viernes, 29 de octubre de 2010

Nacionalismo burgués, populismo y bonapartismo - 1

Michael Löwy, Transformación del populismo en América Latina (1989).

En la mayor parte de los países del continente latinoamericano (América Central y Chile constituyen las excepciones), los trabajadores, los obreros y los campesinos no han alcanzado la independencia de clase. No son las fuerzas del movimiento obrero —siquiera reformista— quienes los organizan políticamente, sino fuerzas burguesas de un tipo peculiar: los movimientos denominados populistas. Comprender estos movimientos y definir una estrategia correcta hacia ellos es una condición para avanzar hacia la independencia de clase.

El problema

Miles de veces los revolucionarios han enterrado el populismo; hemos decretado que el peronismo atravesaba su última crisis, que el aprismo estaba hundido, etc. Hemos explicado a menudo que, en las condiciones económicas y políticas actuales, ya no era posible llevar adelante una política populista de redistribución de la renta, y que el ciclo de los gobiernos populistas estaba agotado.

Ahora bien, ¿qué es lo que ha pasado en realidad? El APRA viene de lograr una victoria espectacular en Perú. En Brasil, Brizola, el heredero de Vargas y Goulart, aparece como el más probable triunfador en las futuras elecciones presidenciales directas. En Argentina, Menem, el candidato del peronismo, acaba de lograr en las elecciones presidenciales un triunfo aplastante sobre el candidato del partido radical. Los partidos llamados populistas gobiernan en la mitad del continente: México, República Dominicana, Costa Rica, Venezuela... Es cierto que algunos desarrollos —especialmente la formación del PT y de la CUT en Brasil— muestran la posibilidad, en las condiciones históricas actuales, de operar avances importantes más allá del populismo, hacia la independencia sindical y política de clase. Pero está lejos de ser la perspectiva actual en la gran mayoría de los países de América Latina.

Intento de definición

El término “populismo” es sumamente confuso e impreciso. Si bien sus orígenes se remontan al populismo ruso —los terroristas de Narodnaia Volia (La Voluntad del Pueblo) y luego el PSR (los “socialrrevolucionarios”)—, se lo emplea de manera harto vaga, y es evidente que los movimientos de América Latina designados con ese nombre tienen pocas cosas en común con el modelo ruso de principios de siglo.

Existe una vasta literatura, tanto académica como marxista, sobre el populismo en general y el latinoamericano en particular. Nosotros nos limitaremos aquí a América Latina.

Los sociólogos burgueses están lejos de ponerse de acuerdo en la caracterización del populismo: por ejemplo, para Gino Germani, se trata de la manifestación política de las masas tradicionales y autoritarias, en desfasaje con la modernización. Por el contrario, según Torcuato Di Tella, es el producto de la “revolución de las expectativas” de los sectores populares urbanos, suscitada gracias a la radio, la prensa, etc., que crean nuevas necesidades en términos de consumo, condiciones de
vida, etc. Estos análisis son sumamente superficiales, y no presentan
sino un interés limitado.

Más interesante son los estudios de orientación marxista de la escuela dependentista, fundamentalmente del Brasil (Francisco Weffort, Octavio Ianni, Fernando Henrique Cardoso, Ruy Mauro Marini). Para estos autores, el populismo ha sido la expresión de un ciclo económico preciso: el período de industrialización por sustitución de importaciones, que condujo a una cierta redistribución de la renta.

Esta hipótesis es más interesante, pero muy economicista: no permite comprender el resurgir del populismo actual, una vez concluida la política de la industrialización “nacional” por sustitución de importaciones.

Otra tentativa de interpretación que se reclama del marxismo es la del argentino Ernesto Laclau: el populismo sería la ideología popular–democrática, presente en articulaciones con distintas formas de discurso de clase (fascismo, nacionalismo, socialismo). Este análisis termina por presentar a Hitler, Perón y Mao como variantes del populismo... Se trata de un método ideologizante, abstracto, que no da cuenta de la especificidad del fenómeno.

Finalmente, para el punto de vista del marxismo revolucionario, el populismo es percibido como un movimiento policlasista, bajo la hegemonía de una dirección burguesa y una ideología nacionalista. En este cuadro, podríamos adelantar una definición provisoria: el populismo es un movimiento político —con diversas formas de organización (partido, sindicatos, asociaciones diversas)— poseedor de una gran base popular (de obreros, campesinos y clases medias), bajo una dirección burguesa/pequeño burguesa y el liderazgo carismático de un caudillo. Una vez en el poder, este movimiento, que pretende representar al “pueblo” en su conjunto, adopta una política bonapartista, pretendidamente por encima de las clases, pero en último análisis al servicio de los intereses del capital (lo que no impide fricciones con sectores de la burguesía). Puede también —sobre todo si existe una presión de base— otorgar concesiones económicas y sociales a las clases explotadas y/o tomar ciertas medidas de tipo antimperialista.

Como ejemplo, podríamos mencionar: el peronismo (“justicialismo”), el varguismo (“travalhismo”), el APRA, el Movimiento Nacional Revolucionario (MNR) de Bolivia, Acción Democrática de Venezuela, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) de México, el Partido Revolucionario Democrático (PRD) dominicano, el Partido Liberal Nacional (PLN) de Costa Rica, el Partido Nacional Popular (PNP) de Jamaica. Se podría agregar, como una variante, el populismo militar, generalmente efímero: Torres en Bolivia, Velazco en Perú y Torrijos en Panamá.

Aspectos del populismo

Examinaremos detenidamente los diversos aspectos de esta definición:

dirección burguesa/pequeño burguesa. Generalmente, el personal dirigente de los movimientos populistas [6] de extracción pequeñoburguesa, pero su política sirve a los intereses de la burguesía. Como dijimos, los conflictos son posibles en función de la naturaleza bonapartista del poder populista. Habría que añadir la existencia, en una posición subalterna pero importante, de una burocracia de origen obrero a la cabeza de los sindicatos populistas.

líder carismático. El “caudillo”, el jefe popular, juega un rol esencial en la formación y la permanencia del movimiento. Más allá de las diversas formas orgánicas que tome el populismo, aquel le da unidad, visibilidad, influencia de masas. Perón y Vargas son los dos ejemplos paradigmáticos, pero también pueden mencionarse a Haya de la Torre, Paz Estenssoro, Bétancourt, Cárdenas, Pepe Figueres, Brizola, etc. Este rol resulta, a la vez, de cierta tradición cultural (el caudillismo), que se remonta al siglo XIX, y de la estructura “vertical” y autoritaria del movimiento populista.

la base social, generalmente con predominio de sectores urbanos: trabajadores, capas pequeñoburguesas, ciertos sectores de la llamada “burguesía nacional” (Argentina, Brasil, Perú); aunque en otros países incluye capas campesinas (México, Bolivia). La influencia política de masas del populismo es, antes que nada, electoral, aunque en ciertas ocasiones puede ser militante, activa y organizada (peronismo, aprismo). Ella se ejerce también a través de sindicatos obreros y campesinos, dirigidos por una burocracia sindical amarilla y corrupta (pelegos en Brasil, charros en México, etc.) más o menos ligada al estado.

la ideología. El nacionalismo pequeñoburgués, a la vez antimperialista y anticomunista; según los períodos, es uno u otro el que predomina, incluso en el curso de la historia del mismo movimiento.

Por ejemplo, el APRA fue predominantemente antimperialista en un principio (años veinte y treinta) para devenir ferozmente anticomunista y proestadounidense en los años cincuenta y sesenta (actualmente tendría lugar un nuevo giro). El varguismo, por el contrario, ha sido ferozmente anticomunista en 1935–1942, para llegar a acuerdos tácticos con el PC brasileño entre 1945 y 1955...

La ideología populista se dirige al “pueblo” en su conjunto, o a la “nación” como un todo, aunque puede conceder también un lugar de privilegio a los trabajadores (Perón, Vargas, Cárdenas). A pesar del rol “homogeneizador” del caudillo, los movimientos populistas son política e ideológicamente muy heterogéneos: suelen tener un ala derecha fascistizante (anticomunista, nacionalista de derecha, a veces antisemita), un centro nacional–reformista hegemónico, y un ala izquierda socializante (influenciada por el marxismo). Esta heterogeneidad provoca a menudo escisiones, especialmente hacia la izquierda.

el poder populista. Se trata de regímenes de tipo bonapartista que se presentan como árbitros por encima de las clases, y que se apoyan tanto en la patronal y el ejército, como sobre los sindicatos y las movilizaciones populares. Su programa apunta al desarrollo industrial, especialmente a través de la sustitución de importaciones, y a la expansión del mercado interno. Esto puede conducir a fricciones y conflictos con la oligarquía terrateniente y la puesta en marcha de reformas agrarias parciales (México, Bolivia, Perú, Venezuela, etc.)

También son posibles conflictos y rivalidades con el imperialismo, con la expropiación de materias primas (petróleo, minas). Para ganarse el sostén de los trabajadores pueden realizar importantes concesiones, bajo la forma de aumentos salariales, salario mínimo garantizado, estabilidad en el empleo, seguridad social, etc., lo que constituye a menudo un mejoramiento efectivo en las condiciones de vida de las masas trabajadoras. Al mismo tiempo, toda movilización independiente de los trabajadores es reprimida, y los sindicatos son sometidos, a menudo de modo orgánico, al estado (Brasil). La burocracia sindical tiende a convertirse en un apéndice del aparato del estado, y sirve para neutralizar toda lucha autónoma.

La era dorada: el populismo en el poder (1944–1964)

A excepción de México, que constituye un caso particular (el gobierno de Cárdenas en los años treinta), es después de la guerra cuando se configuran los grandes gobiernos populistas de Argentina, Brasil, Bolivia, Costa Rica, Guatemala. En Bolivia, en 1952, tuvo lugar una verdadera revolución interrumpida (para retomar el término empleado por Adolfo Gilly al referirse a la revolución mexicana de 1910–1917), y esto explica, por qué las primeras reformas concedidas por el MNR han sido tan radicales: expropiación de las minas, reforma agraria, disolución de las viejas fuerzas armadas de la oligarquía, etc. En Guatemala se asistió a un caso particular de “bonaparlismo de izquierda” (Jacobo Arbenz) en función de la influencia del Partido Comunista en el movimiento de masas y en ciertos engranajes administrativos del estado. En Brasil y en Argentina, las reformas son otorgadas desde arriba y la movilización obrera y popular es controlada por el aparato político y sindical populista.

Durante este período, los gobiernos aplican una política nacionalista o desarrollista de industrialización por sustitución de importaciones, apoyándose en el denominado “pacto populista” entre la burguesía industrial y los sindicatos: la “paz social” a cambio de aumentos salariales, de leyes sociales, etc.

El stalinismo va a jugar un rol muy importante en los inicios y el triunfo del populismo entre 1944–1946: en Argentina y en Bolivia, se alía con la derecha oligárquica y el imperialismo contra el populismo —calificado de “fascista”—, dejando así a Perón y al MNR el monopolio de las reivindicaciones nacionales; en Brasil, por el contrario, apoya acríticamente al varguismo y sus maniobras políticas. La lógica última de estos comportamientos, aparentemente contradictoria, es la misma: la neutralidad de Perón durante la guerra mundial y la posición prosoviética de Vargas (quien se convertía así, automáticamente, en un aliado de la URSS)... ¡El único criterio fue la política exterior soviética!

