie de <i>rebeliones en el ejército</i>, cada vez más importantes y unitarias. Ustedes, que no hacen más que tronar contra los "guerrilleros", los "anarquistas", los "bolcheviques anarco-blanquistas", etc., cubriéndolos de improperios, ¡pintan la revolución a la manera de los bolcheviques! Cambios en la composición del ejército, incorporación de "reclutas procedentes de la población rural descontenta". ¿Qué significa esto? ¿Acaso es posible que esté "descontento" de que la población rural vestida con uniforme de marineros y de soldados no suba a la superficie? ¿Es posible que no se manifieste, si la aldea natal de estos soldados y marineros se halla, como dicen ustedes, en estado de "fermento constante", si en nuestro país se libran, por un lado, "pequeñas acciones" y, por otro lado, se organizan "expediciones punitivas"? ¿Y acaso es posible concebir que, en este período de los pogroms centurionegristas, de la violencia del gobierno y los atropellos de la policía, este descontento de los soldados se manifieste <i>de otro modo</i> que en forma de revueltas militares?<br />
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Mientras repiten las frases kadetes ("nuestra revolución no marcha por el camino de la insurrección"; es la misma frase que los <i>kadetes</i> pusieron en circulación a fines de 1905; véase el <i>Naródnaia Svoboda </i>de Miliukov), demuestran al mismo tiempo que una nueva insurrección es inevitable: "el régimen se derrumbará apenas le llegue el momento de afrontar la primera prueba seria". ¿Les parece posible que el régimen afronte una prueba seria ante un amplio, heterogéneo y complejo movimiento popular sin que la precedan una seria de pruebas parciales, menos importantes; que sea posible una huelga general sin una serie de huelgas locales; que sea posible una insurrección general sin una serie de pequeñas insurrecciones, aisladas, no generales?<br />
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Si en las fuerzas armadas aumentan los reclutas procedentes de la población rural descontenta y si la revolución en su conjunto avanza, entonces en inevitable una insurrección en forma de una lucha <i>extremadamente enconada</i> contra las turbas centurionegristas (pues también los centurionegristas, ¡no lo olviden!, se organizan y aprenden. ¡Y no olviden tampoco que hay elementos sociales que fomentan la mentalidad centurionegristas!), una lucha tanto del pueblo como de una parte del ejército. Por consiguiente, hay que estar listos, hay que preparar a las masas, y prepararnos nosotros mismos para una insurrección más sistemática, más coordinada y más a la ofensiva: esto es lo que se deduce de las premisas de Larin, de su cuento de hadas kadete sobre la revolución pasiva (??). Los mencheviques -confiesa Larin- "achacan su propia depresión y desaliento al curso de la revolución rusa" (pág. 58). ¡Exacto! La pasividad es una cualidad propia de la intelectualidad pequeñoburguesa, no de la revolución. Pasivos son aquellos que declaran que el ejército se llena de reclutas de la población rural descontenta, que el fermento constante y las pequeñas acciones son inevitables, y sin embargo, con la complacencia de un Iván Fiódorovich Shponka, consuelan al partido obrero con estas palabras: "La revolución rusa no marchará por el camino de la insurrección."<br />
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¿Y las pequeñas acciones? Usted, mi querido Larin, ¿entiende que ellas son, "desde el punto de vista de los resultados, el camino más ventajoso para el campesinado"? ¿Y sostiene usted esta opinión, a pesar de las expediciones punitivas, y hasta incluye éstas en el camino más favorable? ¿Ha reflexionado usted siquiera por un momento en qué se distinguen las pequeñas acciones de la guerra de guerrillas? En nada, estimado camarada Larin.<br />
<br />
Por fijarse en los mal elegidos ejemplos de Norteamérica y Polonia, ha pasado usted por alto las formas específicas de lucha engendradas por la insurrección rusa, más prolongada, más tenaz y con pausas más prolongadas entre las grandes batallas que las insurrecciones del viejo tipo.<br />
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El camarada Larin cae en las más completa confusión y no sabe qué hacer con sus propias conclusiones. Si hay bases para la revolución en el campo, si la revolución se extiende y atrae a nuevas fuerzas, si los campesinos descontentos llenan el ejército y en el campo prevalecen el fermento continuo y las pequeñas acciones, ello quiere decir que tienen razón los bolcheviques, quienes lucharon porque no se dejara a un lado el problema de la insurrección. Nosotros no preconizamos en modo alguno la insurrección en cualquier momento y en cualquier condición. Pero exigimos que las ideas de un socialdemócrata no sean inseguras y vacilantes. Si usted admite también la insurrección misma, y las tareas especiales que afronta el partido en relación con ella.<br />
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Calificar las pequeñas acciones como "<i>el camino más ventajoso</i>", es decir, como la forma más ventajosa de la lucha del pueblo en un período específico de nuestra revolución y, al mismo tiempo, negarse reconocer las tareas <i>activas</i> que afronta el partido de la clase avanzada, tareas que surgen de este "camino más ventajoso", revela falta de capacidad para pensar, o un pensamiento deshonesto.<br />
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II</div>
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"Teoría de la pasividad": así podrían llamarse las consideraciones de Larin en torno de la revolución "pasiva" que prepara "el derrumbamiento del viejo régimen al afrontar la primera prueba seria". Y esta "teoría de la pasividad", producto natural de un pensamiento vacilante, ha impreso su sello a todo el folleto de nuestro penitente menchevique. Se pregunta: ¿por qué nuestro partido, pese a su inmensa influencia ideológica, es tan débil en el terreno de la organización? No es, contesta Larin, porque nuestro partido sea un partido de intelectuales. Esta vieja y "burocrática" (la expresión es de Larin) explicación de los mencheviques no vale un comino. Es porque, objetivamente, en el período en que vivimos, no ha sido necesario un partido de otro tipo, y no se han dado las condiciones objetivas para un partido de otro tipo. Porque, para una "política de explosiones espontáneas", como era la política del proletariado al comienzo de la revolución, no era necesario partido alguno. Lo único que se necesitaba era un "aparato técnico al servicio del movimiento espontáneo" y de los "estados de ánimo espontáneos", para dirigir la labor de propaganda y agitación en los intervalos entre dos explosiones revolucionarias. Esto no era un partido en el sentido europeo, sino una "estrecha -120 mil entre nueve millones- agrupación de jóvenes conspiradores de la clase obrera"; los obreros casados escaseaban; la mayoría de los obreros dispuestos a ejercer una actividad social se hallan fuera del partido.</div>
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El período de las explosiones espontáneas ya se acaba. Los simples estados de ánimo dejan el puesto al cálculo. En vez de la "política de las explosiones espontáneas", surge una "política de acción planificada". Lo que se necesita ahora, es "un partido de tipo europeo" "un partido de acción política, objetivamente planificada". En vez de un "partido-aparato", se necesita un "partido-vanguardia", "que sería el punto de concentración de todas las fuerzas adecuadas para la vida política activa que la clase obrera puede producir en sus filas". Es el tránsito a "un partido europeo basado en la acción calculada". El "menchevismo oficial, con su práctica indecisa y vacilante, con su desaliento y su incapacidad para comprender su propia situación", es sustituido por el "sano realismo de la socialdemocracia europea". "Su voz resuena de un modo muy perceptible, y no precisamente desde hoy, por boca de Plejánov y Axelrod, que son, en rigor, los únicos europeos en nuestro ambiente 'bárbaro' "... Y, naturalmente, la sustitución de la barbarie por el europeísmo, promete éxitos en vez de fracasos. "Allí donde reina la espontaneidad, son inevitables los errores de apreciación y los fracasos en la práctica." "Donde reina lo espontáneo, hay utopismo; donde reinta el utopismo, hay fracasos."</div>
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En estas consideraciones de Larin salta a la vista, una vez más, la evidente desproporción entre el granito de una idea justa -aunque no nueva- y el enorme residuo de incomprensión directamente reaccionaria. Una cucharada de mil en su barril de brea.</div>
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Es indudable e indiscutible que la clase obrera de todos los países, a medida que se desenvuelve el capitalismo, a medida que se acumula la experiencia de la revolución burguesa o de las revoluciones burguesas, así como también la de revoluciones socialistas frustradas, crece, se desarrolla, aprende, se educa y se organiza. Dicho en otras palabras: avanza de la espontaneidad a la acción planificada; de una situación en que sólo se guiaba por estados de ánimo, a otra en que se guía por la situación objetiva de todas las clases: de las explosiones a la lucha sostenida. Todo esto es cierto; es algo tan viejo como el mundo y vale para la Rusia del siglo XX como para la Inglaterra del siglo XVII, la Francia de la década del treinta del siglo XIX y la Alemania de finales de ese mismo siglo.</div>
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Pero, la desgracia es que Larin se revela totalmente incapaz de digerir el material que nuestra revolución suministra a un socialdemócrata. La contraposición entre las explosiones de la barbarie rusa y la actividad planificada europea lo absorbe como a un niño un juguete nuevo. Dice una verdad de Perogrullo aplicable a todos los períodos en general, pero no se da cuenta de que la aplicación simplista de esta verdad de Perogrullo al período de la lucha revolucionaria directa se convierte, en él, en una actitud de <i>renegado</i> ante la revolución. Lo cual sería tragicómico, si la sinceridad de Larin no excluyese toda duda acerca de que obra <i>inconcientemente</i> al hacerse eco de los renegados de la revolución.</div>
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Explosiones espontáneas de bárbaros, actividad planificada de los europeos... Esto es una formulación puramente kadete y un pensamiento kadete, el pensamiento de los traidores a la revolución rusa, quienes se entusiasman hasta el éxtasis con el "constitucionalismo" a la manera de Murómtsiev, cuando éste declaraba: "La Duma es parte del gobierno", o del lacayo Rodichev, cuando exclamaba: "¡Es una insolencia culpar al monarca del pogrom!" Los kadetes han creado toda una literatura de renegados (los Izgóev, los Struve, los Prokopóvich, los Portugálov y <i>tutti quanti</i>), que vilipendian la <i>locura de la espontaneidad</i>, es decir, la revolución. Como el conocido animal de la fábula, el burgués liberal es sencillamente incapaz de mirar hacia lo alto y de comprender que solamente debido a las "explosiones" del pueblo hay todavía en nuestro país por lo menos una sombra de libertad.</div>
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Y Larin, con una simplista ausencia de crítica, marcha a la zaga de los liberales. No comprende que el problema suscitado por él tiene dos caras: 1) la contraposición entre una lucha espontánea y una lucha planificada de las mismas proporciones y las mismas formas, y 2) la contraposición entre un período revolucionario (en el sentido estricto) y un período contrarrevolucionario o "solamente constitucional". La lógica de Larin es atroz. No contrapone una huelga política espontánea a una huelga política planificada, sino a la participación planificada en la Duma de Buliguin, digamos: contrapone una insurrección espontánea, no a una insurrección planificada, sino a una actividad planificada de orden sindical. De ahí que su análisis marxista se convierta en una insulsa apoteosis pequeñoburguesa de la contrarrevolución.</div>
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La socialdemocracia europea es el "partido de la actividad política objetivamente planificada", balbucea, arrobado, Larin. ¡Qué puerilidad! No advierte que lo que despierta su embeleso es el campo de "<i>actividad</i>" particularmente limitado a que los europeos no tenían más remedio que circunscribirse en un período en que no existía una lucha directamente revolucionaria. No advierte que lo que despierta su embeleso es el carácter planificado de una lucha librada <i>dentro de los límites legales</i> y que vitupera la espontaneidad de la lucha <i>por el poder y la autoridad </i>que determinan los límites de lo que es "legal". Compara la insurrección espontánea de los rusos en diciembre de 1905, no con las insurrecciones "planificadas" de los alemanes en 1849 o con la de los franceses de 1871, sino con el incremento planificado de los sindicatos alemanes. Compara la huelga general espontánea y fracasada de los rusos en diciembre de 1905, no con la huelga general "planificada" <i>y fracasada</i> de los belgas en 1902, sino con los discursos planificados pronunciados en el parlamento por Bebel o por Vandervelde.</div>
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Esa es la razón de que Larin no comprenda el progreso histórico que en la lucha de masas del proletariado representan la huelga de octubre de 1905 y la insurrección de diciembre del mismo año. En cambio, eleva y convierte en <i>progreso</i> de la actividad espontánea a la actividad planificada, de los estados de ánimo al cálculo, etc., el <i>retroceso</i> de la revolución rusa (retroceso <i>temporal</i>, según su <i>propia</i> admisión), que se expresa en la necesidad de una labor preparatoria <i>dentro de los límites de la ley </i>(sindicatos, elecciones, etc.).</div>
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Esa es la razón de que, en vez de la enseñanza moral extraída por un revolucionario marxista (en lugar de huelga política espontánea, huelga política planificada; en lugar de insurrección espontánea, insurrección planificada) se manifieste la enseñanza moral extraída por renegado kadete (en lugar de la "locura de la espontaneidad" -huelgas e insurrecciones-, la sumisión sistemática a las leyes de Stolipin y un arreglo planificado con la monarquía centurionegrista).</div>
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No, camarada Larin, si usted hubiese asimilado el espíritu del marxismo, y no solamente la letra, conocería la diferencia entre el materialismo dialéctico revolucionario y el oportunismo de los historiadores "objetivos". No tiene usted más que recordar, por ejemplo, lo que Marx dijo acerca de Proudhon. Un marxista no rechaza la lucha dentro de los límites de la ley, el parlamentarismo pacífico, la conformidad "planificada" con los límites de la actividad histórica fijados por los Bismark y los Bennigsen, los Stolipin y los Miliukov. Pero un marxista, si bien utiliza <i>todos los terrenos</i>, inclusive como reaccionario, para luchar por la revolución, no se rebaja a glorificar la reacción ni se olvida de luchar por <i>el mejor terreno posible para su actividad. </i>De ahí que los marxistas sean <i>los primeros</i> en prever la inminencia de un período revolucionario y ya comienzan a despertar al pueblo y tocar a rebato, mientras los filisteos siguen durmiendo el sueño servil de los fieles súbditos. De ahí que los marxistas sean <i>los primeros</i> en emprender el camino de la lucha revolucionaria directa, en marchar en derechura a la batalla y en desembarcar las ilusiones conciliadoras acariciadas por todo género de vacilantes sociales y políticos. De ahí que los marxistas sean <i>los últimos</i> en abandonar el camino de la lucha revolucionaria directa, sin apartarse de él hasta que se han agotado todas las posibilidades, cuando ya no queda ni <i>asomo</i> de esperanza de un camino más corto, cuando evidentemente, no encuentran eco alguno los llamamientos a preparar las huelgas de masas, la insurrección, etc. De ahí que los marxistas traten con desprecio a los incontables renegados de la revolución que les gritan: ¡nosotros somos más "progresistas" que ustedes, fuimos los primeros en renunciar a la revolución! ¡Fuimos los primeros en "someternos" a la constitución monárquica!</div>
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Una de dos, camarada Larin: ¿Cree usted que ya no hay base para la insurrección y para la revolución, en el sentido estricto de la palabra? Entonces, dígalo usted abiertamente y demuéstrelo como debe hacerlo un marxista: mediante el análisis económico, la valoración de las aspiraciones políticas de las diversas clases, el análisis de la significación de las distintas corrientes ideológicas. ¿Lo ha demostrado usted? En ese caso, declaramos que todo lo que se hable acerca de la insurrección es pura fraseología. En ese caso, diremos: lo que <i>tuvimos</i>, no fue una gran revolución, sino solamente cobarde amenaza. ¡Obreros! La burguesía y la pequeña burguesia (incluyendo a los campesinos) los han traicionado y dejado en la estacada. Pero nosotros trabajaremos tenaz, paciente y consecuentemente sobre el terreno creado por <i>ellos</i> a pesar de <i>nuestros</i> esfuerzos, por la revolución <i>socialista, </i>¡la cual no será tan indecisa y mezquina, tan rica en frases y pobre en obras como la revolución burguesa!</div>
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¿O realmente cree usted, camarada Larin, lo que dice? ¿Cree usted realmente que la marea de la revolución sube, que en dos o tres años las pequeñas acciones y el hosco descontento darán como resultado un nuevo ejército descontento, y provocarán una nueva "prueba seria" y que "el campo no puede aquietarse"? Pues entonces debe usted reconocer que las "explosiones" expresan la fuerza de la indignación del pueblo, y no la fuerza de la barbarie retrógada; que es deber nuestro convertir la insurrección espontánea en una insurrección planificada, trabajar tesonera y perseverantemente durante largos meses, quizás años, hasta lograr esta transformación y no renunciar a la insurrección, como lo están haciendo todo los Judas.</div>
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Pero su actual posición, camarada Larin, precisamente, no denota más que "represión y desaliento", un "modo de pensar inseguro y vacilante" y el propósito de achacar a nuestra revolución su propia pasividad.</div>
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Así y no de otro modo hay que interpretar su jubilosa declaración de que el boicot fue un error. Este júbilo suyo es falto de perspicacia y trivial. Si hay que considerar "progresista" renegar del boicot, habrá que reputar como la gente más progresista del mundo a los kadetes de derecha de <i>Russkie Viédomosti</i>, quienes lucharon contra el boicot a la Duma de Buliguin y exhortaron a los estudiantes a "estudiar y no mezclarse en la rebelión". No envidiamos esta actitud progresista de los renegados. Creemos que calificar de "error" el boicot a la Duma de Witte (en cuya convocatoria nadie creía tres o cuatro meses antes), y <i>guardar silencio</i> en cambio sobre el error de quienes llamaron a participar en la Duma de Buliguin, significa trocar el materialismo del luchador revolucionario por el "objetivismo" de un profesor que se posterna ante la reacción. Pensamos que la posición de quienes fueron <i>los últimos</i> en participar en la Duma, recurriendo a un rodeo, después de haberlo intentado realmente <i>todo</i> por el camino directo de la lucha, es mejor que la posición de quienes fueron los primeros en llamar a participar en la Duma de Buliguin en vísperas de la insurrección popular que barrió con la misma.</div>
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Pero a Larin se le puede perdonar menos que a nadie esta frase kadete acerca de que el boicot fue un error, ya que relata <i>con toda veracidad</i> que los mencheviques "<i>inventaron toda suerte de tramoyas solapadas y ladinas, desde el principio electivo y la campaña de los zemtsvos hasta la unificación del partido mediante la participación en las elecciones a la Duma con el fin de boicotear a ésta</i>" (pág. 57). Los mencheviques llamaban a los obreros a elegir diputados a la Duma sin que ellos mismos creyeran que era correcto acudir a la Duma. ¿Acaso no era más acertada la táctica de quienes, no creyendo esto, la boicotearon, declararon que calificar la Duma de "poder" (tal como la calificaron los mencheviques, ya antes de Murómtsiev, en su resolución presentada en el Congreso de Unificación) significaba engañar al pueblo, y no participaron en la Duma hasta que la burguesía abandonó el camino directo del boicot, obligándolos a recurrir a un rodeo, pero nunca con el mismo propósito ni del mismo modo que los kadetes?</div>
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III</div>
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La oposición que establece Larin entre partido - apartado y partido - vanguardia, o, en otras palabras, entre el partido de los luchadores políticos concientes, parece muy profunda e impregnada de espíritu "puramente proletario". Pero, en realidad, revela el mismo oportunismo intelectualista, que la contraposición que en 1899-1901 formulaban en términos parecidos, los partidarios de <i>Rabóchaia Misl</i> y los de Akímov.<br />
<br />
Por un lado, cuando existen las condiciones objetivas para la ofensiva revolucionaria directa de las masas, la <i>suprema</i> tarea política del partido es ponerse "al servicio del movimiento espontáneo". Contraponer a la "política" una <i>tal</i> labor revolucionaria, significa reducir la política a politiquería. Significa ensalzar la acción política en la Duma por encima de la acción política realizada por las masas en octubre y diciembre; en otras palabras, significa abandonar el punto de vista proletario revolucionario por el del oportunismo intelectualista.<br />
<br />
Toda forma de lucha requiere la correspondiente técnica y el correspondiente aparato. Cuando las condiciones objetivas convierten la lucha parlamentaria en la principal forma de lucha, será inevitable que en el partido se destaquen con mayor fuerza los rasgos del aparato, en función de la lucha parlamentaria. Por el contrario, cuando las condiciones objetivas originan la lucha de masas en forma de huelgas politicas de masas e insurrecciones, el partido del proletariado <i>debe </i>disponer de un "aparato" especial, de características distintas a las del aparato parlamentario. Un partido organizado del proletariado que reconociera la existencia de condiciones para las insurrecciones populares y que, sin embargo, no se cuidara de crear el aparato necesario, sería un partido de charlatanes intelectualistas; los obreros lo abandonarían y se pasarían al anarquismo, al revolucionarismo burgués, etc.<br />
<br />
