viernes, 8 de enero de 2010

La revolución permanente y James Connolly

Desde siempre los trotskistas hemos reivindicado la Teoría de la Revolución Permanente.

En principio, no podría ser más correcta.

En lo que concierne a este post las dos tesis fundamentales dicen:

Con respecto a los países de desarrollo burgués retrasado, y en particular de los coloniales y semicoloniales, la teoría de la revolución permanente significa que la resolución íntegra y efectiva de sus fines democráticos y de su emancipación nacional tan sólo puede concebirse por medio de la dictadura del proletariado, empuñando éste el poder como caudillo de la nación oprimida y, ante todo, de sus masas campesinas.

y


La dictadura del proletariado, que sube al poder en calidad de caudillo de la revolución democrática, se encuentra inevitable y repentinamente, al triunfar, ante objetivos relacionados con profundas transformaciones del derecho de propiedad burguesa, La revolución democrática se transforma directamente en socialista, convirtiéndose con ello en permanente.

Ahora bien, esto era novedoso a principios de Siglo XX y Trotsky (que la expuso en 1905) fue criticado bastante por esta teoría. En general siempre fue tergiversado o mal leído. Incluso Gramsci que era consciente de que Lenin en sus Tesis de Abril adoptó la posición de la Revolución Permanente salió del paso diciendo que esta era correcta en 1917 pero no en 1905. Esta crítica la hace en la cárcel, luego de haber sido agente de la Komintern en Italia.

Sin embargo, parecería que Trotsky no inventó nada. A lo sumo habrá sistematizado conocimientos previos. En rigor, mis conocimientos no bastan para hilar tan fino.

¿Por qué me planteo estas cuestiones? Porque hace ya bastante tiempo vi la película "El viento que acaricia el prado" de Ken Loach, que narra la historia de dos hermanos combatientes por la independencia de Irlanda contra Inglaterra. La película es sobre esto último, sólo que contado a través de una historia familiar. El protagonista, en un momento determinado cita el fragmento de un discurso de un tal James Connolly, absolutamente desconocido para mi.

James Connolly fue un dirigente obrero, nacido en Escocia, hijo de padres irlandeses, que a los 11 años ya se tuvo que poner a trabajar. Fundó el Partido Socialista Irlandés y el Partido Laborista Socialista en Inglaterra. También fue dirigente del Sindicato de Obreros del Transporte. Lo asesinan las tropas británicas en 1916 luego de un alzamiento armado.

Este tipo, un revolucionario, había escrito en 1897, lo siguiente:

Si mañana echáis al ejército inglés e izáis la bandera verde sobre el Castillo de Dublín, a menos que emprendáis la organización de una república socialista todos vuestros esfuerzos habrán sido en vano. Inglaterra todavía os dominará. Lo hará a través de sus capitalistas, sus terratenientes, a través de todo el conjunto de instituciones comerciales e individuales que ha implantado en este país y que están regadas con las lágrimas de nuestras madres y la sangre de nuestros mártires. Inglaterra os dominará hasta llevaros a la ruina, incluso mientras vuestros labios ofrezcan un homenaje hipócrita al santuario de esa Libertad cuya causa traicionasteis. (James Connolly, Socialismo y Nacionalismo, 1897)

Connolly plantea lo mismo que Trotsky aunque con otras palabras. Estas no son discusiones sin sentido ni efectos en la realidad. Las acciones de los partidos revolucionarios estarán siempre determinadas por esta cuestión y ello repercutirá en su estrategia y en sus tácticas.

La consecuencias son fundamentales. Hay una escena en la que un Tribunal Popular condena a un comerciante a pagar a una pobre vieja cuando, según las normas burguesas, la pobre vieja le debe a él. Uno de los protagonistas decide desconocer la orden del Tribunal y ayuda al comerciante a retirarse porque este proveía dinero para armas. En "Tierra y Libertad" del mismo director pasa lo mismo, el militante comunista yanqui propone que no hay que colectivizar la tierra y que hay que respetar la propiedad de la burguesía para que la revolución sea más respetable.

Así terminaron las historias, no sólo las películas, la guerras de independencia abortadas y las revoluciones derrotadas. Con muchos revolucionarios muertos no sólo bajo el peso de las balas y la tortura sino también del error teórico.

Saludos