Ninguno de estos regímenes bonapartistas logró cumplir con las tareas de una verdadera revolución democrático–burguesa: no resolvieron la cuestión agraria —sea porque no tuvo lugar reforma agraria alguna (Brasil, Argentina), sea porque no tuvo ascendiente sobre los campesinos (Bolivia)—; no rompieron con el imperialismo ni obtuvieron una verdadera independencia nacional; sus planes de industrialización independiente fracasaron y la “burguesía nacional” eligió la vía de la asociación con el capital extranjero; finalmente, en ninguno de estos países se estableció una democracia estable. Esta experiencia histórica confirma así las hipótesis de Trotsky en La revolución permanente.: bajo una dirección burguesa, las conquistas democráticas (agrarias, nacionales, etc.) son limitadas, parciales y efímeras.

La crisis del populismo (1960– 1976)

La aspiración de sectores dinámicos de la burguesía a una política de desarrollo asociada al capital imperialista; la inquietud de las clases dominantes frente a un movimiento obrero y popular que amenazaba escapar a su control y la tendencia del imperialismo a favorecer los regímenes autoritarios, han conducido a los golpes de estado militares que voltearon a los gobiernos populares de Perón, Vargas y Arbenz en 1954–1955, y diez años más tarde, los de Goulart y Paz Estenssoro: el populismo entra en su etapa de crisis.

Esta crisis se intensifica a partir del triunfo de la revolución cubana en 1958 (el propio Movimiento 26 de Julio había nacido de una corriente populista: la Juventud Ortodoxa). Los acontecimientos cubanos tuvieron un gran impacto sobre las izquierdas del populismo de distintos países, provocando escisiones y la formación de grupos que evolucionaban hacia el marxismo y la revolución. Es el caso de Perú con el MIR (proveniente del APRA) de Luis de la Puente y Ricardo Napurí; de Venezuela, con la formación también del MIR, proveniente de Acción Democrática, animado por Domingo Alberto Rangel, Américo Martín y Moisés Moleiro. Rupturas más confusas e incompletas tuvieron lugar en Bolivia, con la formación del PRIN de Juan Lechín; en Argentina, con la constitución de Montoneros, y en Brasil, con el compromiso de los oficiales próximos a Brizola en los grupos de la izquierda armada (por ejemplo, el VAR–Palmares).

De un modo general, el campo político en el curso de los años sesenta y de los primeros setenta tendió a polarizarse entre revolución y dictadura militar, entre Cuba y el imperialismo. El espacio para el populismo nacional reformista se angostaba. El varguismo desaparecía, el peronismo se debilitaba, Acción Democrática y el APRA devenían abiertamente proimperialistas, el MNR se dividía en mil pedazos, etc. Es el momento en que el ciclo populista parecía ser un capítulo cerrado en la historia de América Latina.

La renovación socialdemócrata del populismo (de 1976 a hoy)

Históricamente, la Internacional Socialista (IS) —es decir, la socialdemocracia como corriente internacional— nunca tuvo demasiada influencia en América Latina, a excepción de Argentina y Uruguay. Su orientación resueltamente anticomunista y sus ligazones con el imperialismo estadounidense (vía el Partido Demócrata de los Estados Unidos) la hacían poco atrayente a los ojos de las masas. Con el impacto de la revolución cubana en el cono sur, las fuerzas socialdemócratas de Argentina y Uruguay entraron en crisis, sus juventudes se hicieron castristas y la IS perdió sus últimos apoyos en el continente (el PS chileno jamás había adherido a la IS).

Ahora bien, a partir de 1976 comienza una ofensiva política de la IS en América Latina que será coronada por el éxito. El punto de partida es el congreso de la IS que tuvo lugar en Ginebra en 1976, y donde se eligió a Willy Brandt para la presidencia de esa organización.

El mismo año tuvo lugar en Caracas el encuentro de dirigentes social-demócratas europeos y populistas latinoamericanos (en que participaron Haya de la Torre, Muñoz Ledo, etc.)

Las razones de esta ofensiva de la IS son múltiples: ante todo económicas —la crisis del petróleo en 1974 y la rivalidad del capital europeo con el estadounidense—, pero también ideológicas: un cierto declive de la guerra fría y el traumatismo que provocó en Europa el golpe de estado militar (sostenido por Estados Unidos) contra el gobierno democráticamente elegido de Salvador Allende en 1973.

El primer gran éxito de esta nueva orientación es el encuentro de Vancouver en 1978, donde 29 organizaciones latinoamericanas participan del congreso de la IS. A propuesta de los socialdemócratas suecos, se constituye un “grupo de trabajo” de la IS sobre América Latina, animado especialmente por Manley (PNP jamaiquino) y Peña Gómez (PRD dominicano), lo que significa una victoria de los suecos y sus aliados frente a la orientación más derechista del PSD alemán y de sus clientes latinoamericanos: Obdubar (PLN de Costa Rica) y Gonzalo Barrios (AD de Venezuela). Este mismo año, la IS avanza en este sentido, cuando interviene diplomáticamente (contra EE.UU.) en defensa de las elecciones libres en la República Dominicana, que dieron la victoria a Antonio Guzmán, del PRD.

En 1980 se reunió en Santo Domingo la “Primera Conferencia Regional de la IS para América Latina y el Caribe”, con la participación de decenas de organizaciones políticas latinoamericanas, en un arco político que va desde el Partido Liberal de Colombia (formación de la gran burguesía reaccionaria) hasta... el FSLN nicaragüense. El elemento predominante lo constituían, no obstante, los partidos populistas del continente (APRA, AD, PRD, PLN, PNP). Las decisiones adoptadas significaron un vuelco diplomático importante: sostener al FSLN y al FDR salvadoreño, en oposición a la política de los Estados Unidos en América Central.

Sin embargo, ciertos populistas rechazan esta orientación y se mantienen en sus posiciones anticomunistas tradicionales, como el PLN de Costa Rica y la AD de Venezuela (sostenidos por Mario Soares de Portugal y otros socialdemócratas de derecha), que llevan adelante su campaña contra el sandinismo. Luego se sumará el rechazo de otros sectores, y el conjunto de la IS y sus aliados latinoamericanos dejarán de sostener al FSLN y al FDR para limitarse a una política de arbitraje en el cuadro del Grupo de Contadora.

Falta saber aún por qué la mayoría de las fuerzas populistas del continente tienden hacia fines de los años setenta a “socialdemocratizarse”.

Podrían adelantarse algunos elementos explicativos para comprender este cambio:

• la política favorable a las dictaduras de la administración estadounidense (Nixon y enseguida Reagan) obliga a las fuerzas opuestas a los regímenes militares a buscar apoyos en Europa. Algunos dirigentes populistas (brasileños, bolivianos, chilenos) se exiliaron en Europa durante los años negros de las dictaduras militares y entraron entonces en contacto con los partidos socialdemócratas de Portugal, España, Francia, Suecia, Alemania Federal;

• el interés económico de ciertos sectores de las burguesías nativas de diversificar la dependencia y escapar así al control exclusivo del capital estadounidense;

• la pérdida de identidad nacionalista/antimperialista del populismo y la [7] necesidad de una renovación ideológica. Por el otro lado, el desarrollo del proletariado industrial y del movimiento obrero les obliga a encontrar una nueva forma de legitimidad, más “moderna”, menos usada, que el viejo paternalismo populista.

El proceso de socialdemocratización de estos partidos es desigual: en ciertos casos, es más profundo, creando formaciones híbridas, “socialpopulistas”, y jugando una doble función —populista y socialdemócrata— en el sistema político nacional (PNP en Jamaica); en otros, el lazo con la socialdemocracia es más “diplomático”, superficial, retórico (AD en Venezuela).

En la gran mayoría de los casos, no puede menos que afirmarse que estos partidos no han devenido partidos socialdemócratas —esto es, partidos obreros reformistas—, sino que permanecen como formaciones populistas, es decir, de naturaleza pequeñoburguesa / burguesa.

Esto resulta de la persistencia de su tradición populista, del tipo de lazos que mantienen con la clase obrera y los sindicatos (controlados desde el estado o a través de una burocracia pro–patronal), de su ideología, sobre todo reformista burguesa (sin referencias al socialismo), y, finalmente, de su funcionamiento clientelístico y caudillista, basado en una legitimidad carismática, muy diferente a la estructura burocrática moderna de la socialdemocracia. Dicho esto, no puede excluirse al advenimiento de una socialdemocralización parcial o total de ciertos movimientos populistas, comprendida la utilización por su parte de la referencia al socialismo (tal es el caso, por ejemplo, del PDT de Brizola en Brasil).

miércoles, 27 de octubre de 2010

Participación en las ganancias.

La CGT, a través de su abogado, Héctor Recalde, ha impulsado la ley de participación en las ganancias.

Esta participación está consagrada en el artículo 14 bis de la Constitución Nacional, junto con el control obrero de la producción y con la colaboración en la dirección de la empresa.

Entiendo que hay que dar una pelea por su aprobación pero sin dejar de hacer algunas delimitaciones ideológicas.

En primer lugar esta ley establece un premio a la productividad tarifado por ley. No otra cosa es la participación en las ganancias. Muchas empresas dan premios de este tipo. En el libro "Lecciones de Batalla", Gregorio Flores cuenta cómo su empresa, la FIAT, caminaba a los obreros con una serie de artilugios que eran muy difíciles de controlar por parte de estos.

Unas de las formas de cuidar que esto no ocurra es estableciendo el control obrero de la producción y la obligatoriedad de la apertura de libros. El proyecto de ley no contiene lo primero pero sí establece lo segundo con una salvedad. La empresa estaría obligada, por el artículo 18, a exhibir los libros a los trabajadores de la empresa y a la asociación sindical que tiene su representación (aquélla que tenga la personería jurídica).

No es contra el pago de un 10% de la ganancia neta de impuesto por lo que protestan las siete entidades que agrupan a la burguesía argentina. Es ese artículo 18 lo que las alarma.

En segundo lugar no prohíbe las paritarias que podría ser uno de los miedos de los trabajadores, que se busque reemplazar mediante este mecanismo, los aumentos periódicos de salarios.

En tercer lugar, si bien asigna al trabajador en negro la responsabilidad de terminar con esa situación, da alguna herramienta para que no quede tan en bolas. El artículo 21 establece una compensación para los trabajadores en negro. Para obtenerla "el trabajador no registrado deberá presentar declaración jurada sobre el nombre o razón social y actividad del empleador, lugar de trabajo, y su antigüedad en la empresa; y acreditar mediante información sumaria la veracidad de sus dichos."

La información sumaria se hace de la siguiente manera: Se va a un juzgado cualquiera con competencia en el lugar donde está el lugar de trabajo, el trabajador va con dos testigos que ratifican sus dichos y la información ya está hecha. El trámite es gratuito (Al menos así son las informaciones sumarias en otros casos). Hay que ver cómo se reglamentará en este aspecto la ley.

El artículo 23 establece que la ANSES "ante quien tramitarán las solicitudes de percepción de las compensaciones del Fondo Solidario, deberá, en forma inmediata, poner en conocimiento de la AFIP las solicitudes de pago efectuadas en los términos del presente capítulo a fin de verificar la veracidad de los hechos denunciados por el trabajador..."

Por último, el artículo 24 del proyecto establece una protección legal de un año para el trabajador que haya hecho ese trámite. "A partir de la presentación de la declaración jurada prevista en el artículo 22, el trabajador gozará de estabilidad en su puesto de trabajo, no pudiendo ser despedido suspendido ni modificadas sus condiciones de trabajo sin justa causa y previa autorización judicial durante el término de un (1) año. En caso de violación de la estabilidad aquí consagrada, el trabajador podrá optar entre su reinstalación en el puesto de trabajo o la percepción de las indemnizaciones que por aquel le correspondan con mas una indemnización equivalente al importe de las remuneraciones que habría devengado en el término de un año. Esta indemnización será acumulable con otras que pudieren corresponderle en virtud de otras disposiciones legales o convencionales."