Por otro lado, la composición de la vanguardia política dirigente de todas las clases, incluyendo al proletariado, depende también tanto de la situación de esta clase como de su forma principal de lucha. Larin se queja, por ejemplo, de que en nuestro partido predominen los jóvenes obreros, de que contemos con pocos obreros casados, de que éstos se van del partido. Esta queja de un oportunista ruso me recuerda un pasaje en Engels (en su obra <i>El problema de la vivienda, Zurwohnungsfrage</i>, si mal no recuerdo). Engels, replicando a un fatuo profesor burgués, un kadete alemán, escribe: ¿Acaso no es natural que en nuestro partido, en el partido de la revolución, predominen los jóvenes? Somos el partido del futuro, y el futuro pertenece a la juventud. Somos un partido de innovadores, y es siempre la juventud la que más ansiosamente sigue a los innovadores. Somos el partido que libra una lucha abnegada contra la vieja podredumbre, y la juventud es siempre la primera que emprende la lucha abnegada.<br />
<br />
No; dejemos que sean los kadetes quienes congreguen a ancianos "cansados" de treinta años, a revolucionarios que se han "vuelto juiciosos" y a renegados de la socialdemocracia. ¡Nosotros seremos siempre el partido de la juventud de la clase avanzada!<br />
<br />
Al propio Larin se le escapa la sincera confesión de por qué le da tanta lástima la pérdida de hombres casados que están cansados de luchar. Si el partido congregara una gran cantidad de estos hombres cansados, se haría "un poco más pesado, y pondría freno a las aventuras políticas" (página 18).<br />
<br />
¡Ahora está mejor, estimado Larin! ¿Para qué fingir y engañarse a sí mismo? Lo que usted desea no es un partido de vanguardia, sino un <i>partido de retaguardia</i>, más pesado. Debería haberlo dicho francamente.<br />
<br />
... "Pondría freno a las aventuras políticas"... Derrotas de la revolución las ha habido también en Europa: ahí están las jornadas de junio de 1848 y las jornadas de mayo de 1871; lo que no había hasta ahora eran socialdemócratas, o comunistas, que consideraran adecuado declarar que las acciones de masas de la revolución son una "aventura". Para que esto sucediese se requería que hubiera entre los marxistas revolucionarios (aunque, es de esperar, por poco tiempo) ciertos pequeños burgueses rusos cobardes y pusilánimes llamados "intelectualidad" con perdón sea dicho, que no tienen confianza en sí mismos y que se desalientan ante cada viraje de los acontecimientos hacia la reacción.<br />
<br />
¡"... Pondría freno a las aventuras"! Pero, en este caso hay que decir que el primer <i>aventurero</i> es el propio Larin, pues llama a las "pequeñas acciones" el camino <i>más ventajoso</i> de la revolución y <i>trata de hacer creer a las masas </i>que la marea de <i>la revolución sube</i>, que en un plazo de dos a tres años, el ejército está lleno de campesinos descontentos, y que el "viejo régimen se derrumbará", en cuanto afronte "la primera prueba seria".<br />
<br />
Pero Larin es, además, un aventurero en otro sentido mucho peor y más mezquino. Aboga por el congreso obrero y por el "partido apartidista" (¡expresión suya!). Nos dice que, en vez de la socialdemocracia, él aspira a un "partido obrero de toda Rusia"; "obrero" porque debe abarcar a los revolucionarios pequeñosburgueses, los socialistas revolucionarios, el PSP, la Gromada bilorrusa, etc.<br />
<br />
Larin es un admirador de Axelrod. Pero ha prestado a éste un flaco servicio. Ha ensalzado de tal modo su "energía juvenil", su "auténtica valentía partidaria" en la lucha por un congreso obrero, lo ha abrazado con tanto fervor, que... ¡lo ha asfixiado entre sus brazos! La nebulosa "idea" de Axelrod acerca de un congreso obrero ha recibido un golpe de muerte de manos del militante candoroso y veraz, el cual, inmediatamente y sin pararse a meditar, soltó enseguida todo lo que debía haberse ocultado, en interés de una eficaz propaganda de un congreso obrero. El congreso obrero significa "quitar los rótulos" (pág. 20 del folleto de Larin, para quien la socialdemocracia no es más que un rótulo), significa <i>fusionarse con los eseristas</i> y con los sindicatos.<br />
<br />
¡Muy bien camarada Larin! Por lo menos hay que agradecerle su sinceridad! El congreso obrero significa, realmente, todo eso. No podría conducir sino a eso, inclusive contra la voluntad de quienes lo convoquen. Precisamente por tal motivo el congreso obrero sería, ahora, una mezquina aventura oportunista. Mezquina, porque no la sustenta ninguna gran idea, sino simplemente el fastidio del intelectual, cansado ya de la lucha tenaz por el marxismo. Oportunista, por la misma razón y, además, porque ingresarían en el partido miles de pequeños burgueses que no tienen, ni con mucho, opiniones asentadas. Una aventura, porque, en las condiciones actuales, semejante tentativa no aportará la paz, ni una labor positiva ni la colaboración entre los eseristas y los socialdemócratas -a quienes Larin atribuye amablemente y el papel de "asociaciones de propaganda dentro de un partido amplio" (pág. 40) - sino sólo una infinita agravación de la discordia, diferencias, las divisiones, la confusión ideológica y la desorganización práctica.<br />
<br />
Una cosa es predecir que el "centro" eserista <i>debe</i> pasar a la socialdemocracia, después de la deserción de los eseristas y los maximalistas, y otra cosa distinta trepar a un árbol para coger un fruto que está madurando, pero que aún no está maduro. O se rompe usted las costillas, muy estimado Larin, o se echa a perder el estómago por comer fruta verde.<br />
<br />
Larin argumenta apoyándose en "Bélgica", exactamente lo mismo que en 1899 argumentaban R.M. (el director de <i>Rabóchaia Misl</i>) y el señor Prokopóvich (cuando vivía las "explosiones espontáneas" de un socialdemócrata y no se había "vuelto" aún lo bastante "juicioso" para "obrar sistemáticamente" como un kadete). ¡El librito de Larin tiene un esmerado apéndice en forma de una esmerada traducción de los estatutos del partido obrero belga! Pero el bueno de Larin se olvidó de "traducir" a Rusia las condiciones industriales y la historia de Bélgica. <i>Tras</i> una serie de revoluciones burguesas, <i>tras </i>varias décadas de lucha contra el cuasisocialismo pequeñoburgués de Proudhon y <i>con</i> un formidable desarrollo del capitalismo industrial - tal vez el más alto del mundo-, el congreso obrero y el partido obrero de Bélgica marcaron el tránsito del socialismo no proletario al socialismo proletario. En Rusia, en cambio, en plan revolución burguesa, que engendra <i>inevitablemente</i> idea e ideólogos pequeñoburgueses, con una creciente tendencia "trudovique" en sectores muy afines del campesinado y el proletariado, con la existencia de un Partido Obrero <i>Socialdemócrata</i> que posee una historia de cerca de diez años, el congreso obrero representa una ocurrencia deplorable, y la fusión con los eseristas (que tal vez lleguen a 30.000, tal vez a 60.000, quien sabe, dice Larin, en su simpleza), no pasa de ser una extravagancia de intelectuales.<br />
<br />
¡Sí, la historia puede ser ironía! Los mencheviques han venido vociferando, año tras año, acerca de la estrecha vinculación entre los bolcheviques y eseristas. Y ahora resulta que los bolcheviques rechazan el congreso obrero, <i>precisamente porque </i>oscurecería la diferencia entre el punto de vista de los proletarios y el de los pequeños propietarios (véase la resolución del Comité de Petersburgo en el número 3 de <i>Proletari</i>). En cambio, los <i>mencheviques</i>, al defender el congreso obrero, abogan en pro de la <i>fusión con los eseristas</i>. La cosa es realmente peregrina.<br />
<br />
-Yo no quiero diluir el partido en la clase -se defiende Larin-. Quiero únicamente unificar a la vanguardia, 900.000 entre 9 millones (págs. 17 y 49).<br />
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Tomemos los datos oficiales de la estadística fabril correspondiente al año 1903. El total de obreros fabriles es 1.640.406. De ellos, 797.997 en fábricas con más de 500 obreros y 1.261.363 en fábricas con más de 100. ¡La cifra de los obreros que trabajan en las empresas más grandes (800.000) es un poco inferior a la que da Larin como cifra del partido obrero unificado con los eseristas!<br />
<br />
Así, aunque ya tenemos entre 150.000 a 170.000 miembros en nuestro Partido Socialdemócrata, y a pesar de los 800.000 obreros que trabajan en grandes empresas, además de los que trabajan en grandes empresas mineras (no incluidos en ese total), y de que en el comercio, la agricultura, los transportes, etc., trabaja multitud de elementos puramente proletarios, etc., ¿¿Larin no tiene esperanza de que podamos llegar a tener en la socialdemocracia 900.000 <i>proletarios</i> como miembros del partido?? Es monstruoso, pero es así.</div>
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Pero la falta de fe de Larin no es más que otro ejemplo del modo de pensar inseguro propio del intelectual.<br />
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Nosotros alentamos la firme creencia de que ese objetivo puede alcanzarse. A la aventura del "congreso obrero" y del "partido apartidista" oponemos esta consigna: <i>quintuplicar</i> y <i>decuplicar</i> los efectivos de nuestro <i>partido socialdemócrata</i>, pero primordial y <i>casi exclusivamente</i> con elementos puramente proletarios y sólo bajo la bandera del marxismo revolucionario.<br />
<br />
Ahora, a un año de la gran revolución, cuando todos los partidos se desarrollan impetuosamente, el proletariado se convierte con más rapidez que nunca en un partido independiente. Las elecciones a la Duma contribuirán a este proceso (siempre y cuando, naturalmente, no nos prestemos a bloques oportunistas con los kadetes). La traición de la burguesía en general y de la pequeña burguesía (<i>enesistas</i>) en particular, fortalecerá a la socialdemocracia revolucionaria.<br />
<br />
Alcanzaremos el "ideal" de Larin (900.000 miembros del partido), e inclusive lo superaremos, mediante una tenaz labor conforme a los actuales lineamientos, y no mediante aventuras. Ahora es realmente necesario engrandecer el partido con la ayuda de elementos <i>proletarios</i>. Es anormal que en Petersburgo sólo contemos con 6.000 miembros del partido (en le provincia de Petersburgo trabajan 81.000 obreros en fábricas con 500 y más obreros; en total, 150.000) y que los miembros de nuestro partido en la región industrial del centro no pasen de 20.000 (habiendo allí 377.000 obreros que trabajan en fábricas de 500 y más obreros; en total, 562.000). Tenemos que <i>aprender</i> a incorporar al partido, en esos centros, a cinco y hasta diez veces más obreros. En esto tiene Larin toda la razón. Pero, no debemos caer en la cobardía ni en la histeria propias del intelectual. Lograremos nuestro objetivo por nuestro camino <i>socialdemócrata, </i>sin lanzarnos a aventuras.</div>
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LRhttp://www.blogger.com/profile/10903104379487600553noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-821994594593420177.post-70955864738768834752014-07-12T18:58:00.000-02:002016-02-29T19:19:25.337-02:00Lenin y la lucha armada (XVIII)<div style="text-align: justify;">
Este envío es el clásico texto de Lenin sobre la guerra de guerrillas y que, a la luz de los textos anteriores que se fueron subiendo, no es más que un resumen sistematizado de su concepción y que responde, a su vez, a las objeciones que se le fueron haciendo durante el proceso revolucionario ruso abierto a comienzos de 1905.</div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgu_K10MvSEXxZeQDnpaZehEP0WfIHxTgnotiyS_yrWYCdecUOsatFkniyzTPX0OJ2cKfLqiMAmbvYUf4-794ceimYhBkVxId5RmhFj9Xqd-uG-ht5pW8Pxem7AWqvzk84zfwyiv4jah7sl/s1600/guerra+de+guerrillas.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="220" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgu_K10MvSEXxZeQDnpaZehEP0WfIHxTgnotiyS_yrWYCdecUOsatFkniyzTPX0OJ2cKfLqiMAmbvYUf4-794ceimYhBkVxId5RmhFj9Xqd-uG-ht5pW8Pxem7AWqvzk84zfwyiv4jah7sl/s1600/guerra+de+guerrillas.jpg" width="320" /></a></div>
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<b>La guerra de guerrillas.</b></div>
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La cuestión de la acción guerrillera es de sumo interés para nuestro Partido y para las masas obreras. Ya nos hemos referido de paso a ella más de una vez, y ahora, tal como lo habíamos prometido, nos proponemos ofrecer una exposición más completa de nuestras ideas al respecto.</div>
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I</h4>
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Comencemos por el principio. ¿Cuáles son las exigencias fundamentales que todo marxista debe presentar para el análisis de la cuestión de las formas de lucha? En primer lugar, el marxismo se distingue de todas las formas primitivas del socialismo pues no liga el movimiento a una sola forma determinada de lucha. El marxismo admite las formas más diversas de lucha; además, no las "inventa", sino que generaliza, organiza y hace conscientes las formas de lucha de las clases revolucionarias que aparecen por sí mismas en el curso del movimiento. El marxismo, totalmente hostil a todas las fórmulas abstractas, a todas las recetas doctrinas, exige que se preste mucha atención a la lucha de masas en curso que, con el desarrollo del movimiento, el crecimiento de la conciencia de las masas y la agudización de las crisis económicas y políticas, engendra constantemente nuevos y cada vez más diversos métodos de defensa y ataque. Por esto, el marxismo no rechaza categóricamente ninguna forma de lucha El marxismo no se limita, en ningún caso, a las formas de lucha posibles y existentes sólo en un momento dado, admitiendo la aparición inevitable de formas de lucha nuevas, desconocidas de los militantes de un período dado, al cambiar la coyuntura social. El marxismo, en este sentido, aprende, si puede decirse así, de la práctica de las masas, lejos de pretender enseñar a las masas formas de lucha inventadas por "sistematizadores" de gabinete. Sabemos -- decía, por ejemplo, Kautsky, al examinar las formas de la revolución social -- que la próxima crisis nos traerá nuevas formas de lucha que no podemos prever ahora.</div>
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En segundo lugar, el marxismo exige que la cuestión de las formas de lucha sea enfocada históricamente. Plantear esta cuestión fuera de la situación histórica concreta significa no comprender el abecé del materialismo dialéctico. En los diversos momentos de la evolución económica, según las diferentes condiciones políticas, cultural-nacionales, costumbrales, etc., aparecen en primer plano distintas formas de lucha, y se convierten en las formas de lucha principales; y, en relación con esto, se modifican a su vez las formas de lucha secundarias, accesorias. Querer responder sí o no a propósito de un determinado procedimiento de lucha, sin examinar en detalle la situación concreta de un movimiento dado, la fase dada de su desenvolvimiento, significa abandonar completamente la posición del marxismo.</div>
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Estos son los dos principios teóricos fundamentales que deben guiarnos. La historia del marxismo en Europa Occidental nos suministra innumerables ejemplos que confirman lo dicho. La socialdemocracia europea considera, en el momento actual, el parlamentarismo y el movimiento sindical como las principales formas de lucha; en el pasado reconocía la insurrección y está plenamente dispuesta a reconocerla en el porvenir si la situación cambia, pese a la opinión de los liberales burgueses, como los kadetes<a href="http://www.marxismoeducar.cl/len04.htm#n1" name="1"><sup>1</sup></a> y los bezzaglavtsi<a href="http://www.marxismoeducar.cl/len04.htm#n2" name="2"><sup>2</sup></a> rusos. La socialdemocracia negaba la huelga general en la década del 70 como panacea social, como medio para derribar de golpe a la burguesía por la vía no política, pero admite plenamente la huelga política de masa (sobre todo, después de la experiencia rusa de 1905) como uno de los procedimientos de lucha, indispensable en ciertas condiciones. La socialdemocracia, que admitía la lucha de barricadas en la década del 40 del siglo XIX, y la rechazaba, basándose en datos concretos, a fines del siglo XIX, se ha declarado plenamente dispuesta a revisar esta última opinión y a reconocer la conveniencia de la lucha de barricadas después de la experiencia de Moscú, que ha iniciado según las palabras de Kautsky, una nueva táctica de las barricadas.</div>
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II</h4>
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Establecidos los principios generales del marxismo, pasemos a la revolución rusa. Recordemos el desarrollo histórico de las formas de lucha que ha hecho aparecer. Primero, las huelgas económicas de los obreros (1896-1900), después, las manifestaciones políticas de obreros y estudiantes (1901-1902), las revueltas campesinas (1902), el principio de las huelgas políticas de masas combinadas de diversos modos con las manifestaciones (Rostov 1902, las huelgas del verano de 1903, el 9 de enero de 1905), la huelga política en toda Rusia con casos locales de combates de barricadas (octubre de 1905), la lucha masiva de barricadas y la insurrección armada (diciembre de 1905), la lucha parlamentaria pacífica (abril-junio de 1906), los alzamientos militares parciales (junio de 1905-julio de 1906), las sublevaciones parciales de campesinos (otoño de 1905-otoño de 1906). Tal es el estado de cosas en el otoño de 1906, desde el punto de vista de las formas de lucha en general. La forma de lucha con que la autocracia "contesta" es el pogromo de las centurias negras, comenzando por el de Kishiniov en la primavera de 1903, y terminando por el de Siedlce en el otoño de 1906. Durante todo este período la organización de pogromos por las centurias negras y las matanzas de judíos, estudiantes, revolucionarios, obreros conscientes han ido constantemente en aumento y se han ido perfeccionando, uniéndose la violencia de la chusma sobornada a la violencia de las tropas centurionegristas, llegando hasta utilizar la artillería en aldeas y ciudades, en combinación con expediciones punitivas, trenes de represión, etc.</div>
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Tal es el fondo esencial del cuadro. Sobre este fondo se dibuja -- evidentemente como algo particular, secundario, accesorio -- el fenómeno a cuyo estudio y apreciación está consagrado el presente artículo. ¿En qué consiste este fenómeno? ¿Cuáles son sus formas? y ¿cuáles sus causas? ¿Cuándo surgió y hasta dónde se ha extendido? ¿Cuál su significación en la marcha general de la revolución? ¿Cuáles son sus relaciones con la lucha de la clase obrera, organizada y dirigida por la socialdemocracia? Estas son las cuestiones que debemos abordar ahora, después de haber bosquejado el fondo general del cuadro.</div>
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El fenómeno que nos interesa es la lucha armada. Sostienen esta lucha individuos aislados y pequeños grupos. Unos pertenecen a las organizaciones revolucionarias otros (la mayoría, en cierta parte de Rusia) no pertenecen a ninguna organización revolucionaria. La lucha armada persigue dos fines diferentes, que es preciso distinguir rigurosamente : en primer lugar, esta lucha se propone la ejecución de personas aisladas, de los jefes y subalternos de la policía y del ejército; en segundo lugar, la confiscación de fondos pertenecientes tanto al gobierno como a particulares. Parte de las sumas confiscadas va al partido, parte está consagrada especialmente al armamento y a la preparación de la insurrección, parte a la manutención de los que sostienen la lucha que caracterizamos. Las grandes expropiaciones (la del Cáucaso, de más de 200.000 rublos; la de Moscú, de 875.000 rubios) estaban destinadas precisamente a los partidos revolucionarios ante todo; las pequeñas expropiaciones sirven en primer lugar, e incluso a veces enteramente, al sostenimiento de los "expropiadores". Esta forma de lucha ha tomado un amplio desarrollo y extensión, indudablemente, tan sólo en 1906, es decir, después de la insurrección de diciembre. La agudización de la crisis política hasta llegar a la lucha armada y, sobre todo, la agravación de la miseria, del hambre y del paro en las aldeas y en las ciudades han desempeñado un importante papel entre las causas que han originado la lucha de que tratamos. El mundo de los vagabundos, el "lumpenproletariat" y los grupos anarquistas han adoptado esta forma de lucha como la forma principal y hasta exclusiva de lucha social. Como forma de lucha empleada en "respuesta" por la autocracia, hay que considerar: el estado de guerra, la movilización de nuevas tropas, los pogromos de las centurias negras (Siedlce) y los consejos de guerra.</div>
<h4 style="text-align: center;">
III</h4>
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El juicio habitual sobre la lucha que estamos describiendo, se reduce a lo siguiente: esto es anarquismo, blanquismo, el antiguo terrorismo, actos de individuos aislados de las masas que desmoralizan a los obreros, que apartan de ellos a los amplios círculos de la población, desorganizan el movimiento y perjudican a la revolución. En los hechos comunicados todos los días por los periódicos se encuentran, sin dificultad, ejemplos para confirmar este juicio.</div>
<div style="text-align: justify;">
Pero ¿son convincentes estos ejemplos? Para comprobarlo tomemos el hogar en que esta forma de lucha está más desarrollada: la región de Letonia. He aquí en qué términos se lamenta Nóvoie Vremia<a href="http://www.marxismoeducar.cl/len04.htm#n3" name="3"><sup>3</sup></a> (del 9 y del 12 de septiembre), de la actividad de la socialdemocracia letona. El Partido Obrero Socialdemócrata Letón (sección del POSDR) publica regularmente 30.000 ejemplares de su periódico; en las columnas de anuncios de éste se publican listas de confidentes cuya supresión constituye un deber para cada hombre honrado; los que ayudan a la policía son declarados "enemigos de la revolución" y deben ser ejecutados, y, además, confiscados sus bienes; se llama a la población a no dar dinero para el Partido Socialdemócrata más que contra recibo sellado; en la última rendición de cuentas del Partido figuran, entre los 48.000 rublos de ingreso del año, 5.600 rublos de la sección de Libava para la compra de armas, procurados mediante expropiaciones. Como es natural, Nóvoie Vremia lanza rayos y centellas contra esta "legislación revolucionaria", contra este "gobierno de terror".</div>
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Nadie se atreverá a calificar de anarquismo, de blanquismo, de terrorismo, estas acciones de los socialdemócratas letones. Pero, ¿por qué? Porque en este caso es evidente la relación de la nueva forma de lucha con la insurrección que estalló en diciembre y que madura de nuevo. En lo que concierne a toda Rusia, esta relación no es tan perceptible, pero existe. La extensión de la lucha de "guerrillas", precisamente después de diciembre, su relación con la agravación de la crisis no sólo económica, sino también política, son innegables. El viejo terrorismo ruso era obra del intelectual conspirador; ahora, la lucha de guerrillas la mantiene, por regla general, el obrero combatiente o simplemente el obrero sin trabajo. Blanquismo y anarquismo se les ocurren fácilmente a gentes que gustan de los clichés, pero en la atmósfera de insurrección, que de un modo tan evidente existe en la región de Letonia, es indudable que estas etiquetas aprendidas de memoria no tienen ningún valor.</div>
<div style="text-align: justify;">
El ejemplo de los letones demuestra perfectamente que el método, tan común entre nosotros, de analizar la guerra de guerrillas al margen de las condiciones de una insurrección, es incorrecto, anticientífico y antihistórico. Hay que tener en cuenta esta atmósfera insurreccional, reflexionar sobre las particularidades del período transitorio entre los grandes actos de la insurrección, comprender qué formas de lucha surgen necesariamente como consecuencia de ello y no salir del paso con un surtido de palabras aprendidas de memoria, que son empleadas lo mismo por los kadetes y por la gente de Nóvoie Vremia : ¡anarquismo, pillaje, rufianismo!</div>
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Las operaciones de guerrillas, se dice, desorganizan nuestro trabajo. Apliquemos este razonamiento a la situación creada después de diciembre de 1905, a la época de los pogromos de las centurias negras y de la ley marcial. ¿Qué es lo que desorganiza más el movimiento en dicha época: la falta de resistencia o bien la lucha organizada de los guerrilleros? Comparad la Rusia Central con sus confines del Oeste, con Polonia y la región de Letonia. La lucha de guerrillas ha adquirido indudablemente mucha más difusión y desarrollo en esos confines occidentales. Y es no menos innegable que el movimiento revolucionario en general y el movimiento socialdemócrata en particular, están más desorgenizados en la Rusia Central que en las regiones del Oeste. Evidentemente, ni siquiera se nos ocurre la idea de deducir que si los movimientos socialdemócratas polaco y letón están menos desorganizados es gracias a la guerra de guerrillas. No. La única conclusión que se desprende de ello es que no puede imputarse a la guerra de guerrillas el estado de desorganización del movimiento obrero socialdemócrata en la Rusia de 1906.</div>
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Se invocan frecuentemente las particularidades de las condiciones nacionales, lo cual revela manifiestamente la debilidad de la argumentación corriente. Si se trata de las condiciones nacionales, es que no se trata de anarquismo, de blanquismo, de terrorismo -- pecados comunes a toda Rusia e incluso específicamente rusos --, sino de algo diferente. ¡Analizad este algo diferente de un modo concreto, señores! Veréis entonces que la opresión o el antagonismo nacionales no explican nada, pues siempre han existido en los confines occidentales, mientras que la lucha de guerrillas ha sido engendrada solamente por el período histórico actual. Hay muchos sitios en que existen la opresión y el antagonismo nacionales, pero no la lucha de guerrillas, que se desarrolla a veces sin que se dé la opresión nacional. Un análisis concreto de la cuestión muestra que no es del yugo nacional de lo que se trata, sino de las condiciones de la insurrección. La lucha de guerrillas es una forma inevitable de lucha en un momento en que el movimiento de masas ha llegado ya realmente a la insurrección y en que se producen intervalos más o menos considerables entre "grandes batallas" de la guerra civil.</div>
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No son las acciones de guerrillas las que desorganizan el movimiento, sino la debilidad del Partido, que no sabe tomar en sus manos tales acciones. Por eso, entre nosotros, los rusos, los anatemas lanzados habitualmente contra las acciones de guerrillas, coinciden con acciones de guerrillas clandestinas, accidentales, no organizadas, que realmente desorganizan al Partido. Incapaces de comprender cuáles son las condiciones históricas que engendran esta lucha, somos igualmente incapaces de contrarrestar sus aspectos perjudiciales. La lucha no por eso deja de continuarse, pues la provocan potentes factores económicos y políticos. No tenemos fuerza para suprimir estos factorcs ni esta lucha. Nuestras quejas contra la lucha de guerrillas son quejas contra la debilidad de nuestro Partido en materia de insurrección.</div>
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Lo que hemos dicho de la desorganización se aplica también a la desmoralización. No es la guerra de guerrillas lo que desmoraliza, sino el carácter inorganizado, desordenado, sin partido de las acciones de guerrillas. De esta evidentísima desmoralización no nos salvaremos ni un ápice condenando o maldiciendo las acciones de guerrillas; pues estas condenaciones y maldiciones son absolutamente impotentes para detener un fenómeno provocado por causas económicas y políticas profundas. Se nos objetará que si somos incapaces de detener un fenómeno anormal y desmoralizador, esto no es razón para que el Partido adopte procedimientos de lucha anormales y desmoralizadores. Pero tal objeción sería puramente liberal-burguesa y no marxista, pues un marxista no puede considerar en general anormales y desmoralizadoras la guerra civil o la guerra de guerrillas, como una de sus formas. Un marxista se basa en la lucha de clases y no en la paz social. En ciertos períodos de crisis económicas y políticas agudas, la lucha de clases, al desenvolverse, se transforma en guerra civil abierta, es decir, en lucha armada entre dos partes del pueblo. En tales períodos, el marxista está obligado a tomar posición por la guerra civil. Toda condenación moral de ésta es completamente inadmisible desde el punto de vista del marxismo.</div>
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En una época de guerra civil, el ideal del Partido del proletariado es un partido de combate. Esto es absolutamente incontrovertible. Estamos completamente dispuestos a conceder que, desde el punto de vista de la guerra civil se puede demostrar, y se demuestra, la inconveniencia de unas u otras formas de guerra civil en uno u otro momento. Admitimos plenamente la crítica de las diversas formas de guerra civil desde el punto de vista de la conveniencia militar y estamos incondicionalmente de acuerdo en que, en esta cuestión, el voto decisivo corresponde a los militantes activos socialdemócratas de cada localidad. Pero, en nombre de los principios del marxismo, exigimos absolutamente que nadie intente sustraerse al análisis de las condiciones de la guerra civil con frases triviales y rutinarias sobre el anarquismo, el blanquismo y el terrorismo; que no se haga de los procedimientos insensatos empleadGs en la guerra de guerrillas en un cierto momento por cierta organización del Partido Socialista Polaco, un espantajo en la cuestión de la participación de la socialdemocracia en la guerra de guerrillas en general.</div>
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El argumento de que la guerra de guerrillas desorganiza el movimiento debe ser apreciado de manera crítica. Toda forma nueva de lucha, que trae aparejada consigo nuevos peligros y nuevos sacrificios, "desorganiza", indefectiblemente, las organizaciones no preparadas para esta nueva forma de lucha. Nuestros antiguos círculos de propagandistas se desorganizaron al recurrir a los métodos de agitación. Nuestros comités se desorganizaron al recurrir a las demostraciones. En toda guerra, cualquier operación lleva un cierto desorden a las filas de los combatientes. De esto no puede deducirse que no hay que combatir. De esto es preciso deducir que hay que aprender a combatir. Y nada más.</div>
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Cuando veo a socialdemócratas que declaran arrogante y presuntuosamente: nosotros no somos anarquistas, ni ladrones, ni bandidos; estamos por encima de todo eso, rechazamos la guerra de guerrillas, me pregunto: ¿comprenden esas gentes lo que dicen? En todo el país se libran encuentros armados y choques entre el gobierno centurionegrista y la población. Es un fenómeno absolutamente inevitable en la fase actual de desarrollo de la revolución. Espontáneamente, sin organización -- y, precisamente por eso, en formas a menudo poco afortunadas y malas --, la población reacciona también mediante colisiones y ataques armados. Estoy de acuerdo en que, a causa de la debilidad o de la falta de preparación de nuestra organización, podemos renunciar, en una localidad y en un momento dado, a colocar esta lucha espontánea bajo la dirección del Partido. Estoy de acuerdo en que esta cuestión debe ser resuelta por los militantes locales activos, en que no es cosa fácil reajustar el trabajo de organizaciones débiles y no preparadas. Pero cuando veo que un teórico o que un publicista de la socialdemocracia, no lamenta esta falta de preparación, sino que repite con orgullosa suficiencia y entusiasmo narcisista las frases aprendidas en su primera juventud sobre el anarquismo, el blanquismo y el terrorismo, me causa una gran pena el ver rebajar así la doctrina más revolucionaria del mundo.</div>
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Se dice que la guerra de guerrillas aproxima al proletariado consciente a la categoría de los vagabundos borrachines y degradados. Es cierto. Pero de esto sólo se desprende que el partido del proletariado no puede nunca considerar la guerra de guerrillas como el único, ni siquiera como el principal procedimiento de lucha; que este procedimiento debe estar subordinado a los otros, debe ser proporcionado a los procedimientos esenciales de lucha, ennoblecido por la influencia educadora y organizadora del socialismo. Sin esta última condición, todos, absolutamente todos los procedimientos de lucha, en la sociedad burguesa, aproximan al proletariado a las diversas capas no proletarias, situadas por encima o por debajo de él, y, abandonados al curso espontáneo de los acontecimientos, se desgastan, se pervierten, se prostituyen. Las huelgas, abandonadas al censo espontáneo de los acontecimientos, degeneran en Alliances, en acuerdos entre obreros y patronos contra los consumidores. El parlamento degenera en un burdel, donde una banda de politicastros burgueses comercia al por mayor y al por menor con la "libertad popular", el "liberalismo", la "democracia", el republicanismo, el anticlericalismo, el socialismo y demás mercancías de fácil colocación. La prensa se transforma en alcahueta barata, en instrumento de corrupción de las masas, de adulación grosera de los bajos instintos de la muchedumbre, etc., etc. La socialdemocracia no conoce procedimientos de lucha universales que separen al proletariado con una muralla china de las capas situadas un poco más arriba o un poco más abajo de él. La socialdemocracia emplea, en diversas épocas, diversos procedimientos, rodeando siempre su aplicación de condiciones ideológicas y de organización rigurosamente determinadas<a href="http://www.marxismoeducar.cl/len04.htm#n*" name="*">*</a>.</div>
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IV</h4>
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Las formas de lucha de la revolución rusa, comparadas con las revoluciones burguesas de Europa, se distinguen por su extraordinaria variedad. Kautsky lo había previsto en parte cuando decía en 1902 que la futura revolución (tal vez con excepción de Rusia, añadía) sería no tanto una lucha del pueblo contra el gobierno, como una lucha entre dos partes del pueblo. En Rusia vemos que esta segunda lucha toma indudablemente un desarrollo más extenso que en las revoluciones burguesas de Occidente. Los enemigos de nuestra revolución son poco numerosos entre el pueblo, pero se organizan más y más a medida que la lucha se agudiza y reciben apoyo de las capas reaccionarias de la burguesía. Es, pues, completamente natural e inevitable que en una época semejante, en una época de huelgas políticas en escala nacional, la insurrección no puede adoptar la antigua forma de actos aislados, limitados a un lapso de tiempo muy breve y a una zona muy reducida. Es completamente natural e inevitable que la insurrección tome formas más elevadas y complejas de una guerra civil prolongada y que abarca a todo el país, es decir, de una lucha armada entre dos partes del pueblo. Semejante guerra no puede concebirse más que como una serie de pocas grandes batallas, separadas unas de otras por intervalos relativamente considerables y una gran cantidad de pequeños encuentros librados durante estos intervalos. Si esto es así -- y lo es sin duda --, la socialdemocracia debe sin falta plantearse la tarea de constituir organizaciones que sean lo más aptas posibles para dirigir a las masas en estas grandes batallas y, en lo posible, en estos pequeños encuentros. La socialdemocracia debe proponerse, en la época en que la lucha de clases se agudiza hasta llegar a la guerra civil, no solamente tomar parte en esta guerra civil, sino también desempeñar la función dirigente en ella. La socialdemocracia debe educar y preparar a sus organizaciones para que realmente sean capaces de actuar como una parte beligerante, no dejando pasar ninguna ocasión de asestar un golpe a las fuerzas del adversario.</div>
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Esta es -- no es posible negarlo -- una tarea difícil, que no se puede resolver de golpe. Lo mismo que todo el pueblo se reeduca y se instruye en la lucha en el curso de la guerra civil, nuestras organizaciones deben ser educadas, deben ser reorganizadas sobre la base de lo que enseña la experiencia, a fin de estar a la altura de su misión.</div>
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No tenemos la menor pretensión de imponer a los militantes activos una forma de lucha cualquiera inventada por nosotros, ni siquiera resolver, desde nuestro gabinete, la cuestión del papel que una u otra forma de guerra de guerrillas puede desempeñar en el curso general de la guerra civil en Rusia. Lejos de nosotros la idea de ver en la apreciación concreta hecha de una u otra acción de guerrillas una cuestión de tendencia en la socialdemocracia. Pero consideramos que constituye para nosotros un deber contribuir en la medida de nuestras fuerzas a la justa apreciación teórica de las formas nuevas de lucha que la vida hace aparecer; que debemos combatir sin cuartel la rutina y los prejuicios que impiden a los obreros conscientes plantear como conviene esta nueva y difícil cuestión y abordar como es debido su solución.</div>
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<a href="http://www.marxismoeducar.cl/len04.htm#*" name="n*">*</a> Se acusa frecuentemente a los socialdemócratas bolcheviques de asumir una actitud irreflexiva y parcial frente a las acciones de guerrillas. Por esto no será superfluo recordar que en el proyecto de resolución sobre las acciones de guerrillas (Nƒ 2 de <em>Partinie Izvestia</em><a href="http://www.marxismoeducar.cl/len04.htm#n4" name="4"><sup>4</sup></a> e informe de Lenin acerca del Congreso<a href="http://www.marxismoeducar.cl/len04.htm#n5" name="5"><sup>5</sup></a>) el sector de bolcheviques que las defiende ha puesto las condiciones siguientes para su aprobación: no son toleradas en absoluto las "expropiaciones" de bienes privados; las "expropiaciones" de bienes del Estado no son recomendadas; sólo son toleradas a condición de que se hagan bajo el control del Partido y de que los recursos sean destinados a las necesidades de la insurrección. Las acciones de guerrillas que revisten la forma de actos terroristas son recomendadas contra los opresores gubernamentales y los elementos activos de las "centurias negras", pero con las condiciones siguientes: 1) tener en cuenta el estado de ánimo de las grandes masas; 2) tomar en consideración las condiciones del movimiento obrero local; 3) preocuparse de no gastar inútilmente las fuerzas del proletariado. La diferencia práctica entre este proyecto y la resolución adoptada en el Congreso de Unificación<a href="http://www.marxismoeducar.cl/len04.htm#n6" name="6"><sup>6</sup></a> consiste, exclusivamente, en que las "expropiaciones" de bienes del Estado no han sido admitidas.</div>
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NOTAS</h2>
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<a href="http://www.marxismoeducar.cl/len04.htm#1" name="n1">1</a> Kadetes ("Los demócratas constitucionalistas"): principal partido burgués de Rusia; partido de la burguesía monárquica liberal, se constituyó en octubre de 1905. Su lider fue P. Miliukov. Encubriéndose con falsas apariencias de democratismo, se llamaron a sí mismo el partido de la "libertad del pueblo", se esforzaban por atraer a su lado a los campesinos. Aspiraban a conservar el zarismo como una monarquía constitucional. Más tarde, el partido constitucional demócrata se convirtió en un partido burgués del imperialismo. Después de la victoria de la Revolución Socialista de Octubre, los kadetes organizaron complots y sublevaciones contrarrevolucionarias para derrocar la República Soviética.</div>
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<a href="http://www.marxismoeducar.cl/len04.htm#2" name="n2">2</a> Bezzaglavtsi : organizadores y colaboradores de la revista <em>Bez Zaglavia</em> ("Sin Titulo"), editada en Petersburgo en 1906 por S. N. Prokopóvich, E. D. Kuskova, V. I. Bogucharski y otros. Los Bezzglavtsi se declaraban abiertamente partidarios del revisionismo, apoyaban a los mencheviques y liberales, y actuaban contra la política independiente del proletariado. Lenin llamó a los Bezzaglavtsi kadetes tipo menchevique, o sea, mencheviques tipo kadete.</div>
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<a href="http://www.marxismoeducar.cl/len04.htm#3" name="n3">3</a> <em>Nóvoie Vremia</em> ("Tiempos Nuevos"): diario que se publicó en Petersburgo desde 1868 hasta 1917. Primero fue liberal moderado, y desde 1876, se trasformó en vocero de los circulos reaccionarios de la nobleza y la burocracia, luchó no solamente contra el movimiento revolucionario, sino también contra el de la burguesía liberal. A partir de 1905 se convirtió en órgano de los centurionegristas. Lenin lo llamaba "modelo de periódico venal". Después de la Revolución Democrático burguesa de Febrero apoyó sin reservas la politica contrarrevolucionaria del gobierno provisional burgués y desató una furiosa campaña contra los bolcheviques. Fue clausurado el 8 de noviembre de 1917 por el Comité Militar Revolucionario adjunto al Soviet de Petrogrado.</div>
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<a href="http://www.marxismoeducar.cl/len04.htm#4" name="n4">4</a> <em>Partinie Izvestia</em> ("Noticias del Partido"): periódico clandestino del CC Unificado del POSDR, se publicó en Petersburgo en visperas del IV Congreso (de Unificación) del Partido. Sólo aparecieron dos números: el 20 de febrero y el 2 de abril de 1906. La redacción estaba integrada por los redactores del periódico bolchevique (<em>Proletari</em>) y por igual número de redactores de la nueva Iskra menchevique. Representaban a los bolcheviques Lenin, Lunacharski y otros.</div>
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En Partinie Izvestia se incluyeron dos articulos de Lenin: "La situación actual en Rusia y la táctica del partido obrero " y "La revolución rusa y las tareas del proletariado ", con la firma Bolchevique. (V. I. Lenin, <em>Obras Completas</em>, t. X.) Después del Congreso, Partinie Izvestia dejó de aparecer.</div>
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<a href="http://www.marxismoeducar.cl/len04.htm#5" name="n5">5</a> Se alude al "Informe sobre el Congreio de Unificación del POSDR" -- Carta a los obreros de Petersburgo. (V. I. Lenin, <em>Obras Completas</em>, t. X.)</div>
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<a href="http://www.marxismoeducar.cl/len04.htm#6" name="n6">6</a> El IV Congreso (de Unificación) del POSDR se realizo en Estocolmo entre el 23 de abril y 8 de mayo de 1906.</div>
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Asistieron al Congreso 112 delegados con derecho a voto, en representacion de 57 organizaciones locales del POSDR, y 22 delegados con voz pero sin voto. Las organizaciones nacionales también estuvieron representadas: tres delegados por la socialdemocracia de Polonia y Lituania, tres por el Bund, tres por el partido obrero socialdemócrata de Letonia, un delegado del Partido Obrero Socialdemócrata de Ucrania y uno del Partido Obrero de Finlandia. Además, asistió un representante del Partido Obrero Socialdemócrata de Bulgaria. De los delegados, 46 eran bolcheviques y 62 mencheviques. El Congreso analizó los siguientes principales problemas: problema agrario; apreciación de la situación actual y de las tareas de clase del proletariado; la actitud hacia la Duma del Estado; problema organizativo. La discusión de cada problema provocaba áspera lucha entre bolcheviques y mencheviques. Lenin presentó informes e intervino acerca del problema agrario, de la situación en ese momento, de la táctica respecto a la elección en la Duma, la insurrección armada y otros problemas.</div>
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La superioridad numérica de los mencheviques, aunque mezquina, determinó el carácter de las resoluciones: con respecto a muchos problemas el Congreso tomó resoluciones mencheviques (resoluciones sobre el problema agrario, la actitud hacia la Duma, etc.). En lo que se refiere a los estatutos, el Congreso adoptó la formulación de Lenin para el articulo 1. Se aprobó una resolución sobre la unificación con la socialdemocracia de Polonia y de Lituania y con el Partido Obrero Socialdemócrata de Letonia, que se incorporaron al POSDR como organizaciones territoriales. Asimismo el Congreso prejuzgó la cuestión de Bund de formar parte de POSDR.</div>
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Integraban el Comité Central, elegido en el Congreso, tres bolcheviques y siete mencheviques. La Redacción del Organo Central estaba compuesta sólo por mencheviques.</div>
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El análisis detallado de la labor del Congreso aparece en el artículo "Informe sobre el Congreso de Unificación del POSDR". (V. I. Lenin, <em>Obras Completes</em>, t. X.) "El momento actual y el Congreso de Unificación del Partido Obrero" y "Prólogo del autor al primer tomo". (J. Stalin, <em>Obras</em>, t. I.)</div>
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LRhttp://www.blogger.com/profile/10903104379487600553noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-821994594593420177.post-67720706588348298552014-07-12T18:46:00.000-02:002016-02-29T19:19:15.111-02:00Lenin y la lucha armada (XVII)<div style="text-align: justify;">