Estos son los aspectos más positivos del proyecto de ley.

Sin embargo, hay que hacer algunas precisiones.

¿Devolución de plusvalía?

Basteiro, uno de los diputados firmantes, supuestamente socialista, ha dicho que esto sería una devolución de parte de la plusvalía que extrae el patrón. Esto es falso. La operación ideológica consiste en identificar plusvalía con ganancia. Si bien la fuente de la ganancia es la extracción de plusvalía, no toda extracción de plusvalía permite obtener ganancias. La plusvalía se extrae en la producción y la ganancia se realiza en el ámbito de la circulación. Así, un capitalista que extrae plusvalía puede perder en la competencia con otro más eficiente y tener pérdidas. El capitalista más eficiente (con menos costos) obtendrá ganancia no sólo a costa de sus trabajadores sino que se apropiará a su vez de la plusvalía extraída por el capitalista menos eficiente.

Aumento de la explotación.

Esta ley también plantea que si los trabajadores quieren obtener más ganancias van a tener que aumentar su nivel de explotación. Es decir, van a tener que ser más productivos. La finalidad es que aun cuando participen de las ganancias sean menos costosos que antes.

El papel de la burocracia sindical.

La CGT ha salido a defender su proyecto porque es de su riñón. Sin embargo, en su defensa ha alegado unos datos que desmienten que el modelo Nac & Pop de los Kirchner presente una tendencia a revertir el desigual reparto de la torta de los '90.

Así, en la página de la CGT puede leerse una nota suscripta por Schmidt y por Moyano, defendiendo el proyecto, donde se dice, entre otras cosas que: "Las quejas del empresariado sobre los costos o el impacto que esta medida puede tener en el universo laboral contrasta con los informes del Ministerio de Trabajo que dicen que la medición en moneda extranjera del costo en el sector manufactureras esta un 53% debajo del nivel observado antes de la caída de la convertibilidad.
Además, fuentes como la UBA y AEDA, destacan que la rentabilidad de las Empresas supera en un 90% los niveles previos a la devaluación."

Es decir, que este modelo Nac & Pop post-devaluación ha recuperado mucho más rápido la ganancia empresaria que los ingresos de los asalariados. Menores costos laborales que antes de la devaluación = Mayor rentabilidad que antes de la devaluación.

Es necesario recordar que uno de los principales impulsores de la devaluación fue Hugo Moyano.

La nota agrega por ejemplo lo siguiente: "Demás esta señalar las enormes ganancias en los sectores financieros, que acumularon en el 1er semestre del año 1937 millones de pesos, un 64% más que en el 2009, o las cerealeras que facturan desde 5000 pesos por minuto a 19.000 según el tamaño, lo cual explica que el promedio de rentabilidad de las 500 empresas más grandes, fue de 8.2% en los ’90 y desde el 2003 fue aumentando al 12.6%."

http://www.cgtra.org.ar/htdocs/index.php?news=1&id=155

Otra vez surge el papel de la burocracia, en este caso La Bancaria, que obtuvo una paritaria bajísima en contraste con el 64% de aumento de las ganancias en el sector financiero durante el 1º semestre de 2010.

El papel de la burocracia sindical se da también respecto del empleo en negro. Para un sindicato es más conveniente, respecto de las empresas chicas, cobrar una cometa por no controlar que recibir los aportes de un establecimiento de, por ejemplo, 100 obreros.

Esto hay que tenerlo en cuenta respecto de la ley de participación en las ganancias porque la burocracia utilizará su poder para controlar los libros, no para defender los intereses de los trabajadores, sino para ayudar a la patronal a evitar el pago de ganancias a cambio de un arreglito.

La posición del PO y del PTS

En la prensa nº 1131 Pitrola escribe una nota donde comienza delimitando el problema: "La participación en las ganancias de la empresa capitalista significa que una parte del salario pasa a depender del lucro de corto plazo de los patrones. Las necesidades del obrero como patrón del salario quedan desplazadas por la mayor o menor fortuna del capitalista. Para obtener un salario mayor, el obrero deberá aumentar su esfuerzo y gasto de energía para que el nivel del beneficio capitalista, del que pasa a depender el salario, crezca. En forma disimulada, se pasa a condicionar el salario a la 'productividad', sin siquiera la necesidad de capataces o supervisores. Bien mirado, se trata de la aplicación a rajatabla del mercado -el mismo que los K dicen que hay que domar y subordinar. Sin embargo, cualquiera sea el mejor empeño del trabajador, el resultado no depende de él, porque una sobreproducción desvalorizaría el trabajo contenido en el producto. La diferenciación de los salarios alcanzaría niveles extremos, porque dependería de los resultados desiguales de cada empresa."

Correcto desde el punto de vista económico.

En el párrafo siguiente comete un error, capaz que por desconocer el texto del proyecto: "Pero en la economía real, el capitalista no declara sus ganancias, las disimula en sus libros – no solamente para evadir impuestos, sino para engañar al fisco e incluso a los accionistas minoritarios, de modo de poder pagarles dividendos más bajos. Para que la participación en los beneficios fuese genuina, los trabajadores deberían tener acceso a los libros y controlar la producción –pero no es esto lo que propone Recalde, que sabe bien que es intolerable para el capitalismo."

El proyecto de ley en principio permite el acceso a los libros del capitalista. Contra esto alza su voz alarmada la burguesía argentina.

También es correcto el diagnóstico respecto de la lucha económica de la clase obrera cuando dice: "Aun en este caso remoto, la participación en las ganancias agudizaría la competencia entre los obreros de las diferentes empresas, porque el éxito dependería de la posibilidad de desplazar al rival del mercado. Los partidarios de esta participación buscan asociar los obreros a las estructuras de dirección de las empresas a través de la burocracia sindical. En determinadas condiciones, cada vez más frecuentes, como en las crisis capitalistas, es un arma idónea para deflacionar el salario, o para reducir la jornada de trabajo en conjunto con el salario."

http://po.org.ar/articulo/po1131085/justo-ahora

Ampliando en el mismo sentido ver:

http://po.org.ar/articulo/po1146052/tomada-y-uia-confirman-prensa-obrera
http://po.org.ar/articulo/po1147076/los-obreros-no-somos-socios-del-capital

El PTS tiene conceptos similares al respecto, caracterizando al proyecto de reaccionario al igual que el PO.

http://www.pts.org.ar/IMG/article_PDF/pts_org_ar16081.pdf
http://www.pts.org.ar/IMG/article_PDF/pts_org_ar16082.pdf

La crítica es correcta, es un premio a la productividad tarifado por ley. Implica que se aumente la explotación de los obreros. Eso sí es reaccionario.

Lo que no es reaccionario es aquéllo de lo que viene acompañado: el control de libros de la empresa, ya sea por los trabajadores como por la asociación sindical. Sin el artículo 18, contra el que despotrica la burguesía, la ley no tiene sentido.

El control de los libros

Trotsky decía, en su Programa de Transición, que "La abolición del 'secreto comercial' es el primer paso hacia un verdadero control de la industria. Los obreros no tienen menos derechos que los capitalistas a conocer los 'secretos' de la empresa, de los trusts, de las ramas de las industrias, de toda la economía nacional en su conjunto. Los bancos, la industria pesada y los transportes centralizados deben ser los primeros sometidos a observación. Los primeros objetivos del control obrero consisten en aclarar cuales son las ganancias y gastos de la sociedad, empezando por la empresa aislada, determinar la verdadera parte del capitalismo aislado y de los capitalistas en conjunto en la renta nacional, desenmascarar las combinaciones de pasillo y las estafas de los bancos y de los trusts; revelar, en fin, ante la sociedad el derroche espantoso de trabajo humano que resulta de la anarquía del capitalismo y de la exclusiva persecución de la ganancia.(...) Si la abolición del secreto comercial es la condición necesaria de control obrero, ese control representa el primer paso en el camino de la dirección socialista de la economía."

Está claro que, según el proyecto, el secreto no es abolido, ya que los trabajadores y el sindicato mantedrían un deber de reserva. Pero conocerían el estado de la empresa, lo que no es poco y es progresivo.

Por eso creo que debería apoyarse este proyecto exigiendo además el resto de los derechos consagrados en el artículo 14 bis.

- Participación en las ganancias

- Control obrero de la producción

- Colaboración en la dirección

No hay razones para que se reconozca uno de los derechos (participación) y no los otros dos que están en el mismo párrafo de la Constitución Nacional. No hay razones para elegir exigir el cumplimiento de un derecho y no el de los otros dos.

- Control de los libros de las empresas por parte de los trabajadores

Sin este derecho la ley no tiene sentido.

- Reconocimiento de la personería gremial de la CTA y participación de la misma en el Consejo Nacional de Participación Laboral en las Ganancias que establece el Proyecto.

Por ejemplo, el gremio del neumático está en la CTA y no podría tener representantes en ese Consejo ya que sólo admite a representantes de la CGT.

- Derogación de la ley de asociaciones de profesionales y consagración de la libertad sindical

Es parte de una lucha fundamental contra la burocracia sindical y hace que el control de los libros de la empresa adquiera más valor todavía.

El proyecto puede consultarse en

http://www1.hcdn.gov.ar/proyxml/expediente.asp?fundamentos=si&numexp=6837-D-2010

martes, 26 de octubre de 2010

Letanía K: “Este gobierno no reprime” / Cronología de 8 años de represión K a la protesta social.

Se repite hasta el cansancio que este gobierno no reprime la protesta social. Es decir, es una letanía. La mejor forma de contrarrestarla es usar la memoria, esa que intentan manipular a su antojo para legitimarse como lo menos malo.

Para eso, ayudado por la memoria traigo al recuerdo algunos hechos represivos protagonizados por el Gobierno Nacional, por la patota sindical, por las fuerzas de seguridad nacionales (Prefectura, Gendarmería, Policía Federal) o hechos ocurridos en Santa Cruz donde son dueños y señores de la provincia. A nivel del resto de las provincias la situación es igual o peor.

Esto es parte de una verdadera política de estado, de estado burgués.

16/07/2004: Represión en la legislatura porteña.

"El 16 de julio de 2004 una manifestación en contra de la reforma del Código Contravencional de la Ciudad de Buenos Aires convocada por varias organizaciones sociales culminó con serios incidentes. Los desmanes se prolongaron por varias horas y el edificio de la Legislatura Porteña sufrió destrozos. Algunas horas después de los incidentes, policías de civil y sin identificación detuvieron a veinticuatro personas en las inmediaciones del lugar. Basándose casi exclusivamente en los testimonios de los policías que efectuaron las detenciones y haciendo una utilización abusiva y desproporcionada del Código Penal, la jueza de instrucción Silvia Ramond dispuso el procesamiento con prisión preventiva de quince personas a las que les imputo los delitos de coacción agravada, privación ilegítima de la libertad agravada, daño calificado y resistencia a la autoridad. En tiempo récord la Sala V de la Cámara del Crimen confirmó los procesamientos y los encarcelamientos preventivos. En dos oportunidades los abogados de las personas detenidas pidieron la excarcelación de sus defendidos pero ambos pedidos fueron rechazados por la jueza interviniente y confirmados por los camaristas de la sala V. Tanto la jueza como los camaristas Guillermo Navarro, Mario Filosof y Rodolfo Pociello Argerich utilizaron como único argumento para mantener a los manifestantes privados de su libertad el monto de la pena en abstracto que podría corresponderles según los delitos imputados, desnaturalizando de esta manera el encarcelamiento preventivo al transformarlo en una pena anticipada, lo que vulnera el principio de inocencia reconocido en el artículo 18 de la Constitución Nacional." (Informe Anual CELS, 2005).