En el texto que envío Lenin hace un balance de la insurrección de diciembre de 1905 y plantea la necesidad de una política de confrontación con el ejército, como una forma de hacer vacilar a las tropas para que éstas se pasen del lado del pueblo.</div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhMDlGsjHJegF134rbKCIYCdKLIoeqMv4F73Ymr4q8DfENYaYRrd38v8YJq6wvGyEkZ6_QuvcBWCdlDLBP84B1vtIKWtayLJ2DTFHx1mKBqsx0pnRgfdGHwN-mT6NdAYn1RZ4HYU6zTy7kO/s1600/manifestacion+zar.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="218" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhMDlGsjHJegF134rbKCIYCdKLIoeqMv4F73Ymr4q8DfENYaYRrd38v8YJq6wvGyEkZ6_QuvcBWCdlDLBP84B1vtIKWtayLJ2DTFHx1mKBqsx0pnRgfdGHwN-mT6NdAYn1RZ4HYU6zTy7kO/s1600/manifestacion+zar.jpg" width="320" /></a></div>
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<b>Las enseñanzas de la insurrección de Moscú.</b></div>
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El libro titulado <i>Moscú en diciembre de 1905</i> (Moscú, 1906) no podía haber sido más oportuno. Asimilar las enseñanzas de la insurrección de diciembre es una tarea urgente para el partido obrero. Lamentablemente, este libro es como una barricada de mil con una cucharada de brea: el material es interesantísimo, a pesar de ser incompleto; en cambio, las conclusiones son increíblemente descuidadas, increíblemente triviales. De ellas trataremos otra vez; ahora abordaremos la cuestión política de palpitante actualidad: las enseñanzas de la insurrección de Moscú.</div>
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Las formas principales del movimiento de diciembre en Moscú fueron las huelgas y las manifestaciones pacíficas. La inmensa mayoría de los obreros sólo participó activamente en estas formas de lucha. Pero la propia acción de diciembre en Moscú demostró palpablemente que la huelga general, como forma independiente y principal de lucha, ha caducado; que el movimiento, con espontánea e irresistible pujanza, desborda este marcho estrecho y engendra la forma más alta de lucha: la insurrección.</div>
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Todos los partidos revolucionarios, todos los sindicatos de Moscú, al declarar la huelga, sabían e incluso intuían que se transformaría inevitablemente en insurrecciones. El 6 de diciembre, el Soviet de Diputados obreros decidió "esforzarse por transformar la huelga en insurrección armada". Pero, en realidad, ninguna de las organizaciones estaba preparada para ello; hata el "Consejo de coalición de los grupos de combate" (1) hablaba (¡el 9 de diciembre!) de una insurrección como de algo remoto, y es evidente que no tuvo participación o control en la lucha callejera que se desarrolló. Las organizaciones <i>habían quedado a la zaga</i> del ascenso y el alcance del movimiento.</div>
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La huelga se transformaba en insurrección, ante todo, bajo la presión de las condiciones objetivas creadas después de octubre. Ya no era posible sorprender al gobierno por medio de una huelga general: éste había organizado las fuerzas de la contrarrevolución y éstas estaban preparadas para actuar militarmente. Tanto el curso general de la revolución rusa después de octubre, como la sucesión de los acontecimientos de Moscú en las jornadas de diciembre, son una asombrosa confirmación de una de las profundas tesis de Marx: la revolución, al avanzar, engendra una contrarrevolución fuerte y unida; en otros términos, obliga al enemigo a recurrir a medidas de defensa cada vez más extremas y, por lo mismo, crea medios de ataque cada vez más poderosos.</div>
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Días 7 y 8 de diciembre: huelga pacífica, manifestaciones pacíficas de masas. Día 8 por la noche: sitio del Acuario. El 9 de la mañana: los dragones cargan contra la muchedumbre en la plaza de Strástnaia. Por la noche, asalto al edificio Fídler. Los ánimos se caldean. La muchedumbre de la calle, no organizada, de modo completamente espontáneo y con vacilaciones levanta las primeras barricadas. El 10, la artillería abre fuego contra las barricadas y contra la multitud en las calles. Las barricadas son levantadas ahora deliberadamente y no en casos aislados, sino en gran cantidad. Toda la población está en la calle; los principales centros de la ciudad se cubren de una red de barricadas. Durante varios días se libra una persistente lucha de guerrillas entre las unidades voluntarias de combate y las tropas, lucha que extenúa a éstas y obliga a Dubásov a implorar refuerzos. Solamente el 15 de diciembre la superioridad de las fuerzas gubernamentales es total, y el 17 el regimiento Semiónovski arrasa la barriada de Presnie, último baluarte de la insurrección.</div>
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De la huelga y de las demostraciones a las barricadas aisladas. De las barricadas aisladas a las barricadas levantadas en masa y a la lucha en las calles contra las tropas. Pasando por encima de las organizaciones, la lucha proletaria de masas transformó la huelga en insurrección. Ésta es la más grande conquista histórica de la revolución rusa, alcanzada en diciembre de 1905, y, como todas las que la precedieron, lograda a costa de inmensos sacrificios. El movimiento se elevó de la huelga política general a una etapa superior. Obligó a la reacción a ir <i>hasta el límite </i>en su resistencia y aproximó así, en proporciones gigantescas, el momento en que la revolución llegará también hasta el límite en el empleo de los medios de ataque. La reacción <i>no puede</i> ir más allá del bombardeo de la artillería contra las barricadas, los edificios y la muchedumbre. Pero la revolución puede ir mucho más lejos que las unidades voluntarias de combate, mucho, muchísimo más lejos en amplitud y profundidad. Y la revolución ha avanzado mucho desde diciembre. La base de la crisis revolucionaria se ha vuelto infinitamente más amplia; ahora hay que aguzar más el filo del arma.</div>
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El proletariado sintió antes que sus dirigentes el cambio en las condiciones objetivas de la lucha y la necesidad de pasar de la huelga a la insurrección. Como siempre sucede, la práctica precedió a la teoría. La huelga pacífica y las demostraciones dejaron de satisfacer en seguida a los obreros, que se preguntaban: qué hacer después?, y exigían acciones más resueltas. La indicación de levantar barricadas llegó a las barriadas con enorme retraso, cuando ya se levantaban en el centro de la ciudad. Los obreros en masa se pusieron a levantarlas, pero <i>esto tampoco los satisfacía</i>; querían saber: ¿qué hacer después?, y exigían medidas activas. Nosotros, dirigentes del proletariado socialdemócrata, nos comportamos en diciembre como aquel jefe militar que tenía dispuestas sus tropas de un modo tan absurdo que la mayor parte de ellas no participaban activamente de la batalla. Las masas obreras exigían instrucciones para realizar acciones resueltas y no las recibían.</div>
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Así, pues, nada podía ser menos perspicaz que la opinión de Plejánov, que hacen suya todos los oportunistas, de que la huelga era inoportuna y no debía haberse iniciado, que "no se debió empuñar las armas". Por el contrario, se debió empuñarlas más decididamente, con mayor energía y combatividad; se debió explicar a las masas que era imposible limitarse a una huelga pacífica y que una lucha armada intrépida e implacable era necesaria. Y hoy debemos, al fin, reconocer abiertamente la insuficiencia de las huelgas políticas; debemos llevar a cabo la más amplia agitación entre las masas en favor de la insurrección armada, sin tratar de oscurecer esta cuestión con frases sobre "etapas preliminares" ni de ocultarla en forma alguna. Ocultar a las masas la necesidad de una guerra de exterminio encarnizada, sangrienta, como tarea inmediata de la acción revolucionaria que se avecina, sería engañarnos y engañar al pueblo.</div>
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Tal es la primera enseñanza de los acontecimientos de diciembre. La segunda se refiere al carácter de la insurrección, a la manera de realizarla, a las condiciones que determinan que las tropas se pasen al lado del pueblo. Sobre esto último, se halla muy difundida en el ala derecha de nuestro partido una opinión extremadamente unilateral. Es imposible, se dice, luchar contra un ejército moderno; es preciso que éste se haga revolucionario. Como es natural, si la revolución no adquiere un carácter de masas y no influye en las tropas, no puede hablarse de una lucha seria. De suyo se comprende la necesidad de un trabajo entre las ropas. Pero no podemos figurarnos que se pasarán a nuestro lado de golpe, como resultado de la labor de persuasión o de sus propias convicciones. La insurrección de Moscú demuestra vivamente lo que hay de rutinario y de inerte en esta concepción. En realidad, la vacilación de las tropas, fenómeno inevitable en todo movimiento auténticamente popular, conduce, al agudizarse la lucha revolucionaria, a una verdadera <i>lucha por las tropas.</i> La insurrección de Moscú es precisamente un ejemplo de la lucha encarnizada, furiosa, por las tropas, entre la reacción y la revolución. El propio Dubásov declaró que sólo 5.000 hombres, de los 15.000 de la guarnición de Moscú, eran seguros. El gobierno contenía a las vacilaciones recurriendo a las medidas más diversas y desesperadas: les dirigía exhortaciones, los adulaba, los sobornaba, les regalaba relojes, dinero, etc., los emborrachaba con vodka, les mentía, los amenazaba, los confinaba en los cuarteles y los desarmaba, y a los que eran considerados más inseguros se los destituía por traición y violencia. Y hay que tener el valor de reconocer de manera franca y sin reservas que, en este aspecto, quedamos a la zaga del gobierno. No supimos utilizar las fuerzas de que disponíamos para sostener una lucha tan activa y audaz, con tanto espíritu de iniciativa y de ofensiva para atraer a las tropas vacilantes como la que el gobierno emprendió y en la que triunfó. Nos hemos dedicado y nos dedicaremos con mayor tenacidad a la tarea de "conquistar" ideológicamente a las tropas; pero no pasaríamos de ser unos lamentables pedantes, si olvidáramos que en un período de insurrección se necesita también librar una lucha física por atraer a las tropas.</div>
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Durante las jornadas de diciembre, el proletariado de Moscú nos brindó admirables enseñanzas acerca de cómo "conquistar" ideológicamente a las tropas; por ejemplo, el 8 de diciembre, en la plaza Strástnaia, cuando la muchedumbre rodeó a los cosacos, se mezcló y confraternizó con ellos y los convenció de que volviesen atrás. O el 10 de, en la barriada de Presnia, cuando dos jóvenes obreras, que portaban una bandera roja entre una multitud de 10.000 personas, salieron al paso de los cosacos gritando: "¡Mátennos! ¡Mientras nos quede vida, no entregaremos la bandera!". Y los cosacos, llenos de confusión, se alejaron al galope, mientras la muchedumbre gritaba: "¡Vivan los cosacos!". Estos ejemplos de arrojo y heroísmo deben quedar grabados para siempre en la memoria del proletariado.</div>
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Pero veamos ahora algunos ejemplos de cómo quedamos a la zaga de Dubásov. El 9 de diciembre, marchan soldados por la calle Bolshaia Serpujóvskaia, cantando <i>La Marsellesa</i>: van a unirse a los insurrectos. Los obreros envían delegados para recibirlos. El propio Malájov galopa desesperadamente hacia ellos. Los obreros llegan demasiado tarde; Malájov los alcanza primero, pronuncia un discurso inflamado, consigue que los soldados titubeen, después de lo cual los cerca con los dragones, los conduce al cuartel y allí los encierra. Malájov llegó a tiempo y nosotros no, a pesar de que en dos días, respondiendo a nuestro llamamiento, se alzaron 150.000 hombres, que habrían podido y debido organizar el patrullaje en las calles. Malájov cercó a los soldados con los dragones, mientras que nosotros no cercamos a los Malájov con obreros provistos de bombas. Habríamos podido y debido hacerlo; tiempo atrás, la prensa socialdemócrata (la vieja <i>Iskra</i>) señalaba que, durante una insurrección, es nuestro deber exterminar sin piedad a los jefes civiles y militares. Por lo visto, lo ocurrido en la calle Bolshaia Serpujóvkaia se repitió en sus aspectos generales ante los cuales Nesvezh y Krutitski, y también cuando el proletariado intentó "relevar" al regimiento de Ekaterinoslav, y cuando se enviaron delegados a los zapadores de Alexándrov, y cuando hicieron volver a la artillería de Rostov que marchaba contra Moscú, y cuando desarmaron a los zapadores de Kolomna, y así sucesivamente. En el momento de la insurrección, demostramos no estar a la altura de nuestro deber en la lucha por atraer a las tropas vacilantes.</div>
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Los acontecimientos de diciembre confirmaron otra profunda tesis de Marx, olvidada por los oportunistas: la insurrección es un arte, cuya regla principal es la <i>ofensiva</i> encarnizadamente audaz, implacablemente decidida. No hemos asimilado de manera suficiente esta verdad. Nosotros mismos no hemos estudiado ni enseñado a las masas de manera suficiente este arte, esta regla de la ofensiva a toda costa. Ahora, debemos corregir con toda energía ese descuido. No basta tomar partido en cuanto a las consignas políticas: es preciso tomarlo con respecto a la insurrección armada. Quien esté contra ella, quien no se prepare para ella, debe ser arrojado sin piedad de las filas de los partidarios de la revolución, debe ser arrojado al campo de los enemigos, de los traidores o de los cobardes, pues se acerca el día en que el peso de los acontecimientos y las condiciones de la lucha nos obligarán a distinguir amigos y enemigos según este principio. No debemos predicar la pasividad ni la simple "espera" del momento en que las tropas "se pasen" a nuestro lado. ¡No! Debemos proclamar a los cuatro vientos la necesidad de una ofensiva audaz y de un ataque armado, la necesidad de exterminar en tales momentos a quienes estén al mando del enemigo y de librar la lucha más enérgica por las tropas vacilantes.</div>
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La tercera gran enseñanza que nos ha aportado Moscú se refiere a la táctica y a la organización de las fuerzas para la insurrección. La táctica militar depende del nivel de la técnica militar, sencilla verdad que Engels demostró y se esforzó por llevar a la compresión de todos los marxistas. La técnica militar no es hoy la misma que a mediados del siglo XIX. Sería una necedad luchar contra la artillería en montón y defender las barricadas a tiros de revólver. Kautsky tenía razón al escribir que ya es hora, después de Moscú, de revisar las conclusiones de Engels, y que Moscú ha hecho surgir una "<i>nueva táctica de barricadas</i>". Esta táctica es la táctica de la lucha de guerrillas. La organización requerida por dicha táctica es la de unidades móviles y extraordinariamente pequeñas, unidades de diez, de tres e incluso de dos personas. Entre nosotros podemos encontrar ahora, con frecuencia, socialdemócratas que se burlan cuando se habla de unidades de cinco y de tres. Pero burlarse no es más que un medio cómodo de cerrar los ojos ante esta <i>nueva</i> cuestión de táctica y organización planteada por la lucha callejera, dada la técnica militar moderna. Estudien con atención el relato de la insurrección de Moscú, señores, y comprenderán la relación existente entre las "unidades de cinco" y la cuestión de la "nueva táctica de barricadas":</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Moscú previó esta táctica, pero no la desarrolló suficientemente ni la aplicó en forma amplia, con alcance realmente de masas. El número de grupos voluntarios de combate era demasiado escaso; no se dio a las masas obreras la consigna de llevar a cabo ataques audaces y ellas no la aplicaron; el carácter de los grupos guerrilleros era demasiado uniforme, sus armas y métodos resultaban inadecuados, su capacidad para dirigir a la muchedumbre apenas se había desarrollado. Debemos superar todo esto, y lo superaremos estudiando la experiencia de Moscú, difundiéndola entre las masas, y estimulando el esfuerzo creador de las mismas en el desarrollo de esa experiencia. Y la guerra de guerrillas, el terror de masas, que desde diciembre se extiende casi sin pausa por toda Rusia, contribuirán indudablemente a que las masas aprendan la táctica acertada de la insurrección. La socialdemocracia debe admitir e incorporar a su táctica ese terror de masas, naturalmente, organizándolo y controlándolo, supeditándolo a los intereses y condiciones del movimiento obrero y de la lucha revolucionaria general, y, al mismo tiempo, eliminando y suprimiendo sin piedad esa deformación "rufianesca" de la guerra de guerrillas, a las que nuestros camaradas de Moscú ajustaron las cuentas tan admirable y implacablemente en los días de la insurrección, y los letones en las jornadas de las famosas repúblicas letonas.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
La técnica militar ha progresado aún más en estos últimos tiempos. En la guerra japonesa apareció la granada de mano. Las fábricas de armas livianas han lanzado al mercado el fusil automático. Estas dos armas empiezan a emplearse con éxito en la revolución rusa, pero en proporción que está lejos de ser suficiente. Podemos y debemos aprovechar los progresos de la técnica, enseñar a los destacamentos obreros a fabricar bombas en gran escala, ayudarlos, lo mismo que a nuestros destacamentos de combate, a proveerse de explosivos, fulminantes y fusiles automáticos. Si las masas obreras participan en la insurrección en las citadas ciudades, si se lanzan ataques en masa contra el enemigo, si luchamos con decisión y habilidad por atraer a las tropas, que vacilan aun más después de la Duma, después de Sveaborg y de Kronstadt, y si aseguramos la participación de las zonas rurales en la lucha general ¡la victoria será nuestra en la próxima insurrección armada de toda Rusia!</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Despleguemos, pues, más ampliamente, nuestra actividad y planteemos con más audacia nuestras tareas, a la par que asimilamos las enseñanzas de las grandes jornadas de la revolución rusa. Nuestra labor se asienta en una valoración correcta de los intereses de clase y de las necesidades del desarrollo en toda la nación en la presente situación. En torno de la consigna derrocamiento del poder zarista y y convocatoria de una asamblea constituyente por un gobierno revolucionario, estamos agrupando y agruparemos a sectores cada vez más vastos del proletariado.del campesinado y del ejército. Como siempre, la base y el contenido principal de nuestro trabajo es desarrollar la comprensión política de las masas. Pero no olvidemos que, en general, constante y fundamental, otras tareas particulares y especiales. No nos convirtamos en pedantes y filisteos, no esquivemos esas tareas especiales del momento, esas tareas especiales del momento, esas tareas especiales de las formas actuales de lucha, con referencias sin sentido a nuestros deberes permanentes, que se mantienen inmutables en todo momento y en todas las situaciones.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Recordemos que se avecina una gran lucha de masas. Será una insurrección armada. En la medida de lo posible, deberá estallar a la vez en todas partes. Las masas deben saber que emprenden una lucha armada, sangrienta y encarnizada. El desprecio a la muerte, que debe difundirse en ellas, ha de asegurar la victoria. La arremetida contra el enemigo debe ser lo más vigorosa posible; ataque, no defensa: debe ser la consigna de las masas; exterminio implacable del enemigo: tal su tarea; la organización del combate debe ágil y flexible; los elementos vacilantes de las tropas se verán arrastrados a la participación activa. Y en esta trascendental lucha el partido del proletariado con conciencia de clase debe cumplir plenamente con su deber.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Proletari, número 2, 29 de agosto de 1906.</div>
LRhttp://www.blogger.com/profile/10903104379487600553noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-821994594593420177.post-43123033838066107262014-07-12T16:31:00.002-02:002016-02-29T19:19:05.624-02:00Lenin y la lucha armada (XVI)En este envío subo un texto de Lenin en el que insta a los grupos de combate guerrilleros del partido bolchevique a dejar de lado la inactividad y a comenzar con las acciones guerrilleras, de conformidad con las resoluciones del último Congreso del POSDR.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjCUQD9MZSeuc_Voi-mDx0YRaGBIJrl56l5udR2Wog4cJ6JTGEkw8IC3c3x05E4DYxj6UoF95CHq6eOGwNmgqldaDqWaH5Vs9MvkW8kBGR1pW-LYK7kDsBoa6rSwbzAe7qZ4Dmmk-iNb5Vn/s1600/Ej%25C3%25A9rcito+ciudadano+irland%25C3%25A9s.gif" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="176" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjCUQD9MZSeuc_Voi-mDx0YRaGBIJrl56l5udR2Wog4cJ6JTGEkw8IC3c3x05E4DYxj6UoF95CHq6eOGwNmgqldaDqWaH5Vs9MvkW8kBGR1pW-LYK7kDsBoa6rSwbzAe7qZ4Dmmk-iNb5Vn/s1600/Ej%25C3%25A9rcito+ciudadano+irland%25C3%25A9s.gif" width="320" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: x-small;">Ejército ciudadano irlandés.</span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: x-small;"><br /></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 10.0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: center; text-autospace: none;">
<b><span lang="es" style="font-family: "times new roman" , "serif"; mso-ansi-language: #000A;">Los
acontecimientos del día.<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 10pt; text-align: center;">
<b><span lang="es" style="font-family: "times new roman" , "serif"; mso-ansi-language: #000A;"><br /></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 10.0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<span lang="es" style="font-family: "times new roman" , "serif"; mso-ansi-language: #000A;">La
"jornada sangrienta" de Varsovia y de otras ciudades polacas, el
atentado contra Stolipin y el asesinato de Min, todo ello ha despertado interés
general por el problema de las "acciones guerrilleras"; empleamos la
expresión que se ha hecho usual en el partido y que ha sido confirmada por una
resolución del Congreso de Unificación.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 10.0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 10.0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<span lang="es" style="font-family: "times new roman" , "serif"; mso-ansi-language: #000A;">El
Consejo de Redacción se propone publicar próximamente uno o varios artículos
sobre esta importantísima cuestión, analizándola con la mayor amplitud posible.
Mientras tanto, a fin de no dejar a nuestros lectores en la ignorancia de
nuestros puntos de vista, haremos algunas breves observaciones, que en
artículos posteriores serán desarrolladas en detalle y formuladas con mayor
precisión.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 10.0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 10.0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<span lang="es" style="font-family: "times new roman" , "serif"; mso-ansi-language: #000A;">Primera
observación. Los extremos nunca son buenos; ningún socialista pondrá en duda
que es necesario tomar en cuenta el sentimiento de las masas cuando se trata de
organizar acciones guerrilleras. Por ello, estimamos absolutamente necesario
tener en cuenta la opinión del Bund, que está familiarizado con las condiciones
de trabajo en Varsovia y con el sentimiento de las masas en esa ciudad (y que,
al parecer, se solidariza con los socialdemócratas polacos), a saber: la
opinión de que el PSP "ha llegado demasiado lejos". Si lo hizo o no
es un hecho que no tenemos competencia para resolver. Nunca es aconsejable ir
demasiado lejos, pero sería erróneo deducir que cierta forma de lucha no sirve
porque se hayan producido casos aislados
de "llegar a los extremos".<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 10.0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 10.0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<span lang="es" style="font-family: "times new roman" , "serif"; mso-ansi-language: #000A;">En términos
generales, pensamos que la intensificación de la guerra de guerrillas en Rusia,
después de la disolución de la Duma, es beneficiosa. Una guerra de guerrillas
implacable y exterminadora contra los agentes gubernamentales de la violencia
es, a nuestro modo de ver, una lucha oportuna y conveniente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 10.0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 10.0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<span lang="es" style="font-family: "times new roman" , "serif"; mso-ansi-language: #000A;">Segunda
observación. El CC de nuestro partido se equivoca sin duda, y se equivoca
profundamente, al declarar en una nota a la "carta" número 4
(dirigida a las organizaciones del partido): " Se comprende de suyo que
nuestro partido rechaza, como antes, las llamadas acciones combativas
'guerrilleras'."<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 10.0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 10.0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<i><span lang="es" style="font-family: "times new roman" , "serif"; mso-ansi-language: #000A;">Esto es
falso.</span></i><span lang="es" style="font-family: "times new roman" , "serif"; mso-ansi-language: #000A;"> Nosotros acatamos las decisiones del Congreso, pero <i>en
ningún caso</i> nos sometemos a las decisiones del CC que <i>violen</i> las
decisiones del Congreso. Todo aquel que se tome la molestia de leer atentamente
la resolución del Congreso de Unificación titulada <i>Sobre las acciones
guerrilleras</i>, advertirá fácilmente que nuestro partido <i>rechaza</i> un
tipo de acciones guerrilleras, <i>admite</i> otro y <i>recomienda</i> un tercero.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 10.0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 10.0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<span lang="es" style="font-family: "times new roman" , "serif"; mso-ansi-language: #000A;">Rechaza
totalmente la expropiación de la propiedad privada. <i>No rechaza</i> la
incautación de los fondos del Estado, pero rodea esta medida de <i>condiciones
especialmente rigurosas</i> ("en caso de que se creen los órganos de poder
revolucionario en la localidad dada", etc.)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 10.0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 10.0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<span lang="es" style="font-family: "times new roman" , "serif"; mso-ansi-language: #000A;">La
resolución del Congreso <i>admite</i>, además, las acciones guerrilleras<i> sin</i>
la expropiaración de bienes, es decir, <i>admite</i> <i>el "terror"</i>,
admite las acciones <i>guerrilleras </i>cuyo fin es dar muerte al enemigo. Esta
admisión aparece nítidamente y se expresa en forma inequívoca en las primeras
palabras de la mencionada resolución, después de la introducción:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 10.0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 10.0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<span lang="es" style="font-family: "times new roman" , "serif"; mso-ansi-language: #000A;">"El
Congreso resuelva: 1) Considerando que <i>a la par con </i>[la cursiva es
nuestra] la preparación de las fuerzas revolucionarias para la insurrección que
se avecina, insurrección que se asienta en la organización de las masas
obreras, <i>será inevitable la lucha activa</i> contra el <i>terror
gubernamental</i> y contra la <i>violencia de los centurionegristas</i>, es
necesario... (luego habla de la prohibición de robar, de la incautación de
fondos privados, etc).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 10.0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 10.0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<span lang="es" style="font-family: "times new roman" , "serif"; mso-ansi-language: #000A;">Esta cita
de la <i>resolución del Congreso</i> es absolutamente clara. "A la
par" con el trabajo de masas admite la "lucha activa" contra los
agentes de la violencia, lo cual implca, sin duda alguna, su extermino por
medio de "acciones guerrilleras".<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 10.0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 10.0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<span lang="es" style="font-family: "times new roman" , "serif"; mso-ansi-language: #000A;">En la
resolución sólo se señala una limitación de <i>esta</i> segunda forma de acción
guerrillera (el exterminio de los agentes de la violencia) y es la siguiente:
"<i>evitar</i> los atentados contra la propiedad personal de ciudadanos <i>pacíficos,
exceptuando</i> [¡fíjense bien!] aquellos casos en que esto se produce como
resultado <i>involuntario</i> de la lucha contra el gobierno <i>o</i> cuando se
debe a las exigencias de la lucha directa, por ejemplo, al levantar
barricadas."<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 10.0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 10.0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<span lang="es" style="font-family: "times new roman" , "serif"; mso-ansi-language: #000A;">Así,
pues, cuando lo exige la <i>lucha directa</i>, también se admiten los atentados
contra la propiedad privada, por ejemplo, la incautación de vehículos y otros
elementos para las barricadas. Cuando la lucha <i>no </i>es directa, el
Congreso nos ordena <i>evitar</i> los atentados contra la seguridad personal de
ciudadanos "pacíficos"; pero en seguida señala una <i>excepción</i>,
a saber: el Congreso <i>no responsabiliza</i> a los que oartucuoen en las
acciones guerrilleras de los atentados "involuntarios" contra la
seguridad personal, resultantes de la lucha contra el gobierno.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 10.0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 10.0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<span lang="es" style="font-family: "times new roman" , "serif"; mso-ansi-language: #000A;">Por
último, el Congreso <i>recomienda</i> concretamente al partido un tipo de
acciones guerrilleras, al resolver sin reservas ni limitaciones: "<i>incautarse</i>,
en <i>todas</i> las oportunidades que se presenten, de las armas y municiones
pertenecientes al gobierno..."<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 10.0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 10.0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<span lang="es" style="font-family: "times new roman" , "serif"; mso-ansi-language: #000A;">Por
ejemplo: los guardias tienen armas que pertenecen al gobierno. "Se
presenta la oportunidad..."<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 10.0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 10.0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<span lang="es" style="font-family: "times new roman" , "serif"; mso-ansi-language: #000A;">Tercera
observación. Aconsejamos a los numerosos grupos de combate de nuestro partido
que pongan fin a su inactividad y emprendan una serie de acciones guerrilleras,
basándose rigurosamente en las resoluciones del Congreso, es decir, sin ninguna
expropiación de bienes, con los menores "atentados contra la seguridad
personal" de ciudadanos pacíficos, pero con los <i>máximos</i> atentados
contra la seguridad personal de los espías, de los centurionegristas <i>activos</i>,
de los oficiales de la policía, del ejército y de la marina, <i>etc., etc.</i>
Pero hay que "incautarse en todas las oportunidades que se presenten, de
las armas y municiones pertenecientes al gobierno."<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 10.0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 10.0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<span lang="es" style="font-family: "times new roman" , "serif"; mso-ansi-language: #000A;">Proletari,
número 1, 21 de agosto de 1906.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 10pt; text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
LRhttp://www.blogger.com/profile/10903104379487600553noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-821994594593420177.post-75082498687208814192014-07-09T22:00:00.004-02:002016-02-29T19:18:55.617-02:00Lenin y la lucha armada (XV)<div style="text-align: justify;">
Este envío es un texto de Lenin en el que revolucionario ruso hace una defensa de la necesidad de organizar la lucha militar y de tener una organización militar. Hace toda una serie de consideraciones al respecto. Por su extensión, el envío sólo incluye fragmentos de ese texto.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg78Mws_Ztf_yNHGXa1CqJ4NHmTfTBEDC9Pg-HBt6Rvsl-swthBzqpcqbhgZKEiWHfRcFOcTjISW8jJc_EReFMwkQs5XIwsI3OlZRkYyIiMCx7aHfGnk3PIxn-X4qGpqt-r-jHa5xLrkQ9b/s1600/tunez.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="212" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg78Mws_Ztf_yNHGXa1CqJ4NHmTfTBEDC9Pg-HBt6Rvsl-swthBzqpcqbhgZKEiWHfRcFOcTjISW8jJc_EReFMwkQs5XIwsI3OlZRkYyIiMCx7aHfGnk3PIxn-X4qGpqt-r-jHa5xLrkQ9b/s1600/tunez.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
<div>
<b>La disolución de la Duma y las tareas del proletariado.</b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<div>
La disolución de la Duma plantea al partido obrero una serie de cuestiones importantísimas, Señalemos las principales: 1) hacer una apreciación general de este acontecimiento político en la marcha de nuestra revolución; 2) definir el contenido de la nueva lucha y de las consignas bajo las cuales debe librarse; 3) determinar las formas de la futura lucha; 4) elegir el momento en que ha de librarse o, más exactamente, tener en cuenta las condiciones que pueden contribuir a la elección acertada de dicho momento.</div>
<div>
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
I</div>
<div>
<br /></div>
<div>
La disolución de la Duma ha confirmado de la manera más clara y diáfana los puntos de vista de quienes habíamos prevenido contra toda entusiasmo ante el aspecto exterior "constitucional" de la Duma, y ante la apariencia constitucional, si así puede decirse, de la política rusa durante el segundo trimestre de 1906. Las "grandes frases", vertidas con tanta abundancia por nuestros kadetes (y kadetófilos) ante la Duma, acerca de la Duma y en vinculación con la Duma, han sido puestas ahora al desnudo, en toda su falsedad, por la vida misma.</div>
<div>
<br /></div>
<div>
Repárese en este interesante fenómeno: la Duma ha sido disuelta sobre una base estrictamente constitucional. Nada de "disolución violenta". Nada de violar las leyes. Por el contrario, con riguroso apego a la ley, como se obra en toda "monarquía constitucional". El poder supremo ha disuelto la Cámara fundándose en la "Constitución".</div>
<div>
...</div>
<div>
Pero ese mismo hecho ha revelado de inmediato el carácter ilusorio de la Constitución rusa, la naturaleza ficticia de nuestro parlamentarismo nativo, tan tenazmente señalados por los socialdemócratas del ala izquierda durante toda la primera mitad de 1906. Y, ahora, no sólo algunos "bolcheviques" "estrechos y fanáticos", sino los más pacíficos legalistas liberales han admitido, y lo han admitido con su propia conducta este carácter peculiar de la Constitución rusa. Lo han admitido los kadetes al responder a la disolución de la Duma con su "huida al extranjero", en masa, a Víborg y con un manifiesto que viola la ley; lo han admitido al responder con los artículos del moderadísimo Riech.</div>
<div>
...</div>
<div>
Todas las esperanzas de los kadetes se han desplazado de pronto de la "Constitución" a la revolución, y ha sucedido así como resultado de un sólo acto, estrictamente constitucional, del poder supremo. </div>
<div>
...</div>
<div>
La lógica de la vida es más fuerte que la de los manuales de derecho constitucional. La revolución enseña.</div>
<div>
...</div>
<div>
Ha quedado evidenciada toda la unilateralidad y la falta de perspicacia de los kadetes. Las ilusiones constitucionalistas -ese "espantajo" cuya mención permitía individualizar al bolchevique intransigente- son ahora vistas por todos sólo como ilusiones, como un fantasma, como un espejismo.</div>
<div>
...</div>
<div>
Los socialdemócratas no se alegrarán (nosotros hasta utilizamos algo a la Duma) ni se dejarán ganar por el abatimiento. Dirán: el pueblo ha ganado al perder una de sus ilusiones.</div>
<div>
<br /></div>
<div>
Sí, todo el pueblo ruso aprende en el ejemplo del partido kadete, y aprende no en los libros, sino en la revolución que el mismo pueblo lleva a cabo. En cierta ocasión dijimos que,con la ayuda de los kadetes, el pueblo se libra de sus primeras ilusiones de liberación burguesa. Los kadetes soñaban con liberarse de la servidumbre, de la arbitrariedad, de la tiranía, del despotismo asiático, de la autocracia, sin el derrocamiento del viejo régimen. Pero los limitados sueños de los kadetes ya han sufrido un descalabro. Los trudoviques sueñan con liberar a las masas de la miseria, de la explotación del hombre por el hombre, sin destruir la economía mercantil; también sufrirán un descalabro y, por cierto, en un futuro no lejano, si nuestra revolución lleva a nuestro campesinado revolucionario a la victoria total.</div>
<div>
<br /></div>
<div>
El rápido ascenso de los kadetes, sus embriagadoras victorias en las elecciones, su triunfo en la Duma kadete, y su súbito derrumbamiento por un plumazo del "monarca bienamado" (...) son todos acontecimientos de gran importancia política, etapas en el desarrollo revolucionario del pueblo. En 1906, el pueblo, es decir, las amplias masas de la población, no había llegado todavía en su conjunto a ser concientemente revolucionario. Se había generalizado el convencimiento de que a no podía soportarse la autocracia, así como el convencimiento de la inutilidad del gobierno de los burócratas y de la necesidad de una asamblea representativa del pueblo. Pero el pueblo no podía comprender ni apreciar todavía que una asamblea representativa del pueblo con poder era incompatible con la subsistencia del viejo régimen. Era preciso aún que tuviera, y ya la ha tenido, una experiencia concreta, la experiencia de la Duma kadete.</div>
<div>
Con breve existencia, la Duma kadete ha mostrado vivamente al pueblo la diferencia que media entre una asamblea representativa del pueblo carente de poder y otra con poder.</div>
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Echemos una mirada general a las principales etapas de la gran revolución rusa y veremos que mediante su propia experiencia, el pueblo se ha ido acercando paso a paso a la consigna de la asamblea constituyente.</div>
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La propia experiencia ha enseñado al pueblo que no basta conseguir una promesa de libertad, sino que es indispensable, además, tener la fuerza necesaria para conquistar la libertad.</div>
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El pueblo se convence por su propia experiencia de que la asamblea representativa del pueblo es nada, si no tiene pleno poder, si ha sido convocada por el viejo régimen y si éste permanece intacto junto a ella. El curso objetivo de los acontecimientos plantea no el problema de cómo redactar las leyes o la constitución, sino el problema del poder, del poder efectivo. Todas las leyes y todos los diputados no significan nada, si no tienen poder. He ahí lo que la Duma kadete ha enseñado al pueblo. ¡Cantemos loas a su eterna memoria y aprovechemos bien su lección!</div>
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II</div>
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Hemos llegado así, de lleno, a la segunda cuestión: el contenido objetivo, impuesto por la historia, de la lucha inminente, y de las consignas de debemos dar para esta lucha.</div>
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También aquí los socialdemócratas no muy firmes, los mencheviques, han vacilado. Su primera consigna fue: luchar por la reanudación de las sesiones de la Duma con el fin de convocar a una asamblea constituyente. Pero el Comité de Petersburgo protestó. Lo absurdo de esta consigna salta demasiado a la vista. Ya no se trata de oportunismo, sino pura y sencillamente de un disparate. El CC avanzó un paso a lanzar la consigna: lucha contra el gobierno en defensa de la Duma con el fin de convocar a una asamblea constituyente. Esto, naturalmente, es mejor. No está lejos de la consigna: luchar por el derrocamiento del gobierno autocrático con el fin de convocar, en forma revolucionaria, a una asamblea constituyente. Es indudable que la disolución de la Duma brinda los fundamentos para una lucha general del pueblo por una asamblea representativa del pueblo con poder. En este sentido, no podemos considerar del todo inaceptable la consigna "en defensa de la Duma". Peor la cuestión estriba en que, en este sentido, esa consigna ya está implícita en nuestro reconocimiento de que la disolución de la Duma brinda los fundamentos para luchar. Pero si la formulación "en defensa de la Duma" no se interpreta especialmente en este sentido ... queda oscura, puede provocar confusión y retrotraernos a un pasado en cierta medida caduco, a la Duma kadete. En una palabra, dicha formulación origina una serie de ideas "retrógadas", falsas y nocivas. Lo que hay de justo en ella está contenido totalmente, sin reservas, en las razones de nuestra decisión de lucha y en la explicación de por qué consideramos la disolución de la Duma como un fundamento para lucha suficientemente importante,</div>
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Un marxista no debe olvidar nunca que la consigna de la lucha inmediata no puede ser deducida sencilla y directamente de la consigna general de un determinado programa. No basta remitirse a nuestro programa ... para establecer la consigna de la lucha inmediata, ahora, en el verano u otoño de 1906. Para ello hay que tener en cuenta la situación histórica concreta, seguir todo el desarrollo y todo el curso sucesivo de la revolución, y no hay que deducir nuestras tareas exclusivamente de los principios del programa, sino también de los pasos y etapas anteriores del movimiento. Sólo un análisis semejante será verdaderamente histórico, como es obligatorio para un materialista dialéctico. </div>
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Y precisamente tal análisis nos demuestra que la situación política objetiva plantea ahora, no el problema de si existe una asamblea representativa del pueblo, sino el de si esta asamblea representativa tiene poder.</div>
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La causa objetiva de la caída de la Duma kadete no fue su incapacidad de expresar las necesidades del pueblo, sino su incapacidad de cumplir la tarea revolucionaria de luchar por el poder. La Duma kadete pretendía ser un órgano constitucional, pero en la práctica fue un órgano revolucionario (los kadetes nos insultaban por caracterizar a la Duma como etapa o instrumento de la revolución, pero la experiencia ha confirmado totalmente nuestro punto de vista). La Duma kadete pretendía ser un órgano de lucha contra el ministerio, pero en la práctica fue un órgano de lucha contra el ministerio, pero en la práctica fue un órgano de lucha por el derrocamiento de todo el viejo régimen. Y así sucedió en la práctica, porque así lo imponía la situación económica existente. Ahora bien, un órgano como la Duma kadete resultó "inútil" para esa lucha.</div>
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En la mente del mujik más ignorante martillea hoy esta idea: ¿Para qué sirve la Duma, para qué sirve cualquier Duma, si el pueblo no tiene el poder? ¿Pero cómo alcanzar el poder? Derrocando el viejo régimen y estableciendo otro nuevo, un régimen popular, libre y elegido. O bien se derroca el viejo régimen, o bien se acepta que los objetivos de la revolución son irrealizables con la amplitud que fija el proletariado y el campesinado.</div>
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Así ha planteado el problema de la vida misma. Así ha planteado el problema en el año 1906. Y así lo ha planteado la disolución de la Duma kadete.</div>
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Ahora la tarea es: lograr el poder para tal asamblea representativa del pueblo. Y esto significa: eliminar, destruir, derrocar el viejo régimen, derrocar el gobierno autocrático.</div>
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Si esta tarea no se cumple totalmente, la asamblea representativa popular no puede tener pleno poder, y, por lo tanto, no se puede contar tampoco con las garantías suficientes de que esa nueva asamblea representativa popular no corra la misma suerte que la Duma kadete.</div>
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La situación objetiva no pone ahora a la orden del día la lucha por una asamblea representativa popular, sino por crear las condiciones en las cuales sea imposible dispersarla a la fuerza o disolverla, imposible reducirla a una farsa, como hicieron los Trépov y Cía. con la Duma kadete.</div>
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III</div>
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La forma probable de la lucha que se avecina estará determinada en parte por su contenido y en parte también por las formas precedentes de la lucha revolucionaria del pueblo y de la lucha contrarrevolucionaria de la autocracia.</div>
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Por lo que se refiere al contenido de la lucha, ya hemos señalado cómo, al cabo de dos años de revolución, se concentra actualmente en el derrocamiento del viejo régimen. Este objetivo sólo puede alcanzarse por medio de una insurrección armada de todo el pueblo.</div>
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Por lo que toca a las formas precedentes de lucha, la huelga general y la insurrección son la "última palabra" del movimiento popular de masas en Rusia. El último trimestre de 1905 tenía que dejar forzosamente huellas indelebles en la conciencia y en el estado de ánimo del proletariado, del campesinado, de los sectores políticamente concientes del ejército y de los sectores democráticos de las diferentes asociaciones profesionales de intelectuales. Por ello, es perfectamente natural que, después de la disolución de la Duma, el primer pensamiento que penetró en la mente de la amplia masa de quienes eran capaces de luchar, haya sido: huelga general. Nadie ha abrigado la menor duda de que la huelga general en toda Rusia debe ser inevitablemente la respuesta a la disolución de la Duma.</div>
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Además, conviene señalar otro hecho muy característico: a juzgar por las noticias recibidas de algunos de los grandes centros del movimiento obrero, como Petersburgo, por ejemplo, los obreros no sólo han apreciado fácil y rápidamente la necesidad de una acción generalizada y simultánea, sino que se han pronunciado firmemente a favor de una acción combativa y resuelta. La desafortunada idea de una huelga demostrativa (de uno o tres días) con motivo de la disolución de la Duma -idea sugerida por algunos mencheviques de Petersburgo- encontró la más decidida oposición entre los obreros. El seguro instinto de clase y la experiencia de quienes habían librado más de una vez una lucha seria, les indicó en seguida que lo que ahora se requiera es mucho más que una demostración. No haremos demostraciones, han dicho los obreros. Cuando llegue la hora de la acción general lucharemos en forma encarnizada y tenaz. </div>
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Los obreros que siempre se han encontrado en la lucha revolucionaria, han apreciado más acertadamente que algunos intelectuales tanto la disposición de lucha del enemigo como la necesidad de pasar a una resuelta acción combativa.</div>
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Por desgracia, en nuestro partido, a causa de la preponderancia del ala derecha entre los socialdemócratas rusos en el momento actual, se ha descuidado el problema de las acciones combativas.</div>
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Toda la situación impone de nuevo la necesidad de combar la huelga política de masas con la insurrección armada. Al mismo tiempo, se destacan los aspectos débiles de la huelga, encarada como medio independiente de lucha.</div>
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Y, si miramos cara a cara la realidad, si no escondemos la cabeza, resultará claro que la huelga debe desarrollarse inmediata e inevitablemente en insurrección armada. La huelga ferroviaria es una insurrección; después de diciembre, esto es indiscutible. Y sin huelga ferroviaria, no se interrumpirán las comunicaciones telegráficas por ferrocarril, no se suspenderá el envío de correspondencia por tren y, por consiguiente, tampoco será posible la huelga de correos y telégrafos e proporciones importantes.</div>
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De este modo, la lógica inexorable de la situación que se ha desarrollado a partir de diciembre de 1905, demuestra el significado subordinado de una huelga en relación con una insurrección.</div>
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Por cierto, que la insurrección, como lucha armada de masas, puede estallar sólo si es activamente apoyada por tal o cual sector del ejército.</div>
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Pero casi no se requiere demostrar que tales casos no serían más que episodios aislados de una insurrección excepcionalmente exitosa y que, para que se produzcan con mayor frecuencia y rapidez solo disponemos de un medio: la preparación eficaz de la insurrección, la energía y la fuerza de las primeras acciones insurgentes, la desmoralización de las tropas por ataques muy audaces o la defección de un sector apreciable del ejército, etcétera.</div>