El ensañamiento policial y judicial contrasta con las loas escritas por los intelectuales K al día siguiente de los hechos. El informe del CELS incluso desmiente en parte la nota de Vertbitsky. Esto es llamativo porque este último preside el CELS.

Los intelectuales K.

El 17/07/04 salieron publicadas un par de notas en Página/12. La nota de Eduardo Videla decía: “Protesta sin lugar para la convivencia: Una manifestación contra el Código Contravencional porteño derivó en incidentes protagonizados por grupos minoritarios que provocaron destrozos en la Legislatura. El despliegue policial fue discreto, para “evitar una escalada de violencia”. Hubo 23 detenidos y numerosos heridos.”

23 detenidos y numerosos heridos ¡Menos mal que el despliegue policial fue discreto! El resto de la nota es un panegírico de la actuación policial. Sin embargo, las contradicciones no tardan en aparecer. El supuesto intento de ingreso violento a la legislatura por parte de trotskystas que alega Vertbitsky haciendo gala de un macartismo digno del mejor peronista reaccionario contradice la propia nota de Videla de donde surge que estas organizaciones : “Sobre Perú, desde Hipólito Yrigoyen a la Avenida de Mayo, estaban los grupos piqueteros, bajo las banderas del Polo Obrero y un nutrido grupo del MST y otras organizaciones de izquierda. Aguardaban expectantes hasta que avanzó por Perú un grupo de 15 hombres de la Infantería, quien sabe con qué propósito pues, apenas caminaron cien metros, quedaron encerrados por los manifestantes que venían detrás.”

Nota de Videla: http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-38291-2004-07-17.html

Nota de Vertbitsky: http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-38300-2004-07-17.html

Nota de Wainfeld pintando a Kirchner como si fuera Allende, sólo en La Moneda: http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-38292-2004-07-17.html

19/08/2004: Detenciones en Caleta Olivia.

“El 19 de agosto de 2004 unas doscientas personas, en su mayoría mujeres, se congregaron frente al Municipio de Caleta Olivia en reclamo de fuentes de trabajo. Ante la falta de respuesta marcharon hacía la playa de tanques petroleros de la firma TERMAP SA y permanecieron dentro del lugar. La protesta culminó con la firma de un acuerdo con ofrecimiento por parte del Municipio de puestos de trabajo.

A las 48 horas de finalizado el conflicto, el juez penal provincial Marcelo Bailaque ordenó la detención de veinticinco personas. La mayoría de los detenidos fueron liberados al día siguiente. Sin embargo, basándose en informes de inteligencia elaborados por la policía provincial, el magistrado dispuso el encarcelamiento preventivo de seis manifestantes por considerarlos los cabecillas, pese a que algunos de éstos ni siquiera habían participado de la toma de la playa de tanques. Haciendo una aplicación abusiva y desproporcionada del Código Penal, el juez procesó a los manifestantes por los delitos de privación ilegítima de la libertad agravada, amenazas, usurpación, resistencia a la autoridad y entorpecimiento de la actividad industrial."
(CELS, Informe Anual, 2005)

Estas detenciones luego fueron desestimadas por el Tribunal Superior de Santa Cruz manifestando que: “la intervención del Poder Judicial debe ser definitivamente prudente —en particular el fuero penal— frente a los reclamos sociales provenientes de sectores de la población marginados por las políticas económicas erráticas de años anteriores; los magistrados deben juzgar los hechos exigiendo el cumplimiento de la ley, pero sin renunciar a la solución conciliada de los conflictos. Los justiciables, a su vez, deben procurar el ejercicio racional de sus derechos, de conformidad a las leyes que los reglamentan (art. 14 CN) y recordar que el pueblo no delibera ni gobierna, sino por medio de sus representantes y autoridades creadas por la Ley Suprema (art. 22 CN)”.

Sin embargo, el CELS, en una nota señala “El fallo bajo análisis parece marcar un cambio en la postura anteriormente asumida por el juez Ricardo Napolitani frente a hechos similares. En efecto, en julio de 1999, el entonces juez federal Napolitani procesó a los líderes de una manifestación que bloqueo la ruta 3 e impidió el ingreso a la ciudad de Comodoro Rivadavia. En aquella oportunidad el magistrado entendió que el delito de entorpecimiento del transporte, regulado en el artículo 194 del Código Penal, no solo atentaba contra la norma penal, sino también contra la Constitución, la moral y las buenas costumbres, y la Convención Americana sobre Derechos Humanos”.

¿Quién sabrá los motivos del cambio del Dr. Napolitani? De todos modos, la autoridad que nombró a este Juez nombró al Juez de 1999 y no al de 2004.

30/11/2004: Violenta represión a desocupados en Las Heras, provincia de Santa Cruz. El caso Carina Sauco.

"El día 30 de noviembre de 2004, 65 personas se presentaron en dependencias de la empresa OIL de la ciudad de Las Heras, provincia de Santa Cruz, a fin que comenzar a trabajar. Pese a que todas ellas habían aprobado el examen médico correspondiente, la empresa le impidió el ingreso a 23 personas aduciendo que no cumplían con los dos años de residencia en la provincia exigidos por una ley provincial. La negativa motivó una reacción por parte de los desocupados, quienes en primer lugar permanecieron en la puerta de la empresa y luego ingresaron a la misma en señal de protesta.

A partir de una denuncia realizada por la empresa, la jueza subrogante Graciela Ruatta de Leone ordenó la detención de todas las personas que estaban participando de la toma. A la madrugada diez personas fueron detenidas en el lugar. Luego de indagarlos, la jueza ordenó la libertad de tres de ellas debido a que no figuraban en la lista de 65 personas presentada por la empresa. Al día siguiente, la jueza en persona junto a personal policial se presentó en la casa de uno de los manifestantes, en donde un grupo de desocupados estaba llevando a cabo una reunión para evaluar los pasos a seguir. Nueve personas, ocho varones y una mujer de nombre Carina Sauco, fueron detenidas en el lugar y trasladadas a la comisaría. A Sauco la alojaron provisoriamente en la cocina del destacamento, separada de los hombres, con sus manos atadas.

Según su relato, ingresó un oficial de apellido Borquez, la insultó y comenzó a patearla mientras le preguntaba dónde estaba su marido Claudio Bustos. Una mujer policía de apellido Sánchez le pidió a Borquez que dejara de patearla ya que advirtió que Sauco estaba embarazada. Borquez no cesó en su accionar y la manifestante cayó al piso. El policía con el bastón de goma empezó a aplastarle la panza, primero abajo y después arriba, mientras le gritaba que en Las Heras no había lugar para el hijo de dos delincuentes. Cuando cesó el castigo, Sauco comenzó a sufrir pérdidas y contracciones muy fuertes, por lo que pidió que la llevaran con urgencia al hospital. Debió esperar más de una hora hasta el arribo de un médico al destacamento quien al observar el estado en que se encontraba la detenida indicó que debían trasladarla inmediatamente al hospital. Pese al consejo del médico, Sauco debió permanecer una hora más detenida hasta que la llevaron al hospital. Una vez en el hospital, los médicos le confirmaron que el bebé había muerto. El 3 de diciembre de 2004, la jueza Cristina de los Angeles Lembeye reasumió sus funciones e inmediatamente dispuso la libertad de las personas detenidas y la eximición de prisión de Claudio Bustos. Una vez que los hechos tomaron estado público, el gobierno de Santa Cruz anunció que impulsaría una investigación para deslindar responsabilidades."
(CELS, Informe Anual 2005)

“Avisé que estaba embarazada” http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-45270-2004-12-27.html

07/02/2006: Nuevamente represión en Las Heras:

"En la madrugada del 7 de febrero de 2006 hubo una masiva manifestación frente a la alcaldía de Las Heras, provincia de Santa Cruz, en reclamo de la liberación del dirigente sindical Mario Navarro, alojado allí luego de haber sido detenido a partir de una orden judicial la noche anterior cuando se retiraba de un estudio de radio.

Al momento de ser aprehendido, Navarro era el dirigente que, enfrentado con la conducción oficial del gremio encabezaba las protestas de los trabajadores petroleros en reclamo de la suba del mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias.

La movilización culminó con graves enfrentamientos y más de 30 personas, entre policías que custodiaban el lugar y manifestantes, resultaron lesionadas, y muchas con heridas de bala. El suboficial Jorge Sayago resultó gravemente herido y murió mientras era trasladado a un centro asistencial. Los peritajes determinaron que Sayago había recibido una herida de arma blanca en su espalda y un impacto de proyectil de arma de fuego en una de sus clavículas, aunque fue un fuerte golpe en su cabeza lo que le provocó una fractura de cráneo y su posterior deceso.

Ante el pedido del gobernador de Santa Cruz, Sergio Acevedo, el gobierno nacional creó un Comité de Crisis e, inmediatamente, llegaron a la zona alrededor de 250 efectivos de Gendarmería Nacional. El secretario de Seguridad Interior, Luis Tibiletti, viajó también a la ciudad para presidir el comité y dirigir personalmente el operativo de desalojo de la ruta provincial 43, que los trabajadores petroleros mantenían cortada desde el 23 de enero. En una declaración pública, el presidente de la Nación Néstor Kirchner habló de intencionalidad política en los hechos y consideró que no era casualidad que sucedieran en su provincia, a la vez que defendió el accionar policial.

Al referirse al dirigente petrolero Mario Navarro, Kirchner manifestó que “no es violento porque yo lo conozco, es un hombre que milita en otras ideas, pero en la noche algunos aprovecharon a disparar cobardemente”.

La jueza de Instrucción de Pico Truncado, Graciela Ruata de Leone, se hizo cargo de la investigación y ordenó, a solicitud del fiscal de la causa Walter Martínez, detener a 5 personas —4 mayores de edad y 1 menor, ninguna de ellas perteneciente al gremio petrolero—. El operativo se llevó a cabo el 24 de febrero por un grupo de operaciones especiales de la Policía de Santa Cruz, con apoyo de la Gendarmería Nacional. Otras 14 personas fueron detenidas a los pocos días, entre ellas 2 delegados del gremio petrolero.

Diversos reclamos se levantaron en contra del accionar de la policía provincial y la actuación de la doctora Ruata de Leone. La concejala justicialista de Las Heras, Roxana Totino, aseguró que las detenciones ordenadas por la jueza habían sido producto de “una caza de brujas” y que no hacían más que “incrementar el clima de tensión en el lugar”.

Se realizaron marchas contra la presencia de la Gendarmería en la zona y unas 100 personas, ante el temor de ser detenidas, se refugiaron en una iglesia, cuyo párroco, Luis Bicego, denunció que la zona se encontraba en virtual estado de sitio con policías de civil efectuando detenciones masivas.

El 27 de febrero de 2006 el propio jefe de la policía santacruceña, Wilfredo Roque, presentó una denuncia ante la jueza Ruata de Leone a raíz de reclamos que le hicieron llegar familiares de los detenidos, quienes denunciaron diversos hechos de violencia policial cuando los primeros sospechosos de la muerte del policía fueron trasladados a la ciudad de Puerto Deseado.

Por su parte, sacerdotes y laicos de las comisiones de pastoral social de la Iglesia Patagónica regional Patagonia-Comahue se sumaron a la denuncia del párroco Bicego mediante un comunicado difundido por la agencia católica AICA. En el comunicado se cuestiona “el accionar de las fuerzas de seguridad, que mantienen amedrentada y en estado de zozobra a la población” y se señala que en Las Heras “no se está garantizando el Estado de derecho propio de una democracia”. El 15 de marzo de 2006, renunció a su cargo el gobernador de Santa Cruz Sergio Acevedo junto a todo su gabinete de ministros. Si bien Acevedo manifestó que su dimisión se debía a “razones personales”, los serios incidentes acaecidos en la ciudad de Las Heras generaron una crisis política en la provincia que precipitó la renuncia del gobernador. En su lugar asumió el vicegobernador de Santa Cruz, Carlos Sancho.