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Así, pues, llamar a la huelga general en toda Rusia, sin llamar al mismo tiempo a la insurrección, sin esclarecer los nexos inseparables que unen a esa huelga con la insurrección, sería un desatino lindante con el crimen. De ahí que nuestra labor de agitación debamos concentrar todos nuestros esfuerzos en el esclarecimiento de los nexos existentes entre ambas formas de lucha, y en la preparación de las condiciones que permitan fundir en un solo torrente tres corrientes de la lucha: los estallidos obreros, los levantamientos campesinos y la "revuelta" militar.</div>
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De esto se desprende la siguiente conclusión: aprovechar a fondo la disolución de la Duma como motivo para una agitación concentrada y para llamar a la insurrección a todo el pueblo; explicar los nexos de la huelga política con la insurrección; canalizar todos los esfuerzos hacia el logro de la unidad y de la acción conjunta de obreros, campesinos, marineros y soldados para la lucha activa, para la lucha armada.</div>
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Finalmente, al hablar de la forma del movimiento, debemos mencionar también, de modo especial, la lucha campesina. Aquí se ponen de relieve, con singular claridad, los nexos de la huelga con la insurrección. También está claro que el propósito de la insurrección debe ser, en este caso, no sólo la destrucción radical o la destitución de todas las autoridades locales, y su remplazo por otras nuevas, elegidas por el pueblo (el objetivo general de la insurrección es el mismo en las ciudades, en las aldeas, en el ejército, etc.), sino también la expulsión de los terratenientes y la toma de sus tierras. Antes de que lo decida la asamblea constituyente de todo el pueblo, los campesinos deben orientarse, sin duda alguna, a destruir efectivamente la gran propiedad terrateniente. Acerca de esto no hay mucho que decir: nadie podría imaginar una insurrección campesina que no ajustara la cuentas a los terratenientes y no se apoderara de sus tierras. Es comprensible que cuanto más conciente y organizada sea la insurrección, tanto más raros serán los casos de destrucción de edificios, de bienes, ganado, etc. Desde un punto de vista militar, es una medida absolutamente legítima y, en ciertos casos, indispensable, destruir -por ejemplo, incendiar edificios y, a veces, bienes-, a fin de lograr determinados objetivos militares. Sólo los pedantes (o los traidores al pueblo) pueden deplorar que los campesinos recurran siempre a semejantes métodos. Pero no hay por qué ocultar que, en ocasiones, la destrucción de bienes sólo es resultado de la falta de organización, de la incapacidad de apoderarse de los bienes del enemigo y de conservarlos, en vez de destruirlos, o también de la debilidad, cuando una de las partes beligerantes se venga de enemigo al no tener fuerza para aniquilarlo, o aplastarlo.</div>
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IV</div>
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El problema de la forma de la lucha se halla ligado íntimamente al de la organización de la lucha.</div>
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Los soviets de diputados obreros son órganos de la lucha directa de masas. Surgieron como órganos de la lucha huelguística. Por el peso de las circunstancias se convirtieron muy pronto en órganos de la lucha general revolucionaria contra el gobierno. Y, en virtud del desarrollo de los acontecimientos y del paso de la huelga a la insurrección, se convirtieron irresistiblemente en órganos de la insurrección. Es un hecho absolutamente indiscutible que ese fue el papel desempeñado en diciembre por toda una seria de "soviets" y "comités". Y los acontecimientos han demostrado de la manera más destacada y concluyente, que la fuerza y la importancia de dichos órganos, en el momento de la acción combativa, dependen por completo del vigor y del éxito de la insurrección.</div>
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En el momento actual, también, constituir esos órganos significa crear los órganos de la insurrección, y llamar a organizarlos significa llamar a la insurrección.</div>
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Si las cosas son así -y no cabe duda de que así son- claramente se deduce que los "soviets" y otras instituciones de masas semejantes son insuficientes de por sí para organizar la insurrección. Son necesarias para aglutinar a las masas, para forjar la unidad en la lucha, para transmitir las consignas de dirección política lanzadas por los diferentes partidos (o por acuerdo entre ellos), para despertar el interés de las masas, animarlas y atraerlas. Pero no son suficientes para organizar las fuerzas de combate directas, para organizar la insurrección en el sentido más riguroso del término.</div>
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...</div>
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Todos los obreros reconocerán la necesidad de una organización directa de las fuerzas, de crear una organización militar compuesta por destacamentos de obreros armados para defender su "parlamento".</div>
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Ahora que el gobierno ha aprendido cabalmente, sobre la base de la experiencia, a dónde conducen los "soviets" y qué clase de instituciones son, ahora que se ha armado hasta los dientes y espera la creación de tales instituciones para atacar al enemigo, sin darle tiempo de reflexionar ni de desplegar su actividad, ahora especialmente debemos explicar, en nuestra labor de agitación, la necesidad de mirar las cosas con serenidad, la necesidad de contar, al lado de la organización de los soviets, con una organización militar encargada de defenderlos, de llevar a cabo la insurrección, ya que sin esa organización los soviets o cualesquiera representantes elegidos por las masas serán impotentes.</div>
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Dichas "organizaciones militares", si cabe llamarlas así, deben esforzarse por agrupar a las masas no por intermedio de personas elegidas, sino directamente, es decir, agrupar a las masas que participen en los combates callejeros y en la guerra civil. Unidades voluntarias muy reducidas, de diez, cinco e incluso tres miembros, deben ser los núcleos de esas organizaciones. Es preciso propagar intensamente la idea de que se acerca la hora del combate, en el que cada ciudadano honrado tiene el deber de estar listo para sacrificarse y luchar contra los opresores del pueblo. ¡Menos formalismo, menos papeleo y más sencillez en la organización, la cual debe ser tan rápida y flexible como se pueda! Todo aquél que quiera estar del lado de la libertad, debe unirse formando los grupos de combate, de cinco unidades voluntarias de personas del mismo oficio, de la misma fábrica,o vinculados por relaciones de camaradería, de partido, o simplemente de residencia (vecinos de la misma aldea, o, en la ciudad, de la misma casa o del mismo piso). Estas unidades deberán ser de partido y apartidistas, vinculadas por una tarea revolucionaria común, inmediata: la insurrección contra el gobierno. Tales unidades deben ser formadas sin falta en la escala más amplia, aun antes de obtener las armas, independientemente de que las armas puedan obtenerse o no.</div>
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Ninguna organización de partido puede "armar" a las masas. En cambio, la organización de las masas en pequeñas unidades de combate, ágiles, móviles, cuando llegue la hora de la acción prestará un servicio inmenso en lo tocante a procurar las armas.</div>
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Esas unidades voluntarias de combate, "druzhiniki", si adoptamos la denominación que se hiciera memorable en las gloriosas jornadas de diciembre en Moscú, serán de enorme valor en el momento del estallido. El grupo formado por gente que sepa disparar, podrá desarmar a un policía o atacar por sorpresa a una patrulla, procurándose así armas. Un grupo de voluntarios que no sepan disparar o no se hayan procurado armas, podrán ayudar a levantar barricadas, a realizar reconocimientos, a organizar los enlaces, tender emboscadas al enemigo, prender fuego a las casas ocupadas por éste, ocupar viviendas que puedan servir de bases para los insurrectos; en una palabra, las unidades voluntarias de personas decididas a luchar hasta el último aliento, que conozcan bien el lugar y estén estrechamente vinculadas a la población, podrán cumplir miles de funciones diversas.</div>
<div>
Es preciso que en cada fábrica, en cada sindicato o en casa aldea se escuche el llamamiento en pro de la formación de esos grupos voluntarios de combate. Quienes se conozcan bien entre sí, los formarán de antemano. Quienes no se conozcan, formarán grupos de cinco o de diez el mismo día de la lucha o en vísperas de ella en el propio campo de batalla, si la idea de organizar dichas unidades es difundida ampliamente entre las masas y realmente adoptada por ellas.</div>
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Ahora que la disolución de la Duma ha conmovido a nuevos sectores de la población podemos escuchar con frecuencia las más revolucionarias opiniones y declaraciones de parte de los representantes de filas de los sectores menos organizados de la gente común de las ciudades; aun de aquellos que superficialmente parecían más próximos por su índole a los "centurionegristas". Pero debemos preocuparnos de que todos ellos conozcan la decisión de la vanguardia de los obreros y campesinos de lanzarse muy pronto a la lucha por la tierra y la libertad; que todos comprendan la necesidad de formar grupos voluntarios de combate y, por último, que todos se convenzan de la inevitabilidad de la insurrección y de su carácter popular. Lograremos así -y no se trata en absoluto de una utopía- que en cada una de las grandes ciudades haya, no cientos de grupos de combate como los hubo en Moscú, en diciembre, sino miles y miles. Y, entonces, no habrá ametralladoras capaces de resistir, como solía decir la gente en Moscú, cuando se discutía que los grupos de combate no eran verdaderamente de masas, y que, por su tipo y composición, no estaban suficientemente cerca del pueblo.</div>
<div>
Así, pues: organización de soviets de diputados obreros, de comités campesinos y de otras instituciones similares en todas partes y, a la par, la más amplia propaganda y agitación en pro de la insurrección simultánea, de la inmediata preparación de las fuerzas con vistas a ella, y finalmente, de la inmediata preparación de las fuerzas con vistas a ellas, y finalmente, en pro de la organización de destacamentos voluntarios en escala masiva.</div>
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V</div>
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Nos falta todavía abordar el problema del momento que se debe escoger para la insurrección.</div>
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...</div>
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Es posible, y tal vez sea lo más probable, que la nueva lucha estalle tan espontánea e inesperadamente como las anteriores, es decir, que surja como resultado del ascenso del estado de ánimo y de una de las inevitables expresiones.</div>
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...</div>
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Sin embargo, es posible que los acontecimientos puedan requerir que nosotros los dirigentes fijemos el momento de la acción.</div>
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...</div>
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Si lográramos que todas las organizaciones revolucionarias y sindicales influyentes llegasen a un acuerdo sobre el momento en que debe emprenderse la acción, no habría que eliminar la posibilidad real de llevarla a cabo en el momento fijado.</div>
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...</div>
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Queremos insistir, sin embargo, en que ello sólo será posible en el caso de que todas las organizaciones influyentes lleguen a un completo acuerdo. De otra manera, sólo quedará abierto el viejo camino del ascenso espontáneo del estado de ánimo.</div>
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LRhttp://www.blogger.com/profile/10903104379487600553noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-821994594593420177.post-10807314208271357042014-07-06T18:55:00.003-02:002016-02-29T19:18:47.506-02:00Lenin y la lucha armada (XIV)Plataforma táctica redactada por un conjunto de militantes bolcheviques, Lenin incluido, en el que se desarrolla el carácter que deben tener las acciones guerrilleras.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjOYGPCK7nG7Uffr-f-GGb7vo0tg2h8bP2xGK6V4IBowp8nfeONH26qUX2oiVr5jd81_se2RPlrY45tN5mEcq0k1QBA7S_cEnorbcQi7Z0OAif7-BwRVip78KyUoXO9DjyZFhBQlQ9FVMne/s1600/Bolshevik-meeting.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="229" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjOYGPCK7nG7Uffr-f-GGb7vo0tg2h8bP2xGK6V4IBowp8nfeONH26qUX2oiVr5jd81_se2RPlrY45tN5mEcq0k1QBA7S_cEnorbcQi7Z0OAif7-BwRVip78KyUoXO9DjyZFhBQlQ9FVMne/s1600/Bolshevik-meeting.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
<b>Plataforma táctica para el Congreso de Unificación del P.O.S.D.R.</b></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
<i>Proyecto de resolución para el Congreso de Unificación para el Congreso de Unificación del P.O.S.D.R.</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div style="text-align: justify;">
Reconocemos y proponemos al congreso que reconozca:</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
1) que la revolución democrática en Rusia no solo no está en declinación sino que, por el contrario, se encamina hacia un nuevo ascenso, y que el actual período de relativa calma no debe ser considerado como una derrota de las fuerzas revolucionarias, sino como el período de acumulación de las energías revolucionarias…</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
2) que la forma principal del movimiento de liberación en el actual momento no es la lucha legal en un terreno cuasi constitucional, sino el movimiento directamente revolucionario de las vastas masas populares que rompen con las leyes policíaco – feudales, que crean un derecho revolucionario y destruyen por medio de la violencia los órganos de opresión del pueblo;</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
3) que los intereses del proletariado … exigen una lucha implacable contra aquellas ilusiones constitucionalistas…</div>
<div style="text-align: justify;">
(El momento actual de la revolución democrática).</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
…</div>
<div style="text-align: justify;">
5)… la insurrección de octubre inauguró una nueva táctica de barricada, y demostró, en general, la posibilidad de una lucha armada abierta del pueblo aun en contra de un ejército moderno;</div>
<div style="text-align: justify;">
…</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Reconocemos y proponemos al congreso que reconozca:</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
1) que la insurrección armada es en estos momentos no sólo el medio necesario de lucha por la libertad, sino un grado del movimiento que se ha alcanzado ya de hecho, y que debido al acrecentamiento y a la organización de la nueva crisis política, abre el paso de las formas defensivas a las formas ofensivas de lucha armada;</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
2) que la lucha política general debe ser considerada en el momento actual del movimiento, no tanto un medio de lucha independiente, como un medio de lucha auxiliar con relación a la insurrección…</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
3) que en la labor de propaganda y agitación del partido se debe prestar especial atención al estudio de las experiencias prácticas de la insurrección de diciembre, a la crítica desde el punto de vista militar de la misma para extraer las enseñanzas directas para el futuro;</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
4) que es preciso desarrollar una actividad aún más enérgica con el fin de aumentar el número de los destacamentos de combate, mejorar su organización y su abastecimiento con toda clase de armas; teniendo en cuenta que, conforme lo indica la experiencia, corresponde organizar destacamentos de combate no sólo de miembros del Partido, sino también de simpatizantes del partido y aún de los sin partido;</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
5) que es indispensable intensificar el trabajo en el ejército…</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
(La insurrección armada)</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Considerando:</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
1) que a partir de la insurrección de diciembre casi en ninguna parte de Rusia han cesado en forma total las acciones militares, que ahora se expresan por parte del pueblo revolucionario en ataques guerrilleros aislados contra el enemigo;</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
2) Que tales acciones guerrilleras, inevitables en los casos de existencia de dos fuerzas armadas hostiles y de desenfreno de la represión militar, momentáneamente triunfante sirven, al mismo tiempo, para desorganizar al enemigo, y preparan las futuras acciones armadas abiertas;</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
3) que semejantes acciones son también necesarias para la educación combativa y el adiestramiento militar de nuestros destacamentos de combate, los cuales, en muchos lugares, durante la insurrección de diciembre se encontraron con que no estaban preparados prácticamente para hacer frente a una actividad nueva para ellos;</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Reconocemos y proponemos al congreso que reconozca:</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
1) que el partido debe considerar las acciones de combate guerrilleras de los destacamentos que forman parte de él o adjuntos a él, como admisibles y convenientes desde el punto de vista de los principios en el período actual;</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
2) que las acciones guerrilleras de combate deben ser coordinadas, por su carácter, con la tarea de educar a los cuadros dirigentes de las masas obreras durante la insurrección y elaborar la experiencia de las acciones militares ofensivas y súbitas;</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
3) que como tarea inmediata principalísima de tales acciones, hay que considerar la destrucción de los aparatos policial y militar del gobierno y la lucha sin cuartel contra las organizaciones de acción de las centurias negras que usan la violencia y el terror contra la población;</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
4) que las acciones guerrilleras son admisibles también en los casos de incautación de medios monetarios pertenecientes al enemigo es decir, al gobierno absolutista, y la inversión de estos medios en las necesidades de la insurrección, siendo preciso, en esos casos, prestar la mayor atención al hecho de que los intereses de la población sean afectadas en el menor grado;</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
5) que las acciones guerrilleras de combate deben realizarse bajo el control del partido y de modo tal que las fuerzas del proletariado no sean malgastadas en vano, y teniendo en cuenta las condiciones en que se halla el movimiento obrero en la localidad dada y el estado de ánimo de las amplias masas.</div>
<div style="text-align: justify;">
(Acciones de combate guerrilleras)</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
… 4) Que con la ampliación de las actividades y de la esfera de influencia de los soviéts de diputados obreros, es preciso señalar el hecho de que tales instituciones, si no se apoyan en un ejército revolucionario y no derrocan a las autoridades gubernamentales (es decir, si no se transforman en gobierno provisional revolucionario), están inexorablemente condenadas a caer; por tal razón el armamento del pueblo y el fortalecimiento de la organización militar del proletariado deben ser considerados como una de las tareas primordiales de tales instituciones, cualquiera sea el momento revolucionario por el que se atraviesa.</div>
<div style="text-align: justify;">
(Los soviéts de diputados obreros).</div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
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LRhttp://www.blogger.com/profile/10903104379487600553noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-821994594593420177.post-35814467978374059862014-07-06T18:31:00.000-02:002016-02-29T19:18:36.665-02:00Lenin y la lucha armada (XIII)<div style="text-align: justify;">
En este documento Lenin analiza la situación de la revolución rusa y las alternativas prácticas que se abren si se considera que la revolución está cerrada o abierta, tomando abierto partido, en este último caso, por la guerra de guerrillas.</div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi5-ZczRoUijXJJBCR7qatcyc6cJHRN-p3knB8JFnCB5TZQdDBNiwj3cZtzdVdGMRtmQ5-hXeetR5vDNUmgIDiSlB4PSX0LgUqbmIrgSjtO4uaOu6VY7TRFFkpbaOwKb5sZs-IRkKZFlvko/s1600/manifestudiantil1905.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="220" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi5-ZczRoUijXJJBCR7qatcyc6cJHRN-p3knB8JFnCB5TZQdDBNiwj3cZtzdVdGMRtmQ5-hXeetR5vDNUmgIDiSlB4PSX0LgUqbmIrgSjtO4uaOu6VY7TRFFkpbaOwKb5sZs-IRkKZFlvko/s1600/manifestudiantil1905.jpg" width="320" /></a></div>
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<b>La revolución rusa y las tareas del proletariado.</b></div>
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I</div>
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¿Cuál es la situación de la revolución democrática en Rusia: ha sido vencida o sólo atraviesa por un momento de calma momentánea? ¿La insurrección de diciembre fue el punto culminante de la revolución y nos estamos ahora deslizando inconteniblemente hacia un régimen "constitucional - shipoviano"? ¿P el movimiento revolucionario en su conjunto no sólo no tiende a decrecer sino que continúa en auge, preparando un nuevo estallido, haciendo acopio, en este período de calma, de nuevas fuerzas, prometiendo tras la insurrección fracasada una nueva insurrección con posibilidades incomparablemente mayores de éxito?</div>
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Tales son los problemas esenciales que se plantean hoy ante los socialdemócratas de Rusia. Permaneciendo fieles al marxismo, nosotros no podemos ni debemos eludir, mediante frases generales, el análisis de la condiciones objetivas que son, en última instancia, las que deciden definitivamente esos problemas. Y de la solución de esos problemas depende de toda la táctica de la socialdemocracia, y nuestras disputas, por ejemplo, acerca del boicot a la Duma (que dicho sea de paso, por ejemplo, acerca del fin, por cuanto la mayoría de las organizaciones del POSDR se han pronunciado en favor del boicot), son tan sólo una pequeñísima partícula de estos grandes problemas.</div>
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Hemos dicho recién que para un marxista es indecoroso desembarazarse de estos problemas con frases generales. Son frases generales, por ejemplo, las referencias al hecho de que nosotros nunca hemos interpretado la revolución sólo en el sentido de "picas y horquillas", que también éramos revolucionarios cuando no planteábamos directamente el llamado a la insurrección, , que también seguiremos siendo revolucionarios en el período partlamentario, cuando él llegue, etc. Tales disquisiciones no dejarían de ser otra cosa que míseros subterfugios, sustitución del problema histórico concreto por consideraciones abstractas, que no aclaran nada en absoluto y sólo sirven para cubrir la pobreza o la desorientación políticas. Para corroborar nuestro pensamiento con un ejemplo, nos referiremos a la actitud de Marx ante la revolución alemana del año 1848. Esta referencia puede ser tanto más útil cuanto que se observan entre nosotros una serie de síntomas de una división tan neta como en aquella ocasión -y aún mayor- de la burguesía reaccionaria y revolucionaria, división que no existió, por ejemplo, en la gran Revolución Francesa. En sustancia, los problemas fundamentales planteados por nosotros más arriba sobre la situación de la revolución rusa, también pueden ser planteados por la analogía con Alemania (por supuesto, en el sentido condicional y limitado, en el que únicamente es admisible en general la analogía histórica), con estas palabras: ¿1847 o 1849? ¿estamos nosotros (como Alemania en el año 1847, cuando se quiso convocar -y se convocó- a la Duma del Estado alemana, el así llamado Landtag Unificado) en los momentos finales del más alto auge de la revolución, o estamos atravesando (como Alemania en el año 1849) los últimos momentos del agotamiento total de la revolución y entramos en los rutinarios días de una constitución rabona?</div>
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Marx, justamente en el curso del año 1850, planteó este problema, trató de resolverlo y lo resolvió, finalmente, no mediante una evasiva, sino dando una respuesta directa, extraída del análisis de las condiciones objetivas. En el año 1849 la revolución fue aplastada, una serie de insurrecciones terminó en el fracaso, la libertad prácticamente conquistada por el pueblo le fue arrebatada, la furia reaccionaria se desató contra los "revolucionarios". La actuación política abierta de la "Liga de loa Comunistas" (la organización socialdemócrata de entonces, dirigida de hecho por Marx), se tornó imposible. "En todas partes se hacía evidente la necesidad -dice el mensaje del Comité Central de la Liga a los miembros de ésta, en junio de 1850- de una fuerte organización clandestina [el subrayado en todas partes es nuestro], del partido revolucionario a lo largo de toda Alemania." El Comité Central envía desde el extranjero al interior de Alemania un emisario, quien concentra "todas las fuerzas útiles en manos de la Liga". Marx escribe (llamamiento del mes de maro de 1850) sobre la probabilidad de un nuevo auge, de una nueva revolución, aconseja a los obreros organizarse independientemente, insiste particularmente en la necesidad de armar a todo el proletariado, en la formación de la guardia proletaria, en la necesidad de "rechazar todo intento de desarme, por la fuerza de las armas". Exige la formación de "gobiernos obreros revolucionarios" y expone sus juicios acerca de la conducta del proletariado "durante y después de la insurrección inminente". Marx presenta como ejemplo ante la socialdemocracia alemana, a la Francia jacobina del año 1793 (ver el Proceso de los comunistas en Colonia, traducción rusa, págs. 115 y otras).</div>
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Pasan seis meses. El auge esperado no se produce. Los esfuerzos de la Liga no son coronados por el éxito. "En el trascurso de 1850 -escribe Engels en 1885-, las perspectivas de un nuevo auge de la revolución fueron haciéndose cada vez más inverosímiles, y hasta imposibles." La crisis industrial del año 1847 ha pasado. Comenzó la era de la prosperidad de la industria. Y, entonces, tomando en consideración las condiciones objetivas, Marx plantea la cuestión de manera tajante y precisa. En el otoño del año 1850 declara categóricamente que ahora, en momentos de tan exuberante desarrollo de las fuerzas productivas de la sociedad burguesa, "no cabe siquiera hablar de una revolución verdadera".</div>