El presidente de la Nación reconoció el accionar violento de la policía local al momento de producirse las detenciones: “cuando los fueron a detener se excedieron y los golpearon. Yo no avalo jamás este tipo de cosas”.

Los familiares de los detenidos ampliaron sus denuncias sobre torturas y solicitaron la presencia en el lugar de la Asociación Madres de Plaza de Mayo. Su titular, Hebe de Bonafini, viajó a Las Heras, y manifestó públicamente que pudo comprobar personalmente que, en efecto las torturas a los detenidos habían ocurrido.

El 10 de abril de 2006 la Organización Mundial contra la Tortura (OMCT), con sede en Ginebra, Suiza, realizó un llamado al gobierno argentino, en el que expresó su “preocupación por la seguridad y la integridad física y psicológica de las personas detenidas en estos hechos, de todos y cada uno de los miembros de sus familias y en general de la población de la ciudad de Las Heras”.

La OMCT remarcó “el deber de las autoridades argentinas de respetar el derecho legítimo y constitucional de los ciudadanos a la manifestación y a la protesta social, y de obrar de conformidad con los compromisos adquiridos como Estado Parte de la Convención Contra la Tortura”. Asimismo, instó a las autoridades argentinas a: “llevar a cabo una investigación exhaustiva, independiente e imparcial, por parte de instancias civiles, en torno de los graves hechos arriba denunciados, con el fin de identificar a los responsables, llevarlos ante un tribunal independiente, justo e imparcial y aplicarles las sanciones penales, y/o administrativas previstas por la ley”.

A mediados de abril, la jueza Ruata de Leone procesó sin prisión preventiva a once policías por apremios ilegales cometidos durante las detenciones de los primeros sospechosos a partir de la denuncia del jefe de la policía provincial Wilfredo Roque. Además, la magistrada decretó el procesamiento sin prisión preventiva del comisario Horacio Enrique Herrera por el delito de incumplimiento de los deberes de funcionario público.

El 2 de noviembre, dos personas fueron detenidas —un mayor de edad y un menor—, que se suman a los seis detenidos acusados de los delitos de homicidio agravado, lesiones y coacción agravada. Además, la jueza Ruata de Leone pidió la detención del dirigente Mario Navarro por considerarlo instigador de los incidentes que culminaron con el asesinato del suboficial Sayazo”
(CELS, Informe Anual 2007).

Otra vez las teorías conspirativas, la defensa del accionar policial y su crítica luego que la verdad es conocida.

http://www.lafogata.org/06arg/arg3/arg_18-01.htm
http://www.youtube.com/watch?v=kRfApWdQDkg
http://www.izquierda.info/modules.php?name=News&file=article&sid=81
http://www.pagina12.com.ar/diario/ultimas/20-63653-2006-02-27.html
http://correpi.lahaine.org/?p=671
http://www.aporrea.org/internacionales/n74327.html

10/10/2006: Hospital Francés (Tercerizando la represión).

“El 10 de octubre de 2006, mientras trabajadores del Hospital Francés se encontraban realizando una asamblea en reclamo del pago de salarios, un grupo de gente ingresó al hall del sanatorio y los desalojó violentamente mediante patadas y golpes. Varias personas resultaron heridas, entre ellas periodistas y el diputado nacional Carlos Tinirello. Efectivos de la policía ingresaron al lugar y también fueron atacados por la patota. El director asociado del hospital, Alejandro Cilento, denunció que el día anterior personas vinculadas a los gremialistas lo arrinconaron en su oficina, lo golpearon, le arrojaron un bibliorato que le cortó la nariz y lo amenazaron con un cuchillo. Alrededor de treinta personas, entre dirigentes gremiales y agresores, fueron detenidas y procesadas por el juez de Instrucción Javier Anzóategui por los delitos de lesiones leves, amenazas, atentado a la autoridad y daño agravado. Entre los procesados se encuentran el interventor del hospital José Luis Salvatierra y los directores Walter González y Alejandro Cilento, quienes fueron considerados por el magistrado como posibles instigadores. El juez también procesó al líder de la patota Sergio Muhamad, empleado de la ciudad de Buenos Aires, militante del Partido Justicialista e integrante de la agrupación Jóvenes K que apoya al presidente Kirchner, quien fue filmado agrediendo a trabajadores y policías. Al tomar estado publico la noticia sobre la participación de Muhamad en los incidentes, y ante las denuncias de los dirigentes sindicales, el jefe de Gabinete Alberto Fernández desvinculó al gobierno nacional al aclarar que: “en la política ocurre que agrupaciones se alínean detrás de conducciones y las conducciones no lo saben”. Tan sólo una semana después funcionarios del gobierno debieron nuevamente salir a dar explicaciones por un grave hecho de violencia durante una movilización” (CELS, Informe Anual 2007).

Hospital Francés: hay 33 procesados http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=854363

El juez acusó a los interventores: Sostuvo que la patota era su custodia http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=854364

http://edant.clarin.com/diario/2006/10/12/um/m-01288880.htm

http://edant.clarin.com/diario/2006/10/12/um/m-01289068.htm

Camazo en el Hospital Francés:
http://www.youtube.com/watch?v=8x3DZ07CqU4

Video sobre la Patota: http://www.youtube.com/watch?v=VPdizICq5ug

Otro video sobre la patota: Golpean a legislador nacional. “Están amenazando que nos van a matar, es la patota de Alberto Fernández, es la patota que ha mandado el interventor … Alberto Fernández es el responsable de esto … Están gritando y ya lo ve y ya lo ve, es la gloriosa jotapé … hasta donde van a llegar con las actitudes represivas … “ y le gritan “preguntale a se (inentendible) a dónde llegamos”. “Esta la patota que vienen mandando para repriminirnos”
http://www.youtube.com/watch?v=7vUaikEKiCk

“El Gordo Tuto”, entre la barra de Chacarita y el peronismo porteño http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/subnotas/74359-24118-2006-10-12.html

“Procesados a dos bandas: El interventor José Luis Salvatierra y Sergio “La Tuta” Muhamad son dos de los veintitrés procesados por la protesta y represión en el Hospital Francés. Críticas de los delegados por el fallo que los imputa.” http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-75403-2006-10-31.html

17/10/2006: Traslado de restos de Perón a quinta de San Vicente. La burocracia sindical es toda la misma mierda.

“ El 17 de octubre una movilización convocada por la CGT para trasladar los restos del ex presidente Juan Domingo Perón a una quinta en la localidad de San Vicente, provincia de Buenos Aires, culminó con violentos enfrentamientos entre distintos sectores sindicales. Los desmanes se prolongaron por horas y fueron trasmitidos en directo por distintos canales de televisión. La batalla campal entre sindicalistas culminó con decenas de personas heridas, algunas por arma de fuego. Un manifestante, Emilio Quiroz, fue filmado efectuando varios disparos con un arma de fuego contra sindicalistas rivales, por lo que fue detenido y procesado. Al hacerse pública la noticia de que Quiroz pertenecía al gremio de los camioneros, Hugo Moyano, titular de la CGT y aliado del gobierno, fue sindicado como responsable de los hechos de violencia. Ante la lluvia de críticas, el presidente Kirchner consideró públicamente que los disturbios estuvieron preparados para perjudicarlo. “Las cosas no suceden de casualidad. Hay que apuntar contra Kirchner para frenar el nuevo país que necesitamos”, manifestó el presidente.”

Esta vez, enfrentamiento entre burócratas. Como en el caso del asesinato de Mariano Ferreyra, el Gobierno agita teorías conspirativas.

Kirchner afirmó que la violencia de ayer "no fue de casualidad" y que buscaron perjudicarlo” http://edant.clarin.com/diario/2006/10/18/um/m-01292759.htm

“Hugo Moyano dijo que los incidentes fueron armados y se despegó de Quiroz” http://edant.clarin.com/diario/2006/10/18/um/m-01292561.htm

12/09/2007: Represión en Cañadón Seco:

“El 12 de septiembre, unos cincuenta trabajadores de la empresa petrolera EMPASA cortaron la ruta nacional nº 3 a la altura del acceso a Cañadón Seco, a pocos kilómetros de Caleta Olivia, en reclamo del cambio de encuadramiento sindical.

Por el bloqueo quedaron varados en la ruta los ómnibus que trasladaban a militantes que se dirigían a un acto en Río Gallegos del que participaría el entonces presidente Kirchner, lo que generó un clima de gran tensión en el lugar.

El jefe del operativo de seguridad, el comandante Raúl Mesa de Gendarmería Nacional, informó a los manifestantes que debían despejar la ruta ya que existía una orden judicial que así lo establecía. Los trabajadores se negaron a hacerlo y exigieron que les fuera exhibida tal orden. Ante la negativa, se produjeron forcejeos y los gendarmes detuvieron a Jorge Chanapa, vocero de los manifestantes. La detención de Chanapa provocó la reacción de los trabajadores, a lo que los efectivos de Gendarmería respondieron con gases lacrimógenos y balas de goma.

La periodista Adela Gómez, que se encontraba en el lugar cubriendo la protesta para la emisora radial FM XXI de Caleta Olivia, recibió dos impactos de posta de goma en la parte posterior de la pierna derecha y debió ser hospitalizada.

Ante los cuestionamientos sobre el violento accionar de Gendarmería, el titular de la regional Santa Cruz, comandante general Roberto Caserotto, aseguró que sus hombres fueron trasladados al lugar por orden de la justicia federal y que actuaron ante el temor de que se produjeran enfrentamientos entre los manifestantes y quienes se trasladaban en los ómnibus.

Desde el gobierno provincial también se sostuvo que la orden de actuar fue impartida por la justicia federal. En el boletín 865, el Ejecutivo provincial manifestó que ante el corte de ruta de los trabajadores de EMPASA “el Fiscal perteneciente a la Justicia Federal con asiento en Comodoro Rivadavia, provincia de Chubut [que tiene competencia territorial], ordenó el procedimiento de desalojo, produciéndose incidentes entre efectivos de Gendarmería Nacional y un grupo de manifestantes”. El fiscal federal de Comodoro Rivadavia, Norberto Bellver, desmintió la versión sostenida en conjunto por el Ejecutivo provincial y por Gendarmería, y recalcó que no emitió ninguna orden por escrito para expulsar a los manifestantes. Sin embargo, Bellver justificó el accionar de Gendarmería al aclarar: “El responsable de Gendarmería puede actuar en prevención o ante la comisión de un delito. El corte de ruta es un delito; entonces, actuó en consecuencia”. Por su parte, la jueza federal de Comodoro Rivadavia Eva Liliana Parcio aseguró que no libró ninguna orden de desalojo.

El ministro del Interior, Aníbal Fernández, ordenó al jefe de la Gendarmería Nacional Héctor Schenone que detectara al efectivo que disparó balas de goma sobre los manifestantes y se le instruyera el sumario correspondiente para darle de baja de la institución. Además del gendarme que disparó contra la periodista, fueron separados de la institución el jefe del operativo, comandante Raúl Mesa, y dos efectivos más que participaron de la represión.”
(CELS, Informe Anual 2008).

¿En este caso la represión habrá estado justificada para permitir el paso de los ómnibus K?

30/01/2008: Represión en el Casino.

Apenas Cristina asumió el mando presidencial reprimen a los trabajadores del Casino usando a la Prefectura Naval.

Este conflicto había empezado como un lock-out de Cristóbal López (el mismo que está en Paraná Metal), un empresario amigo de los K.