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Como el lector puede ver, Marx no trata de evadirse ante la dificultad del problema. No juega con la palabra revolución, no sustituye un candente problema político por abstracciones vacuas. No olvida que la revolución en general marcha,en todo caso, hacia adelante, porque marcha hacia adelante el desarrollo de la sociedad burguesa, sino que habla directamente de la imposibilidad de la revolución democrática en el sentido estrecho y directo de la palabra. Marx resuelva el difícil problema sin escudarse en el "estado" de depresión y cansancio de estas o de aquellas capas del proletariado (como lo hacen a menudo los socialdemócratas que caen en el seguidismo). No, mientras no poseían otros datos, fuera del hecho del estado de ánimo de depresión (en marzo del año 1850), continuaba exhortando a armarse y a prepararse para la insurrección, sin tratar de deprimir con su escepticismo y su desorientación el estado de ánimo de los obreros. Sólo cuando Marx vio la posibilidad del "agotamiento" de la "verdadera revolución", sólo entonces, modificó su opinión. Y una vez modificada su opinión, Marx reclamó abierta y directamente un cambio radical en la táctica, la cesación total de los preparativos para la insurrección, dado que tales preparativos en esos momentos, sólo podían ser un juego. La consigna de la insurrección fue directamente retirada de la orden del día. De manera clara y precisa se reconoció que la "forma del movimiento se había modificado".</div>
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En los difíciles momentos actuales este ejemplo de Marx debe estar siempre presente ante nuestros ojos. La cuestión de la posibilidad de la "verdadera revolución" en un futuro próximo, de la "forma del movimiento" fundamental, de la insurrección y su preparación, debe ser considerada por nosotros con la máxima seriedad, pero un partido político que está empeñado en la lucha tiene la obligación de resolver esta cuestión de manera directa y precisa, sin rodeos, sin excusas, sin reticencias de ninguna naturaleza. Un partido que no fuera capaz de hallar una respuesta clara a esta cuestión, no merecería el nombre de partido.</div>
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II</div>
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Así pues, ¿de qué datos objetivos disponemos para dar solución a esta cuestión? En favor de la opinión que sostiene que las "formas del movimiento" abiertamente revolucionarios están totalmente agotadas,que es imposible una nueva insurrección, que Rusia ha entrado en la era de un pobre quasi-constitucionalismo burgués, hablan una serie de hechos que se hallan, por así decir, en la superficie, y que saltan a la vista de todos. El vuelco en la burguesía es indudable. EL terrateniente se ha apartado de los kadetes y se ha ido a la Unión del 17 de octubre. El gobierno ya ha concedido, por gracia una "constitución" de dos cámaras. Con la ayuda del estado de guerra, de las torturas y de las detenciones se ha creado la posibilidad de convocar una Duma mistificada. La insurrección en las ciudades ha sido aplastada. El movimiento de los campesinos para la próxima primavera puede resultar un movimiento ailsado, impotente. La venta de las tierras de los terratenientes continúa y, por consiguiente, se fortalecen las capas del campesinado burgués "sosegado". El estado de depresión, después del aplastamiento de la insurrección, está a la vista. Por último, nohay que olvidar tampoco que es más fácil y más barato precedir la derrota de la revolución, por así decir, que predecir su ascenso, porque ahora el poder está del lado de la reacción, y porque en la "mayoría de los casos" hasta ahora las revoluciones terminaban... antes de llegar hasta el fin.</div>
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¿Cuáles son los hechos en favor de la opinión contraria? Respecto de esta cuestión cederemos la palabra a Karl Kautsky, cuya sensatez de opinión y capacidad para discutir de la manera más serena, práctica y minuciosa los problemas políticos más agudos y candentes, son del conocimiento de todos los marxistas. Kautsky ha dado a conocer su punto de vista poco tiempo después del aplastamiento de la insurrección de Moscú, en el artículo titulado "Perspectivas de la revolución rusa". Este artículo apareció en traducción rusa, no sin sufrir, naturalmente, las tergiversaciones de la censura (por el estilo de que sufriera en su traducción rusa otro magnífico trabajo de Kautsky: "La cuestión agraria en Rusia").</div>
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Kautsky no esquiva el difícil problema. No intenta eludirlo con frases vacías acerca de la invencibilidad de la revolución en general, acerac del habitual y permanente revolucionarismo de la clase de los proletarios. No; derechamente plantea el problema histórico concreto de las posibilidades que existen para la revolución democrática contemporánea, actual, en Rusia. Comienza su artículo diciendo sin circunloquios que, desde comienzos de 1903, llegan de Rusia casi únicamente noticias afligentes que "podrían dar cuerpo a la opinión de que esa revolución ha sido aplastada y que está exhalando sus últimos suspiros". Por este motivo no sólo están alborozados los reaccionarios, sino también los liberales rusos, dice Kautsky, cubriendo a estos últimos héroes del "cupón" de expresiones despectivas plenamente justificadas (Kautksy, por lo visto, no ha hecho suya aún la teoría de Plejánov, que sostiene que los socialdemócratas rusos deben "estimar el apoyo de los partido de la oposición no proletarios").</div>
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Y Kautsky analiza minuciosamente esta opinión que surge con toda naturalidad. La similitud exterior entre la derrota de los obreros de Moscú en diciembre con la derrota de junio (año 1848) de los obreros de París es indudable. Tanto allí como aquí la insurrección armada de los obreros fue "provocada" por el gobierno en un moomento en que la clase obrera no estaba organizada suficientemente. Allí y aquí, pese a la heroica resistencia de los obreros, la reacción ha vencido. ¿Qué conclusión extrae de ello Kautsky? ¿No deducirá, al estilo de las pedantes aseveraciones de Plejánov, que ni siquiera se debió haber tomado las armas? No, Kautsky no se apresura a recurrir a una miope y barata moralización a posteriori. Investiga los datos objetivos capaces de resolver el problema de si, en efecto, la revolución rusa está definitivamente aplastada.</div>
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Kautsky ve cuatro diferencias sustanciales entre la derrota del proletariado (año 1848) y la derrota del proletariado de Moscú (1905). En primer lugar, la derrota de París fue la derrota de toda Francia. En primer lugar, la derrota de París fue la derrota de toda Francia. Nada semejante se puede decir a propósito de Moscú. Los obreros de Peterburgo, de Kiev, Odesa, Varsovia, Lodz, no están derrotados. Ellos se hallan agotados por una lucha tremendamente dura que se prolonga ya hace años, pero su valor no está quebrantado. Están acumulando fuerzas para comenzar de nuevo la lucha por la libertad.</div>
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En segundo lugar, una diferencia aún más sustancial consiste en que los campesinos, en el año 1848, en Francia, estaban del lado de la reacción, mientras que en 1905, en Rusia, están del lado de la revolución. Los levantamientos campesinos se suceden. Ejércitos enteros están ocuados en la tarea de sofocarlos. Esos ejércitos devastan el país en forma tal, como sólo fue devastada Alemania en la guerra de los 30 años. Los actos vandálicos del ejército atemorizan momentáneamente a los campesinos, pero no hacen más que reforzar su miseria, acentuar lo desesperado de su situación. Ese vandalismo conducirá, inevitablemente, del mismo modo que las devastaciones de la guerra de los 30 años, a que nuevas y nuevas masas de hombres se vean impelidas a declarar la guerra al orden establecido, a no permitir que la calma se restablezca en el país y a que adhieran a cualquier tipo de levantamiento,</div>
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En tercer lugar, una diferencia singularmente importante es la siguiente. La revolución del año 1848 había sido preparada por la crisis y el hambre del año 1847. La reacción se apoyaba en la terminación de la crisis y en el florecimiento de la industria. "El actual régimen de terror en Rusia, por el contrario, conducirá a la agudización de aquella crisis económica que desde hace años viene haciendo sentir su peso sobre todo el país." Las consecuencias del hambre del año 1905 se manifestarán más crudamente aún en los próximos meses. El aplastamiento de la revolución es una guerra civil, una guerra contra todo el pueblo. Esta guerra cuesta no menos que una guerra exterior, con el agregado de que causa la runia no de un país extraño, sino del propio. Se acerca el crac económico. Y además, los nuevos convenios comerciales amenazan con una particular conmoción para Rusia y pueden provocar, inclusive, la crisis económica mundial. De este modo, cuanto más se prolongue el terror que impone la reacción, tanto más desesperada será la situación económica del país, tanto más fuerte será la indignación contra el régimen odiado. "Una situación semejante -dice Kautsky- torna invencible cualquier movimiento fuerte contra el zarismo. Y un movimiento de tal naturaleza no ha de faltar. De ello cuidará el proletariado de Rusia, que ha dado ya tantas muestras magníficas de heroísmo y de abnegación."</div>
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La cuarta diferencia señalada por Kautsky presenta, para los marxistas rusos, un interés especial. Por desgracia, está actualmente muy difundido entre nosotros un cierto bisbiseo malévolo, pero impotente, típicamente kadete en sustancia, a propósito de los "brownings" y de los "destacamentos de combate". Nadie tiene la suficiente valentía y la franqueza, que tuvo por ejemplo Marx para decir que la insurrección es imposible y que no vale la pena de continuar preparándola. Pero burlarnos solapadamente de las acciones militares de los revolucionarios es un placer para nosotros. Nos llamamos marxistas, pero preferimos eludir el análisis del aspecto "militar" de la insurrección (al que Marx y Engels asignaron siempre una significación muy seria), declarando con un doctrinarismo grandilocuente inimitable: "No se debió haber tomado las armas"... Kautsky procede de otra manera. Por muy pequeño que sea el caudal de datos que posee acerca de la insurrección se esfuerza, sin embargo, por analizar también el aspecto militar de la cuestión. Trata de apreciar el movimiento como una nueva forma de lucha, elaborada por las masas y no como nuestros Kuropatkins entienden los combates revolucionarios: si dan, tomas; si pegan, corres; ¡si nos han vencido, quiere decir que no había que haber tomado las armas!</div>
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"Tanto la batalla de París de junio -dice Kautsky- como la de diciembre de Moscú ueron combates de barricada. Pero la primera fue la catástrofe,fue el fin de la vieja práctica de barricada. La segunda fue el comienzo de una nueva táctica de barricada. Y, por lo tanto, debemo revisar el punto de vista expuesto por Engels en su prólogo a 'Las luchas de clases' de Marx, o sea, su opinión de que la época de los combates de barricada ha quedado definitivamente atrás. En realidad, lo que ha quedado atrás es solamente la época de la vieja táctica de barricada. Esto es lo que ha mostrado la batalla de Moscú, en la que un puñado de insurrectos, en el transcurso de dos semanas, logró mantenerse frente a fuerzas combativas superiores, equipadas con todas las armas de la artillería moderna."</div>
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Esto es lo que dice Kautsky. No se detiene a cantar el réquiem de la insurrección, tomando como base para ello el gracaso de la primera tentativa. Nose dedica a refunfuñar acerca del fracaso sino que investiga la génesis y el desarrollo de una nueva forma, superior, de lucha; analiza el significado de la desorganización y del descontento en el ejército, de la ayuda a los obreros por parte de la población urbana, de la conjugación de la huelga de masas con la insurrección. Investiga cómo el proletariado aprende a hacer la insurrección. Somete a revisión las teorías militares envejecidas e incita con ello a todo el partido a asimilar y reelaborar la experiencia de Moscú. Enfoca todo el movimiento como el paso de la huelga a la insurrección, tratando de comprender de qué modo deben los obreros conjugar lo uno con lo otro, a fin de alcanzar el éxito.</div>
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Kautsky termina su artículo con estas palabras: 'Tales son las enseñanzas de Moscú. Resulta imposible en este momento y desde aquí [desde Alemania], prever en qué medida influirán esas enseñanzas sobre las formas de la lucha futura. En efecto, hasta el presente hemos visto en todas las manifestaciones anteriores de la revolución rusa estallidos espontáneos de una masa desorganizada,sin que ninguna de esas manifestaciones hubiese sido delineada de acuerdo con un plan y preparada de antemano. Es probable que, durante un determinado tiempo, también sea así en el futuro. </div>
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'Pero si el momento actual todavía no es posible predecir las futuras formas de lucha, todos los síntomas indican que, necesariamente, debemos esperar combates futuros; que la calma siniestra (unheimliche) que reina en este momento no es más que la calma que precede a la tempestad. El movimiento de octubre ha mostrado a las masas de las ciudades y del campo qué fuerzas son capaces de desplegar. Posteriormente, la reacción de enero las despeñó a un abismo lleno de padecimientos. En ese abismo todo las induce, todo las empuja a la indignación, y no hay precio que no estén dispuestos a pagar con tal de liberarse de ese abismo. Pronto las masas se levantarán de nuevo, pronto harán sentir su fuerza de manera aún más potente. Dejemos que la contrarrevolución celebre su triunfo sobre los cadáveres de los héroes caídos en la lucha por la libertad: está cercano ya el día de nuestro triunfo, se alza la aurora roja, se aproxima la revolución proletaria'.</div>
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III</div>
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La cuestión que acabamos de bosquejar constituye el problema fundamental de toda la táctica socialdemócrata. El próximo congreso del partido debe, antes que nada, resolver este problema de la manera más clara e inequívoca y todos los miembros del partido, todos los obreros concientes, deben poner inmediatamente en tensión todas sus fuerzas para recoger el material más variado y diverso que contribuya a la solución de ese problema, discutirlo, y enviar al congreso delegados plenamente preparados para el cumplimiento de su responsable y seria tarea.</div>
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Las elecciones para el congreso deben realizarse sobre la base del más completo esclarecimiento de las plataformas tácticas. Dado que, en el fondo, una respuesta lógica y global a la cuestión planteada resuelve por anticipado todos los aspectos parciales de la plataforma táctica de la socialdemocracia.</div>
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Una de dos.</div>
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O reconocemos que en el momento actual "no hay ni que hablar de una revolución verdadera", y entonces debemos declararlo así, abierta y resueltamente, a los cuatro vienos, para no confundir al proletariado ni al pueblo y para no caer en confusión nosotros mismos. Entonces, necesariamente, debemos dejar de proponernos la realización completa de la revolución democrática como tarea inmediata del proletariado; necesariamente debemos retirar totalmente de la orden del día, la cuestión de la insurrección y cesar toda labor de preparación y de organización de los destacamentos de combate, puesto que jugar a la insurrección es indigno de un partido obrero; entonces, debemos reconocer como agotadas las fuerzas de la democracia revolucionaria y plantearnos como tarea inmediata de apoyo a unas u otras capas de la democracia liberal, como fuerza real de oposición en un régimen constitucional; entonces debemos considerar la Duma del Estado como un parlamento, aunque magro, y participar no sólo en las elecciones sino también en la propia Duma; entonces, debemos plantear en primer plano la legalización del partido, la correspondiente modificación del programa del partido, y la adaptación a los marcos "legales" de todo el trabajo o, por lo menos, asignar al trabajo ilegal un lugar mínimo y subordinado; entonces, debemos reconocer como tarea principal del partido la de organizar los sindicatos, del mismo modo que en el anterior período histórico lo fue la insurrección armada; entonces, debemos retirar también de la orden del día las consignas revolucionarias del movimiento campesino (tales como la confiscación de las tierras de los terratenientes), pues tales consignas son prácticamente consignas de la insurrección -y llamar a la insurrección sin prepararse seriamente para ella en el aspecto militar, sin tener fe en ella, sería un indigno juego a la insurrección-; entonces, debemos arrojar por la borda todas las disquisiciones, no sólo en torno al gobierno provisional revolucionario sino también en torno a la llamada "autoadministración revolucionaria", pues la experiencia ha mostrado que las instituciones, correcta o incorrectamente así denominadas, se transforman, de hecho, por la fuerza de las circunstancias, en órganos de la insurrección, en el embrión de un gobierno revolucionario.</div>
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O reconocemos, en cambio, que en el momento actual se puede y se debe hablar de una verdadera revolución, y entonces debemos admitir las nuevas y superiores formas de lucha directamente revolucionaria como inevitables o, por lo menos, como las más probables; entonces, la tarea política principal del proletariado, el nervio de toda su labor, el alma de toda su actividad organizativa de clase, será la de llevar la revolución democrática hasta el fin; entonces cualquier evasiva con respecto a esta tarea no significará más que rebajar la noción de la lucha de clases al nivel de su interpretación brentanovista y convertir al proletariado en lacayo de la burguesía liberal monárquica; entonces, la tarea política más urgente y central del partido será la de preparar las fuerzas y la organización del proletariado para la insurrección armada, como forma superior de lucha alcanzada por el movimiento. Entonces, será obligatoria estudiar con sentido crítico a los fines prácticos más inmediatos, toda la experiencia de la insurrección de diciembre. Entonces, será necesario multiplicar los esfuerzos relacionados con la organización de destacamentos de combate y su equipamiento con armas. Entonces, será necesario prepararse para la insurrección, también con acciones de combate guerrilleras directas, pues parecería ridículo "prepararla" únicamente con registros y anotaciones. Entonces, será preciso considerar la guerra civil como declarada y en marcha, y toda la actividad del partido deberá quedar supeditada al principio: "si estamos en guerra, obrar como en la guerra". La educación de los cuadros del proletariado para las acciones militares ofensivas será, entonces, incuestionablemente, una necesidad. Por lógica consecuencia habrá que lanzar consignas revolucionarias a la masa campesina. Tendremos que ubicar en el primer plano la tarea de realizar acuerdos de combate con la democracia revolucionaria y sólo con ésta: la base para la diferenciación de la burguesía democrática es, justamente, la cuestión de la insurrección. Con quienes están por la insurrección, el proletariado "golpea en conjunto" aunque "marcha por separado", a quienes están contra la insurrección los combatiremos implacablemente o bien los apartaremos de nosotros como a despreciables hipócritas y jesuitas (los kadetes). Tendremos que colocar en el primer plano de nuestra agitación, la crítica y el desenmascaramiento de las ilusiones constitucionalistas ubicándonos en el punto de vista de la guerra civil franca y abierta, y las circunstancias y condiciones que van preparando firmemente los estallidos revolucionarios espontáneos. Tendremos que aceptar que la Duma no es un parlamento sino una oficina policial, y rechazar toda participación en la farsa electoral, por considerarla un medio de corrupción y de desorganización del proletariado. La base de la organización del partido de la clase obrera será entonces (tal como lo planteara Marx en 1849) una "fuerte organización clandestina", que tendrá un aparato especial, a los fines de su "actuación legal", para introducir tentáculos especiales en todas las entidades e instituciones legales, comenzando por los sindicatos obreros y terminando por la prensa legal.</div>
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En síntesis: o aceptamos que la democracia revolucionaria ya está liquidada, retiramos de la orden del día el problema de la insurrección y emprendemos el camino "constitucional"; o reconocemos que la revolución democrática está en marcha, colocamos en el primer plano la tarea de su culminación, desarrollamos y aplicamos en la práctica la consigna de la insurrección, declaramos la guerra civil y marcamos a fuego, sin piedad alguna, las ilusiones constitucionalistas.</div>
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No es necesario decir al lector que nosotros nos pronunciamos resueltamente en favor de la última solución para el problema que se plantea ante nuestro partido. La plataforma táctica que adjuntamos tiene por objeto resumir y exponer en forma sistemática nuestros puntos de vista, puntos de vista que expondremos en el congreso y en el curso de todas las tareas de preparación del mismo. Esta plataforma no debe ser considerada como algo acabado, sino como un resumen para la dilucidación de los problemas tácticos y como esbozo inicial de aquellas resoluciones y exposiciones que defenderemos en el congreso partidario. Esta plataforma ha sido discutida en reuniones privadas de correligionarios de entre los ex "bolcheviques" (incluidos los redactores y colaboradores de Proletari) y es el fruto de un trabajo colectivo.</div>
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Partini Izvestia, número 2, del 20 de marzo de 1906.</div>
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LRhttp://www.blogger.com/profile/10903104379487600553noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-821994594593420177.post-38461920468854280082014-07-05T23:06:00.000-02:002016-02-29T19:18:11.822-02:00Lenin y la lucha armada (XII)<div style="text-align: justify;">
Envío de un texto en el que Lenin analiza la situación en Rusia que, para algunos miembros dirigentes del POSDR, se caracteriza por el cierre de la revolución y el paso a una situación donde la principal lucha es la electoral, y otro parte de los dirigentes, con Lenin a la cabeza, que creen que la etapa de la insurrección no se ha cerrado. En este texto reivindica abiertamente las acciones guerrilleras de los destacamentos de combate del partido.</div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg6Acy6R2KFLe6lina-r9IbKYj8YRZXP1YqR8fmgFsPRcS3gfDPew1Jz0FtRkhsG802o1vKvlpGCeECfPwKG8eh5uoVoWTgfovVJaHdJ-ntvmC8e8Q95QV_YtN_Mx1k6qRxcR02YAQTF5ur/s1600/FARC_troops-395x255.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="206" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg6Acy6R2KFLe6lina-r9IbKYj8YRZXP1YqR8fmgFsPRcS3gfDPew1Jz0FtRkhsG802o1vKvlpGCeECfPwKG8eh5uoVoWTgfovVJaHdJ-ntvmC8e8Q95QV_YtN_Mx1k6qRxcR02YAQTF5ur/s1600/FARC_troops-395x255.jpg" width="320" /></a></div>
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<b>La situación actual de Rusia y la táctica del partido obrero.</b></div>
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El Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia atraviesa por un momento muy difícil. El estado de guerra, las matanzas y persecuciones, las cárceles abarrotadas, el proletariado extenuado por el hambre, el caos en la organización -acentuado por la destrucción de muchos puntos de apoyo ilegales y la falta de puntos de apoyos legales- y finalmente, las discusiones acerca de la táctica, que coincidieron con la difícil tarea de restablecer la unidad partidista, todo eso provoca inevitablemente una cierta dispersión de las fuerzas del partido.</div>
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El medio formal para salir de esta situación de dispersión es la convocatoria del congreso de unificación del partido y, según nuestra profunda convicción, todos los trabajadores del partido deben procurar con todas sus fuerzas que se apresure esa convocatoria. Pero mientras marcha la labor relacionada con la convocatoria del congreso, es necesario plantear ante todos, y discutirla muy seriamente,la cuestión extremadamente importante de las causas más profundas de la dispersión.La cuestión del boicot a la Duma del Estado es, en esencia, tan sólo una pequeña partícula de la gran cuestión de la revisión de toda la táctica del partido. Y esta última, a su vez, es tan sólo una pequeña partícula en la gran cuestión relativa al momento actual de Rusia y al significado del momento actual en la historia de la revolución rusa.</div>
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Dos apreciaciones distintas del momento actual dan lugar a dos líneas tácticas. Unos (ver, por ejemplo, el artículo de Lenin en Molodia Rossía) consideran el aplastamiento de la insurrección en Moscú y otras ciudades solamente como preparación del terreno y de las condiciones para una nueva lucha armada más decisiva. La significación del momento se percibe en la destrucción de las ilusiones constitucionalistas. Los dos grandes meses de revolución (noviembre y diciembre) son considerados como el período de transformación de la huelga general pacífica en insurrección armada de todo el pueblo. La posibilidad de tal insurrección armada está demostrada; el movimiento se ha elevado a una etapa superior; la experiencia práctica -necesaria para el éxito de la futura insurrección-, ha sido acumulada en cantidad por las amplias masas; las huelgas pacíficas han agotado ya sus posibilidades. Es preciso recoger esa experiencia más minuciosamente; es preciso dar al proletariado la posibilidad de reunir fuerzas, de que aparte de sí, resueltamente, toda clase de ilusiones constitucionalistas y toda idea de participación en la Duma, de que prepare más tenaz y pacientemente la nueva insurrección, y afiance los vínculos con las organizaciones del campesinado, el cual, probablemente, se levantará con mayor fuerza aún hacia la primavera.</div>
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Otros aprecian el momento de manera distinta. El camarada Plejánov en el número 3 y sobre en el número 4 de su Dnievnik, es quien de manera más consecuente ha dado otra apreciación, aunque, lamentablemente, no en todas partes ha expresado hasta el fin sus pensamientos.</div>