Casino, chalecazo y represión - 30/01 http://www.youtube.com/watch?v=ZI88hP2ICro

El 11/01/2008 hubo un preaviso de represión
http://www.youtube.com/watch?v=n9yFxl6Is48&NR=1

Con anterioridad, la represión había sido "tercerizada" en la patota sindical del SOMU (obreros marítimos) que habían entrado por la fuerza al comedor del casino. Una conocida perdió un embarazo de 4 meses. Un tiempito antes el principal dirigente del SOMU, el Caballo Suárez, había ido a una reunión de la OIT con Cristina. En esa excursión parece que lo encontraron con merca o borracho. No es el punto, aunque no se podría esperar otra cosa de un burócrata descompuesto.

http://po.org.ar/articulo/po1017052/defendamos-al-cuerpo-de-delegados

Sobre la patota del SOMU:

http://www.youtube.com/watch?v=umOnPzmXkqk
http://www.youtube.com/watch?v=63h3FT0I0Is
http://www.youtube.com/watch?v=aDTkSyce8Rc

Documental sobre el Casino: http://www.ojoobrero.org/peliculas/casino.html

07/08/2008: Conflicto del campo. Represión en Plaza de Mayo.

Varias organizaciones piqueteras intentan acampar en Plaza de Mayo, durante el conflicto del campo, para tratar de instalar una campaña contra el hambre y por vivienda. Son reprimidos y acusados de tener palos y bombas molotov (que nunca aparecieron).

LA MARCHA DE LA FEDERAL http://po.org.ar/articulo/po1045131/marcha-de-federal

http://www.youtube.com/watch?v=2rvqZrxblhk

04/09/2008: Incendio de Trenes en Merlo y Castelar.

Se incendian trenes del Sarmiento en Castelar y Merlo. Aníbal Fernández acusa a José María Escobar de haber encabezado los incendios diciendo que tiene videos y ordena su detención.

Es decir, intentan judicializar a un militante político.

Los videos nunca aparecieron. Le dio letra a los fachos de C5N que empezaron a acusar a ese compañero de vándalo. En el juicio C5N y Eduardo Feinmann ofrecieron una suma de dinero para conciliar el juicio que se están comiendo.

http://www.youtube.com/watch?v=aPRg9lWy6XY

25/09/2009: Represión en Kraft – Terrabusi.

“Durante los meses de junio y julio de 2009, los trabajadores de la empresa Kraft se organizaron para exigir la adopción de medidas para la prevención de la gripe A. Como respuesta a esos reclamos –que incluyeron la suspensión de tareas y protestas en las oficinas administrativas–, la empresa despidió a 155 trabajadores que habían participado en esas protestas, sin lugar a indemnización, en tanto consideró que habían realizado actos contrarios a la ley.

Los trabajadores entonces ocuparon parte de la fábrica en reclamo contra los despidos. La toma se produjo el 7 de septiembre de 2009 y fue desalojada por un operativo policial ordenado por un juez. La empresa, que ya había denunciado en la justicia penal la manifestación en sus oficinas administrativas, solicitó el desalojo. El Ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria que no permitió resolver el conflicto, y el 9 de septiembre se retiró de la negociación y dejó las tratativas directamente a las partes. La protesta de los trabajadores se complementó con reclamos y manifestaciones en la autopista Panamericana y en la ciudad de Buenos Aires. El 21 de septiembre, con el conflicto vigente, el Ministerio de Trabajo volvió a intervenir e intimó a la empresa, como requisito para el desarrollo de las negociaciones, a cumplir con el pago integral de los salarios de la última quincena de todos los empleados. El 24 de septiembre de 2009, el titular del sindicato de la alimentación, Rodolfo Daer, que se había mantenido al margen de la disputa, señaló públicamente que “el conflicto que llevan adelante los trabajadores de Kraft Foods se ha ‘ideologizado’ y, como consecuencia, ha producido ‘desbordes irreparables’ que generan ‘una profunda dificultad’ en la búsqueda de una solución”. Por su parte, el 25 de septiembre, la dirigencia industrial advirtió su preocupación por el conflicto de Kraft (ex Terrabusi) y cuestionó “la pasividad del ministro frente a los crecientes conflictos laborales”, que generan “inseguridad en la industria”. Ese mismo día, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, declaró en una radio: “Hablé con el gobierno de la provincia de Buenos Aires y pedí que en esto fuéramos un poco más contundentes. El fin a este conflicto tiene que ponerse, y a corto plazo”. El 25 de septiembre de 2009, después de las 17 horas, se produjo una violenta represión policial que terminó con la toma del establecimiento, y con 12 personas heridas y 65 detenidas. La policía de la provincia de Buenos Aires –con 300 efectivos– reprimió a los trabajadores que se encontraban dentro y fuera de la planta. La orden de represión fue dictada por el juez penal de Garantías de San Isidro, Ricardo Costa. El juez justificó la medida en tanto “el legítimo derecho de huelga” se habría transformado en un aparente “actuar delictivo” de los trabajadores despedidos, que resistieron el procedimiento con piedras, palos, bulones y botellas. Uno de los delegados, que se encontraba dentro de la fábrica, Oscar Soria, relató que ese día “(los policías) se nos vinieron encima. Algunos compañeros se entregaron. A uno, con las manos levantadas, le dispararon y lo hirieron debajo de la rodilla. A otra compañera la levantaron de los pelos y le golpearon la cabeza contra el piso varias veces, me han dicho que se ve con claridad en Crónica. Y no contentos con eso, cuando está totalmente dominada, la patean”. La empresa, como si nada hubiese pasado, a las 21 horas del mismo día 25 de septiembre de 2009 emitió un comunicado en el que calificó de “normalizada” la situación de la planta y anunció que retomaría la actividad lo antes posible. La Unión Industrial Argentina, sin mencionar el accionar policial, manifestó “preocupación y temor” por el conflicto en la empresa. La CGT, por su parte, repudió el hecho de que “los trabajadores fueron desalojados violentamente por orden de un juez, cosa que no ocurrió por cuatro meses cuando se bloquearon las rutas argentinas por las patronales rurales”. El 28 de septiembre, la empresa amplió los despidos e impidió el ingreso de los delegados sindicales. La prensa informó: “Cuando esta mañana llegaron a la fábrica, se encontraron con una escribana que entregaba, en la puerta del establecimiento, cartas documento a los miembros de la comisión interna en las que se les informaba que estaban impedidos de ingresar”. La empresa había solicitado, ante la justicia, el retiro de sus fueros para despedirlos y en consecuencia “se entregaron cartas documento a una veintena de trabajadores anunciándoles suspensiones por 15 días”.
(CELS, Informe Anual 2010).

La Bonaerense reprime en Kraft luego de que varios integrantes o partidarios del gobierno nacional, entre otros Moyano y Aníbal Fernández, prepararan el terreno para justificar la represión.

http://www.youtube.com/watch?v=VVpH2fXDQNM

Posición de Hugo Moyano respecto de Kraft

11/09/2009 "Quieren Libertad sindical, ahí la tienen"
http://prensa.cancilleria.gov.ar/noticia.php?id=18713723
http://il.youtube.com/watch?v=gUG841DDbXQ

23/09/2009 “Criticó Moyano la toma de Kraft”
http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1177803

22/09/2009 Moyano: "La toma de Kraft está politizada"
http://www.ambito.com/noticia.asp?id=483481

22/09/2009 Moyano dice que en el conflicto de Terrabusi actúa la "ultraizquierda"
http://www.mdzol.com/mdz/nota/161447-Moyano-dice-que-en-el-conflicto-de-Terrabusi-act%C3%BAa-la-ultraizquierda/

Anibal Fernandez pidiendo contundencia "sin represión" a Scioli

“La Casa Rosada presionó a Scioli: Aníbal Fernández le había pedido "una acción contundente" ante la toma de Kraft; internas en el gabinete”

http://prensa.cancilleria.gov.ar/noticia.php?id=18798804
http://www.youtube.com/watch?v=o5lAMzL3ocg

Posición de la Embajada de los EEUU

Kraft: la Embajada de EE.UU. pidió alcanzar una solución "duradera": En diálogo con lanacion.com, voceros de la representación reconocieron el contacto con la autoridades argentinas "con el objetivo de lograr lo antes posible" un acuerdo; Scioli pidió a la empresa "máxima prudencia y predisposición"

http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1179963

Si esto no fue preparar el terreno para la represión, aun cuando la ejecute la bonaerense, ya no se qué es favorecer la represión.

Terminando.-

La caterva de miserables a sueldo del Gobierno que salieron a diferenciar a la patota sindical de la Unión Ferroviaria, compuesta también por barrabravas, de Moyano y la CGT oficialista no son más que eso, miserables.

Los que dicen que este gobierno no reprime tienen la misma catadura moral. Mercenarios de la pluma (Feinmann, Forster, Anguita, Barone, Russo, etc).

Esos son los casos que fui recordando. En algunos de ellos copié la reseña del CELS porque además de ser mejor que lo que podría haber hecho es el resultado de una investigación sistematizada y que proviene de un organismo que políticamente es afín al gobierno.

No puse nada de Subte, ni de choferes de larga distancia, ni de Atilra, etc porque además de ser conocidos ya el texto es bastante extenso. En estos últimos casos la tercerización de la represión, a través de patotas sindicales, se manifestó en toda su plenitud.

sábado, 23 de octubre de 2010

Cristina, Hugo y José (No tan distintos / 3)

Este gobierno ha hecho alarde de la cuestión de los derechos humanos. Ha escudriñado el pasado de algunos "héroes" como Strassera.

Ante el asesinato político de Mariano Ferreyra, militante del Partido Obrero, intentó una campaña de desinformación y de contrabando ideológico miserable. Por ejemplo, el Ministro de Trabajo Tomada, ex-abogado de la Unión Ferroviaria, salió a decir que condenaba todo tipo de violencia (teoría de los dos demonios).

Una caterva de blogueros kirchneristas agitó una supuesta reunión de Pedraza con Duhalde hace algunos días. Moyano mismo andaba citando por allí una nota del Cronista Comercial. Esa caterva ha intentado diferenciar entre burócratas malos (Pedraza por ejemplo) y burócratas buenos o no tan malos (Moyano). Los programas 6,7,8 y Duro de Domar han hecho apología de esta burda propaganda.

Es probable que Pedraza se reuniera con Duhalde. Tanto como que el 12 de noviembre de 2009 también invitó a la Presidenta, Cristina Fernández y al Secretario General de la CGT, Hugo Moyano, a un acto en el que la primera mandataria habló y alabó al "modelo sindical argentino" (léase, a la burocracia sindical).
Dijo lo siguiente:


“En general hay algo que ha distinguido al sindicalismo argentino por sobre todas las organizaciones sindicales de nuestro continente, por ejemplo, y que ha sido concebirse, como recién lo mencionaba, el Secretario General de CGT, no para obstruir, no para destruir, sino para construir; y por sobre todas las cosas para articular esfuerzos entre capital y trabajo. Esto tiene que ver, claro, con la impronta del partido. (…) Ya no se planteaban como en otros lugares la lucha entre los trabajadores y los empresarios. Al contrario, siempre la idea nuestra fue el fifty – fifty, el 50% para los trabajadores y el 50% para el capital del PBI”

A confesión de parte, relevo de prueba. Sin embargo, sí ha destruido. Ha destruido, a lo largo de su historia, la vida de miles de militantes revolucionarios. Ha obstruido, a lo largo de toda su historia, la estructuración independiente del proletariado. Es decir que ha ayudado a construir la hegemonía de la burguesía sobre la clase obrera y ha ayudado a destruir las posibilidades de una revolución. El Fifty - Fifty quedó para el tongo Patrón - Burócrata.

miércoles, 20 de octubre de 2010

La burocracia que llena estadios asesina militantes

Hoy 20 de octubre de 2010 la burocracia sindical ferroviaria asesinó a un militante del Partido Obrero, e hirió a otras dos personas (una de ellas de un balazo en la cabeza).

Hace años que las tercerizadas son una realidad en el Ferrocarril Roca. Durante un tiempo estas desaparecieron pero volvieron por sus fueros en 2007 cuando la UGOFE se hizo cargo de la concesión que le quitaron a Taselli (el mismo que en Río Turbio asesinó a mineros).
Las tercerizadas son falsas cooperativas que hacen figurar a sus empleados como socios. Muchos de sus dueños reales son sindicalistas de la Unión Ferroviaria (CONFER S.A., ECOCRED S.A, AUMONT S.A, MAPRA S.R.L., S.G.C., EXPERVIAS S.R.L, HERSO S.A, ROTTIO S.A, HUNTER, SAP S.A, Cooperativa de Trabajo Unión del Mercosur Ltda., LIMBA, Aceros Zapla, BR-T, Amanci, Copacre, entre otras).

La consecuencia es la precariedad laboral de miles de trabajadores que deberían estar encuadrados en ferroviarios, que carecen en cambio de todo tipo de protección legal y cobran salarios misérrimos.

En estos días en que la Presidenta dice que no hay plata para pagar el 82% Móvil habría que avisarle que la tercerización laboral es una de las causas de que haya menor recaudación previsional. Ella que vive hablando de la década infame del menemato nada hace por eliminar la legislación flexibilizadora de esa época.

Desde hace años también que los trabajadores tercerizados luchan por ser incorporados a la planta permanente del Ferrocarril Roca. Con ese conjunto de trabajadores viene haciendo un trabajo interesante el activismo de izquierda, principalmente el PTS. Izquierda Socialista tiene una representación importante en el Sarmiento.

Es lógico que esta lucha sea atacada con tanta violencia por la burocracia sindical. No sólo pone en peligro su hegemonía sobre los trabajadores ferroviarios del sindicato, sino que afecta estos negocios de las cooperativas.

Es necesario recordar que la hegemonía es consenso más coerción. Hoy prevaleció esta última en forma manifiesta.

Esto también plantea otra cuestión que está presente en el Programa de Transición de la fundación de la IV Internacional: El armamento del proletariado. No sólo es necesario para que triunfe la insurrección y se tome el Palacio de Invierno. También es necesario para esto, para resguardar al activismo. Si los partidos revolucionarios que reivindican el Programa de Transición quieren lograr la hegemonía sobre le proletariado van a tener que empezar a considerar seriamente, no sólo la tarea de legitimación, de convencimiento, sino también la otra pata, el uso organizado de la fuerza.

Pero este ataque no es nuevo.
Fue patético ver a los Nac & Pop saliendo a decir que Pedraza está con Duhalde, que los sindicalistas K no hacen eso, que la violencia no sólo es de los sindicalistas peronistas, etc (seguro que ya se olvidaron de Madonna Quiroz, el chofer de Moyano, o de Tuta Muhammad el barra brava de Chacarita que laburaba para Alberto Fernández y que fue filmado formando parte de la patota que mandaron para reprimir en el Hospital Francés).
Obviamente que eso lo han dicho anónimos tuiteros. El personal político Nac & Pop ha aparecido más que compungido, exigiendo juicio y castigo a los culpables.

Algunos se indignaron de que los zurdos recordemos a la Triple A o a la JSP. No veo el motivo de la indignación. La AAA, la JSP, la JPRA (jotaperra), la CNU, eran todas organizaciones cuya finalidad era paramilitar, es decir, asesinar al activismo de izquierda con el amparo del Estado. Los disparos contra una columna del PO no fueron casuales. No es que dispararon a lo primero que se movía. Las organizaciones marchan encolumnadas e identificadas con banderas. ¿Y la Policía Federal Divisón Ferrocarril? Bien gracias. Se asesinaba y se asesina al amparo del Estado.

No hay diferencias esenciales entre estos burócratas (Moyano, Cavalieri, Barrionuevo, Pedraza, Yasky, Vanegas, Michelli, etc). Esto es así desde hace años. Tan es así que ya lo analizaba Trotsky en 1940, antes de que apareciera el peronismo.

Los dejo con el bueno de León:

Los sindicatos en la época del imperialismo

Luego del asesinato de León Trotsky en 1940, se encontró sobre su escritorio de trabajo en Coyoacán, México, el presente artículo, seguramente escrito poco antes de su muerte. Evidentemente no se trata de un trabajo acabado, sino más bien representa los trazos iniciales para la futura elaboración de un tema.

Existe una característica común en el desarrollo, o más correctamente en la degeneración, de la modernas organizaciones sindicales en todo el mundo; a saber, su relación estrecha y su crecimiento junto al poder estatal. Este proceso es característico en la misma proporción en los sindicatos neutrales, socialdemócratas, comunistas y "anarquistas". Este hecho por sí solo muestra que la tendencia hacia el "crecimiento paralelo" es intrínseca no sólo a esta o aquella doctrina, sino que se deriva de condiciones sociales comunes a todos los sindicatos.

El capitalismo monopolista no se basa en la competencia ni en la iniciativa privada libre, sino en el control centralizado. Las camarillas capitalistas que están a la cabeza de los poderosos trusts, carteles, consorcios financieros, etcétera, ven la vida económica desde las mismas alturas en que lo hace el poder estatal; y para cada paso que dan requieren la colaboración de este último. A su vez, los sindicatos en las ramas más importantes de la industria, se encuentran desprovistos de la posibilidad de aprovecharse de la competencia entre las diferentes empresas. Se ven obligados a enfrentarse a un adversario capitalista centralizado e íntimamente ligado con el poder del estado. De aquí surge la necesidad de los sindicatos a adaptarse al Estado capitalista y a competir por su cooperación, en tanto permanecen en posiciones reformistas, es decir en posiciones de adaptación a la propiedad privada. A los ojos de la burocracia del movimiento sindical la tarea principal reside en "liberar" al Estado de la influencia del capitalismo, en debilitar su dependencia de los trusts y en atraerlo a su lado.

Esta posición está en completa armonía con la posición social de la aristocracia y de las burocracias obreras, que luchan por una migaja en la repartición de los superbeneficios del capitalismo imperialista.

Los burócratas obreros hacen lo imposible, tanto en palabras como en hechos, para demostrar al Estado "democrático" cuán indispensables y dignos de confianza son en tiempos de paz y especialmente en tiempos de guerra. Al transformar a los sindicatos en órganos del Estado, el fascismo no inventa nada nuevo, lleva simplemente a su última consecuencia las tendencias inherentes al imperialismo.

Los países coloniales y semicoloniales no están bajo la influencia del capitalismo nativo, sino del capitalismo extranjero. Este hecho, sin embargo, no debilita, sino por el contrario refuerza la necesidad de los lazos prácticos, diarios, directos, entre los magnates del capitalismo y los gobiernos que, en esencia, están supeditados a esos magnates, o sea, los gobiernos de los de los países coloniales y semicoloniales. En la medida en que el capitalismo imperialista crea, tanto en las colonias como en las semicolonias, una capa de aristocracia y burocracia obreras, estas últimas requieren el apoyo de los gobiernos coloniales y semicoloniales y semicoloniales en calidad de árbitros. Esto constituye la base social más importante del carácter bonapartista y semibonapartista de los gobiernos de las colonias y en general de los países atrasados. Esto asimismo constituye la base para la dependencia de los sindicatos reformistas al Estado.

En México los sindicatos han sido transformados por ley en instituciones semiestatales y han asumido de modo natural, un carácter semitotalitario. La estatización de los sindicatos, según la concepción de los legisladores, se introdujo en beneficio de los obreros de asegurarles influencia en la vida económica y gubernamental. Pero, en tanto que el capitalismo imperialista domine el Estado nacional, y en tanto pueda derribar, con ayuda de las fuerzas reaccionarias internas, la poca estabilidad de la democracia, y reemplazarla con una dictadura fascista descarada, en esa misma medida la legislación relativa a los sindicatos puede convertirse fácilmente en un arma en las manos de la dictadura imperialista.

Consignas para liberar a los sindicatos.

De lo que antecede podría deducirse a primera vista la conclusión de que los sindicatos dejan de ser tales en la época imperialista. No dejan casi ningún lugar a la clase obrera para la democracia obrera que, en sus buenos tiempos, cuando el comercio libre reinaba en la esfera económica, constituía el contenido de la vida interna de las organizaciones obreras. En ausencia de democracia obrera no puede haber ninguna contienda libre para influir sobre los miembros del sindicato. Y a causa de esto, desaparece para los revolucionarios el campo principal de trabajo en los sindicatos. Semejante posición sería, sin embargo, completamente falsa. No podemos elegir el terreno y las condiciones para nuestra actividad de acuerdo con nuestras simpatías o antipatías. Es infinitamente más difícil luchar en un estado totalitario o semitotalitario que en una democracia, para influir sobre las masas trabajadoras. Exactamente lo mismo se puede decir decir de los sindicatos cuyo destino refleja el cambio que ha sufrido el curso de los estados capitalistas. No podemos renunciar a la lucha para obtener influencia sobre los obreros de Alemania, simplemente porque el régimen totalitario haya hecho extremadamente difícil este trabajo en ese país. No podemos, exactamente del mismo modo, renunciar tampoco a la lucha dentro de las organizaciones tampoco a la lucha dentro de las organizaciones obreras creadas por el fascismo. Aún menos podemos renunciar al trabajo sistemático dentro de los sindicatos de tipo totalitario o semitotalitario simplemente porque dependen directa o indirectamente de un estado de un Estado obrero o porque la burocracia quite a los revolucionarios la posibilidad de trabajar de forma libre dentro de los sindicatos. Es necesario llevar a cabo una lucha en todas las condiciones concretas que se hayan creado por el desarrollo precedente, incluidos aquí los errores de la clase obrera y los crímenes de sus dirigentes. En los países fascistas y semifascistas es imposible realizar un trabajo revolucionario que no sea clandestino. Es preciso adaptarse a las condiciones concretas existentes en los sindicatos de cada país con el objeto de movilizar a las masas, no solamente contra la burguesía, sino también contra el régimen totalitario dentro de los mismos sindicatos y contra los dirigentes que refuerzan este régimen. La primera consigna para esta lucha es: INDEPENDENCIA COMPLETA E INCONDICIONAL DE LOS SINDICATOS FRENTE AL ESTADO CAPITALISTA. Esto significa una lucha cuyo objetivo es convertir a los sindicatos en órganos de las amplias masas explotadas y no en órganos de la aristocracia obrera.

La segunda consigna es: DEMOCRACIA SINDICAL. Esta segunda consigna surge directamente de la primera y presupone para su realización la completa libertad de los sindicatos del Estado colonial o imperialista.

En otras palabras, los sindicatos en la época actual no pueden ser simplemente los órganos de la democracia, como lo fueron en la época del capitalismo de la libre empresa y no pueden, además, seguir siendo por más tiempo políticamente neutrales. Es decir, no se pueden limitar a servir las necesidades cotidianas de la clase obrera, no pueden seguir siendo anarquistas, es decir, no pueden seguir ignorando la influencia decisiva del Estado en la vida de los pueblos y las clases. No pueden seguir siendo reformistas, ya que las condiciones objetivas no dejan ningún lugar para cualquier reforma seria, duradera. El papel de los sindicatos en nuestro tiempo es, pues, o el de servir como instrumento secundario del capitalismo imperialista para la subordinación y el disciplinamiento de los obreros y para obstruir la revolución, o, por el contrario, el sindicato puede convertirse en el instrumento del movimiento revolucionario del proletariado.