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"La huelga política iniciada prematuramente -dice el camarada Plejánov- ha conducido en Moscú, en Rostov, etc., a la insurrección armada. Las fuerzas del proletariado resultaron ser insuficientes para lograr la victoria. Esta circunstancia no era difícil de prever. Por lo tanto, no se debió haber tomado las armas." La tarea práctica de los elementos concientes del movimiento obrero "consiste en señalar al proletariado su error, para hacerle ver con claridad todo el riesgo del juego llamado insurrección armada". Plejánov no discute el hecho de que él quiere frenar el movimiento. Nos recuerda que Marx, seis meses antes de la Comuna ponía al proletariado parisiense en guardia contra la explosiones prematuras. "La vida ha mostrado -dice Plejánov- que la táctica que ha seguido nuestro partido en los últimos meses es inconsistente. Ante la amenaza de nuevos fracasos estamos obligados a asimilar nuevos métodos tácticos" ... "Lo principal para nosotros es que debemos prestar inmediatamente una gran atención al movimiento sindical." "Una parte muy considerable de nuestros camaradas ha estado demasiado entusiasmada con la idea de la insurrección armada como para que pudiera prestar un apoyo medianamente serio al movimiento profesional"... "Debemos estimar el apoyo de los partidos de oposición no proletarios y no apartarlos de nosotros con desplantes carentes de tacto." Es completamente natural que Plejánov se pronuncie también contra el boicot a la Duma (sin precisar si está por la participación en la Duma o por la creación, a través de los electores de los "órganos de autoadministración revolucionaria", tan gratos para los "mencheviques"). "La agitación preelectoral en el campo plantearía de plano la cuestión de la tierra." La confiscación de la tierra ha sido aprobada por ambas partes de nuestro partido y "es ahora el momento de darles vida" a esas resoluciones.</div>
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Tales son los puntos de vista de Plejánov, expuestos por nosotros casi íntegramente, tal como los formuló el propio autor en Dnievnik.</div>
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Confiamos en que después de esta exposición el lector ha quedado convencido de que la cuestión de la táctica frente a la Duma es tan sólo una parte de la cuestión referente a la táctica en general, subordinada a su vez a la cuestión de la apreciación de todo el momento revolucionario actual. La raíz de las divergencias en torno a la táctica se reduce a lo siguiente. No se debió haber tomado las armas, dicen unos, llamando la atención sobre los riesgos de la insurrección y trasladando el centro de gravedad al movimiento sindical. Tanto las huelgas -segunda y tercera- como la insurrección fueron un error. Otros, en cambio, suponen que sí, que se debió tomar las armas, porque de otro modo el movimiento no podía elevarse a una etapa superior, no podía elaborar la necesaria experiencia práctica en asuntos tales como la insurrección, no podía liberarse del estrecho concepto de la sola huelga pacífica, que había agotado ya todas sus posibilidades como medio de lucha. Por consiguiente, para unos la cuestión de la insurrección, prácticamente, sale fuera de la orden del día, por lo menos hasta el advenimiento de una nueva situación que nos obligue a revisar una vez más nuestra táctica. De aquí se desprende,como cosa inevitable, la adaptación a la "constitución" (participación en la Duma y un intenso trabajo en el movimiento sindical legal). Para otros, por el contrario, es precisamente ahora cuando la cuestión de la insurrección se plantea en la orden del día, a base de la experiencia práctica adquirida, la cual ha demostrado la posibilidad de la lucha contra las tropas del ejércitos y ha fijado las tareas inmediatas para una más tenaz y paciente preparación de las acciones futuras. De aquí la consigna: ¡abajo las ilusiones constitucionalistas!, y la ubicación del movimiento sindical legal en un lugar modesto, en todo caso no en el "principal".</div>
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Se sobreentiende que debemos examinar esta cuestión en litigio no desde el punto de vista de lo deseable de tal o cual camino para la acción, sino desde el punto de vista de las condiciones objetivas del momento y de las fuerzas sociales disponibles. Nosotros conceptuamos erróneo el punto de vista de Plejánov. Su apreciación de la insurrección de Moscú, que se reduce a que "no se debió haber tomado las armas", es extremadamente unilateral. Retirar de la orden del día la cuestión de la insurrección significa, en el fondo, reconocer que el período revolucionario ha terminado y que ha comenzado el período "constitucional" de la revolución democrática, es decir, equiparar, digamos, el aplastamiento de las insurrecciones del año 1849 en Alemania.</div>
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Naturalmente, un tal resultado en nuestra revolución no es imposible, y desde el punto de vista del momento actual, cuando la reacción despliega todas sus fuerzas, es fácil admitir que tal situación ya ha comenzado. Tampoco cabe duda alguna de que es más razonable renunciar decididamente a la idea de la insurrección, si las condiciones objetivas la han hecho imposible, que gastar las fuerzas en nuevas tentativas infructuosas.</div>
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Pero esto significa apresurarse demasiado en generalizar y elevar ala categoría de la ley para todo un período, un estado cosas que se ha dado en este preciso momento. ¿Acaso no hemos visto a la reacción desatar todo su furor después de cada paso importante que la revolución da en su avance? ¿Y acaso, a pesar de esa reacción, el movimiento no se ha vuelto a levantar más poderoso aún al cabo de un tiempo? No es que la autocracia haya cedido ante las ineludibles exigencias de todo el desarrollo social; por el contrario, la autocracia retrocede provocando ya protestas en el seno mismo de la burguesía, que ha saludado el aplastamiento de la insurrección. Las fuerzas de las clases revolucionarias, el proletariado y el campesinado, están lejos de haber sido agotadas. La crisis económica, el desbarajuste financiero tienden más bien a ampliarse y a ahondarse que a atenuarse. La probabilidad de un nuevo estallido es ya ahora -cuando aún no ha terminado el aplastamiento de la primera insurrección- reconocida hasta por los órganos de la burguesía "amante del orden", indudablemente hostil a la insurrección. El carácter de comedia que tiene la Duma se perfila cada vez más claramente, y lo ilusorio de la tentativa de que el partido participe en las elecciones, es cada vez más saludable.</div>
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Sería una miopía, sería adoptar una actitud servil ante la situación del momento dado, retirar de la orden del día la cuestión de la insurrección. Observemos en qué contradicción cae Plejánov cuando con toda vehemencia aconseja llevar a la práctica la resolución de agitar en el campesinado la idea de la confiscación de la tierra y, al mismo tiempo, fija com objetivo no apartar de nosotros a los partidos opositores con salidas carentes de tacto y sueña con plantear de "plano" la cuestión de la tierra durante la campaña preelectoral en el campo. Se puede afirmar con toda seguridad, que los liberales - terratenientes os perdonarán mil veces la "falta de tacto", pero no os perdonarán la exhortación a la confiscación de la tierra. No por nada hasta los kadetes dicen que ellos también están por el aplastamiento de las insurrecciones campesinas mediante las fuerzas armadas, siempre que sean ellos quienes dispongan de esas fuerzas armadas y no la burocracia (ver el artículo del conde Dolgorúkov en Pravo). Se puede afirmar con toda seguridad, que es justamente en la agitación preelectoral donde nunca se va a plantear de "plano" la cuestión de la tierra, tal como se ha planteado, se plantea y se podrá plantear al margen de la Duma y al margen de las elecciones que se realizan con la participación de la policía.</div>
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Nosotros nos hemos pronunciado totalmente en favor de la confiscación de la tierra. Pero la confiscación de la tierra no será más que una frase hueca si ella no significa el triunfo de la insurrección armada, porque ahora, contra los campesinos están movilizados no sólo el ejército, sino también los destacamentos de voluntarios al servicio de los terratenientes. Al predicar la confiscación de la tierra llamamos a los campesinos a la insurrección. ¿Y tendríamos el derecho -sin caer en la frase revolucionaria- de hacer tal cosa si no contáramos con la insurrección de los obreros en las ciudades, con la ayuda de los obreros a los campesinos? No dejaría de ser una burla amarga el que los obreros, por falta de organizaciones de combate, ofrecieran a los campesinos que se levantan en oleada y comienzan a apoderarse de la tierra, la ayuda de sociedades profesionales patrocinados por la policía.</div>
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No, no tenemos fundamento alguno para retirar la orden del día la cuestión de la insurrección. No debemos reconstruir de nuevo la táctica del partido desde el punto de vista de las condiciones del momento actual de reacción. No podemos y no debemos perder la esperanza de que finalmente se logrará fundir los tres torrentes de la insurrección -los obreros, los campesinos y los militares- en una sola insurrección victoriosa. Debemos prepararnos para ello, sin negarnos, naturalmente, a utilizar todo y cada uno de los medios "legales" para ampliar la propaganda, la agitación y la organización, pero sin llamarnos a engaño respecto de la solidez de estos medios y de su importancia. Debemos recoger la experiencia de las insurrecciones de Moscú, del Donetz, de Rostov y de otros lugares, difundir el conocimiento respecto de las mismas, preparar tenaz y pacientemente las nuevas fuerzas de combate, adiestrarlas y templarlas en toda una serie de acciones de combate guerrilleras. El nuevo estallido quizás no llegue a producirse durante la primavera próxima, pero lo cierto es que está en marcha y probablemente no esté muy lejos. Debemos recibirlo armados, organizados militarmente en condiciones de realizar acciones ofensivas decisivas.</div>
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Aquí nos vamos a permitir una pequeña digresión respecto de las acciones guerrilleras de los destacamentos de combate. Nosotros creemos que es erróneo compararlas con el terror de viejo tipo. El terror era el fruto de la venganza contra determinadas personas; era el resultado de la conspiración de grupos intelectuales. No tenía vinculación alguna con el estado de ánimo de las masas. No se proponía la preparación de dirigentes combativos de las masas. El terror era resultado -como así también el síntoma y el compañero- de la falta de fe en la insurrección, de la falta de condiciones para la insurrección.</div>
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Las acciones de las guerrillas no constituyen una venganza, sino una acción militar. Se parecen tan poco a una aventura como las incursiones de las patrullas de cazadores en la retaguardia del ejército enemigo, durante el período de calma en el campo principal de batalla, pueden parecerse al homicidio que comete un duelista o un conspirador. Las acciones guerrilleras de los destacamentos de combate formados desde hace tiempo por ambas fracciones socialdemócratas en todos los grandes centros o movimientos y que están formados -fundamentalmente- por obreros, se hallan ligadas, sin duda alguna, y del modo más estrecho y más directo, con el estado de ánimo de las masas. Las acciones guerrilleras de los destacamentos de combate prepararan en forma directa los cuadros combativos que han de dirigir a las masas. Las acciones guerrilleras de los destacamentos de combate no sólo no son el resultado de la falta de fe en la insurrección o en la posibilidad de la insurrección sino que, por el contrario, son parte integrante necesaria de la insurrección en marcha. Es claro que en todo y siempre son posibles los errores; son posibles las tentativas de acciones inoportunas y fuera de lugar; son posibles los arrebatos y los extremismos que, siempre, incuestionablemente, son perjudiciales y sólo contribuyen a dañar la táctica más justa. Pero nosotros, hasta ahora, en la mayoría de los centros esencialmente rusos, adolecemos de otro extremismo, adolecemos de la insuficiencia de iniciativa de nuestros destacamentos de combate, y de la insuficiencia de iniciativa de nuestros destacamentos de combate, y de la insuficiencia de experiencia combativa en ellos, de falta de decisión en las acciones. En este aspecto se nos han adelantado el Cáucaso, Polonia y la región del Báltico, es decir, justamente aquellos centros donde el movimiento se alejó más del terror de viejo tipo, donde la insurrección está preparada mejor que en otras partes, donde el carácter de masas de la lucha proletaria se destaca con más fuerza, con más relieve.</div>
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Tenemos que alcanzar a esos centros. No tenemos que contener sino, por el contrario, estimular las acciones guerrilleras de los destacamentos de combate, si es que queremos no sólo de palabra preparar la insurrección y si hemos reconocido que el proletariado está verdaderamente preparado para ella.</div>
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La revolución rusa comenzó con un pedido al zar de conceder el don de la libertad. Las matanzas, la reacción, los desmanes de Trépov no sofocaron el movimiento sino que lo encendieron aún más. La revolución dio el segundo paso. Empleando la fuerza arrancó al zar el reconocimiento de la libertad. Con las armas en la mano ha estado defendiendo esa libertad. No ha logrado conquistarla en el acto. Los fusilamientos, la reacción, los Dubasovs, no aplastarán al movimiento sino que harán que se extienda aún más. Ante nosotros se perfila el tercer paso que es el que va a determinar el desenlace de la revolución: la lucha del pueblo revolucionario por un poder capaz de asegurar en los hechos la libertad. En esta lucha debemos contar con el apoyo no de los partidos de la oposición sino con el de los partidos democráticos revolucionarios. Al lado del proletariado socialista marchará aquí el campesinado democrático revolucionario. La lucha por conducir hasta el fin la revolución democrática, hasta su triunfo completo, es una gran lucha, una difícil lucha. Pero en los momentos actuales todo indica que esa lucha avanza con el curso de los acontecimientos. Esforcémonos, pues, por asegurar que la nueva ola encuentre el proletariado de Rusia en una nueva disposición de combate.</div>
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Publicado en Partinie Izvestia, número 1, del 7 de febrero de 1905.</div>
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LRhttp://www.blogger.com/profile/10903104379487600553noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-821994594593420177.post-22003033562184708202014-07-03T00:39:00.003-02:002016-02-29T19:18:00.270-02:00Lenin y la lucha armada (XI)<div style="text-align: justify;">
En este envío, un texto que no tiene prácticamente ninguna indicación de tipo teórica. Es más bien, un plan de acción y de organización de los destacamentos de combate que habrán de conformar el ejército revolucionario. Lenin postula la necesidad de desarrollar tareas preparatorias y militares, aún antes de la insurrección, con la intención, también, de preparar a los futuros cuadros políticos - militares. Lenin también sostiene la necesidad de enfrentar físicamente a las centurias negras, la fuerza de choque paraestatal del zarismo ruso.</div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi7YHtzlHOLpQpGC2SIQSxM_iuy_na91k2rXJbVuE55Slw0bxqgwIUKp_4C-Vvmfhyphenhyphen4ohMse4nqepYIlijsqJpd-kWy1u1HavuGPinuIJXpBVQ6-JuTaDJCju0eTI-6KS0Iz_NsWQJajjeh/s1600/insurrectos.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="205" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi7YHtzlHOLpQpGC2SIQSxM_iuy_na91k2rXJbVuE55Slw0bxqgwIUKp_4C-Vvmfhyphenhyphen4ohMse4nqepYIlijsqJpd-kWy1u1HavuGPinuIJXpBVQ6-JuTaDJCju0eTI-6KS0Iz_NsWQJajjeh/s1600/insurrectos.jpg" width="320" /></a></div>
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<b>Tareas de los destacamentos del ejército revolucionario.</b></div>
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1) Acción militar independiente.</div>
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2) Dirección de la multitud.</div>
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El número de componentes de los destacamentos puede ser vario, comenzando por dos o tres personas. Los destacamentos deben armarse por sí mismos y con lo que puedan (fusil, revólver, bombas, cuchillos, puños de hierro, garrotes, trapos impregnados de kerosene para provocar incendios, cuerdas o escalas de sogas, palas para construir barricadas, minas de piroxilina, alambres de púas, clavos -contra la caballería-, etc. etc.) En ningún caso se deberá esperar la ayuda indirecta, de arriba, de afuera; todo deberá esperar la ayuda indirecta, de arriba, de afuera; todo deberá obtenerse por medios propios.</div>
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Los destacamentos, en la medida de lo posible, deben estar compuestos por personas que sean vecinas o que se vean con frecuencia, regularmente y a horas determinadas (lo mejor sería tener en cuenta ambas condiciones, ya que los contactos regulares pueden ser interrumpidos por la insurrección). Su tarea consiste en disponer las cosas de modo que en el momento más crítico, en las circunstancias más imprevistas, puedan reunirse. Cada destacamento, por lo tanto, deberá elaborar por anticipado los métodos y procedimientos para la acción común: señales en las ventanas, etc., para encontrarse con mayor facilidad unos con otros; silbidos y gritos convencionales para identificar a los camaradas entre la muchedumbre; señales convencionales en caso de encuentros nocturnos, etc., etc. Toda persona enérgica, con dos o tres camaradas podrá elaborar una serie de normas y reglamentos de este tipo que es necesario establecer, estudiar y ejercitar para su aplicación. No debe olvidarse que en el 99% de los casos los acontecimientos nos tomarán de imporviso y nos veremos obligados a reunirnos en condiciones sumamente difíciles.</div>
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Los destacamentos pueden desempeñar aun sin armas, una importante función: 1) dirigir a la muchedumbre; 2) asaltar en un momento propicio a un guardia municipal o a un cosaco que hubiera quedado rezagado de los suyos (caso ocurrido en Moscú), etc., etc., y quitarle el arma; 3) rescatar a los detenidos y heridos en casos en que haya poca policía; 4) ubicarse sobre los techos de las casas, en los pisos altos, etc., y apedrear a las tropas, arrojarles agua hirviendo, etc. Un destacamento que emplea de manera homogénea y organizada su propia energía, constituye una fuerza enorme. En ningún caso se debe renunciar a la formación de un destacamento o diferirla con el pretexto de la falta de armas.</div>
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Los destacamentos deben, en lo posible, distribuir las funciones por anticipado y, eventualmente elegir su jefe, su comandante. Sería insensato, por supuesto, caer en el juego de la asignación de grados; pero no debe olvidar la enorme importancia de una dirección uniforme, de acción rápida y decisiva. La decisión, el empuje, constituyen las tres cuartas partes del éxito.</div>
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Inmediatamente después de su instrucción, los destacamentos deben darse un trabajo multiforme, de ninguna manera sólo teórico, sino necesariamente también práctico. Por trabajo teórico entendemos el estudio de la ciencia militar, la familiarización con los problemas militares, conferencias sobre cuestiones militares, la invitación a familiares (oficiales, suboficiales, etc., etc., inclusive los obreros que han sido soldados) a participar de conversaciones, lecturas, análisis y asimilación de folletos ilegales y artículos de periódicos sobre lucha de calles, etc., etc.</div>
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Insistimos: los trabajos prácticos deben iniciarse sin demora. Se dividen en operaciones preparatorias y militares. Entre las operaciones preparatorias se incluyen la captura de cualquier tipo de armas y proyectiles, la búsqueda de casas adecuadas por su disposición para combates callejeros (adecuadas para la lucha desde los tejados, para depósitos de bombas, piedras, etc., de ácidos para arrojar sobre los policías, etc., etc., así como como también para alojar los mandos, reunir informaciones, resguardar a los perseguidos, asilar a los heridos, etc. etc.) Además se entienden por trabajos preparatorios las operaciones inmediatas de identificación y de reconocimiento: averiguar los planos de las cárceles, de los puestos de policía, de los ministerios, etc., conocer la distribución del trabajo en las instituciones del Estado, en los bancos, etc., las condiciones de su defensa; tratar de establecer vinculaciones que puedan reportar utilidad (empleados de la policía, de bancos, de tribunales, cárceles, correos, telégrafos, etc.); conocer la ubicación de los depósitos de armas, todos los comercios de armas de la ciudad, etc. Hay aquí trabajo en cantidad y de todo tipo en los cuales pueden reportar gran utilidad aun aquellas personas que no son aptas para la lucha callejera, aun los más débiles, las mujeres, los adolescentes, los viejos y demás. Es necesario tratar de incorporar, ahora mismo, en los destacamentos, obligatoriamente y sin excepciones, a todos los que quieran participar en la causa de la insurrección, puesto que no hay ni puede haber persona alguna deseosa de trabajar que no aporte alguna utilidad, aunque carezca de armas, incluso si personalmente no es apta para la lucha.</div>
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Por lo tanto, en ningún caso debemos limitarnos a la acción preparatoria; los destacamentos del ejército revolucionario deben pasar cuanto antes a la acción militar en con el fin de: 1) ejercitar sus fuerzas de combate; 2) conocer los puntos débiles del enemigo; 3) infligir al enemigo derrotas parciales; 4) libertar a los prisioneros (detenidos); 5) captura de armas; 6) captura de medios para la insurrección (confiscación de dineros del Estado), etc., etc. Los destacamentos pueden y deben aprovechar toda oportunidad para un trabajo activo y de ninguna manera postergar las tareas hasta la insurrección general, puesto que, sin una previa prueba de fuego, no es posible adquirir experiencia para la insurrección.</div>
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Por supuesto, todo extremismo es malo: todo lo bueno y útil llevado al extremo, inevitablemente llega a convertirse, cando pasa un cierto límite, en malo y perjudicial. Un terror diminuto, desordenado, no preparado, cuando es llevado al extremo, sólo desmenuzará y desperdiciará las fuerzas. Esto es cierto, y por supuesto no debe olvidarse. Pero por otra parte, en ningún caso debe olvidarse que ahora ya está dada la consigna para la insurrección, la insurrección está en marcha. Comenzar el ataque cuando existen condiciones favorables no es sólo un derecho sino una obligación de todo revolucionario. Matar a los espías, a los policías, a los gendarmes, volar las seccionales de policía, liberar a los detenidos, extraer del gobierno los medios pecuniarios para emplearlos en las necesidades de la insurrección: estas operaciones ya se están llevando a cabo en todas partes, dondequiera que estalle la insurrección, en Polonia y en el Cáucaso, y todo destacamento del ejército revolucionario debe estar dispuesto para realizar inmediatamente operaciones semejantes. Cada destacamento debe recordar que al dejar pasar hoy una ocasión favorable que se le presente para operaciones de este tipo, será culpable de inactividad imperdonable, de pasividad; y una culpabilidad tal constituye el más grande delito que pueda cometer un revolucionario en época de insurrección, la mayor vergüenza para todo el que brega no de palabra, sino de hecho, por la libertad.</div>
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Con respecto a la composición de estos destacamentos puede decirse lo siguiente: el número aconsejable de miembros participantes y la distribución de sus funciones lo indicará la experiencia. Pero es necesario comenzar a elaborar por nosotros mismos esa experiencia, sin esperar indicaciones de afuera. Naturalmente, se deberá solicitar a la organización revolucionaria local el envío de un revolucionario - militar para que pronuncie conferencias, realice conversaciones, dé consejos, pero a falta de él, es absolutamente necesario hacerlo por nuestra cuenta.</div>
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En cuanto respecta a las divisiones por partido, es natural que los miembros de un partido prefieran reunirse en un mismo destacamento. No obstante no es conveniente poner obstáculos insalvables para el ingreso al destacamento de miembros de otros partidos. Es precisamente aquí donde debemos realizar la unidad, el acuerdo práctico (se entiende, sin llegar a la fusión de partidos) del proletariado socialista con la democracia revolucionaria. Quien quiera luchar por la libertad en los hechos y demuestre que está dispuesto a hacerlo, podrá alistarse entre los demócratas revolucionarios; con ellos precisamente debemos tratar de trabajar en la preparación de la insurrección (naturalmente, debe existir la más completa confianza hacia la persona o el grupo). Es necesario separar claramente a los demás "demócratas", así como a los quasi demócratas, a los charlatanes liberales, en los cuales no es admisible confiar; brindar confianza revolucionaria a estos últimos sería criminal.</div>
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Es deseable, por supuesto, la vinculación de los destacamentos entre sí. Es de extraordinaria utilidad la elaboración de las formas y de las condiciones para una actividad común. Pero en ningún caso se debe caer en los extremos, creando planes complicados, esquemas generales, difiriendo el trabajo activo por apego a las elucubraciones pedantes, etc. La insurrección se hará, inevitablemente, en condiciones tales que los elementos no organizados serán miles de veces más numerosos que los organizados; habrá inevitablemente casos en que será preciso actuar con presteza, sobre el lugar, en pareja o individualmente; debemos prepararnos para actuar por nuestra propia cuenta y riesgo. Los retrasos, las discusiones, las postergaciones, la indecisión, son la rutina de la causa de la insurrección. La máxima resolución, la máxima energía, el inmediato aprovechamiento de todo momento adecuado, la tarea de inflamar la pasión revolucionaria de la muchedumbre, dirigirla hacia acciones más decididas, hacia acciones más decisivas, tal es el deber primordial del revolucionario.</div>
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La lucha contra las centurias negras significa una magnífica acción militar que proporciona instrucción a los soldados del ejército revolucionario, que constituye el bautismo de fuego y reporta una gran utilidad a la revolución. Los destacamentos del ejército revolucionario deben tratar de saber en seguida quiénes, dónde y cómo se componen las centurias negras, y además, no limitarse a la simple propaganda (esto es útil pero no suficiente), sino intervenir con la fuerza de las armas, golpeando a las centurias negras, exterminándolas, haciendo volar su cuartel general, etc., etc.</div>
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Publicado a fines de octubre de 1905.</div>
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