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La neutralidad de los sindicatos es completa e irremisiblemente una cosa del pasado, que desapareció junto con la libre democracia burguesa.

De lo que se ha dicho se desprende muy claramente que a pesar de la degeneración progresiva de los sindicatos y de su crecimiento paralelo con el estado imperialista, el trabajo dentro de los sindicatos no sólo no ha perdido ninguna importancia sino que sigue siendo como antes, el trabajo más importante para cada revolucionario del partido. El problema en cuestión es esencialmente la lucha por influir sobre la clase obrera. Cada organización, cada partido, cada facción, que se permitan una posición ultimatista en relación a los sindicatos, es decir, que en esencia vuelva su espalda a la clase obrera, solamente a causa de la insatisfacción con el estado actual de sus organizaciones, cada organización que actúe de ese modo está destinada a desaparecer. Y , debemos decirlo, merece perecer.

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En tanto que el papel principal en los países atrasados no lo desempeña el capitalismo nacional sino el capitalismo extranjero, la burguesía del país ocupa, en el sentido de su posición social, una posición insignificante y en desproporción al desarrollo de la industria. Teniendo en cuenta que el capital extranjero no importa obreros, sino que proletariza a la población nativa, el proletariado del país comienza bien pronto a desempeñar el papel mas importante en la vida del país. En esas condiciones el gobierno nacional, en la medida en que procura resistir al capital extranjero está obligado en mayor o menor grado a apoyarse en el proletariado. Por otra parte los gobiernos de aquellos países atrasados que consideren inevitable o más provechoso marchar hombro con hombro con el capital extranjero, destruirán las organizaciones obreras e implantarán un régimen más o menos totalitario.De este modo, la debilidad de la burguesía nacional, la ausencia de tradiciones de gobierno en las pequeñas comunidades, la presión del capitalismo extranjero y el crecimiento relativamente rápido del proletariado, minan las bases de cualquier clase de régimen democrático estable. Los gobiernos de los países atrasados, es decir, coloniales y semicoloniales, asumen en todas partes un carácter bonapartista o semibonapartista y difieren uno de otro en lo siguiente: que algunos tratan de orientarse en una dirección democrática, buscando el apoyo de los trabajadores y de los campesinos, mientras que otros instauran una forma de gobierno cercana a la dictadura militar-policiaca. Esto determina asimismo el destino de los sindicatos. Permanecen bajo la custodia especial del Estado o son sometidos a una cruel persecución. El tutelaje por parte del Estado está dictado por dos tareas que éste tiene que afrontar: atraerse a la clase obrera a su lado, ganando así un apoyo para la resistencia contra las pretensiones excesivas por parte del imperialismo, y al mismo tiempo, disciplinar a los trabajadores a los trabajadores poniéndolos bajo el control de una burocracia.

El capitalismo monopolista y los sindicatos.

El capitalismo monopolista está cada vez menos ansiosos de ajustarse a la independencia de los sindicatos. Exige de la burocracia reformista y de la aristocracia obrera, que picotean las migajas de su mesa de banquete, que se transformen en su policía política ante los ojos de la clase obrera. Si esto no es logrado, la burocracia obrera es desalojada y reemplazada por los fascistas. Digamos de paso que todos los esfuerzos de la aristocracia obrera como sirviente del imperialismo, no pueden a la larga, salvarla de la destrucción. La intensificación de las contradicciones entre las clases en cada país, el agudizamiento del antagonismo entre un país y otro, producen una situación en la que el imperialismo capitalista puede tolerar puede tolerar (hasta cierto punto) una burocracia reformista, siempre que ésta funcione como un accionista, pequeño pero activo, de sus empresas imperialistas, y de sus planes y programas tanto dentro del país como en escala mundial. El reformismo social debe transformarse en socioimperialismo para poder prolongar su existencia, pero sólo para prolongarla y nada más, pues en ese camino, en general, no existe ninguna salida.

¿Significa esto que en la época del imperialismo es completamente imposible la existencia de sindicatos independientes? Sería totalmente erróneo plantear el problema de esta manera. Lo que es imposible es la existencia de sindicatos independientes o semiindependientes de carácter reformista. La existencia de sindicatos revolucionarios, que no sean accionistas de la política imperialista, sino que se planteen como tarea esencial el derrumbamiento de la dominación capitalista, es enteramente posible. En la época de la decadencia imperialista los sindicatos pueden ser independientes en realidad sólo en la medida en que sean conscientes de su papel de órganos de la revolución proletaria. En este sentido el programa de reivindicaciones transitorias (El Programa de Transición) adoptado por el último congreso de la IV Internacional no sólo es el programa para la actividad del partido, sino que es en sus características fundamentales, el programa para la actividad de los sindicatos. El desarrollo de los países atrasados se distingue por su carácter combinado. Dicho de otro modo, la última palabra de la tecnología, de la economía y de la política imperialista, se combinan en estos países con el primitivismo y atraso tradicionales. Esta ley puede ser observada en las más diversas esferas de desarrollo de los países coloniales y semicoloniales, incluso en el movimiento sindical. El capitalismo imperialista actúa aquí en su forma más cínica y descarada. Lleva a un suelo virgen los métodos más perfeccionados de gobierno tiránico. En el movimiento sindical de todo el mundo se ha observado en los últimos tiempos una inclinación hacia la derecha y hacia la supresión de la democracia interna. En Inglaterra el movimiento minoritario en los sindicatos ha sido aplastado (no sin la ayuda de Moscú); los dirigentes del movimiento sindical son en la actualidad, especialmente en el terreno de la política exterior, los agentes obedientes del partido conservador. En Francia no hubo posibilidad para la existencia independiente de sindicatos stalinistas; por lo que los stalinistas se unieron con los llamados sindicatos anarcosindicalistas bajo la dirección de Jouhaux y como resultado de esta unificación se produjo un cambio general del movimiento sindical, no hacia la izquierda sino hacia la derecha. La dirección de la CGT, es pues, la agencia más directa y más abierta del capitalismo imperialista francés.

En los Estados Unidos el movimiemto sindical ha pasado en los últimos años por su periodo más borrascoso. El ascenso del CIO (Comité de Organizaciones Industriales) es la prueba más evidente de la existencia de tendencias revolucionarias entre las masas trabajadoras. Es un hecho significativo y notable en el más alto grado que, a pesar de todo, la nueva organización sindical "de Izquierda "apenas fundada cayó bajo la influencia férrea del Estado Imperialista. Las luchas entre los dirigentes de la vieja AFL (Federación Americana del Trabajo) y la nueva CIO se reducen en gran medida a la lucha por conquistar la simpatía y el apoyo de Roosevelt y su gabinete.

No menos aleccionador, aunque en sentido diferente, es el cuadro del desarrollo de la degeneración del movimiento sindical en España. En los sindicatos socialistas los elementos dirigentes que en alguna proporción representaban la independencia del movimiento sindical fueron echados a un lado. En lo que se refiere a los sindicatos anarcosindicalistas, se convirtieron en instrumento de los republicanos burgueses; de este modo los dirigentes anarcosindicalistas, de una oposición "absoluta" al Estado y a la política en general, devinieron en ministros burgueses de los más conservadores. El hecho de que esta metamorfosis ocurriera en circunstancias de una guerra civil no quita fuerza a su importancia. La guerra acelera los procesos, expone sus características básicas, destruye todo lo que está podrido, lo que es falso y equívoco y pone al desnudo todo lo que es esencial. La tendencia de los sindicatos hacia la derecha se debió a la exacerbación de las contradicciones internacionales y de clase. Los jefes del movimiento sindical sintieron o comprendieron, o se les dio a entender, que no era el momento de jugar a la oposición.

Cada movimiento de oposición en el ámbito sindical, especialmente entre las cumbres dirigentes, amenaza con provocar una agitación violenta entre las masas y crear dificultades al imperialismo nacional. De aquí surge el viraje de los sindicatos hacia la derecha, y la supresión de la democracia obrera dentro de ellos. El rasgo fundamental, el viraje hacia el régimen totalitario, se manifiesta también en el movimiento sindical del mundo entero.

Debemos hacer mención también de Holanda, donde no sólo el movimiento reformista y sindical fueron los más seguros apoyos de capitalismo imperialista, sino donde también la llamada organización anarcosindicalista estuvo de hecho bajo el control del gobierno imperialista. El secretario de esta organización, Sneevliet, fue, como diputado del parlamento holandés y a pesar de sus platónicas simpatías por la IV Internacional, el que más estuvo interesado en que se descargara la cólera del gobierno sobre las organizaciones sindicales.

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En los Estados Unidos el Departamento del Trabajo con su burocracia izquierdista, tiene como tarea la subordinación del movimiento sindical al Estado democrático y es preciso decir que hasta ahora esta tarea ha sido realizada con cierto éxito.

La nacionalización de los ferrocarriles y de los campos petroleros en México no tienen nada que ver por supuesto con el socialismo. Es una medida de capitalismo de Estado en un país atrasado, que de este modo trata de defenderse del imperialismo extranjero por un lado y del otro, de su propio proletariado. La administración de los ferrocarriles, de los campos petroleros, etc., por medio de organizaciones obreras, no tienen nada en común con el control obrero sobre la industria, pues, la esencia de la cuestión en esta administración es que se realiza por medio de la burocracia obrera que es independiente de los obreros, pero que al contrario, depende completamente del Estado burgués. Esta medida por parte de la clase dirigente persigue el objetivo de disciplinar a la clase obrera, haciéndola más industriosa en el servicio de los intereses comunes del Estado que, en la superficie parecen identificarse con los intereses de la clase obrera. En realidad lo que sucede es otra cosa. Toda la tarea de la burguesía consiste en liquidar los sindicatos como órganos de la lucha de clases y sustituirlos por una burocracia sindical que funcione como el órgano de dirección sobre los obreros y a través de la cual ejerce su hegemonía el Estado burgués. En estas condiciones, la tarea de la vanguardia revolucionaria es dar una lucha por la completa independencia de los sindicatos y por la introducción de un verdadero control obrero sobre la actual burocracia sindical, la que se ha convertido en la administradora de los ferrocarriles, de las empresas petroleras, etc.

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Los acontecimientos de los últimos tiempos (antes de la guerra) han demostrado con especial claridad que el anarquismo, que en lo que respecta a la teoría no es más que el liberalismo llevado a sus últimos extremos, fue en la práctica, una pacífica propaganda ejercida en el seno de la república democrática, cuya protección requería. Si dejamos a un lado los actos terroristas individuales, etc., el anarquismo como sistema político y como movimiento de masas, sólo distribuyó material de propaganda bajo la pacífica protección de las leyes. En condiciones de crisis los anarquistas siempre hicieron lo opuesto a lo que pensaban en tiempos de paz. Esto fue señalado por el mismo Marx, al aludir a la experiencia de la Comuna de París. Y esta característica se repitió en escala infinitamente mayor en las experiencias de la revolución española.

Los sindicatos democráticos, en el viejo sentido de la palabra, o sea, los organismos en el seno de los cuales luchaban más o menos libremente diferentes tendencias, no pueden existir actualmente. Del mismo modo que es imposible restablecer el Estado democrático burgués, es imposible asimismo restaurar la vieja democracia obrera. El destino de uno refleja la suerte de la otra. De hecho la independencia de los sindicatos en el sentido de clase, en sus relaciones con respecto al Estado burgués puede ser asegurada en las condiciones actuales, solamente por una dirección completamente revolucionaria, es decir por la dirección de la IV Internacional. Esta dirección, claro está, tiene que ser racional y asegurar a los sindicatos el máximo de democracia concebible en las condiciones concretas presentes. Pero sin la dirección política de la IV Internacional la independencia de los sindicatos es imposible.